Revista Iberoamericana de
Educación / Revista Ibero-americana de Educação vol. 85, núm. 2 (2021/03/15), pp. 9-26, isSn: 1022-6508 / isSne: 1681-5653 /
https://doi.org/10.35362/rie8524061 Organización de Estados
Iberoamericanos (OEI) / Organização de Estados Ibero-americanos
(OEI) |
La educación en contextos de diversidad cultural: un estudio
sobre educadores brasileños
Education in contexts of
cultural diversity: a study on brazilian educators
Educação em contextos
da diversidade cultural: um
estudo sobre educadores brasileiros
Universidad Complutense de Madrid (UCM), España
Resumen
Este artículo
se interesa por la educación en contextos de diversidad cultural y por la perspectiva
de los educadores sobre sus necesidades formativas. Se utilizó un cuestionario
diseñado ad
hoc y se opta por un método mixto, cuantitativo y cualitativo,
mediante un diseño complementario de fases paralelas (diseño anidado)
Cuan-cual. El cuestionario se aplicó a una muestra de 237 educadores
brasileños. Los resultados revelan que la atención a la diversidad cultural
ocupa un papel importante en la actividad educativa. Los educadores, en su
conjunto, son sensibles a la diversidad cultural y a su fomento, pero la
formación intercultural recibida es insuficiente. Se fomenta poco la
participación familiar, los recursos escasean y la dimensión intercultural
carece de sistematización pedagógica.
Palabras
clave:
diversidad cultural; interculturalidad; formación; profesionales de la
educación.
Resumo
Este artigo
foca-se na educação em
contextos de diversidade cultural e
pela perspectiva dos educadores sobre suas necessidades de formação. É
utilizado um questionário
elaborado ad
hoc, e escolhe-se um
método misto, quantitativo e qualitativo,
por meio de um design complementar de fases paralelas (design
aninhado) Quan-cual. O questionário foi aplicado a uma amostra de 237 educadores
brasileiros. Os resultados revelam que a atenção à diversidade cultural desempenha um papel importante na atividade educacional. Os
educadores, em conjunto, são
sensíveis à diversidade
cultural e à sua promoção;
no entanto, a formação
intercultural recebida é
insuficiente. A participação das famílias
é pouco incentivada, os recursos são
escassos e a dimensão
intercultural carece de sistematização pedagógica.
Palavras-chave: diversidade cultural; interculturalidade;
formação; profissionais da educação.
Abstract
This article is interested in education in contexts of
cultural diversity and the educators’ perspective on their training needs. A
questionnaire designed ad hoc was used and a mixed method is
chosen, quantitative and qualitative, through a complementary design of
parallel phases (nested design) Quan-qual. which through a complementary design
of parallel phases (nested design). The questionnaire was applied to a sample
of 237 Brazilian educators. The results reveal that attention to cultural
diversity plays an important role in educational activity. Educators, as a whole, are sensitive to cultural diversity and its
promotion, but the intercultural training received is insufficient. Family
participation is little encouraged, resources are scarce
and the intercultural dimension lacks pedagogical systematization.
Keywords: cultural diversity; interculturality; training; education
professionals.
1. Introducción
La diversidad cultural es una realidad
escolar y social indiscutible que se halla actualmente en el centro del debate
pedagógico. Si partimos de la base de que la sociedad es multicultural el
sistema educativo no puede ser homogeneizador.
Defendemos que la estimación de
las personas y los grupos de otras culturas es una exigencia de la genuina
educación, que se sustenta en la dignidad de todo ser humano, y, por lo mismo,
el hecho de que algunos planteamientos teóricos y las prácticas consecuentes,
sobre todo de índole asimilacionista, no se atengan a
ese elemental principio nos lleva a rechazarlos por inapropiados.
La diversidad cultural plantea
retos educativos de carácter escolar y social. ¿En qué medida los educadores
perciben que están suficientemente preparados para responder a esos desafíos?
Interesa conocer también qué piensan los propios educadores sobre el
planteamiento organizativo de las instituciones educativas en que trabajan en
lo que se refiere a la atención a la diversidad cultural. Una estancia de
investigación nos ha permitido centrarnos en Brasil. Desde luego, este gran
país se distingue por la multiculturalidad, por la diversidad étnica y
sociocultural de las personas y grupos humanos que lo constituyen. Aunque por
su conformación histórica comparte con los otros países de la región el
mestizaje como definitorio de su identidad, presenta unos rasgos específicos
difíciles de precisar, entre los que se descubre la presencia étnico-cultural
africana, europea, indígena y, en menor medida, asiática.
La identidad brasileña no es
fácil de delimitar, pues como toda sociedad nos sitúa ante una realidad humana
muy variable en su composición, en su forma de vivir, de organizarse y de
expresarse, y además en continuo dinamismo. Pese a las dificultades, creemos
que la reflexión prudente y el acercamiento investigador a la realidad de los
educadores brasileños en contextos escolares y sociales de diversidad son
totalmente necesarios, particularmente si se quiere avanzar hacia una
convivencia entre personas, comunidades y grupos humanos culturalmente
diferenciados, algunos de los cuales, sobre todo los indígenas y
afroamericanos, con frecuencia a lo largo de la historia han sido
invisibilizados, negados, oprimidos y excluidos.
El ámbito donde se entrecruzan
la pedagogía y la cultura es el que corresponde a la educación intercultural,
que asume en este artículo todo el protagonismo, ya sea latente o patente,
porque es reflejo de una corriente científica que, con independencia de la
pluralidad de ópticas, se ha destacado por su valoración de la diversidad y su
compromiso con la inclusión y la convivencia de las personas y grupos étnicos y
culturales en contextos escolares y sociales. Entre las variadas perspectivas
de educación intercultural cuenta con especial relevancia histórica en Brasil,
según defiende Oliveira (2015), la pedagogía de Freire, uno de sus precursores
más influyentes, del que debe recordarse, por ejemplo, su insistencia en la
trascendencia del respeto a la identidad cultural, de la que forman parte la
dimensión individual y de clase de los educandos (Freire, 2019).
2.
Cultura, diversidad cultural y educación
El concepto de cultura es en sí
mismo complejo y no se maneja en el mismo sentido en el ámbito de las ciencias
sociales. En ocasiones, remite a la idea de formación de la persona,
principalmente en lo que se refiere a los conocimientos, algo que queda
reflejado en la expresión “persona culta” y que, con arreglo, a este trabajo
sería bastante limitado. En cambio, el acercamiento al significado de la
cultura tal como lo manejan sobre todo antropólogos y sociólogos, revela una
noción mucho más amplia que nos sitúa ante el conjunto de modos de vida,
costumbres, producciones, etc., que se transmiten de una generación a otra y
que expresan el grado de desarrollo artístico, científico, industrial, etc., de
un grupo social concreto en una determinada época. Desde esta óptica, la
cultura, sin soslayar la personalidad, puesto que ambas son interdependientes,
tiene un claro componente colectivo que puede acrecentarse o declinar. El término
‘cultura’, desde una perspectiva antropológica, se aplica a todos los estilos
de vida social y es, como afirma Cuche (2012), la que explica que nada sea
puramente natural en el ser humano y la que, al mismo tiempo, hace posible la
modificación de la naturaleza.
Desde el punto de vista
educativo resulta fundamental apreciar y fomentar la cultura y las culturas en
cualquiera de sus manifestaciones. Sin cultura, inherente al desarrollo, no
puede organizarse una convivencia verdaderamente sólida. Por eso, las raíces
culturales han de fortalecerse a nivel individual y social, al tiempo que se
enfatiza cuanto contribuye a la convivencia, que se afirma con el respeto a
todas las culturas, conformadoras del rico patrimonio de la humanidad y que no
tienen por qué disolverse en beneficio de una cultura única.
La salvaguardia y el cultivo de
la diversidad cultural constituyen aspectos irrenunciables en nuestras
sociedades y, junto a las medidas políticas, jurídicas, laborales, económicas,
etc., se precisa un proyecto pedagógico consistente del que la formación de
educadores es parte relevante, sobre todo por su efecto irradiador. Al
beneficio técnico y humano que una preparación tal reporta a los propios
profesionales de la educación se agrega su repercusión sobre los educandos, lo
que constituye una auténtica siembra de convivencia.
En Brasil, por ejemplo, país
esencialmente multicultural, coexisten e interactúan, no siempre en armonía,
una diversidad de grupos étnicos, sociales y culturales, y paralelamente se
fortalecen o debilitan desde diferentes ideologías y políticas sociales y
educativas las contribuciones de dichos grupos a la construcción de la
identidad común. Todo ello sin obviar la considerable mixtura poblacional y
cultural existente, una fusión de realidades heterogéneas que no ha disipado, y
a veces incluso ha acrecentado, las tensiones, el racismo, la discriminación,
etc. Desde sectores críticos se cuestiona, por ejemplo, tal como recogen
Oliveira y Candau (2010) al referirse al caso
brasileño y tomando como base la propuesta del colectivo latinoamericano
Modernidad/Colonialidad, la lógica eurocéntrica
dominante y se promueven variadas estrategias desde perspectivas de sectores
indígenas y afrodescendientes, tradicionalmente en situación de exclusión, para
visibilizar y empoderar su realidad en el marco de un proyecto alternativo al
racismo epistémico y a la colonialidad del ser, del
saber y del poder. Recientemente, Ferreira y Silva (2020) sostienen que el
racismo estructural está bastante presente en el Nordeste brasileño.
Queda mucho por hacer en lo
concerniente a la diversidad cultural, a menudo asociada a la desigualdad
social que se advierte en la escuela. Beserra y Lavergne (2018) refiriéndose a Brasil señalan que
profesores y administradores escolares no han recibido formación suficiente
sobre estas cuestiones, al tiempo que agregan que uno de los principales
beneficios de celebrar la diversidad es que permite una mayor visibilidad de
los grupos sociales más vulnerables.
Aunque en la sociedad y en los
contextos educativos brasileños, como sostiene Candau
(2016), hay una creciente sensibilidad hacia la diversidad cultural, la
posibilidad de que el profesorado adopte una perspectiva intercultural en sus
prácticas cotidianas no es tarea sencilla, pues parece imponerse una política
educativa pública homogeneizadora que presiona continuamente a los educadores
mediante múltiples mecanismos burocráticos y numerosos instrumentos de evaluación
fundamentados en pruebas estandarizadas. Parafraseando a Silva y Rebolo (2017), en los procesos de educación intercultural
influyen factores estratégicos, estructurales, tecnológicos, políticos,
materiales, pedagógicos, humanos y culturales, cuya desconsideración acrecienta
los riesgos de que las acciones educativas resulten estériles. Es evidente que en este marco complejo, junto a las políticas apropiadas
y la suficiencia de los recursos, se precisa una adecuada formación de los
educadores, muchas veces preparados para trabajar en contextos homogéneos y
homogeneizadores.
En el abordaje pedagógico de la
diversidad cultural tradicionalmente se han distinguido cuatro modelos, que no
son en absoluto monolíticos: asimilacionista,
compensatorio, multicultural e intercultural, adoptados por distintos sistemas
educativos o por el mismo según los momentos y que, desde perspectivas
ideológicas desemejantes a pesar de la evolución que hayan podido experimentar,
han repercutido en las acciones educativas y en la sociedad. Grosso
modo, los modelos asimilacionista y
compensatorio consideran que ciertos grupos humanos, ya sea por motivos de
raza, etnia e inmigración, se hallan en situación de inferioridad, incluso
deprimidos socioeconómicamente, y con arreglo al discurso del sector
hegemónico, advertido en la política educativa, en el diseño curricular, en las
prácticas educativas y en los procedimientos de evaluación, destinan a los
miembros de los grupos más vulnerables a programas que garanticen su adaptación
a la cultura dominante.
El modelo multicultural reconoce
la coexistencia de culturas en un mismo espacio o territorio, pero puede que no
promueva suficientemente la convivencia entre ellas. Por tanto, uno de los
grandes retos que se presentan a las prácticas pedagógicas orientadas desde
este modelo es, como apuntan Silva y Vasconcelos (2019), la implantación de
mecanismos capaces de garantizar a los distintos grupos culturales el ejercicio
pleno de sus derechos fundamentales. Se llega así al modelo intercultural,
comprometido con la inclusión, el intercambio constructivo y la igualdad de
oportunidades, no solo con el reconocimiento de la diversidad cultural, porque,
a fin de cuentas, un genuino modelo educativo intercultural, como sugiere Botler (2012), ha de asegurar más democracia.
La educación intercultural,
corriente pedagógica extensa, trascendente y con gran desarrollo, no exenta de
controversia y compleja en su verificación, no se conforma con la mera
yuxtaposición de culturas. Si el multiculturalismo describe una situación de
partida, el interculturalismo muestra la dirección que debe seguirse para que
la convivencia entre personas y grupos humanos de diferentes culturas en
condiciones de influencia paritaria sea fuente de riqueza. Tal como aquí se entiende
forma parte de un proyecto pedagógico comprometido con la justicia social. La
educación intercultural puede admitir diversas interpretaciones, aunque todas
han de cimentarse en la dignidad de la persona.
El hecho de que Brasil y en
general el resto de América Latina sean más sensibles a la diversidad cultural,
ofrece a
priori un marco más favorable para la educación intercultural;
sin embargo, la cuestión se torna complicada en la vida cotidiana de las
instituciones educativas, en las que permean las históricas y arraigadas
desigualdades socioeconómicas de la región. Al respecto, ya indica Senna
(2000), que la experiencia brasileña con la educación intercultural revela que
la simple aplicación de medidas impulsoras de legitimación y respeto a las identidades
culturales en contacto, no son suficientes para avanzar hacia la igualdad
social y a veces incluso se traduce en la perpetuación de la brecha social, así
como en disputas y conflictos. Para este autor, la aspiración a que la
educación intercultural resulte efectiva hace necesarias unas dotaciones del
poder público en el marco de una política social genuinamente integradora.
El estudio de Lorente (2019)
sobre los problemas que aquejan a los sistemas educativos de la región
latinoamericana permite constatar, en general, que las poblaciones
afrodescendientes, y más aún los grupos indígenas, están en situación de
inferioridad educativa si se les compara con el total de la población. Se
corrobora que la desigualdad educativa en función del grupo étnico de
pertenencia se agrega a las relativas al nivel socioeconómico del hogar, al
área geográfica de residencia o al género. Y todo ello, concluye el estudio,
muestra las dificultades de los sistemas educativos latinoamericanos para
paliar o revertir las desigualdades de origen.
Nada justifica la discriminación
secular de los pueblos indígenas y afrodescendientes, la exclusión de que son
objeto, las negativas condiciones socioeconómicas en que se hallan ni los malos
resultados escolares que, en general, obtienen cuando se comparan con los
miembros de la cultura dominante.
Igreja (2016), al analizar las
diversas acciones que el Estado brasileño ha puesto en práctica durante los
últimos años para combatir la discriminación y eliminar las desigualdades
históricas de índole racial, destaca los cambios legislativos, el diseño de
políticas de acciones afirmativas y la creación de instancias para el
recibimiento de quejas y reclamaciones contra actos discriminatorios. A pesar
de esa variedad de acciones, la autora subraya que se ha experimentado una
considerable frustración por la insuficiente efectividad de estas medidas.
La educación intercultural, que
incorpora un discurso inclusivo, es una herramienta fundamental para prevenir y
combatir prejuicios sobre los miembros de la comunidad educativa o sus
culturas. Por supuesto, se precisa trabajar sistemáticamente la doble vertiente
explícita e implícita del currículo, de gran influencia en el proceso educativo
y en las relaciones humanas. Se trata de evitar que la escuela, lato
sensu, sea caldo de cultivo o correa de transmisión de cualquier
forma de discriminación, lo que resultaría totalmente incompatible con su
esencia humanista.
Brasil, al igual que toda
América Latina, tiene por delante el gran reto de alcanzar una educación de
calidad para todos. No escasean los marcos legales y normativos inspirados en
declaraciones o convenciones internacionales, pero sigue sin haber una
aplicación efectiva, realmente intercultural e inclusiva (Carvalho y Faustino,
2016). En esta coyuntura compleja, nos planteamos un acercamiento a la
perspectiva de los educadores sobre sus necesidades formativas en contextos de
diversidad cultural.
3.
Método
Se ha utilizado un cuestionario
diseñado ad
hoc para conocer la percepción de los educadores sobre
necesidades formativas relativas a la diversidad cultural y la inclusión. Se
opta por un método mixto, a un tiempo cuantitativo y cualitativo, mediante un
diseño complementario de fases paralelas (diseño anidado) Cuan-cual. Esta
metodología mixta, aunque con predominio de la vertiente cuantitativa, es una
excelente vía para la investigación educativa (Pereira, 2011). En la fase
cuantitativa, se parte de cinco dimensiones de análisis, cada
una con sus correspondientes nueve preguntas cerradas (tipo Likert).
Complementariamente, en el mismo cuestionario se han incluido, junto a las
preguntas cerradas, otros tantos apartados de observaciones (preguntas
abiertas) para explorar lo que piensan los profesionales de la muestra a partir
de sus propias opiniones.
Se incluyen también variables de
naturaleza sociodemográfica (género; edad; años de experiencia como profesional
de la educación; nivel educativo, titularidad, localización -urbana, rural…- y
Estado brasileño de la institución en que trabaja; experiencia educativa en
contextos de diversidad cultural y formación previa de carácter intercultural).
En la aplicación del cuestionario y en la obtención de los datos, en 2019, se
han seguido los procedimientos éticos reconocidos por la comunidad académica.
4.
Muestra
Se realizó un muestreo no
probabilístico y por conveniencia. La muestra total quedó integrada por 237
profesores, 58 hombres (24,5%) y 179 mujeres (75,5%). La mayor parte, un 63,1%,
tiene 40 años o menos y un 36,9% tiene 41 años o más. El 68% lleva 15 años o
menos de ejercicio profesional, frente al 32% que tiene una experiencia
profesional de 16 años o más. En lo que se refiere a la etapa educativa en que
se trabaja, si bien algunos docentes combinan su actividad profesional en
diferentes niveles (un 22,9%), principalmente de las enseñanzas
preuniversitarias, la mayor parte trabaja en “Ensino
Fundamental”, de carácter obligatorio (para escolares entre 6 y 14 años,
aproximadamente). Por orden decreciente, los porcentajes de los niveles
educativos en que trabajan los profesores, sin obviar que algunos trabajan en
varias etapas, son: Ensino Fundamental (41,6%), Educação Universitária (24,2%), Educação Infantil (20,8%), Ensino
Médio (14,7%), Educação
Social/Educação Não-formal
(7%) y Formação Profissional
(6,5%). El 83% del profesorado consultado trabaja en instituciones públicas, el
10% en instituciones privadas y el 7% en ambos tipos de instituciones.
La ubicación del centro de
trabajo de los profesores participantes es la siguiente: en la capital el 25%, en
la zona metropolitana de la capital el 15,7%, en el espacio rural de la capital
el 0,8 %, en una ciudad del interior del Estado el 49,2%, y en una zona rural
del interior del Estado el 9,3%. Los Estados brasileños en que trabajan los
profesores son: Rio Grande do Norte (79,2%), Pará (11,7%), Paraíba (4,6%),
Maranhão (3%), Bahia (1,5%). Salvo Pará que pertenece
al Norte de Brasil, en la región amazónica, los demás son Estados del Nordeste.
5.
Análisis de la información
Se utilizó el paquete
estadístico SPSS para Windows (versión 25) y se hicieron distintos análisis:
análisis exploratorio de los datos, análisis relacional, realización de tablas
de variables agrupadas en función de la dimensión y variable sociodemográfica
y, por último, interpretación de datos y discusión.
6.
Resultados de carácter cuantitativo
Se ofrecen las medias y otros
estadísticos descriptivos de la muestra en cada una de las dimensiones
analizadas (Tabla 1).
Tabla 1.
Estadísticos descriptivos de la muestra en las cinco dimensiones analizadas
N |
Media |
Mediana |
Desviación |
Mínimo |
Máximo |
||
Concepción sobre la diversidad
cultural |
Hombre |
57 |
4,21 |
4,33 |
0,47 |
2,78 |
5,00 |
Mujer |
177 |
4,16 |
4,22 |
0,47 |
2,33 |
5,00 |
|
Total |
234 |
4,17 |
4,22 |
0,47 |
2,33 |
5,00 |
|
Práctica de la diversidad
cultural |
Hombre |
57 |
4,08 |
4,22 |
0,59 |
2,44 |
5,00 |
Mujer |
175 |
4,12 |
4,22 |
0,49 |
2,33 |
5,00 |
|
Total |
232 |
4,11 |
4,22 |
0,51 |
2,33 |
5,00 |
|
Formación intercultural del
profesorado |
Hombre |
57 |
3,62 |
3,66 |
0,70 |
2,22 |
5,00 |
Mujer |
175 |
3,55 |
3,66 |
0,66 |
1,00 |
4,89 |
|
Total |
232 |
3,57 |
3,66 |
0,67 |
1,00 |
5,00 |
|
Actuación intercultural
institucional |
Hombre |
57 |
3,23 |
3,22 |
0,68 |
1,89 |
4,56 |
Mujer |
173 |
3,39 |
3,44 |
0,67 |
1,44 |
5,00 |
|
Total |
230 |
3,35 |
3,44 |
0,68 |
1,44 |
5,00 |
|
Currículum intercultural |
Hombre |
57 |
3,81 |
3,66 |
0,82 |
2,22 |
5,00 |
Mujer |
173 |
3,85 |
4,00 |
0,73 |
1,67 |
5,00 |
|
Total |
230 |
3,84 |
4,00 |
0,75 |
1,67 |
5,00 |
Fuente: elaboración propia.
La observación de las medias
totales de cada una de las cinco dimensiones (Tabla 1), todas integradas por 9 ítems,
y de las medias concretas obtenidas a partir de las respuestas de los
profesores a cada una de las 45 preguntas del cuestionario permite afirmar lo
siguiente:
En relación a la “Concepción
de los profesionales de la educación sobre la diversidad cultural en la
educación” (CO), con media 4,17, los profesores dicen conocer qué es la
diversidad cultural, hacia la que manifiestan una actitud positiva, que se
extiende al abordaje pedagógico de la misma. Se considera que el equipo
educativo en su conjunto, con necesaria implicación de la dirección
institucional, debe encargarse de esa atención en cuanto fundamento de la
educación actual.
La segunda dimensión: “Práctica
de los profesionales de la educación en el ámbito de la diversidad cultural”
(PR), cuya media es 4,11,
pone de manifiesto que el profesorado, en su conjunto, es
sensible a la diversidad cultural y a su fomento en las aulas, hasta el punto
de que promueve el respeto entre los alumnos, agrupaciones oportunas, según las
actividades, y cultiva la colaboración docente para construir un ambiente
intercultural.
En la tercera dimensión:
“Formación de los profesionales de la educación en el campo de la diversidad
cultural” (FO), con media 3,57, se advierte que, si bien el profesorado es
consciente de las dificultades que los alumnos de otros países o pertenecientes
a culturas minoritarias pueden tener, cuando se pregunta sobre la formación
recibida y los cursos realizados para mejorar la competencia intercultural la
media de las respuestas se sitúa en un lugar central (3,06). La preparación
intercultural es para muchos docentes responsabilidad de la institución
educativa en su conjunto, no únicamente del profesor. Puntuación media (2,99)
es la que se obtiene también cuando los profesores responden sobre la
preparación intercultural atribuida al equipo gestor del centro educativo.
La cuarta dimensión: “Percepción
de los profesionales de la educación sobre la actuación del centro/asociación
en el campo de la diversidad cultural” (AI), cuya media es 3,35, permite
advertir que los profesores participantes piensan, en general, que las
instituciones educativas en que trabajan valoran la diversidad cultural, la
presencia de alumnos de distintas culturas y tratan de desarrollar el potencial
de los educandos, cualesquiera que sean sus características culturales. Los
docentes consideran que sus respectivas instituciones son inclusivas. Pese al
expresado carácter institucional inclusivo, se obtienen puntuaciones medias
escasamente diferenciadas en lo que se refiere a fomentar la participación de
las familias en la organización y en la implementación de actividades
interculturales.
La última dimensión es: “El
currículo/plan educativo de actuación en el ámbito de la diversidad cultural”
(CU), cuya media es 3,84. Las puntuaciones medias más elevadas se alcanzan
cuando se responde sobre la realización de ajustes en el currículum para tener
en cuenta las necesidades de los alumnos, sobre el fomento de la inclusión y el
empoderamiento de todos los alumnos, así como sobre la contemplación de la
realidad cultural institucional en las actividades educativas. Las medias, en
cambio, revelan cierta indefinición generalizada cuando se pregunta sobre la
disponibilidad de recursos necesarios para atender la diversidad cultural.
Además de los análisis
descriptivos se realizaron comparaciones mediante la prueba de Kruskall-Wallis para comprobar si las puntuaciones de las
cinco dimensiones son significativamente diferentes dependiendo de cada
variable sociodemográfica. Al respecto, se hallaron diferencias
estadísticamente significativas en las puntuaciones de dos de las dimensiones
(PR, FO) analizadas (p < 0.05) cuando la variable sociodemográfica era
“Experiencia con alumnos de diferentes culturas a lo largo del ejercicio
profesional” (Tabla 2). Las puntuaciones medias en ambas dimensiones son más
elevadas (“más acuerdo”) cuando aumenta la experiencia educativa con alumnos de
diversas culturas.
Tabla 2. Estadísticos
de pruebaa,b
Concepción
sobre la diversidad cultural |
Práctica
de la diversidad cultural |
Formación
intercultural del profesorado |
Actuación
intercultural institucional |
Currículum
intercultural |
|
H de Kruskal-Wallis |
3,905 |
6,076 |
10,911 |
0,612 |
3,024 |
gl |
2 |
2 |
2 |
2 |
2 |
Sig. asintótica |
0,142 |
0,048 |
0,004 |
0,736 |
0,220 |
a. Prueba de
Kruskal Wallis; b. Variable
de agrupación: “Experiencia con alumnos de diferentes culturas a lo largo del
ejercicio profesional”
Fuente: elaboración propia.
A partir de la prueba de Kruskall-Wallis también se encontraron diferencias
significativas en las puntuaciones de cuatro de las dimensiones (PR, FO, AI,
CU) analizadas (p < 0.05) cuando la variable sociodemográfica era “Número de
actividades de formación intercultural realizadas en los últimos cinco años”
(Tabla 3). En general, se obtienen puntuaciones medias más altas (“más
acuerdo”) cuando aumenta el número de actividades. Y en las mismas cuatro
dimensiones las puntuaciones medias más bajas (“más desacuerdo”) se obtienen,
en conjunto, cuando no se ha realizado “ninguna actividad”.
Tabla
3. Estadísticos
de pruebaa,b
Concepción
sobre la diversidad cultural |
Práctica
de la diversidad cultural |
Formación
intercultural del profesorado |
Actuación
intercultural institucional |
Currículum
intercultural |
|
H de Kruskal-Wallis |
5,420 |
18,554 |
30,887 |
11,786 |
17,830 |
gl |
3 |
3 |
3 |
3 |
3 |
Sig. asintótica |
0,144 |
0,000 |
0,000 |
0,008 |
0,000 |
a.
Prueba
de Kruskal Wallis;
b. Variable de agrupación: “Número de actividades de formación
intercultural realizadas en los últimos cinco años”
Fuente: elaboración propia.
7.
Resultados de carácter cualitativo
Pese a que en ninguna de las
dimensiones de análisis la participación de los profesionales supera el 8%, la
riqueza advertida en las respuestas anima a recoger en los resúmenes diversos
matices.
En lo que se refiere a la
“Concepción de los profesionales de la educación sobre la diversidad cultural
en la educación” (CO), con participación del 7,9% de los profesores, hay
consenso en afirmar que la diversidad cultural enriquece el proceso educativo
porque ensancha la mirada humana y profesional.
En cuanto a la “Práctica de los
profesionales de la educación en el ámbito de la diversidad cultural” (PR), con
respuestas del 4,5% del profesorado, se advierte el fomento del respeto de los
alumnos/educandos a las personas de distintas culturas en pro de una
convivencia democrática y solidaria. Se sirven de debates dirigidos, ejemplos,
análisis de casos y reflexiones que contribuyan al cambio de actitud y al
respeto hacia la diversidad cultural.
En la dimensión: “Formación de
los profesionales de la educación en el campo de la diversidad cultural” (FO),
sobre la que han realizado observaciones aproximadamente el 3’5% de los
profesores, se advierte que la formación intercultural recibida es muy variada.
No son pocos los profesionales que advierten carencias formativas en materia de
educación intercultural.
En lo que se refiere a la
“Percepción de los profesionales de la educación sobre la actuación del
centro/asociación en el campo de la diversidad cultural” (AI), dimensión sobre
la que hay observaciones de cerca de un 3,5% del profesorado, las respuestas
revelan que, en general, no se fomenta la participación de las familias en la
educación intercultural, ya sea porque se trata de centros universitarios, ya
porque no forma parte de la política institucional.
A la última dimensión: “El
currículo/plan educativo de actuación en el ámbito de la diversidad cultural”
(CU), han respondido aproximadamente el 3,5% de los profesores de la muestra.
Se refleja en las observaciones que en la planificación pedagógica escolar se
despliega una perspectiva cultural plural que, de forma desigual, se
materializa en la actuación educativa en el aula y en las actividades de
carácter interdisciplinar.
8.
Discusión de resultados y conclusiones
Los educadores manifiestan una
actitud positiva hacia la diversidad cultural, que debe atenderse por todo el
equipo pedagógico e implicar a la comunidad educativa en su conjunto. Un
planteamiento inclusivo así es fundamental en la sociedad y en las
instituciones educativas (centros escolares, asociaciones socioeducativas,
etc.). Se trataría de una educación que, como afirman Araújo y Gomes (2020),
tenga como base la negociación cultural impulsora de una sociedad plural y
neutralizadora de los presupuestos culturales hegemónicos.
En la práctica, algunos
estudios, como el realizado por Alencar (2014), ponen de manifiesto que en
ocasiones algunas de las dificultades encontradas al trabajar en contextos de
diversidad cultural se superan gracias precisamente a la actitud favorable del
profesorado hacia los procedimientos teórico-metodológicos correspondientes a
la pedagogía intercultural, así como por la significativa disposición hacia el
aprendizaje construido que se deriva de la propia actuación profesional. Con
todo, es conveniente insistir en que la política educativa ha de dar cobertura
legislativa, material y pedagógica a las actuaciones de atención a la
diversidad en función de la especificidad de los centros. No puede recaer la
mayor parte de la responsabilidad sobre el profesorado, sino que ha de
implicarse toda la comunidad educativa. En esta labor coordinada es fundamental
la incentivación de los profesionales a través de medidas orientadas a mejorar
sus condiciones de trabajo, así como su formación inicial y continuada en
materia de educación intercultural.
Es necesario trabajar las
competencias interculturales en la formación del profesorado, siquiera sea por
la complejidad social y por los nuevos planteamientos pedagógicos (Vila, Cortés
y Martín, 2017). La formación de educadores en el campo de la diversidad
cultural representa un proyecto deliberado de preparación sensible a las variadas
funciones que los profesionales han de realizar, así como a los desafíos que
les aguardan en una sociedad plural. Se precisa una formación intercultural que
permita prevenir los discursos excluyentes y homogeneizadores (Pansini y Nenevé, 2008). No deja
de ser curioso que en gran medida los profesionales de la educación sigan
recibiendo una formación que les capacita sobre todo para trabajar en contextos
monoculturales. Es urgente, por tanto, una formación intercultural que se
proyecte directamente sobre los educandos y de la que dependerá
significativamente la calidad de la educación y la convivencia en un planeta
que se mundializa.
Se constata en la investigación
que el equipo directivo, por supuesto, con un verdadero liderazgo inclusivo, es
fundamental en la atención a la diversidad, pero a veces su labor es
insuficiente tanto en lo que se refiere a la planificación y al diseño de la
intervención educativa intercultural como al fomento de la implicación de toda
la comunidad educativa. Al respecto, en la línea de lo afirmado por Pereira y
Aparecida (2020), es capital revisar la propia formación y la función de los
gestores educativos, que debieran ayudar activamente a los docentes en su
diario quehacer. Además, es necesario contar con más recursos materiales y más
actividades específicas de naturaleza intercultural tanto de puertas hacia
adentro como hacia afuera. En sintonía con Leiva (2012), desde una óptica
holística, la construcción de la interculturalidad requiere aunar esfuerzos y
potenciar los vínculos socioculturales de y entre las instituciones educativas,
así como con la sociedad, con el fin de que las familias, el alumnado, el
profesorado y los directivos tejan redes de significado compartido.
Muchos profesionales de la
educación reconocen la necesidad de tener formación intercultural y se muestran
sensibles a la diversidad cultural y a su fomento, pero la práctica
intercultural sistemática todavía es insuficiente en un significativo número de
instituciones educativas. Metodológicamente, los profesionales más
sensibilizados se sirven de estrategias como: debates dirigidos, ejemplos,
análisis de casos, discusión de textos, proyección de películas, conferencias
externas, narraciones, testimonios, senderos ecopedagógicos
y actividades de campo, música, etc., y se utilizan, cuando las hay, las TICs, en las que, además, es preciso mejorar su manejo
educativo en contextos de diversidad e interconexión.
Un problema expresado por algún
educador tiene que ver con la sobrecarga laboral, que supone incluso la
asunción de funciones propias de la Administración o de las familias. El exceso
de tareas, a menudo en condiciones particularmente precarias, se complica con
la frecuente necesidad de completar el salario con el trabajo en distintos
centros educativos, a los que en ocasiones se llega después de tomar varios
ómnibus. En circunstancias así no siempre es fácil revisar la actuación
intercultural. En el estudio firmado por Sánchez (2018) se constata, por
ejemplo, la intensificación del trabajo docente, que rebasa la jornada laboral
oficial, en Argentina, Brasil y México, algo que seguramente es extrapolable a
otros países de la región y que, entre otras consecuencias, se deja sentir en
la reducción de la planificación pedagógica.
Al analizar las condiciones
materiales en que se realiza la labor educativa en las escuelas públicas de
niveles preuniversitarios en Brasil, sobre todo en los Estados del Norte y
Nordeste, más pobres y en los que se centra nuestra investigación, Silva y
Souza (2014) destacan, pese a los avances de las últimas décadas, la falta de infraestruturas adecuadas, de equipamentos
y de materiales didácticos para el profesorado y el alumnado, lo cual
ensombrece el panorama de la educación, también en el ámbito de la diversidad
cultural.
La formación intercultural de
los educadores debe mejorarse. Actualmente, esta preparación, inicial y
continua, es muy variada y precisa más apoyo institucional. Se trata de una
capacitación en la que tienen que involucrarse activamente los directivos,
ellos mismos con necesidades formativas. Los roles que se asumen por los
equipos de gestión suelen ser demasiado burocráticos y con arreglo a un
planteamiento que parece responder según los casos, como sostiene Díez (2014) a
partir de su estudio con directivos, a un modelo multicultural o compensatorio,
porque, en general, se considera la diversidad cultural más como un problema
que como una oportunidad. En el caso concreto de la gestión escolar en Brasil,
Vieira y Vidal (2015) apuntan en su investigación que, pese al principio
democrático orientador definido legislativamente, su implementación en el
sistema público de enseñanza queda asociado a la emergencia de un nuevo modelo
de gestión escolar, sobre todo de carácter gerencialista, eficientista,
algo con lo que coincide también Parente (2017). Análogamente, Cabral y Araújo
(2011) en una investigación sobre gestión escolar en instituciones de enseñanza
media en Rio Grande do Norte sostienen que se debaten entre la gestión
democrática y la gerencial, con poca cultura escolar de trabajo colectivo, lo
que se traduce en escasa implicación de los actores en la vida de los centros
educativos.
La investigación realizada nos
lleva a afirmar que en aras de la interculturalidad institucional ha de
potenciarse más la participación de las familias y de toda la comunidad
educativa, al tiempo que se incorporan planes de acogida en centros que no los
poseen, particularmente para los sectores más vulnerables a la exclusión, y se
promueve un ambiente congruente, en su doble vertiente psicosocial y material.
Si parafraseamos a Peñaherrera y Cobos (2011), debe recordarse que el
fundamento de la educación intercultural no se localiza únicamente en el
respeto al derecho a ser diferente sino en la valoración explícita de la
diversidad, lo que se traduce en un modelo institucional en el que todos sus
miembros participan y despliegan un sentido de comunidad.
9.
Agradecimientos
Esta investigación se realizó en
el marco de una beca de movilidad internacional “Salvador de Madariaga” del
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (España). Dicha ayuda, que
agradezco, me permitió realizar una estancia de investigación de seis meses en
la Universidade Federal do Rio Grande do Norte
(Brasil), a la que también expreso mi gratitud, particularmente a la Profª Dra.
Marlúcia Menezes de Paiva,
coordinadora del Grupo investigador receptor. También agradezco al Dr. Pedro L.
Cuesta Álvaro, de la Universidad Complutense de Madrid, su valiosa ayuda en el
tratamiento estadístico de los datos
Referencias
Alencar, J. C. P. M. (2014). Educação
intercultural e a formação específica de professores indígenas no ensino
superior. Revista
Fórum Identidades, 16(16), 79-98. Disponible en http://bit.ly/3bc2B4y
Araújo, G. D. & Gomes, J. (2020). Educação
intercultural e os aspectos da lei
nº 11645/2008 – história e
culturas indígenas. Revista de Educação, Ciência e Cultura, 25(2), 73-85. Disponible en http://bit.ly/37HbbYj
Beserra, B. L. R .& Lavergne, R. F. (2018). Racismo e Educação no Brasil. Recife: UFPE.
Botler, A. M. H. (2012). Repercussões das políticas multiculturais
na educação. Educação & Sociedade, 33(119), 595-609. Disponible en https://bit.ly/2NAzPCH
Cabral, A. N. & Araújo, A. M. D. A. (2011). Gestão escolar em instituições de ensino médio: entre a gestão democrática e a gerencial. Educação & Sociedade, 32(116), 745-770. Disponible en https://bit.ly/3u9D3Oc
Candau, V. M. (2016).
Cotidiano escolar e práticas interculturais.
Cadernos de Pesquisa, 46(161), 802-820. Disponible en https://bit.ly/3avsihx
Carvalho, E. J. G. & Faustino, R. C (2016).
Educação para a diversidade cultural: reflexões sobre as influências
internacionais na atual política educacional. Revista NUPEM, 8(15), 187-208.
Disponible en https://bit.ly/3u79JYx
Cuche, D. (2012). A noção de cultura nas ciências sociais. Bauru: Edusc.
Díez, E. J. (2014). La práctica educativa intercultural en
Secundaria. Revista
de Educación, 363, 12-34. Disponible en https://bit.ly/3qAAp1C
Ferreira, T. J. & Silva, M.C. P. (2020). Educação intercultural quilombola:
saberes insurgentes em evidencia. Brazilian
Journal of Development, 6(10), 75286-75302. Disponible en http://bit.ly/2NimcIf
Freire, P. (2019). Pedagogia da autonomía. Saberes necessários à prática educativa. São Paulo: Paz e Terra.
Igreja, R. L. (2016). Combate al racismo y la discriminación
racial en Brasil: legislación y acción institucional. Desacatos, 51, 32-49. Disponible en http://bit.ly/3at1Tkm
Leiva, J. J. (2012). La formación en educación intercultural
del profesorado y la comunidad educativa. Revista Electrónica de
Investigación y Docencia (REID), 2, 8-31. Disponible en http://bit.ly/3qBrpcI
Lorente, M. (2019). Problemas y limitaciones de la educación
en América Latina. Un estudio comparado. Foro de Educación, 17(27), 229-251.
Disponible en http://bit.ly/2Zp3aTf
Oliveira, L. F.& Candau, V. M.
(2010). Pedagogia decolonial e educação
antirracista e intercultural no Brasil. Educação em Revista, 26(1), 15-40. Disponible
en https://bit.ly/3u8Mttk
Oliveira, I. A. (2015). Paulo Freire: gênese da educação intercultural no Brasil. Curitiba: CRV.
Pansini, F.& Nenevé, M. (2008). Educação
multicultural e formação docente. Currículo sem Fronteiras, 8(1), 31-48. Disponible en https://bit.ly/3ucNfFQ
Parente, J. M. (2017). Gestão escolar no contexto
gerencialista: o papel do diretor escolar. Roteiro, 42(2), 259-280. Disponible en http://bit.ly/3qABWoo
Peñaherrera, M. & Cobos, F. (2011). Inclusión y currículo
intercultural.
Revista Educación Inclusiva, 4(3), 145-153.
Pereira, C. G. & Aparecida, S. (2020).
Tendências e desafios para a política de formação dos gestores: Uma análise
interdisciplinar de educação intercultural no campo. Revista Observatório,
6(1),
1-20. Disponible en http://bit.ly/3pveojD
Pereira, Z. (2011). Los diseños de método mixto en la
investigación en educación: una experiencia concreta. Revista Electrónica Educare, 15(1), 15-29. Disponible
en https://bit.ly/37orSaL
Sánchez, M. (2018). La intensificación del trabajo docente en
tres países latinoamericanos. Voces y Silencios: Revista
Latinoamericana de Educación, 9(1), 4-27. Disponible en https://bit.ly/3dp6u9a
Senna, L. A. G. (2000). La educación en Brasil y sus
múltiples supuestos: desafíos de la educación intercultural. Revista de Educación, 321, 187-198. Disponible en
https://bit.ly/3pEK3zj
Silva, A. F. & Souza, A. L. L. (2014). Condições do trabalho escolar: desafios para os sistemas municipais
de ensino. Cadernos de pesquisa, 43(150), 772-787.
Disponible en https://bit.ly/3bjnnz5
Silva, P. & Vasconcelos, A. M. (2019).
Interculturalidade e educação: uma reflexão sobre as políticas multiculturais
de educação. Trayectorias
Humanas Trascontinentales, 4, 94-102. Disponible en https://bit.ly/2Zs4RiG
Silva, V. A. & Rebolo, F.
(2017). A educação intercultural e
os desafios para a escola e
para o profesor. Interações, 18(1), 179-190. Disponible en https://bit.ly/3qJc4qo
Vieira, S. L. & Vidal, E. M. (2015). Gestão
democrática da escola no Brasil: desafios à implementação de um novo modelo. Revista Iberoamericana de
Educación, 67, 19-38. https://doi.org/10.35362/rie670203
Vila, E., Cortés, P. & Martín, V. (2017). La formación
del profesorado y la importancia de las competencias interculturales y
emocionales desde la perspectiva ética. MODULEMA. Revista Científica sobre
Diversidad Cultural, 1, 5-20. Disponible en http://bit.ly/3ppJEk0
Como citar
(APA): Martínez-Otero,V. (2021). La educación en contextos de diversidad cultural:
un estudio sobre educadores brasileños. Revista Iberoamericana de
Educación, 85(2),9-26. https://doi.org/10.35362/rie8524061 |