Líneas de trabajo compartidas en acreditación en
Iberoamérica
Nora Espí Lacomba (*)
Síntesis: En Iberoamérica el sector educacional,
en particular el de nivel superior, constituye un espacio de interés
común con amplias posibilidades para el establecimiento de
mecanismos de cooperación y de integración. En mayo
de 2003 quedó oficialmente constituida la Red Iberoamericana
para la Acreditación de la Calidad de la Educación
Superior (riaces), como una instancia encargada de promover la cooperación
y el intercambio en materia de evaluación y de acreditación
de la calidad de la educación superior, y para contribuir
a la garantía de la calidad de ese nivel de enseñanza
en los países de la región. A continuación
se comentan las diferentes líneas de trabajo compartidas
en acreditación en Iberoamérica, que la creación
de dicha Red han evidenciado.
Síntese: Na Ibero-América o setor educacional,
em particular o de nível superior, constitui um espaço
de interesse comum com amplas possibilidades para o estabelecimento
de mecanismos de cooperação e de integração.
Em maio de 2003, foi oficialmente constituída a Rede Ibero-americana
para a Acreditação da Qualidade da Educação
Superior (riaces), como uma instância encarregada de promover
a cooperação e o intercâmbio em matéria
de avaliação e de acreditação da qualidade
da educação superior, e para contribuir com a garantia
da qualidade desse nível de ensino nos países da região.
Após, há um comentário das diferentes linhas
de trabalho compartilhadas em acreditação na Ibero-América,
as quais a criação desta Rede tem evidenciado.
(*) Secretaria ejecutiva de la Junta de Acreditación Nacional
de Cuba y profesora titular de la Facultad de Química en
la Universidad de La Habana.
Los procesos de globalización iniciados a finales del pasado
siglo revivieron, entre otros, los intentos por distinguir a Iberoamérica
como un conjunto determinado y no como un conglomerado de países.
Elementos tales como los lingüísticos (español
y portugués), los religiosos, los intereses económicos,
los usos y las costumbres, etc., se esgrimieron y se esgrimen como
los comunes de la región, que, a la vez, la diferencian de
los de otras áreas como, por ejemplo, América del
Norte (Estados Unidos y Canadá).
Estas características parecen servir como puntos de partida
obligados para la búsqueda de mecanismos de cooperación
y de integración que beneficien a los respectivos países,
y, sin lugar a dudas, el sector educacional, en particular el de
nivel superior, constituye un espacio de interés común
con amplias posibilidades para el establecimiento de tales mecanismos.
A pesar de las similitudes y coincidencias geográficas e
históricas, se presentan obstáculos que deben ser
vencidos en este espacio.
Es conocida la enorme heterogeneidad que caracteriza la realidad
de los sistemas de educación superior en Iberoamérica.
Más aún, dentro de dicho conjunto, los sistemas latinoamericanos
de educación superior han seguido caminos propios, haciendo
frente a desafíos y a realidades muy distintos a los que
han determinado las transformaciones que experimenta hoy la educación
superior en España y en Portugal.
Por eso, cualquier intento para poder desarrollar mecanismos de
cooperación y de integración en Iberoamérica,
es decir, más allá de los que de forma bilateral existen
y continúan desarrollándose, deberá estar encaminado
a superar los mencionados obstáculos con la necesaria creatividad
y objetividad para que se haga atractivo y sustentable.
Puede partirse del supuesto de que las funciones de la educación
superior son las de preservar, desarrollar y promover toda la cultura
de la humanidad a través de sus procesos sustantivos y en
estrecho vínculo con la sociedad, llegando con ella a todos
los sectores de la misma con el más amplio acceso posible.
Por tanto, para poder cumplir con esas misiones y con su encargo
social, las universidades deben garantizar el mejoramiento y el
desarrollo continuo de las competencias, para la adaptación
y la transformación de sus estructuras y de los recursos
humanos ante los compromisos que establecen con la sociedad. La
universidad existe, en lo fundamental, para resolver las necesidades
educacionales que tenga en cada momento la sociedad; así
demuestra su impacto y su pertinencia.
La calidad que posean las respuestas a estas demandas sociales
es un tema hoy por hoy ineludible. De ahí que el desarrollo
de sistemas de evaluación de la calidad en la educación
superior, y la certificación pública de esta mediante
los sistemas de acreditación de programas y de instituciones
para dicho nivel, sean objeto de atención, de elaboración
y de debate en toda agenda de discusión nacional, regional
o internacional, en el propio quehacer universitario, y en la formulación
en mayor o menor medida de las políticas educacionales de
cualquier país. Es por eso por lo que diversos actores participan
cada vez más en la elaboración, en la validación
y en el fomento de tales sistemas: estudiantes, centros de educación
superior, agencias de evaluación y de acreditación,
sociedades de profesionales, y organismos encargados de la elaboración
de políticas estatales en el campo de la educación.
Los niveles de desarrollo que en cada país se encuentran
en el campo de la evaluación y de la acreditación
de la calidad son también diversos. En Iberoamérica
tales sistemas son más o menos recientes, y como proyectos
sistemáticos han estado llevando a cabo experiencias (a excepción
de Brasil, capes, con la acreditación del postgrado, y de
Cuba, con la evaluación institucional desde 1978) que se
iniciaron a principios de la década de los noventa.
Mediante la aplicación de algunos de estos sistemas de evaluación
y de acreditación se acumula mayor experiencia (coneau en
Argentina; cnap en Chile; cna en Colombia; copaes en México).
Otros son de reciente creación, pero han comenzado con gran
dinamismo sus programas (aneca en España; jan en Cuba; conea
en Ecuador; aneaes en Paraguay, mientras otros se desarrollan en
forma más integrada, como es el caso del Consejo Centroamericano
de Acreditación, para apoyar el mejoramiento de la calidad
de la educación superior de los países de esta área
y el desarrollo de los sistemas nacionales de la región,
cuyo ejemplo lo da Costa Rica (sinaes). En países como Bolivia
y Venezuela se han hecho valiosos esfuerzos, y se han efectuado
numerosos estudios técnicos para la organización de
sus propios sistemas de acreditación.
Si bien es desigual el desarrollo de estos sistemas, se están
consolidando importantes experiencias en evaluación y acreditación,
así como en la elaboración de documentos teóricos,
de política, conceptuales y guías metodológicas,
que pueden ser intercambiados y validados en diversos proyectos
conjuntos, y que han contribuido a crear una cultura de la calidad
en toda Iberoamérica.
Así, cuando en febrero de 2002 se hicieron los primeros
intentos para constituir una red de agencias iberoamericanas destinada
a la evaluación de la calidad y de la acreditación
como resultado de las iniciativas de diversos países, se
crearon las condiciones necesarias para que esta iniciativa fuera
apoyada gradualmente por la mayoría de ellos.
Los ministros de educación superior de los países
de Iberoamérica presentes en la reunión de Madrid
del 27 de noviembre de 2002, expresaron su voluntad de promover
y de apoyar, en sus respectivos países y en los ámbitos
de sus competencias, las iniciativas y los mecanismos existentes,
así como los que pudieran establecerse en el futuro en relación
con la acreditación y la calidad de la educación superior.
De igual modo, manifestaron su voluntad de impulsar las iniciativas
que tendieran al establecimiento de instrumentos de colaboración
entre las agencias y las entidades que realizan tareas de evaluación
y de acreditación de la calidad de la educación superior,
de modo que pudieran actuar sobre criterios y procedimientos mutuamente
reconocibles que condujeran a una consolidación efectiva
de la calidad de dicho nivel de educación en sus respectivos
países, y, por tanto, en el espacio iberoamericano, contribuyendo
a la cohesión regional en materia de evaluación y
de acreditación.
Fue así como, en mayo de 2003, quedó oficialmente
constituida en Buenos Aires la Red Iberoamericana para la Acreditación
de la Calidad de la Educación Superior (riaces), una instancia
encargada de promover entre los países del área la
cooperación y el intercambio en materia de evaluación
y de acreditación de la calidad de la educación superior,
y de contribuir a la garantía de la calidad de este nivel
de enseñanza en los respectivos países.
En los Estatutos de constitución quedaron resumidos los
objetivos para los cuales se creaba dicha Red en los siguientes
términos:
- Promover la cooperación y el intercambio de información
y de experiencias entre organismos y entidades de Iberoamérica
cuyo objeto sea la evaluación y la acreditación
de la calidad de la educación superior.
- Facilitar la transferencia de conocimientos y de informaciones
para el desarrollo de actividades que en cada país busquen
el fortalecimiento y la cualificación de los procesos de
evaluación y de acreditación de titulaciones o programas
académicos y de instituciones de educación superior,
así como de las entidades que los realizan agencias
evaluadoras y otras, y de las organizaciones gubernamentales
involu-cradas en la conducción de estos procesos.
- Contribuir al desarrollo progresivo de un sistema de acreditación
que favorezca el reconocimiento de títulos, de períodos
y de grados de estudio, así como de programas académicos
y de instituciones de educación superior, para facilitar
la movilidad de estudiantes, de miembros del personal académico
y de profesionales, y los procesos de integración educativa
regional en los países cuyos organismos y agencias de evaluación
y de acreditación formen parte de la riaces.
- Impulsar la calidad de la educación superior en los países
iberoamericanos, a través de actividades propias y con
el apoyo de agencias y de entidades nacionales e internacionales
de cooperación.
- Apoyar la organización de sistemas, de agencias y de
entidades de evaluación y de acreditación en aquellos
países del área que carezcan de éstos y que
manifiesten interés por dotarse de los mismos.
- Impulsar la reflexión sobre escenarios futuros
de la educación superior en Iberoamérica desde la
perspectiva de la evaluación y la acreditación,
como instrumento de mejora permanente de la calidad de las instituciones
y de los programas que imparten.
Para la consecución de estos objetivos, los países
de Iberoamérica integrantes de la riaces concibieron un
ambicioso plan de trabajo desde su constitución hasta finales
del 2005, que fue revisado y ampliado en la primera asamblea general
de la Red, celebrada en febrero de 2004 en La Habana. El plan
de trabajo de la riaces estuvo centrado en tres objetivos:
- El desarrollo de la propia Red.
- El fortalecimiento de las agencias.
- El desarrollo de proyectos conjuntos.
Resultó estimulante y a la vez prometedor el compromiso
mostrado por los países participantes, y el empeño
en transitar por los caminos de la cooperación y de la integración
en materia de evaluación y de acreditación en la educación
superior. En el curso de un año, desde su creación,
se han logrado poner en marcha y se han desarrollado diversos proyectos,
que, por su importancia, hay que destacar.
Para lograr el desarrollo de la riaces fue imprescindible incrementar
el conocimiento mutuo de los sistemas universitarios, y facilitar
la identificación de las problemáticas comunes y singulares
relativas a los sistemas de evaluación y de acreditación,
a los marcos reguladores, etc. Varios proyectos se encaminaron al
cumplimiento de este objetivo. Entre ellos, la celebración
de dos seminarios (Buenos Aires, mayo de 2003, y La Habana, febrero
de 2004) para la presentación y el debate de los respectivos
sistemas de evaluación y de acreditación de los países,
así como de las experiencias y de las perspectivas derivadas
de su aplicación. A partir de estos resultados se creó
un grupo coordinado por Cuba (JAN), integrado, además, por
Chile (CNAP), México (COPAES) y Nicaragua (CNR), cuya misión
fundamental, tras la realización de estudios comparados y
aprovechando la información existente, será la de
servir como herramienta de colaboración para la práctica
y la puesta a punto de los heterogéneos sistemas que se desarrollan.
La próxima asamblea general de la Red, a principios de 2005,
servirá de marco para la presentación de los resultados
de este proyecto.
Paralelamente, y liderado por España (ANECA), fue creado
un portal de Internet que ha acogido no sólo las necesidades
de difusión y de imagen de la Red, sino que poco a poco se
irá convirtiendo en una plataforma ideal para cada uno de
los países que la integran, y en un foro de debate para los
aspectos sustanciales de la colaboración y de la integración
en estas temáticas.
En el caso del fortalecimiento de las agencias en cada país,
resultó evidente la necesidad de incrementar las capacidades
de evaluación y de acreditación en la región,
y también la de impulsar y agilizar las actividades de transferencia
entre los países, con la finalidad de contribuir al desarrollo
articulado de los procesos de evaluación y de acreditación
en la región.
Para encaminar los esfuerzos en esa dirección, se elaboró
un proyecto relacionado con la formación y la capacitación
en aspectos teóricos y metodológicos de la evaluación
externa de programas y de instituciones de educación superior
en Iberoamérica, en el que están participando casi
todos los países integrantes de la riaces y que se encuentra
coordinado por Colombia (CNA). Los objetivos del proyecto no sólo
se refieren al conocimiento y a la contextualización de los
diferentes modelos de evaluación externa que han sido validados
en los últimos años en el área, sino que se
pretende acentuar la cultura de la evaluación como un proceso
permanente y sistemático que contribuya al aseguramiento
de la calidad de la educación superior, y que proporcionará
elementos teóricos y herramientas metodológicas para
la evaluación externa de programas académicos y de
instituciones a profesionales y a académicos vinculados a
los sistemas de educación superior de los países miembros
de la riaces.
Dicho proyecto, concebido de forma flexible, ha conllevado el diseño
de distintos módulos de acuerdo con las temáticas
acordadas por los países, y prevé la preparación
de documentos teóricos, de foros virtuales y de talleres
presenciales. Esta propuesta culminará con un ejercicio de
simulación para la aplicación de los resultados alcanzados.
Los temas incluidos en el proyecto abarcan desde el análisis
de los modelos de evaluación y de acreditación existentes
y su impacto en el mejoramiento de la calidad de la educación
superior, la gestión en los procesos de evaluación
y de acreditación, y los pares evaluadores y su rol en la
evaluación externa, hasta la elaboración de los informes
evaluativos. Esto permitirá, además, aprovechar la
experiencia de aquellos países que han consolidado los respectivos
sistemas evaluativos, y, por tanto, contribuirá a acelerar
el proceso de creación de capacidades de evaluación
y de acreditación en la región.
En general, el desarrollo de proyectos dentro de la riaces ha sido
concebido fundamentalmente con el fin de coadyuvar al mejoramiento
de la calidad de los sistemas de educación superior de Iberoamérica,
de agilizar los procesos de armonización en materia de evaluación
y de acreditación, y de promover el tratamiento de los aspectos
de regulación asociados a dichas materias. Avanzar en los
procesos de convergencia y en la confianza mutua entre agencias
resulta un imperativo en el quehacer de la riaces.
En cuanto a la armonización en materia de evaluación
y de acreditación, el primer proyecto aprobado que se ha
estado desarrollando en los últimos meses y que se encuentra
en fase de terminación, ha sido la elaboración de
un glosario de términos que sirva de referencia para todas
las actividades de la Red, y que permita a sus integrantes la comprensión
y la identificación común de los mismos. El proyecto,
coordinado por España (ANECA), ha contado con la colaboración
de varios países, cuyos representantes sostuvieron recientemente
intensas sesiones de trabajo en Madrid con vistas a concluir la
primera versión de dicho glosario, que será sometido
a la consideración de todos los miembros de la Red hasta
llegar a la aprobación de su versión definitiva en
la próxima asamblea general de la riaces a principios del
próximo año.
Con el objetivo de poder avanzar en los procesos de convergencia
y de lograr la necesaria transparencia y confianza mutua entre las
agencias, otro de los proyectos de la riaces ha estado dirigido
a establecer principios de buenas prácticas para los organismos
externos de aseguramiento de la calidad. En tal sentido, se ha definido
un conjunto de principios básicos sobre los cuales se ha
comenzado a trabajar en ese proyecto, coordinado por México
(COPAES). Entre dichos principios se distinguen la equidad y la
imparcialidad en la elaboración de los dictámenes;
la congruencia con su misión y con los marcos reguladores;
la confiabilidad, a partir de contar con la capacidad organizativa
y técnica para llevar a cabo los procesos de evaluación
y de acreditación, y otros. Una vez concluido el proyecto,
y sobre todo con la aplicación de los principios acordados,
se podrá llegar a una consolidación efectiva del quehacer
de las agencias, y a facilitar el reconocimiento mutuo de los procedimientos
que se apliquen.
Tal como fue declarado en los objetivos de la riaces, contribuir
al desarrollo de los sistemas de evaluación y de acreditación
debe favorecer el reconocimiento de títulos, de períodos
y de grados de estudio, de programas académicos y de instituciones
de educación superior, para facilitar la movilidad académica
y los procesos de integración educativa regional. No obstante,
si bien las denominaciones de los títulos y de las certificaciones
otorgadas en los distintos países son a menudo similares
en términos nominales, no siempre describen calificaciones
semejantes o reflejan exigencias comparables.
El reconocimiento de títulos o de grados requiere contar
con una base sustantiva que permita realizar un análisis
de comparabilidad de los mismos. Por ello, para poder avanzar hacia
un análisis de este tipo en Iberoamérica, parece indispensable
contar con una especie de «mapa» de los títulos
o de los grados en la región. De aquí que otro de
los proyectos que la riaces se ha comprometido a desarrollar es
un estudio comparativo de títulos en Iberoamérica,
mediante el cual se consiga llegar a un conjunto de términos
de referencia que establezca con claridad las definiciones básicas
aplicables (título, grado, certificación, habilitación,
etc.) al conocimiento de las certificaciones otorgadas por las instituciones
de educación superior que integran los sistemas de cada país,
y, por último, poder elaborar un informe comparativo que
identifique semejanzas y diferencias, y que eventualmente sugiera
cursos de acción para mejorar la comparabilidad de las certificaciones
en los distintos países. Este proyecto es coordinado por
Chile (CNAP), y sin duda constituirá un avance significativo
en el tema del reconocimiento mutuo de títulos en la región.
Además, complementará los esfuerzos encaminados a
lograr el reconocimiento mutuo del trabajo de las agencias de evaluación
y acreditación en el área con vistas a su integración
educativa.
Como puede desprenderse del resumen expuesto, en Iberoamérica
son varias las líneas compartidas de la acreditación
que se encuentran en fase de desarrollo. Poder disponer de una entidad
coordinadora de las mismas como es la Red Iberoamericana para la
Acreditación de la Calidad de la Educación Superior
(riaces), que cuenta también con el apoyo manifiesto de la
mayoría de los organismos estatales encargados de definir
las políticas educativas en los respectivos países,
constituye un potencial para la región que deberá
ser aprovechado. Por otra parte, la forma creativa y la búsqueda
de variadas vías para el desarrollo de los diferentes proyectos,
el interés de incluir a todos los países de Iberoamérica
en este empeño, el compromiso manifiesto de sus integrantes
y la conciencia de la importancia estratégica que tiene para
la región el quehacer en esta esfera, son elementos que avalan
la necesidad de potenciar el trabajo de la riaces.
Sin desconocer los obstáculos que restan por vencer o los
que puedan surgir, las debilidades de una organización de
apenas un año de vida y las condiciones adversas en las que
en ocasiones se desarrollan los sistemas de evaluación y
de acreditación en algunos países del área
por diversas causas, auguramos un futuro promisorio para la riaces
y un cumplimiento exitoso en las diferentes líneas de trabajo
compartidas que han sido expuestas.
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Espí, N. (2004): «Estudios sobre los antecedentes,
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en Gestión de la calidad del postgrado en Iberoamérica,
Salamanca, Ediciones auip.
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La Habana, 5 de febrero de 2004, Anexos 1 al 4.
(2003): Estatutos de la Red Iberoamericana para
la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior,
Buenos Aires.
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