|   Alfabetizar(se)nos: caminos y recorridos Clara Estela Villar * María Fernanda López ** Caminante, son tus huellas el camino y nada más;
 caminante, no hay camino,
 se hace camino al andar.
 Al andar se hace camino
 y al volver la vista atrás
 se ve la senda que nunca
 se ha de volver a pisar...
 Antonio Machado. Cantares. SÍNTESIS: Presentamos la experiencia 
              realizada en un Programa de Alfabetización Municipal (PAM) 
              en la ciudad de Esquel, una comunidad de 35.000 habitantes ubicada 
              en la zona cordillerana de la provincia del Chubut, en la República 
              Argentina. El programa intenta ser una experiencia de participación 
              comunitaria voluntaria, impulsada y articulada por el Estado municipal, 
              a través de la provisión del equipo técnico 
              [del PAM y el Servicio de Promoción del Trabajo Voluntario 
              (SEPROTV)] y de los insumos necesarios para desarrollarla. En términos generales, se trata de una acción 
              educativa en la que la lectura y la escritura son concebidas "apenas" 
              como el medio, el puente, el pretexto -en su acepción técnica- 
              para aprender cuestiones que tienen que ver con el ser y con el 
              poder hacer de alfabetizadores y alfabetizandos. Un mundo como el 
              nuestro -que sigue siendo ancho pero cada vez menos ajeno- exige, 
              creemos, un incremento en la conciencia de que somos todos los que 
              estamos y de que el bienestar individual genuino no está 
              lejos del bienestar común. Consideramos que puede significar una aportación 
              empírica de relevancia, por cuanto constituye un trabajo 
              de política pública e innovación educativa 
              que incluye a jóvenes alfabetizadores voluntarios y moviliza, 
              al mismo tiempo, la participación comunitaria de un modo 
              sistemático y organizado, conjugando el desarrollo dialéctico 
              de respuestas promisorias a exigencias sociales y problemas teóricos 
              (epistemológicos y metodológicos). SÍNTESE: Apresentamos a experiência 
              de aplicação de um Programa de Alfabetização 
              Municipal (PAM) na cidade de Esquel, uma comunidade de 35.000 habitantes 
              situada numa zona de cordilheira da província de Chubut, 
              na República Argentina. O programa tenta ser uma experiência 
              de participação comunitária voluntária, 
              impulsionada e articulada pelo Município, através 
              da provisão de equipamento técnico [do PAM e do Serviço 
              de Promoção do Trabalho Voluntário (SEPROTV)] 
              e dos insumos necessários para desenvolvê-la. Em termos gerais, trata-se de uma ação 
              educativa, na qual a leitura e a escrita são concebidas "apenas" 
              como o meio, a ponte, o pretexto - em sua acepção 
              técnica - para aprender questões que têm que 
              ver com o ser e com o poder fazer de alfabetizadores e alfabetizandos. 
              Um mundo como o nosso - que segue sendo amplo, mas cada vez menos 
              alheio - exige, pensamos, um incremento na consciência de 
              que somos todos os que estamos e de que o bem-estar individual genuíno 
              não está longe do bem-estar comum. Consideramos que pode significar uma contribuição 
              empírica de relevância, pois constitui um trabalho 
              de política pública e de inovação educativa 
              que inclui jovens alfabetizadores voluntários e mobiliza, 
              ao mesmo tempo, a participação comunitária 
              de um modo sistemático e organizado, conjugando o desenvolvimento 
              dialético de respostas promissivas a exigências sociais 
              e problemas teóricos (epistemológicos e metodológicos). ABSTRACT: This paper describes the "Programa 
              de Alfabetización Municipal" (City Literacy Programme 
              -PAM for its Spanish initials) deployed in the city of Esquel, a 
              35,000- inhabitant community, located in the Andean zone of Chubut 
              province, in the Argentine Republic. The programme aims at being 
              a communitarian experience of voluntary participation, primed and 
              articulated by the city of Esquel, by the means of providing technical 
              equipment and other necessary supplies [both for the PAM and the 
              Service for the Promotion of Voluntary Help (SEPROTV )]. Generally speaking, it is an educational course of 
              action in which reading and writing are conceived "barely" 
              as a means, a bridge, a pretext (in its technical sense) for learning 
              about issues concerning the being and the being able to of teachers 
              and students. It is our belief that a world such as ours, which 
              is still wide but is getting more distant every day, demands an 
              increasing consciousness that no one can help us but ourselves and 
              that true individual welfare is not distant from common welfare. We think that this can become a significant empirical 
              contribution, as far as this is a public initiative of educational 
              innovation which includes young (and voluntary) literacy teachers. 
              It also encourages a systematic and organized community experience, 
              putting together dialectic development of promising answers to social 
              demands and theoretical problems (epistemological and methodological 
              ones) 1. INTRODUCCIÓNEn este artículo deseamos compartir la experiencia 
              del desarrollo de un Programa de Alfabetización Municipal 
              (PAM)1 en la ciudad de Esquel, una comunidad de 35.000 habitantes 
              ubicada en la zona cordillerana de la provincia del Chubut, en la 
              República Argentina. Consideramos que puede significar una aportación 
              empírica de relevancia, por cuanto constituye un trabajo 
              de política pública e innovación educativa 
              que:  
               Incluye a jóvenes alfabetizadores voluntarios.  Moviliza la participación comunitaria de un modo 
                sistemático y organizado.  Conjuga el desarrollo dialéctico de respuestas 
                promisorias a exigencias sociales y problemas teóricos 
                (epistemológicos y metodológicos). Las razones por las cuales presentamos en primer lugar 
              la descripción de la experiencia (nuestra "práctica"), 
              y en segundo lugar los fundamentos conceptuales e ideológicos 
              (la "teoría") que orientan toda nuestra labor son 
              las siguientes:  
               Porque tratándose de una aportación empírica, 
                sus fundamentos están todavía muy lejos de constituirse 
                en aportes teóricos rigurosos para el análisis de 
                la problemática de la alfabetización.  Porque deseamos mostrar con nitidez y honestidad el modo 
                en que la teoría y la práctica se vinculan en el 
                proceso que estamos construyendo, proceso al que nos referimos 
                en el epígrafe. Supuestos iniciales a modo de hipótesis 
                de acción nos guían en el hacer, y se van reformulando 
                y enriqueciendo por cuestionamientos e interrogantes que surgen 
                del "andar", de la participación de la gente, 
                del intercambio y del estudio, generándose nuevas respuestas 
                a modo de hipótesis explicativas provisorias, que nos permiten 
                seguir andando... Esto caracteriza al PAM como un programa educativo 
                de construcción colectiva, altamente contextuado, y lo 
                distingue de otros proyectos "enlatados" de aplicación 
                universal. 2. DESCRIPCIÓN DE LA EXPERIENCIA2.1 Contexto y encuadre institucional El gobierno municipal identifica su política 
              educativa con las siguientes ideas-fuerza, articuladas entre sí:  
               Esquel, un municipio saludable.  Esquel, una ciudad que educa. En este encuadre político el PAM es una de 
              las acciones que ha puesto en marcha el Área de Gestión 
              Educativa (AGE) de la municipalidad, área que se ocupa de 
              cubrir diferentes necesidades e intereses educativos de la comunidad 
              con las modalidades de educación no formal y educación 
              comunitaria (no escolarizada). El eje transversal de todas sus acciones 
              educativas es el impulso a la formación de ciudadanos responsables, 
              protagonistas y solidarios en la vida comunitaria. Los siguientes 
              son los lineamientos ideológico-metodológicos para 
              el trabajo en AGE y, por ende, en el PAM, construidos "por" 
              y "en" el equipo de trabajo:  
               Una metodología de reflexión sobre la práctica 
                para todos los niveles de participación, con herramientas 
                propias de la investigación-acción para el equipo 
                técnico.  Todas las acciones se constituyen en espacios para desnaturalizar 
                ciertos contenidos culturales (pensamientos, sentimientos, valores, 
                prácticas, etc.), a través de un proceso de concientización 
                que permita introducir otros contenidos o miradas diferentes acerca 
                de los mismos2.  Los contenidos de esas acciones se pueden encuadrar dentro 
                de la Educación y la Pedagogía Social. La breve historia del PAM se puede resumir en las siguientes 
                etapas:  Año 2004: se realiza un primer diagnóstico 
                cuali-cuantitativo de la problemática del analfabetismo 
                en la ciudad de Esquel.  Año 2005 (agosto): se pone en marcha el primer 
                componente del programa, el Proyecto de Alfabetización 
                Inicial en 12 espacios de formación integral (EFI).  Año 2006 (marzo): se pone en marcha el segundo 
                componente, el Proyecto de Alfabetización Funcional, a 
                través de 28 talleres municipales de formación integral 
                (TAMFI) para jóvenes y adultos.  Año 2006 (julio): se pone en marcha la experiencia 
                "Libros que van a la gente" de animación a la 
                lectura y se incorpora el primer grupo de colaboradores voluntarios 
                del PAM (COVOPAM).  Año 2007: se continúa con todos los componentes 
                iniciados y se comienza con la experiencia "Hoy me animo 
                a más". 2.2 OBJETIVOS DEL PAM El objetivo general que persigue el PAM es que la 
              mayor parte de la comunidad logre una inclusión genuina y 
              profunda, no meramente instrumental, en el mundo de la palabra en 
              todas sus formas. Entendemos por inclusión la que se logra:  
               Apuntando a la promoción humana y al desarrollo 
                integral del SER.  Abriendo puertas, ofreciendo posibilidades nuevas, habilitando 
                espacios para formas de interacción diferentes a las que 
                históricamente se han vivido, combatiendo de este modo 
                la fragmentación social.  Democratizando el acceso a la información y al 
                conocimiento, por ser ambas poderosísimas herramientas 
                de empoderamiento individual y comunitario. Y como objetivos específicos el PAM se propone que la 
                gente desarrolle:  Competencias instrumentales, comenzando por la lectoescritura, 
                que son imprescindibles para una mejor calidad de vida dado que 
                existen numerosísimas prácticas sociales que las 
                comprometen y se resuelven con ellas.  Competencias sociales, necesarias para la convivencia 
                propia de una democracia participativa. En síntesis, podríamos decir que se 
              trata de una acción educativa en que la lectura y la escritura 
              son concebidas "apenas" como el medio, el puente, el pretexto 
              -en su acepción técnica- para aprender cuestiones 
              que tienen que ver con el SER y con el poder HACER de alfabetizadores 
              y alfabetizandos. 2.3 PARTICIPANTES El PAM, como parte de una política social de 
              carácter universal, no focalizada, es un dispositivo pedagógico 
              sinérgico que pretende instalar la conciencia alfabetizadora 
              en la comunidad general. Por este motivo, el programa constituye 
              en sí mismo la construcción colectiva de un proceso 
              de alfabetización participativa, que incluye los conceptos 
              de comunidad y red alfabetizadoras que estamos comenzando a delinear 
              y a definir. En principio podemos decir que implica saber, por ejemplo, 
              que se participa en un proceso alfabetizador desde múltiples 
              lugares y a través de una variedad de acciones, y que ninguno 
              de esos lugares y ninguna de esas acciones son insignificantes, 
              innecesarias o de menor relevancia, motivo por el cual hablamos 
              de "participantes" y no de "destinatarios" del 
              programa. Y este proceso de alfabetización participativa 
              implica diferentes niveles de participación y aceptación 
              de roles. 1. Un primer nivel de participación es el que 
              asumen las personas más directamente involucradas y que son:  
               Los adultos que asisten a aprender a los espacios de formación 
                integral (EFI) y a los talleres municipales de formación 
                integral (TAMFI).  Los jóvenes alfabetizadores voluntarios (JAV), 
                que tienen entre 16 y 24 años de edad.  Los educadores no formales de los TAMFI, personal rentado 
                y capacitado por el municipio de Esquel para realizar esta tarea. 2. Un segundo nivel de participación lo constituyen 
              los agentes de organización, gestión y decisión 
              política:  
               El equipo técnico del Área de Gestión 
                Educativa que coordina el trabajo de todas las personas involucradas 
                en el PAM.  La conducción política de la Subsecretaría 
                de Cultura y Educación.  Las asociaciones vecinales de los diferentes barrios de 
                Esquel que participan de este proceso en gestión asociada 
                con el municipio. 3. Un tercer nivel de participación lo conforman 
              las personas que, desde diferentes lugares, asumen distintos roles 
              en esta red alfabetizadora que intentamos conformar con toda la 
              comunidad:  
               Los colaboradores voluntarios del PAM (COVOPAM), personas 
                sin límite de edad que participan de diferentes actividades 
                de apoyo.  Todos los que, de un modo u otro, aportan al proceso estimulando 
                a otras personas a que se acerquen a aprender a un EFI y a un 
                TAMFI.  Las personas y el equipo técnico, directamente 
                vinculados con los restantes programas y proyectos que conforman 
                el Área de Gestión Educativa. 3. CÓMO SE DESARROLLA EL PROCESO DE ALFABETIZACIÓN 
              EN EL PAMEl PAM es un programa de educación social, 
              compuesto por:  
               El Proyecto de Alfabetización Inicial (PAI).  El Proyecto de Alfabetización Funcional (PAF). 3.1 ¿Qué son los Espacios de Formación 
              Integral (EFI)? Los espacios de formación integral son los 
              ámbitos donde se concreta el Proyecto de Alfabetización 
              Inicial. Estos tienen una organización y dinámica 
              de funcionamiento flexibles, que se adaptan a la demanda de los 
              adultos interesados en aprender en cuanto a su apertura y cierre. En los EFI, a través de los jóvenes 
              alfabetizadores voluntarios, los adultos entran en contacto con 
              la cultura escrita y el mundo de los números en todas sus 
              formas. El PAM, en los EFI, responde simultáneamente 
              a las necesidades educativas y formativas de dos grupos de personas: 1. Los ADULTOS, que necesitan desarrollar sus competencias 
              instrumentales y sociales básicas. 2. Los JÓVENES alfabetizadores, que necesitan 
              un espacio de confianza y oportunidades para: - Expresar su creatividad con espontaneidad. - Desarrollar su autonomía, junto a su capacidad 
              de autogestión para encarar y resolver situaciones problemáticas. - Realizar importantes aprendizajes sociales y sentirse 
              protagonistas de la posibilidad de modificar la realidad social. Lo que equipara a estos dos grupos de personas en 
              el marco de nuestro PAI es que ambos se sienten "incapaces" 
              ante ciertos desafíos sociales y "carentes", aunque 
              de cosas diferentes. Ambos sufren, en términos generales, 
              los síntomas de la indefensión aprendida: sin confianza 
              en las posibilidades propias y ajenas e incapaces de esperar algo 
              de alguien, hay poco que los sorprenda. Muchos de ellos cargan con 
              la etiqueta de los que están fuera de toda apuesta, fundamentalmente 
              porque nadie tiene confianza en la capacidad de aprendizaje de ese 
              otro que tiene el estigma de todas las carencias. Es a ambos grupos 
              que dirigimos nuestros esfuerzos de empoderamiento. Para los adultos que concurren a los EFI, el proceso 
              de aprendizaje es continuo, de carácter no ciclado, con recesos 
              de un mes en julio y durante diciembre y enero. Para los JAV el 
              compromiso de trabajo voluntario es de cinco meses, con posibilidades 
              de renovarlo tantas veces como quieran. 3.2 ¿Qué son los Talleres Municipales 
                de Formación Integral (TAMFI)? Los talleres municipales de formación integral 
              (TAMFI) para jóvenes y adultos son los ámbitos en 
              que se lleva a cabo la alfabetización funcional y están 
              a cargo de educadores no formales rentados. Estos talleres están 
              concebidos como espacios alfabetizadores que atienden la formación 
              integral de los asistentes, además de la preparación 
              técnica específica. Esto significa que en ellos no 
              sólo se enseña y aprende una determinada actividad 
              o disciplina (y las habilidades técnicas correspondientes), 
              sino que en forma simultánea se desarrollan deliberadamente 
              habilidades instrumentales y sociales que son aplicables a cualquier 
              otra actividad, más allá de las específicas 
              del taller. Están pensados para el despliegue de situaciones 
              concretas de interacción social en donde circulan la lectura, 
              la escritura y las actividades manuales, artísticas o técnicas. En los TAMFI se desarrolla la alfabetización 
              funcional entendida desde el SER y no desde el mero HACER, es decir, 
              concebida como la inclusión social a través de la 
              palabra (dicha, escrita, escuchada, leída). Para explicarlo 
              con un ejemplo: la alfabetización funcional implica "leer" 
              la factura de la luz en sus diferentes niveles de lectura, es decir, 
              las letras y los números, qué significa cada casillero, 
              cada categoría, cada rubro, dónde puede ser pagada, 
              hasta cuándo, etc. Pero, más allá de esta lectura 
              instrumental es necesario avanzar a la deliberación sobre 
              las implicaturas, en términos de pragmática, de ese 
              hecho de escritura, lo cual significa:  
               Asumir qué es lo que uno adeuda por un servicio 
                que recibió, y pensar, por ejemplo, si está conforme 
                con ese servicio (DERECHO).  Comprender que uno debe pagar ese monto por un determinado 
                consumo de energía, que podría gastar menos si consumiera 
                menos y que este ahorro de energía beneficiaría 
                a la persona consumidora y también al entorno (ciudad, 
                mundo) (DEBER).  Reflexionar sobre si todas las personas pagan lo mismo 
                por la luz que consumen, o por qué algunos pagan más 
                o menos, o si todos gozan del servicio de luz, o si es justo que... 
                (VALORES, CONCIENTIZACIÓN, CAPACIDAD REFLEXIVA). Para concluir este apartado cabe mencionar que tanto 
              los EFI como los TAMFI funcionan en las sedes de las asociaciones 
              vecinales de los diferentes barrios de la ciudad. 3.3 Otras actividades que son parte del proceso 
              de alfabetización También hemos comenzado a desarrollar algunas 
              actividades en las que participan otros actores de la comunidad 
              alfabetizadora, dado que el PAM intenta constituirse en una importante 
              experiencia de participación comunitaria voluntaria, impulsada 
              y articulada por el municipio, a través del aporte de sus 
              equipos técnicos y de los insumos necesarios para desarrollarla. La decisión de involucrar a voluntarios obedece 
              a una intención de revalorizar el trabajo, independientemente 
              de que sea o no remunerado, la solidaridad y el compromiso por el 
              destino de los otros y de nosotros. Creemos que una de las respuestas 
              posibles ante la fragmentación social es ofrecer un espacio 
              de participación que haga viables en las acciones cotidianas:  
               Lograr el cambio social y la lucha contra las injusticias 
                sociales, tantas veces pregonados.  Realizar el aporte a la construcción o recuperación 
                de un proyecto de vida, individual y comunitario.  Acceder a una experiencia de aprendizaje social y laboral, 
                de formación y capacitación. Resulta importante señalar que las experiencias 
              que se describen a continuación nacieron de la iniciativa 
              y creatividad de algunos de los participantes del programa. Experiencia "Los libros van a la gente" Nació con estos objetivos: 
               Acercar los libros a las personas que están alfabetizándose 
                para ofrecerles la experiencia de un contacto del cual carecían.  Estimular actividades significativas para ellas en torno 
                a la lectura y la escritura.  Alentar entre ellas la conformación de una comunidad 
                lectora para hacerlas sentir parte de un entorno lector, que aunque 
                mínimo, resulte estimulante. La experiencia comenzó haciendo circular por 
              los diferentes EFI dos "cajas ambulantes" conteniendo 
              libros y otros materiales impresos. Discutiendo desde qué 
              lugar era posible hablar de un lector analfabeto, para poder hablar 
              de promover y animar la lectura en ese tipo específico de 
              lector y diseñar acciones adecuadas y pertinentes para los 
              objetivos planteados, nos dimos cuenta de que necesitábamos 
              apoyarnos en un concepto de lectura más amplio. Porque creemos 
              que todo hombre desarrolla un conocimiento lector más allá 
              de su competencia alfabética, nos apoyamos en una perspectiva 
              de la animación a la lectura entendida como la "lectura 
              del mundo" en términos freirianos, y fundamentalmente, 
              en un marco epistemológico constructivista. En la actualidad 
              estamos planeando que esta experiencia se amplíe a los participantes 
              de los TAMFI, y que la "caja" no lleve solo libros sino 
              la palabra en los diversos soportes posibles (gráficos, auditivos 
              y audiovisuales), promoviendo la lectura también en los no-lectores 
              por desuso, y llevándola a la práctica donde puede 
              haberse naturalizado que la lectura no es necesaria ni pertinente. Experiencia "Hoy me animo a más" Esta experiencia persigue los siguientes objetivos:  
               Lograr que las personas que participan de las actividades 
                del PAM, tanto a través de los EFI como de los TAMFI, puedan 
                utilizar la computadora como soporte para un mejor aprendizaje 
                de las habilidades instrumentales.  Aportar al cuidado del medio ambiente, en el marco de 
                "Esquel, un municipio saludable", a través del 
                reciclado equipos informáticos en desuso para disminuir 
                la cantidad de basura tecnológica en la comunidad y el 
                mundo. Este acercamiento de los adultos al uso de la computadora 
              con fines recreativos y didácticos se realiza a través 
              de los educadores no formales (JAV y tamfistas) y de los COVOPAM. 4. Características de la capacitación 
              de los educadoresTodos los educadores a cargo de los EFI y de los TAMFI, 
              voluntarios y rentados, son concebidos como educadores sociales 
              y su capacitación está pensada, a nivel de contenidos, 
              como un programa de formación en Educación y Pedagogía 
              Social. A nivel metodológico, intentamos que la capacitación 
              consista en un espacio de reflexión y de encuentro para la 
              formación integral también de los educadores participantes. En este espacio pretendemos estimular y potenciar:  
               La capacidad de resolver problemas que cada educador posee 
                para poder dar soluciones específicas a situaciones concretas 
                que se presenten en los respectivos espacios donde desempeñen 
                su tarea educativa.  La libertad para trazar sus propios recorridos y la flexibilidad 
                para adecuarlos a un proceso de aprendizaje en progreso y transformación 
                continuos.  La capacidad de "leer" la realidad.  La autoridad docente que no se fundamente en la cantidad 
                de conocimientos o habilidades que se poseen en mayor proporción 
                a las del alumno, sino en "el poder" para tomar decisiones 
                respecto de problemas, que es dado por ese conocimiento del oficio 
                o de la disciplina.  La concepción de que los EFI y los TAMFI no son 
                aulas de escuela y que ser educador social es diferente a ser 
                docente del sistema educativo formal. Nos atrevemos a pensar el espacio de capacitación 
              como un laboratorio de experiencias vivenciales, porque es un espacio 
              planificado para crear las condiciones y la contención necesarias 
              para que la experiencia de cambio que estamos proponiendo con el 
              PAM no resulte tan "arriesgada". 5. LOS FUNDAMENTOS DEL PAM5.1 Nuestra concepción de "alfabetización" Como expresara Alejandra Birgin (2006), la crisis 
              en la que vive nuestro mundo tiene rasgos claramente identificables:  
               La ruptura de los antiguos lazos integradores de la sociedad.  La deslegitimación del Estado.  La desinstitucionalización consiguiente.  La fragmentación social.  La pauperización de las expectativas. Como producto de este último fenómeno, 
              hoy los pobres son más pobres porque sienten que han perdido 
              el derecho a lo simbólico, constituyente de nuestra condición 
              humana como tal. La pobreza no es sólo material: es también, 
              y sobre todo, simbólica. Por eso, pensar hoy en alfabetizar 
              es, antes que nada, restituir en los analfabetos y semianalfabetos 
              la confianza de que pueden aprender. Sin engaños, sin falsas 
              expectativas, sin venta de espejuelos, basándonos en la certeza 
              de que cada hombre "normal" nace con el hardware apropiado 
              para aprender las habilidades, destrezas, simbolizaciones, procedimientos 
              que conforman la vida humana; que todo hombre nace con la capacidad 
              para aprender un código de lectura y escritura. En este sentido, 
              estamos cuestionándonos que, quizás, debamos dejar 
              de hablar de alfabetizar para comenzar a hablar de ayudar a alfabetizarse 
              en el sentido de habilitar y acompañar el desarrollo progresivo 
              de las capacidades de lenguaje que ya están en el ser humano, 
              y que hay que permitir que se desplieguen. Decía P. Freire 
              (1987): "Nadie educa a nadie, los hombres se educan entre sí 
              mediatizados por su mundo"3. Estamos incursionando en la idea de que en el siglo 
              XXI la alfabetización hay que pensarla asociada a otros conceptos 
              (educación social, empoderamiento o fortalecimiento, comunicación, 
              educación permanente, etc.), y en otros marcos de interpretación 
              (los de la crisis soci económica actual, la discriminación 
              de los pueblos aborígenes en la Patagonia, la historia de 
              Esquel, etc.), para poder llevar adelante prácticas educativas 
              liberadoras y no domesticadoras, en términos freirianos. Es que la capacidad técnica de la lectura y 
              la escritura, si bien es condición necesaria, no es suficiente 
              para considerarse alfabetizado hoy día; por este motivo es 
              que la sensación de analfabetismo no se modifica ni ante 
              los propios ojos ni ante los de los demás simplemente por 
              aprender el código. De ahí que, posiblemente, debamos 
              dejar de pensar en "enseñar a leer y escribir" 
              para tomar conciencia de que de lo que se trata es de la introducción 
              en una cultura diferente, la cultura escrita, y que esa introducción 
              está ligada a la posibilidad de participar en prácticas 
              de lectura y de escritura en diversos contextos comunicativos. Las cuatro micro habilidades lingüísticas 
              que definen la capacidad humana del lenguaje (hablar, escuchar, 
              leer y escribir), y que nosotros consideramos como competencias 
              instrumentales, están en la base de todo proceso de promoción 
              humana (poder llegar a ser plenamente), y por lo tanto, están 
              comprometidas y comprometiendo el desarrollo de la competencia social 
              básica, que es la participación con uso pleno de la 
              libertad en diferentes grupos de pertenencia y a diferentes niveles. 
              Para el PAM, por lo tanto, en alguna medida es analfabeta toda persona 
              que no tiene un desarrollo adecuado de estas habilidades o competencias. 
              Esta perspectiva relativista del analfabetismo, además de 
              indicarnos el camino de por qué y cómo "alfabetizar", 
              conlleva la ventaja de respetar, atender y valorar la diversidad, 
              porque considera a la persona desde una perspectiva holística, 
              sistémica y compleja, tomando en cuenta en cada una sus déficits 
              en forma simultánea con sus potencialidades, sus fortalezas 
              como puntos de partida del camino a recorrer y no para estigmatizar. Podemos entender que estar alfabetizado es "saber 
              leer y escribir" y saber usar la escritura y la lectura en 
              algunos casos concretos como firmar, completar formularios, escribir 
              cartas, seguir instrucciones escritas, leer textos cotidianos básicos 
              como las listas, los mensajes, el diario... Pero la prioridad de 
              la lectoescritura no es exclusiva o excluyente de otras prioridades 
              que entendemos de igual urgencia: aprender las habilidades técnicas 
              correspondientes a una actividad o disciplina; desarrollar habilidades 
              instrumentales y sociales aplicables a cualquier otra actividad; 
              desarrollar modos de expresión y comunicación que 
              pongan en uso la lectura, la escritura y los conocimientos matemáticos 
              en situaciones que tengan sentido para quienes participan en ellas. 
              Nos decía P. Freire (1987) que: El aprender a leer las letras no implica el desarrollo 
              de la capacidad reflexiva... si el texto se desarrolla como si fuese 
              un ente metafísico, como un discurso abstracto sin vinculación 
              con la realidad [...]. El auténtico acto de leer es un proceso 
              dialéctico que sintetiza la relación existente entre 
              conocimiento-transformación del mundo y conocimiento-transformación 
              de nosotros mismos. Leer es pronunciar el mundo, es el acto que 
              permite al hombre y la mujer tomar distancia de su práctica 
              (codificarla) para conocerla críticamente, volviendo a ella 
              para transformarla y transformarse a sí mismos [...]. En 
              muchos programas de alfabetización el leer es sólo 
              el ejercicio de una actividad física, sin ninguna posibilidad 
              de llevar a cabo una unión dialéctica entre el trabajo 
              de sus manos y el trabajo de la cabeza (unión teoría 
              práctica) mediante la reflexión crítica de 
              la práctica desarrollada4. En síntesis, en el PAM entendemos que la alfabetización 
              no se restringe o limita al valor instrumental del manejo de la 
              lectoescritura y el cálculo. De lo que se trata, una vez 
              alcanzadas estas competencias elementales, es de ayudar a desarrollar 
              en plenitud la capacidad humana del lenguaje y de la comunicación 
              en todas sus formas; es colaborar para que el otro conozca y use 
              la lengua escrita y las nociones matemáticas en actividades 
              culturalmente validadas. La alfabetización así entendida 
              apunta a favorecer la inclusión social a través de 
              la apropiación de la palabra en todas sus formas (dicha, 
              escrita, escuchada, leída). Por todo esto es que los ámbitos 
              donde ello ocurre llevan la común denominación de 
              formación integral. En América Latina el analfabetismo está 
              lejos de poder ser abatido, por la sencilla razón de que 
              se transforma en analfabetismo funcional o en analfabetismo por 
              desuso, cambios de rótulo que no son, en absoluto, un progreso 
              en sentido estricto. La lengua escrita es comunicación escrita; 
              es más que una destreza motora, es una herramienta creada 
              para satisfacer necesidades sociales colectivas e individuales de 
              la más diversa índole. Por eso, porque las necesidades 
              personales son las que motorizan los aprendizajes (y los adultos 
              analfabetos tienen estas necesidades muy claras), es que asumimos 
              un enfoque de la alfabetización mucho más amplio que 
              la noción de alfabeto, y consideramos que esa es una decisión 
              de auténtica responsabilidad política, como ciudadanos 
              a quienes nos corresponde hacer la política. 6. Nuestros supuestos epistemológico-didácticosHoy, alfabetizar es una apuesta en la que se arriesga 
              a pensar lo impensable, a ampliar el campo de lo posible, a ensayar 
              condiciones pedagógicas nuevas que permitan enseñar 
              y aprender de otro modo, adecuado a estas circunstancias y a estos 
              sujetos específicos, hoy. Adherimos a una perspectiva constructivista del conocimiento 
              y del aprendizaje dentro de la cual se aprende haciendo y reflexionando 
              sobre lo que se hace, tomando conciencia de lo que se está 
              aprendiendo y de cómo se lo hace. El eje metodológico es, entonces, la reflexión 
              sobre la práctica a distintos niveles. No nos posicionamos 
              como "antimetodistas" ni creemos que "un" método 
              pueda ser la panacea, sino que es una conclusión a la que 
              nos han llevado los caminos de la práctica y los de la teoría. 
              Aunque esta decisión nos pone, ciertamente, en un camino 
              más incierto, en el sentido de menos simple, más complejo, 
              pues no hay procedimientos únicos ni estables para los educadores; 
              el progreso no es tan claramente observable ni hay parámetros 
              fijos a priori para medirlo. Este planteamiento metodológico 
              requiere más creatividad y reflexión por parte del 
              educador (que actúa como un mediador), evita la enseñanza 
              en forma mecánica y tiene efectos más valiosos y perdurables. Por todo lo hasta aquí expresado, asumimos 
              un enfoque didáctico de las competencias instrumentales centrado 
              en la comunicación y en el marco de las prácticas 
              sociales en que se ponen en juego. Y a medida que vamos avanzando 
              elaboramos algunos lineamientos rectores que hasta el momento podemos 
              expresar del siguiente modo:  
               Se promueve un modo de vinculación distinto del 
                educador con los que aprenden y de estos con el conocimiento que 
                consiste en valorar: - El trabajo grupal, el aprender con el otro, del otro, ayudado 
                por el otro, otro que no es solo el educador o el alfabetizador, 
                es el par. Se propone trabajar en parejas y en grupo, para valorar 
                la construcción del conocimiento en grupo, el conocimiento 
                compartido, la ayuda mutua, etcétera. - El hecho que el educador-alfabetizador no sea la fuente del 
                conocimiento, sino el guía turístico en una aventura 
                de descubrimiento de los alumnos.  Empezar siempre a partir de lo que la gente sabe, conoce, 
                piensa, quiere aprender (concepto de alfabetización participativa). 
                Explorar los intereses, las motivaciones para aprender, porque 
                influyen en forma determinante en la posibilidad de hacerlo. De 
                lo que se trata es de develar al sujeto cognoscente, en palabras 
                de E. Ferreiro (1997) y, en este sentido, entonces, el aprendizaje 
                (y el que aprende) es el que marca la secuencia de enseñanza. 
                Es necesario conocer en qué fase de la lectoescritura se 
                encuentra cada persona, para empezar a trabajar desde allí.  Enseñar a leer y escribir es una acción 
                plural, es decir, que incluye un conjunto de prácticas: 
                interactuar con textos, reconocer situaciones de lectura y de 
                escritura, reconocer lugares -hábitat- de la lectura, reconocer 
                signos de todo tipo, etc. Esta pluralidad rehúye la homogeneización 
                porque debe respetar la diferencia cultural, lingüística 
                y personal de los sujetos con los que se interactúa, e 
                incluye un proceso psicogenético (apropiación del 
                sistema de la escritura) y otro sociolingüístico (apropiación 
                de usos y significados sociales de la escritura), procesos que 
                se integran y deben ser integrados en cualquier intento de alfabetización 
                genuina. Frecuentemente recurrimos a frases de uso cotidiano 
              para expresar estas ideas y decimos, por ejemplo, que "no hay 
              que regalar los pescados sino enseñar a pescar", que 
              "no hay que decir ni hacer lo que el otro puede decir y hacer 
              por sí mismo", y que "primero nosotros para después 
              los otros" en el sentido de que debemos experimentar lo que 
              pretendemos promover en los demás. 7. Nuestra concepción de Educación 
              socialEn el Área de Gestión Educativa en la 
              que se inserta el PAM, adherimos a la definición de J. Riera 
              (1998) cuando expresa que: La educación social es aquella acción 
              sistemática y fundamentada, de soporte, mediación 
              y transferencia que favorece específicamente el desarrollo 
              de la sociabilidad del sujeto a lo largo de toda su vida, circunstancias 
              y contextos, promoviendo su autonomía, integración, 
              participación crítica, constructiva y transformadora 
              en el marco sociocultural que lo envuelve5. A lo cual agrega J. Ortega (1999) que: "La educación 
              social debe ante todo ayudar a ser y a convivir con los demás. 
              Aprender a ser con los demás y a vivir juntos en comunidad"6. A continuación presentaremos sintéticamente 
              cuáles son los supuestos que subyacen al PAM, concebido como 
              una acción de educación social. 7.1 Nuestros supuestos pedagógicos Por definición de la UNESCO, en la Conferencia 
              Mundial sobre "Educación para todos" de1990 -celebrada 
              en Jomtien, Tailandia-, la alfabetización se enmarca en la 
              Educación Básica a la que deben tener acceso todas 
              las personas del planeta. Pero en las políticas educativas 
              de América Latina desde ese momento hasta ahora, esto se 
              ha distorsionado y la Educación Básica ha quedado 
              reducida a la educación escolar y primaria. Y con ella el 
              problema del analfabetismo en todas sus variantes se restringe, 
              en su cuota de compromiso, a la acción concreta de "enseñar" 
              en términos escolares, y por tanto se deposita la responsabilidad 
              alfabetizadora exclusivamente en la escuela. Estas decisiones desconocen los factores psicosociales, 
              pedagógicos y políticos que han llevado a los adultos 
              de hoy, reales y en número excesivo, a permanecer analfabetos 
              puros o funcionales, donde la escuela tiene una responsabilidad 
              importante. Consideramos que el analfabetismo no es un problema 
              estrictamente individual sino social y, por lo tanto, también 
              es social su posible solución. Más allá de 
              que los miembros de una comunidad decidan ignorarlo o tomar conciencia 
              de él, desde una perspectiva sistémica el analfabetismo 
              de los otros nos afecta a todos y de todos es responsabilidad, como 
              ciudadanos, hacernos "cargo" de la parte que nos corresponde 
              en la solución. El concepto de educación que subyace al programa 
              de alfabetización de jóvenes y adultos que aquí 
              estamos presentando se define por la combinación de las siguientes 
              ecuaciones:  
               Educación no es = escuela.  Educación = aprendizaje a lo largo de la vida y 
                en todos los espacios sociales.  Educación = convivencia con la alteridad.  Educación = sanación de los vínculos 
                sociales deteriorados.  Educación = transformación de la relación 
                educador-educando en "educándonos".  Educación = transformación de los vínculos 
                entre persona-instituciones-Estado.  Educación = institución de la persona como 
                ser autónomo y autogestor de su rol social. De este modo concebimos la alfabetización inicial 
              y funcional desde la perspectiva de la educación popular, 
              pero repensada y enriquecida (con las herramientas de la investigación-acción), 
              a la luz de nuestros tiempos y nuestros contextos. 7.2 Nuestros supuestos psicosociales Como parte de la Red de Municipios Saludables de la 
              República Argentina adoptamos la conceptualización 
              de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que 
              la define como un estado de completo de bienestar físico, 
              mental y social, y no solo como la ausencia de afecciones o enfermedades. 
              A partir de allí concebimos la promoción de la salud 
              como el conjunto de actividades encaminado a colaborar con las personas 
              en la toma de conciencia del propio estado de bienestar, la identificación 
              de los factores que inciden en ese estado, la autodeterminación 
              y autogestión (empoderamiento) individual y comunitario, 
              y la implicancia solidaria en acciones concretas en beneficio de 
              su salud y el de su comunidad. Todo esto en un marco de respeto 
              y valoración por las historias y valores culturales que hacen 
              a ese estado de salud. Desde esta perspectiva el proceso de alfabetización 
              que proponemos es también una acción de promoción 
              de la salud. Y, además, nos proponemos ayudar al fortalecimiento 
              o empoderamiento de las personas y la comunidad desde el fomento 
              y el estímulo de una cultura y ciudadanía emancipadoras, 
              expresadas a través de la convicción de que se pueden 
              y se deben generar alternativas, buscar soluciones autónomas 
              y ejercer derechos. En síntesis, acciones que elevan la autoestima 
              de las personas y les permiten construir un yo puedo / yo tengo 
              derecho. Consecuentemente, desanimamos las acciones que profundizan 
              una cultura de dependencia y una ciudadanía asistida, puestas 
              de manifiesto por conductas tales como siempre esperar a que "me 
              den" y siempre pedir, que van indefectiblemente acompañadas 
              de sentimientos de impotencia, debilidad, indefensión y autovictimización. BIBLIOGRAFÍABIRGIN, A. (2006): "Enseñar es hoy la 
              prioridad", discurso de apertura en la reunión Zona 
              Sur, Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, 
              Neuquén, Argentina. FERREIRO, E. (1997): Alfabetización. Teoría 
              y práctica. México: Siglo XXI. FREIRE, P. (1989): La importancia de leer y el proceso 
              de liberación. México: Siglo XXI. MONTERO, M. (1989): "Perspectiva de la psicología 
              comunitaria en América Latina", ponencia en la III Conferencia 
              Internacional sobre Psicología de la Salud, la Educación 
              y el Cambio Social, Cajamarca, Perú. ORTEGA, J. (1999): "Educación social especializada, 
              concepto y profesión", en Educación social especializada. 
              Barcelona: Ariel. RIERA, J. (1998): Concepto, formación y profesionalización 
              del educador social, el trabajador social y el pedagogo social. 
              Barcelona: Nau Libres. Listado de abreviaturas empleadasPAM: Programa de Alfabetización Municipal. SEPROTV: Servicio de Promoción del Trabajo 
              Voluntario. AGE: Área de Gestión Educativa. TAMFI: Talleres Municipales de Formación Integral. EFI: Espacios de Formación Integral. JAV: Jóvenes Alfabetizadores Voluntarios. COVOPAM: Colaboradores Voluntarios del PAM. PAI: Proyecto de Alfabetización Inicial. PAF: Proyecto de Alfabetización Funcional.     |