| Presentación              Lectura y escritura constituyen la primera unidad básica de comunicación  independiente de tiempo, espacio e interlocutores. Por este motivo, cuando uno  de los términos constitutivos de esa unidad se resiente, las posibilidades  comunicacionales quedan dañadas y los individuos y grupos afectados encuentran  serias dificultades para establecer códigos, pautas, normas y procedimientos  compartibles.  Este parece ser el significado profundo de la preocupación  que en los ámbitos de la educación, la cultura, la política y la opinión  pública, se viene manifestando por las aparentes carencias detectadas, según  estudios recientes, en una gran proporción de jóvenes estudiantes, ciudadanos  de los países iberoamericanos, en cuanto a comprensión lectora y expresión  escrita.  Desde la rie hemos  querido contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, al esclarecimiento  de algunos aspectos de este tema que, como dijimos anteriormente, ha hecho  «saltar las alarmas» incluso en ambientes habitualmente ajenos al quehacer  educativo.  Nuestra convocatoria para la realización de un número  dedicado a la lectura tuvo una magnífica repercusión, lo que pone de manifiesto  la importancia que en estos momentos ha adquirido el tema.  El Comité Científico de la Revista tuvo que evaluar y  dictaminar sobre más de ochenta colaboraciones, de entre las cuales se han  seleccionado las siete que componen la sección monográfica de este número.  Muchas otras, para las que no existió espacio físico suficiente en la versión  impresa, pueden consultarse en la sección «De los lectores», apartado de  «Enseñanza de la Lengua y de la Literatura», de la versión digital de la rie.  Gustavo Bombini, a quien agradecemos su invalorable  colaboración en la coordinación académica de este monográfico, abre el número  con una propuesta que, recogiendo su experiencia en la definición de políticas  públicas, considera a la lectura como práctica sociocultural, aproximándose a  la construcción de «una teoría empírica de la lectura en contextos  pedagógicos».  Ir más allá de la enseñanza de la lectura y de la escritura  a través de un enfoque transversal de las mismas constituye la base de la  propuesta que nos hace Liliana Tolchinsky. Conocedora de los escollos que la  transversalidad presupone para cualquier tipo de contenidos, su trabajo pone  especial énfasis en señalar la necesidad de superar esas barreras si queremos  formar ciudadanos hábiles en el manejo de la información escrita.  La profesora Sandra Maria Sawaya de la Universidad de San  Pablo, Brasil, entra de lleno en el análisis de los resultados de uno de esos  estudios que mencionábamos anteriormente, y que cuestionan no solo las  capacidades de los alumnos, si no también la capacidad de los sistemas  educativos para formarlos en aspectos tan trascendentes para su integridad  personal.  En un artículo de autoría colectiva, Rosa Valls, Marta Soler  y Ramón Flecha, centran su trabajo en el estudio de la lectura dialógica, que  hunde sus raíces en una concepción del aprendizaje basada en las teorías de  Freire, Habermas, Searle y en la práctica e investigaciones más actuales, lo  que les permite la recuperación de aquellos antecedentes para vincularlos con  la actual sociedad de la información.  Fabio Jurado también recorre los caminos del dialogismo  intertextual pero, en este caso, con el objeto de abordar la formación de  lectores críticos. Para ello, nos lleva a considerar la potencialidad del  trabajo en el aula cuando se flexibilizan las prácticas pedagógicas y se  reconoce la autonomía del docente para plantear estrategias que lleven a  descubrir los diversos textos que se encuentran dentro de un mismo texto.  El siguiente artículo nos recuerda la complejidad de todos  los aconteceres en los que se implica el ser humano, en este caso el proceso de  lecto-escritura. Judith Kalman muestra, en primer lugar, lo oportuno de  considerar dicho proceso dentro del más amplio concepto de «cultura escrita» y  la conveniencia de tener en cuenta la multiplicidad de herramientas  conceptuales desde las que se estudia ese constructo.  La sección monográfica se cierra con un texto que vuelve a  plantear la cuestión de los procesos cognitivos que intervienen en la lectura y  en su comprensión. A partir de esto, Susana Gonçalves desarrolla algunas  estrategias de aplicación posible para la enseñanza de la lectura en alumnos de  enseñanza básica.  En esta oportunidad, la sección «Otros temas» recoge tres  trabajos de indudable interés académico y profesional. En el primero de ellos  Marcos Santos plantea una revisión de los fundamentos teóricos de la pedagogía  de Paulo Freire, centrándose en algunos de los pensadores cuya influencia se  reconoce en la obra del maestro brasileño.  La Educación del cuerpo vuelve a esta sección con un trabajo  de Manuel Gómez, Alfonso Valero, Ismael Peñalver y Mercedes Velasco. En él se  relata la experiencia en el trabajo de la motricidad con niños autistas y se  fundamenta en la aplicación diaria de un sistema de comunicación y en la  adaptación del mismo, por medio del uso de nueva simbología, al aula de  Educación Física.  En el último artículo, Alfonso Barca, Manuel Peralbo, Ana  María Porto y Juan Carlos Brenlla, presentan el análisis de los resultados de  una investigación sobre aprendizaje y rendimiento académico de alumnos de  secundaria, pertenecientes a cinco contextos geográficos y culturales  diferentes.  En el intento por consolidar la función de difusión que nos  hemos propuesto para la Revista, la sección de «Novedades editoriales» presenta  cinco recensiones de obras que hemos considerado de interés. También se da  cuenta de los libros y revistas recibidos en nuestra redacción desde el número  anterior y algunas referencias sobre publicaciones de la oei.  Esperamos que disfruten al leer los contenidos de este  número tanto como lo hemos hecho quienes tuvimos la suerte y la responsabilidad  de componerlo.  Hasta la próxima.                 Roberto Martínez Santiago        |