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Inés Gil-Jaurena, Daniel Domínguez Figaredo *
* Facultad de Educación, Universidad Nacional de Educación a Distancia (uned), España.
Síntesis: El texto que se presenta analiza la potencialidad del Open Social Learning (osl), aprendizaje social abierto, en la educación superior a distancia. Tras comentar algunos aspectos acerca de las herramientas tecnológicas más extendidas en este ámbito, como son los sistemas de gestión de recursos (lms por las siglas en inglés de learning management systems), se revisa el concepto de osl y sus rasgos más relevantes: la noción de abierto, el carácter social y la centralidad del aprendizaje; se repasan las oportunidades que ofrece para facilitar aspectos como la generación de entornos personales de aprendizaje (ple por personal learning environment); la creación de comunidad; la validación colectiva de los contenidos, etc. Sin embargo, la implantación del osl genera reticencias y presenta retos para su integración en los sistemas de educación superior, retos que también se analizan y que se encuentran ligados, fundamentalmente, a la gestión del proceso de cambio del modelo pedagógico y a la evaluación de los aprendizajes.
Palabras clave: educación a distancia; aprendizaje social y abierto; e-learning; educación superior.
Open Social Learning e educação superior. Oportunidades e desafios
SíntesE: O texto que se apresenta analisa a potencialidade do Open Social Learning (osl), aprendizagem social aberto, na educação superior a distância. Após comentar alguns aspectos acerca das ferramentas tecnológicas mais estendidas neste âmbito, como os sistemas de gestão de recursos (lms pelas siglas em inglês de learning management systems), revisam-se o conceito de osl e seus traços mais relevantes: a noção de aberto, o caráter social e a centralidade da aprendizagem; repassam-se as oportunidades que ele oferece para facilitar aspectos como a geração de meios pessoais de aprendizagem (ple por personal learning environment); a criação de comunidade; a validação coletiva dos conteúdos, etc. No entanto, a implantação do osl gera reticências e apresenta desafios para sua integração nos sistemas de educação superior, desafios que também se analisam e que se encontram ligados, fundamentalmente, à gestão do processo de mudança do modelo pedagógico e à avaliação das aprendizagens.
Palavras-chave: educação a distância; aprendizagem social e aberta; e-learning; educação superior.
Open social learning in higher education. Opportunities and challenges
ABSTRACT: The paper analyzes the potential of Open Social Learning (osl) in distance higher education. After discussing several aspects about the most widespread technological tools in this areas, as the Learning Management Systems (lms), the osl concept and its most important characteristics are reviewed: the openness idea, the social character and the centrality of the learning process. We review the opportunities offered to facilitate aspects such as the generation of personal learning environments (ple), the creation of a community; the validation of collective content, etc. However, the introduction of osl generates reticence and presents challenges for its integration in higher education systems, challenges that are also analyzed and that are linked, primarily, to the management process on the change of the process of the pedagogical model and the evaluation of learning.
Keywords: distance education; open social learning; e-learning; higher education.
El surgimiento del e-learning como disciplina ha supuesto la aparición de diversas herramientas para dar respuesta a una demanda creciente por parte de diferentes instituciones educativas que quieren ofrecer algún tipo de enseñanza en línea: universidades, escuelas, centros de formación oficiales o entornos de aprendizaje más informal.
En este contexto, los lms han sido las plataformas dominantes y se ha llegado a confundir la tecnología con el modelo pedagógico subyacente. En todo caso, estos entornos virtuales de aprendizaje (eva) han tenido un gran impacto en aspectos como la alfabetización digital o el acceso a la formación y a la educación superior, al sortear límites espacio-temporales.
La evolución de este escenario ha sido muy interesante. De unos inicios dominados por aplicaciones comerciales y desarrollos particulares, hemos pasado a la entronización de productos de software libre. Destaca especialmente la fuerte implantación de Moodle en España e Iberoamérica, una plataforma de software libre (lms de última generación) mantenida y constantemente actualizada por una amplia comunidad de desarrolladores-usuarios.
No obstante, la homogeneización que imponen los lms choca con el espíritu dominante al final de la primera década del siglo xxi. Justamente en el tiempo de la innovación, de las redes sociales, de la adopción masiva de internet por el público general, los lms parecen corsés cada vez más difíciles de asimilar. De alguna manera, el auge del Open Social Learning se da en paralelo a esta «devaluación» progresiva de los lms, dado que la propuesta del primero consiste precisamente en aprovechar las herramientas 2.0, a disposición de todos en la red, para el aprendizaje. Frente a la estructura monolítica y cerrada de los lms, son cada vez más valoradas en el ámbito de la práctica del e-learning las posibilidades que ofrecen las herramientas 2.0 en toda su variedad y heterogeneidad, en cuanto a la puesta en marcha de modelos de aprendizaje más abiertos y participativos.
Es por esto que hay quien considera que los lms están en el ocaso de su vida; pero lo cierto es que su uso responde a una determinada forma de entender y organizar la educación, acorde con muchos de los modelos formativos institucionales aplicados por los centros de educación formal, ámbitos en los que su utilización, lejos de disminuir, tiende a extenderse y a consolidarse. Así, el conocimiento técnico, los intereses institucionales y algunas de las ventajas inherentes a los lms tienden a mantenerlos todavía con vida, aunque forzando, eso sí, la apertura y la evolución de los mismos. Por ejemplo, un docente que quiere integrar varias herramientas puede fácilmente acabar decantándose por plataformas completas que, como Moodle, integran un número limitado de aplicaciones configurables por el usuario, y que por tanto, son adaptables, pero también cómodas y fácilmente gestionables.
No obstante, el cuestionamiento de los lms como solución hegemónica en e-learning lleva a preguntarse si el osl puede asociarse a una plataforma o al menos a un tipo determinado de herramientas. La respuesta apuntaría de forma inevitable a las herramientas de la llamada web 2.0 e incluso de la predicha web 3.0. Sin embargo, más que hacer referencia a herramientas concretas, que nacen, evolucionan y mueren cada día, es preciso realizar una reflexión más general (uoc, 2010): la web en general tiende a actuar como plataforma de aprendizaje. En ella, a través de sus múltiples herramientas, contenidos, redes, y vinculaciones, los usuarios más avanzados construyen y comparten en cada momento sus propias plataformas de aprendizaje, sin límites definidos, pero acordes con sus intereses, sus estrategias, y sus posibilidades. Así pues, un curso se puede desarrollar utilizando una wiki situada en un servidor, un blog situado en otro, compartiendo unas imágenes y conversando en una red social. El «curso» se correspondería en este caso con la agregación de todos estos elementos. Desde esta perspectiva, el usuario experto de la red que busca, cada vez más, practicidad y máxima personalización, estará probablemente más interesado en el uso de los mashup, aplicaciones web híbridas que utilizan el contenido de otras aplicaciones agregadas para crear un contenido completo nuevo (Domínguez, 2011).
En una primera aproximación, podemos entender el osl como una actividad de aprendizaje activo, autogestionado, de carácter no formal o informal, que tiene lugar mediante el uso de las herramientas tecnológicas propias de la web social o web 2.0 (Domínguez, 2011).
El concepto de osl surge de forma espontánea para designar un movimiento no ligado directamente a una intención de mejorar el proceso de aprendizaje, sino más bien como descubrimiento de una serie de prácticas facilitadas por un conjunto de herramientas y de condiciones, asociables a una nueva manera de entender los procesos de enseñanza y aprendizaje. Puesto que se trata de un concepto relativamente novedoso y no consolidado, en esta sección se pretende acotar el espacio conceptual del llamado osl, describiendo los tres pilares en los que se basa y mencionando los rasgos más destacables del mismo.
2.1 Abierto y libre
El término open o abierto se asocia tanto con el acceso como con el uso de un determinado producto o contexto de aprendizaje, que se ponen a disposición de la persona que aprende. Se alinea con el concepto de free o libre, que en el mundo de las tecnologías de internet y sus implicaciones sociales debe entenderse como «libertad» de los usuarios para utilizar, copiar, estudiar, modificar, redistribuir, un determinado producto, de modo que toda la comunidad pueda beneficiarse. En algunos casos, free puede también entenderse como «gratuito». Desde una aproximación metodológica, lo abierto se relaciona con conceptos como «flexibilidad», «accesibilidad» para todos, y «personalización». Lo open se incluye en una filosofía característica de la cultura de internet, basada en los principios de la ética hacker (Himanen, 2001), como la libertad de acceso a la información, conocimiento libre, accesibilidad, creatividad o valor social de reconocimiento entre iguales, todos ellos valores y dinámicas surgidos en el mundo de la informática pero cada vez más generalizados y reconocidos como procesos de generación de conocimiento.
2.2 Social
La creación y la propuesta de uso del osl es paralela a, y se nutre de, los fenómenos y herramientas surgidos dentro de la denominada web social. El término social se utiliza para caracterizar tanto al proceso de generación de contenido o propuesta de aprendizaje, como al propio uso del conocimiento generado en este proceso. Los materiales de aprendizaje pueden ser elaborados por determinado colectivo o venir dados externamente pero, en cualquier caso, los contenidos reciben un uso colectivo. A través de este uso son sometidos a una revisión y una ampliación contextualizada, que viene definida por el conjunto de personas que participan del proceso, el cual variará, por lo tanto, en función de la comunidad, del momento y del espacio.
Lo social, como término integrador, mantiene además una conexión directa con la idea de «comunidad», de «colaboración» y de «participación», conceptos frecuentes en el discurso pedagógico, aunque en este caso, el uso de «social» pretenda reforzar precisamente la idea de comunidad diversa y heterogénea, desde una perspectiva más amplia e inclusiva.
2.3 El foco en el sujeto que aprende
El aspecto más destacable en cuanto a la inclusión del término learning tiene que ver con el hecho de situar el foco de acción en el sujeto que aprende (aprendizaje), frente al teaching, o acción del docente que forma, tutoriza o instruye (enseñanza). El osl bebe de distintas fuentes teóricas de actualidad, aunque muchas de ellas suponen acercamientos a planteamientos sobre el aprendizaje y la educación más clásicos, revisados en el marco del uso extensivo de las tic. Algunos de los enfoques teóricos y autores influyentes en el concepto de osl son: el conectivismo (Siemens, 2004), el aprendizaje social (Seely Brown y Adler, 2008), el e-learning 2.0 (Downes, 2005), el aprendizaje generativo (Senge, 1992), o las comunidades de práctica (Wenger, 1998). Asimismo, para describir la idiosincrasia Open Social Learning también puede ser interesante considerar algunos enfoques como el del «aprendizaje o educación expandida» (Díaz y Freire, 2012) y el del «aprendizaje o educación creativa».
Desde una aproximación más pragmática, basada en la forma en que el osl se produce y en los beneficios que aporta, destacan los siguientes valores y rasgos como propios de este enfoque (uoc, 2010):
El osl, a pesar de entroncar con el muy actual enfoque pedagógico del aprendizaje a lo largo de la vida, tiene aún un importante camino que recorrer hacia la convergencia con la evolución de los contextos de educación superior. Presenta unas características que pueden entenderse como oportunidades para dicho nivel educativo y cuya integración en este contexto precisa de un análisis acerca de las posibilidades de transformación de los modelos pedagógicos y tecnológicos subyacentes, eje vertebrador de la evolución de los sistemas educativos. A continuación se abordan las características del osl aprovechables en la educación superior (uoc, 2010).
3.1 Personalización del proceso de aprendizaje
Las herramientas del osl tienen entre sus principios esenciales el poder personalizar, versionar y, en definitiva, adaptar sus opciones, funcionalidades, contenidos y usos a las distintas necesidades e intereses de sus usuarios. La personalización en la educación ha sido un leitmotiv de la pedagogía moderna desde hace más de un siglo, y ve abierta una nueva vía con las posibilidades que ofrece la tecnología, y concretamente el osl. Esta característica tiene un fuerte componente motivacional que podría contribuir a la mejora del atractivo del sistema de enseñanza en lo referente a materiales y procedimientos, incrementando la versatilidad de los mismos y multiplicando las posibilidades de apropiación de sus usos, tanto por parte del profesorado como de los estudiantes. En este sentido, se debe indagar a fondo acerca del potencial educativo de los entornos personales de aprendizaje.
3.2 Creación de comunidad
Los entornos de osl permiten la apertura de espacios colaborativos y de comunidades de interés entre estudiantes y/o expertos de distintas disciplinas o temáticas de todo el mundo. Los roles de enseñante y aprendiz se difuminan e permutan. En estas comunidades no solo se dan el intercambio, la apropiación y difusión de contenidos, sino su misma reelaboración y evaluación o validación, realizada de manera conjunta en un entorno comunitario.
3.3 Proyección y reputación social
La publicación abierta favorece la visibilidad y difusión de las producciones, tanto individuales como colectivas. Este aspecto de democratización de la generación de contenidos tiene un componente motivador importante; de manera complementaria, el grado de reconocimiento social que obtenga una determinada producción puede convertirse en un indicador de su calidad. La reputación del conjunto de producciones de un estudiante, como sustrato de su entorno personal de aprendizaje, podría pasar a constituir el objeto central de evaluación de su proceso formativo.
3.4 Validación colectiva
Relacionado con el aspecto anterior, dentro del planteamiento del osl la comunidad pasa a ser la encargada de atribuir valor a los contenidos. Para ello, es necesario que haya una masa crítica suficiente que participe en esta «evaluación colectiva» y eso solamente se puede garantizar por la característica de apertura (open): el hecho de tratarse de contenidos abiertos y expuestos a la crítica pública y masiva es lo que puede garantizar su calidad y su rigor. Las herramientas de osl deberían aportar mecanismos que permitan determinar, negociar y hacer pública la calidad de los contenidos hallados en la red y como parte de estos, los productos de los propios usuarios / estudiantes. Esta oportunidad se transforma en un reto, como se comentará más adelante.
3.5 Evaluación transversal
La dispersión en la producción de los contenidos en los entornos de osl permite diversificar y transversalizar la evaluación de los mismos. Si nos referimos no tanto a la validación de contenidos dispersos sino a la evaluación de la producción de una persona o grupo, la propia fragmentación de los contenidos generados en distintos espacios y herramientas plantea la necesidad de desarrollar herramientas que permitan centralizar y visualizar los indicios de aprendizaje y crear cierta continuidad entre el conocimiento generado. Las herramientas y metodologías de agregación y de integración de contenidos deben evolucionar aún más para hacer esta tarea ágil y posible. He aquí otro de los retos presentes. Herramientas como los e-portfolios permiten integrar la dimensión formativa, profesional y social de estudiantes y docentes, a partir de los procesos de aprendizaje desarrollados en los entornos diversos en que estos participan. Una red de e-portfolios de la comunidad universitaria podría, de hecho, tener también un papel de portfolio de la universidad.
3.6 Seguimiento / actualización
Tanto con un fin de evaluación como con un fin de conocimiento y aprendizaje, las herramientas de seguimiento y sindicación de contenidos (rss) permiten tener una puesta al día de los contenidos que resulten de interés. La evolución de buscadores, cada vez más precisos, rápidos y semantizados, contribuye a encontrar y organizar la creciente información de manera más focalizada y eficiente. Entre otras utilidades, esto puede facilitar el seguimiento de la actividad de los estudiantes en entornos personales de aprendizaje, distribuida entre diferentes herramientas y espacios.
3.7 Sostenibilidad
La última característica que queremos destacar tiene que ver con las posibilidades de continuidad que ofrece el osl a las personas involucradas en una red social de aprendizaje. Las bondades de esta sostenibilidad son claras en el ámbito académico, puesto que permite la creación de una comunidad en base a unos intereses comunes durante y más allá del proceso formativo inicial en el que surge. Los entornos personales de aprendizaje son sostenibles tanto desde la perspectiva técnica como desde la perspectiva de la utilidad personal, ya que su uso está ligado a los procedimientos y contenidos de interés individual de cada estudiante, más allá de los programas propuestos por las diferentes asignaturas y respectivos docentes.
Las mismas oportunidades, no resueltas, mencionadas en el apartado anterior dejan vislumbrar algunos de los retos a los que se enfrenta la educación superior para canalizar las potencialidades del osl.
Sin duda uno de los desafíos básicos tiene que ver con la accesibilidad, las barreras de acceso a internet y a sus contenidos, tanto para el consumo como para la producción. Se trata de impedimentos de carácter tecnológico y/o competencial que pueden afectar a determinados usuarios.
Más allá de esta precondición básica inicial del acceso, los retos principales en los que nos vamos a focalizar con relación al osl y la educación superior son los relacionados con la gestión del cambio de modelo y con la evaluación.
Una de las conclusiones generales y también una de las preocupaciones compartidas por los expertos participantes en el informe elaborado por la Universitat Oberta de Catalunya (uoc, 2010) es que el sistema universitario español es, de entrada, un entorno poco favorable para acoger la práctica y la filosofía del osl. En primer lugar, el uso de internet como medio habitual de enseñanza y aprendizaje no está extendido todavía. Además existe cierta tendencia a desconfiar de la red y a destacar sus peligros (vulnerabilidad de los derechos de autor, peligro de plagio, etc.) por encima de sus virtudes.
Es importante reconocer que la tecnología no es neutra, sino que acompaña y en ocasiones facilita un determinado tipo de usos; por eso es recomendable que la implantación de determinadas herramientas en el contexto educativo se realice juntamente con un proceso de reflexión pedagógica acerca del modelo educativo que se quiere promover. Este aspecto, la definición del modelo pedagógico, resulta fundamental si hablamos de procesos educativos y de aprendizaje y no meramente de procesos de intercambio de información. En los casos en que esta reflexión pedagógica falta, o no se implica en ella a los potenciales usuarios, se producen dos posibles situaciones: o bien la tecnología acaba no siendo usada, o bien su uso se pervierte durante el proceso de adaptación a los modelos predominantes. En el caso de los modelos docentes en concreto, los usos tienden a reproducir los modelos tradicionales de enseñanza y aprendizaje.
En este sentido, los campus virtuales que se han desarrollado durante los últimos años han asumido un carácter de «sistema operativo de la universidad», en la medida en que permiten gestionar los flujos de datos generados, pero en general no se proponen facilitar determinados procesos de enseñanza y aprendizaje. El papel de lo tecnológico sobre lo pedagógico es un elemento a controlar si no queremos desvirtuar el componente educativo de las interacciones sociales en la red. Podemos encontrar un ejemplo de esta indefinición de modelo pedagógico en cómo se han gestionado los repositorios de recursos educativos abiertos (Open Educational Resources [oer], Open Courseware [ocw]) existentes en algunos centros universitarios, puesto que la digitalización y empaquetado de contenidos puestos en abierto no necesariamente ha ido asociada a un cambio en la orientación del uso de los mismos en los contextos y procesos de enseñanza y aprendizaje (Gil-Jaurena, en prensa). Así, surgen algunas cuestiones que deberían encontrar respuestas: ¿hasta qué punto se están utilizando estos recursos y en qué tipo de prácticas? ¿Se dispone de las herramientas necesarias para adaptarlos al propio contexto y reutilizarlos? La publicación de estos recursos, ¿va asociada a procedimientos que permitan evaluar su grado de explotación real?
En este escenario las posibilidades para la introducción del osl en el contexto de educación superior son reducidas, sobre todo teniendo en cuenta el uso generalizado de los lms, que podría considerarse el paso previo.
El uso de herramientas de osl exige abrir los entornos virtuales al vasto mundo de internet, lo cual implica reconocer el potencial educativo de los contenidos que pueden encontrarse fuera del ámbito universitario y pondría en tela de juicio la idea clásica de la universidad como núcleo de capitalización del conocimiento. También supone conocer el papel de los estudiantes como productores activos y no solo como consumidores de contenidos informativos. El reto, por tanto, se encuentra en la capacidad de gestionar este cambio de modelo para ser capaces de aprovechar las potencialidades del osl. Se pueden destacar varias dimensiones cuya gestión la universidad podría repensar para facilitar la integración del osl en sus dinámicas docentes:
Por extensión, este cambio afectaría a otros aspectos como por ejemplo el rol de los estudiantes, que pasarían a considerarse creadores activos de productos de conocimiento reutilizables (consumidor productivo o prosumer, como recogen Domínguez y Álvarez, 2012), la gestión de los contenidos de aprendizaje, el replanteamiento de los sistemas de control de calidad y de evaluación, etcétera.
Si entendemos el uso de la web como una «plataforma expandida», queda por analizar cómo gestionar los procesos de enseñanza y aprendizaje en este contexto y reflexionar sobre qué sistemas de «evaluación expandida» tenemos a nuestro alcance. Si es posible que se produzca el aprendizaje fuera de una plataforma cerrada, ¿es necesaria una estrategia de trazabilidad? Es decir, si el aprendizaje se desarrolla en diferentes entornos, ¿podemos prescindir de una plataforma que ayude a estudiantes y docentes a ordenar y centralizar la gestión y el seguimiento de todas sus tareas?
Con el uso de entornos abiertos, la pretensión de recoger todo el conocimiento generado durante el desarrollo de un proceso de formación y evaluar pormenorizadamente la participación de cada estudiante, se torna una labor casi ridícula por inalcanzable. Se abren, pues, nuevos interrogantes acerca de cuestiones tan esenciales en educación como la evaluación, el seguimiento, la trazabilidad del proceso e incluso el diseño curricular previo. ¿Hasta qué punto el osl conlleva la revisión de conceptos y concepciones educativas hasta ahora consideradas como insustituibles?
Tal vez debamos apuntar hacia una nueva forma de entender la evaluación y el diseño formativo, tomando como base la creación de una identidad digital propia por parte de cada estudiante como punto de confluencia de sus acciones, de sus expectativas y también de sus resultados de aprendizaje. En este sentido, puede resultar clave observar de qué manera el desarrollo de las herramientas de agregación nos secunda en los próximos años y analizar de qué forma los entornos personales de aprendizaje pueden informarnos sobre el progreso y el desarrollo competencial de los estudiantes.
Así, a la hora de promover experiencias de osl la clave se encuentra en el contexto, en las medidas de acompañamiento, en el ecosistema que deberá favorecer esa emergencia, ese caos creativo y fractal que derivará en proyectos, si bien en cierta manera dirigibles, también en parte impredecibles. Esta afirmación puede interpretarse como una rendición de la planificación frente al azar, algo simplemente inasumible en quien quiera promover un proyecto educativo. Se trata más bien de una rendición de las estructuras jerarquizadas y centralizadas frente a estructuras reticulares y reconfigurables, cada vez más frecuentes en la sociedad red (Domínguez, 2009).
En este sentido, lo fundamental puede no ser tanto la tradicional fijación de objetivos, sino la identificación de necesidades y el diseño de los sistemas y proyectos educativos que, en la medida de lo posible, faciliten la consecución de resultados que vengan a cubrir dichas necesidades. Los proyectos responden a necesidades de mejora de las condiciones sociales y culturales y el éxito depende, en buena medida, de la capacidad de liderazgo y la dinamización de la red. La contextualización y personalización, son este caso, ejes centrales frente a la homogeneización.
Un aspecto importante en todos estos proyectos es la relación que se establece entre el contexto y las necesidades locales de los participantes. En parte gracias al aprovechamiento intensivo de las tecnologías, las personas adquieren la capacidad de implicación como ciudadanos participativos (Ballesteros, Gil-Jaurena y Mata, 2010).
Se trata, en última instancia, de favorecer e incluso provocar las crisis ya subyacentes en sistemas convencionales que, a día de hoy, no son capaces de responder a las necesidades y a las operativas de las nuevas comunidades educativas en red.
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* Facultad de Educación, Universidad Nacional de Educación a Distancia (uned), España.
Revista Iberoamericana de Educación / Revista Ibero-Americana de Educacão Número Septiembre-Diciembre / Setembro-Dezembro 2012 Monográfico / Monográfico Entornos Virtuales de Aprendizaje en Iberoamérica / Ambientes Virtuais de Aprendizagem em Ibero-América Coordinadores: Eduardo Díaz y Joaquín Asenjo