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Jesús Sebastián *
* Consultor internacional e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, España. jesussebastianaudina@gmail.com
Síntesis: El artículo describe el actual panorama de la cooperación internacional universitaria, cuyos ejes articuladores son la complementación de las capacidades, el fortalecimiento institucional y la internacionalización de las universidades. Se trata de una cooperación muy diversificada en cuanto a las modalidades y a los ámbitos geográficos, y su expansión ha contribuido a generar estrategias para incrementarla. Bajo la premisa de que no hay ámbito ni componente universitario que no pueda contemplar alguna modalidad de cooperación internacional y beneficiarse de las oportunidades que la misma ofrece, integrada en los objetivos de creación de capacidades y desarrollo institucional de una universidad, la presente aportación centra su atención en la cooperación universitaria en el ámbito iberoamericano. Esta última se da en una gran variedad de esquemas, de los que solamente unos pocos son estrictamente iberoamericanos, es decir, propiciados desde una institucionalidad iberoamericana; lo que ha llevado a diferenciar la cooperación iberoamericana estricta de la indirecta y de la autónoma. Finalmente, se analizan las potencialidades y el futuro de la cooperación iberoamericana, condicionado este último por diversos factores, entre ellos el menor peso de la dimensión iberoamericana, las crecientes asimetrías entre las universidades y la fatiga observada en los instrumentos de fomento de la cooperación.
Palabras clave: cooperación iberoamericana; cooperación internacional universitaria; internacionalización.
A cooperação universitária ibero-americana entre a retórica
e a incerteza
sintese: O artigo descreve o atual panorama da cooperação internacional universitária, cujos eixos articuladores são a complementação das capacidades, o fortalecimento institucional e a internacionalização das universidades. Trata-se de uma cooperação muito diversificada quanto às modalidades e aos âmbitos geográficos e sua expansão contribuiu para gerar estratégias a fim de incrementá-la. Sob a premissa de que não há âmbito nem componente universitário que não possa contemplar alguma modalidade de cooperação internacional e beneficiar-se das oportunidades que a mesma oferece, integrada nos objetivos de criação de capacidades e de desenvolvimento institucional de uma universidade, a presente contribuição centra sua atenção na cooperação universitária no âmbito ibero-americano. Esta última se dá em uma grande variedade de esquemas, dos quais somente uns poucos são estritamente ibero-americanos, isto é, propiciados a partir de uma institucionalidade ibero-americana; o que nos levou a diferenciar a cooperação ibero-americana estrita da indireta e da autônoma. Finalmente, analisam-se as potencialidades e o futuro da cooperação ibero-americana, condicionado este último por diversos fatores, entre eles o menor peso da dimensão ibero-americana, as crescentes assimetrias entre as universidades e a fatiga observada nos instrumentos de fomento da cooperação.
Palavras-chave: ibero-americana; cooperação internacional universitária; internacionalização.
The Ibero-american university cooperation: between the rhetoric and the uncertainty
ABSTRACT: The article describes the current landscape of international university cooperation, whose articulators axes are the complementation of the capacities, institutional strengthening and the internationalization of universities. This is a very diversified cooperation regarding to the modalities and to geographical areas, and its expansion has contributed to generate strategies to increase it. Under the premise that there is no university scope or component that cannot contemplate some form of international cooperation and benefit from the opportunities it offers, integrated into the objectives of capacity building and institutional development of a university, this contribution focuses its attention on the university cooperation in the Ibero-american field. This last one occurs in a wide variety of schemas, of which only a few are strictly ibero-american, that is to say, fueled from ibero-american institutions; what has led to differentiate the strict Ibero-american cooperation from the indirect and the autonomous. Finally, we analyze the potential and the future of the ibero-american cooperation, the latter conditioned by a number of factors, including the lower weight of the ibero-american dimension, the growing asymmetries between the universities and the fatigue observed in the instruments for the promotion of cooperation.
Keywords: Ibero-american cooperation; international cooperation university; internationalization.
La progresiva expansión de la cooperación académica y científica orientada a la complementación de las capacidades, el fortalecimiento institucional y la internacionalización de las universidades, ha revalorizado el papel de las estrategias institucionales para el fomento de la cooperación internacional, actualmente muy diversificada en cuanto a las modalidades y a los ámbitos geográficos.
Respecto de las modalidades, las universidades cooperan entre sí y con otras instituciones para mejorar sus modelos organizativos y estándares de gestión, la formación y especialización de sus profesores e investigadores, los contenidos y métodos docentes, la oferta de grado y posgrado, la participación de profesores de otros países, la movilidad de estudiantes, las actividades de i+d y las actividades de vinculación y extensión. No hay un ámbito ni un componente universitario que no pueda contemplar alguna modalidad de cooperación internacional y beneficiarse de las oportunidades que ofrece una cooperación integrada en los objetivos de creación de capacidades y desarrollo institucional de una universidad.
Las estrategias de internacionalización de las universidades, tanto las orientadas a la introducción de la dimensión internacional al interior de la universidad (la internacionalización in house o en casa) como las orientadas a la proyección internacional de las capacidades docentes e investigadoras de la universidad y la captación de estudiantes extranjeros, tienen también en este modelo de cooperación una potente herramienta para la acción.
La búsqueda de las mejores oportunidades para la cooperación, en especial en cuanto al aprovechamiento de los programas existentes de financiación de la cooperación, los objetivos perseguidos y las contrapartes deseables o posibles, determina el mapa institucional y geográfico de la cooperación internacional de cada universidad. En la medida en que la misma responde a objetivos institucionales específicos, estos mapas se diversifican en función de estrategias y acuerdos interinstitucionales.
Si la cooperación responde a un modelo espontáneo, la configuración de estos mapas responde a las condicionalidades impuestas por los programas de oferta de financiación de la cooperación académica y científica, y por las lógicas y capital relacional de los docentes e investigadores universitarios. Este mapa es resultante de una mezcla de actividades formales e informales, producto de las diferentes lógicas de los agentes y actores de la cooperación internacional, cuya dimensión geográfica está dominada por la multipolaridad y la geometría variable, siendo un ecosistema complejo.
El análisis de los mapas de cooperación permite conocer el peso que los diferentes países y regiones del mundo tienen en la cooperación universitaria internacional. Este artículo se centra en la cooperación universitaria en el ámbito iberoamericano.
Un primer aspecto a dilucidar es de qué hablamos cuando hablamos de cooperación universitaria iberoamericana.Se acepta el ámbito iberoamericano como la suma de dos espacios diferenciados: el ibérico (España y Portugal), integrado a su vez en el ámbito europeo, y el latinoamericano, que incluye los países de América Latina de habla española y portuguesa. Este último integra varios ámbitos supranacionales con identidades propias, como el suramericano, el andino y el centroamericano, entre otros, y, a su vez, se incluye en un ámbito hemisférico, el interamericano y la Alianza del Pacífico, que han constituido varios países..
La cooperación universitaria se lleva a cabo dentro de todos estos ámbitos, tanto de manera multilateral como bilateral, por lo que la caracterización geográfica de la cooperación y su identificación es muy variada. La cooperación de las universidades de los 21 países que se incluyen en Iberoamérica puede identificarse como iberoamericana, latinoamericana, suramericana, centroamericana, euro-latinoamericana, interamericana y bilateral, dependiendo del entorno en el que se lleva a cabo. Por ello, la caracterización de la cooperación iberoamericana requiere delimitar un marco específico.
La alternativa que se propone para esta caracterización diferencia la cooperación iberoamericana estricta, la indirecta y la autónoma.
La cooperación iberoamericana implica para las tres variables un componente de multilateralidad, bien en el marco institucional en que se desarrolla, en el caso de la cooperación estricta, o bien en las modalidades de cooperación, en los casos de la indirecta y la autónoma.
En esta propuesta no se consideran como cooperación iberoamericana las cooperaciones desarrolladas dentro de marcos formales o informales bilaterales, ya sean a través de convenios gubernamentales, interinstitucionales o de programas de la cooperación española que financian las relaciones de instituciones españolas con las de otros países, como ha sido el programa de Cooperación Interuniversitaria y de Investigación Científica (pci), excepto que sean multilaterales.
Tampoco se considera cooperación iberoamericana la que se realiza en marcos formales latinoamericanos tales como mercosur, unasur, Pacto Andino, Consejo Superior Universitario Centroamericano (csuca) y la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (augm), entre otros. En el mismo sentido, las colaboraciones, por ejemplo, entre España y Argentina, México y Brasil o Colombia y Francia se consideran ejemplos de cooperaciones bilaterales que se desarrollan en marcos institucionales no iberoamericanos.
2.1 Estricta
El fomento de la cooperación académica y científica iberoamericana estricta es promovido actualmente por algunas iniciativas que tienen un variado impacto y muestran ciertas incertidumbres sobre su futuro. De estas, las que están operativas son las llevadas a cabo por la Organización de Estados Iberoamericanos (oei), en especial su programa de Ciencia, Tecnología y Sociedad, el Observatorio y el Programa de Intercambio y Movilidad Académica (pima) cofinanciado por la Junta de Andalucía; el Programa Iberoamericano de Movilidad Académica de Posgrado Pablo Neruda, aprobado en el marco de las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno (cijeg) para el fomento de la movilidad de estudiantes de posgrado, y el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (cyted), creado en 1984 para el fomento de la cooperación científica.
Entre las organizaciones o programas que tienen una institucionalidad iberoamericana se incluyen asociaciones que llevan a cabo algunas actividades de cooperación, como la Asociación Universitaria Iberoamericana de Posgrado (auip), la Asociación Iberoamericana de Educación Superior a Distancia (aiesad) y la Red Iberoamericana para la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior (riaces). Existen iniciativas que desempeñaron cierto papel pero que hoy están poco activas, como el Convenio Andrés Bello (secab); otras que no han logrado desarrollarse, como el Consejo Universitario Iberoamericano (cuib) constituido en 2002, y otras creadas recientemente, que no se han puesto en marcha, como Innova, de 2009. Por su parte, algunas iniciativas surgidas del ámbito privado han contribuido a favorecer la información y las relaciones académicas en Iberoamérica, como es el caso de universia, que cuenta con el apoyo del Banco de Santander.
2.2 Indirecta
La cooperación universitaria indirecta entre países iberoamericanos, muy amplia en los últimos quince años, ha sido propiciada especialmente por los programas de la Unión Europea, y se puede caracterizar como eurolatinoamericana. El programa alfa ha posibilitado cientos de redes de cooperación universitaria con diferentes objetivos, en las que han participado universidades latinoamericanas con españolas y/o portuguesas y de otros países de la ue. El programa erasmus Mundus ha contribuido también a la generación de redes de colaboración en el posgrado y a la movilidad de estudiantes. El programa marco de i+d de la Unión Europea en sus diferentes ediciones ha dado apoyo a proyectos de investigación junto con grupos de investigación de países iberoamericanos y, en la mayoría de los casos, con participantes de otros países europeos. En términos presupuestarios, la contribución de la ue a la cooperación entre universidades iberoamericanas en esquemas multilaterales ha sido mucho mayor que la dedicada a cooperación iberoamericana estricta por entidades institucionalmente iberoamericanas.
2.3 Autónoma
La cooperación universitaria autónoma entre universidades de países iberoamericanos se ha dado en diferentes esquemas formales, como el pci de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (aecid), y en esquemas informales, con financiamientos provenientes de diferentes fuentes destinados o no al fomento de la cooperación. Las modalidades de cooperación han comprendido triangulaciones y redes multilaterales con participación conjunta de universidades ibéricas y latinoamericanas. Se incluyen también actividades conjuntas entre redes universitarias latinoamericanas y europeas, como las de la augm con el Grupo Coimbra de universidades europeas o las establecidas en el Centro Interuniversitario de Desarrollo (cinda). La cooperación científica con financiación de los grupos de investigación proveniente de fuentes que no están destinadas específicamente a la cooperación es muy habitual. Es difícil cuantificar la cooperación iberoamericana autónoma dada la variedad de las potenciales fuentes de financiación y la dependencia de las iniciativas de los propios grupos que colaboran para desarrollar estas modalidades de cooperación.
En resumen, la cooperación entre universidades de países iberoamericanos tiene lugar en una gran variedad de esquemas, de los que solo unos pocos son estrictamente iberoamericanos, es decir, en esquemas propiciados desde una institucionalidad iberoamericana.
El futuro de la cooperación iberoamericana está condicionado por varios factores, entre los que se destacan el menor peso de la dimensión iberoamericana, las crecientes asimetrías entre las universidades y la fatiga que se observa en los instrumentos de fomento de la cooperación.
El primero de estos factores se relaciona con el entorno político en el que se desarrolla la cooperación iberoamericana estricta. El ámbito iberoamericano plantea en la actualidad debilidades desde el punto de vista político y de capacidades para desarrollar iniciativas. Desde comienzos de la década de 1990, cuando se plantea políticamente una comunidad iberoamericana, la propuesta no ha terminado de consolidarse. La dinámica propia de los países latinoamericanos y de sus sucesivos esquemas de asociación, la baja capacidad para poner en marcha iniciativas iberoamericanas con visibilidad e impacto, más allá de reuniones y declaraciones, la creciente disminución del peso de lo iberoamericano en las políticas y estrategias internacionales de los países latinoamericanos ante los nuevos escenarios, en especial el asiático, los necesariamente crecientes esfuerzos diplomáticos para mantener las Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno, la creciente influencia de algunos países latinoamericanos en el escenario mundial que ha creado polos con intereses propios y la creciente debilidad de los países ibéricos como consecuencia de la crisis y el consiguiente debilitamiento de la capacidad de actuar como dinamizadores del ámbito iberoamericano, determinan un escenario que tiende a la progresiva dilución de lo iberoamericano en aras de un mayor peso de lo latinoamericano y de las relaciones multipolares de América Latina con áreas geográficas de mayor dinamismo económico. Lengua, expresiones culturales y relaciones personales son probablemente los elementos que hoy cohesionan una cierta identidad iberoamericana.
La dispar celeridad existente en los últimos años en el desarrollo de las universidades ha dado lugar a una gran asimetría en las capacidades docentes e investigadoras de las universidades de los países iberoamericanos. Si no se diseñan objetivos para la cooperación y esquemas de participación que las tomen en cuenta, las asimetrías –que también presentan dificultades en los esquemas de gobernanza de las organizaciones y programas de fomento de la cooperación iberoamericana– pueden ser un freno a las cooperaciones multilaterales. En el caso de la cooperación universitaria se puede producir una dualidad entre el enfoque de la cooperación académica y científica tradicional, basada en la complementación y el beneficio mutuo, y un enfoque de cooperación al desarrollo, más unilateral y con una clara diferenciación de objetivos, modalidades e impactos. Las fronteras difusas entre los dos enfoques y las diferentes expectativas que pueden existir entre los participantes en la cooperación son condicionantes de la cooperación multilateral iberoamericana.
En la actualidad se observa una fatiga de los instrumentos de fomento de la cooperación universitaria por parte de las organizaciones o programas institucionalmente iberoamericanos, motivada por diferentes razones.
Una causa, que es intrínseca a los propios programas de fomento por falta de compromiso de los países participantes, se refleja en financiaciones muy asimétricas, y por debilidades en los esquemas de gestión. El programa Pablo Neruda y el programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo, ambos emblemáticos, hoy presentan incertidumbres.
El Pablo Neruda tiene un impacto limitado. El número de estudiantes que moviliza es muy reducido y su esquema y compromisos de financiación por parte de los países participantes no facilita que pueda remontarse significativamente la cifra de 258 estudiantes en movilidad. Hay que señalar que una red de universidades de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo, que agrupa instituciones de países del mercosur, moviliza cada año mayor número de estudiantes, mientras que el programa erasmus de la Unión Europea movilizó 37.432 estudiantes europeos a España y unos 36.000 españoles a otros países de la ue en el curso 2010-11. Además Brasil, el país latinoamericano con mayores capacidades universitarias y científicas, no participa en el programa.
Por su parte, el cyted se encuentra en la necesidad de reestructurarse ante la drástica merma de la financiación española, la mayor contribuyente al presupuesto. En este sentido ha anunciado una disminución del 80% en su aportación en 2013. Existe además la convicción de tener que repensar los objetivos y modalidades de cooperación del programa, no solamente por el tema presupuestario, sino también por la dualidad que se ha profundizado en los últimos años entre una orientación más próxima a la cooperación científica sensu stricto que a la cooperación científica al desarrollo.
Ya se han comentado anteriormente las limitaciones de algunas otras iniciativas que están más o menos operativas en la actualidad.
En 2005 se propuso el concepto de Espacio Iberoamericano del Conocimiento (eic), que no ha pasado de ser un «paraguas» de algunas iniciativas ya existentes, sin causar, hasta ahora, mayor impacto. En mi opinión, la retórica iberoamericana no ha tenido reflejo en la cooperación iberoamericana estricta en el ámbito académico y científico, tanto en programas potentes de fomento de la cooperación, como en los recursos financieros movilizados.
Por otra parte, algunos programas de la Unión Europea que han permitido una intensa cooperación iberoamericana indirecta se han terminado, como el programa alfa, o se están reconduciendo dentro de las nuevas políticas de cooperación con los países de renta media. La futura estructura de la cooperación de la ue permite adelantar una pérdida de especificidad y prioridad de América Latina. Es de esperar, sin embargo, que se mantengan las colaboraciones científicas entre grupos de investigación ibéricos y de países de América Latina en proyectos financiados por el próximo programa marco de i+d que está actualmente en su etapa de diseño.
La cooperación iberoamericana autónoma también tiene menos posibilidad de desarrollarse debido, entre otras causas, a la desaparición del pci de la aecid, sin que, hasta ahora, se vean signos positivos para la cooperación universitaria de España con América Latina en el actual borrador del Plan Director de la Cooperación Española para los próximos años. Independientemente de estas circunstancias, las colaboraciones informales en redes, fruto de las relaciones existentes entre profesores e investigadores y entre redes universitarias, podrán mantenerse con recursos propios provenientes de diferentes fuentes en la medida de que estas fuentes lo permitan.
En la x Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Panamá en 2000, se dio un mandato a la Secretaría de Cooperación Iberoamericana para analizar las potencialidades de la cooperación universitaria y realizar propuestas de iniciativas para aprovechar estas potencialidades. El estudio incluyó un taller en Cartagena de Indias con participación de responsables de cooperación internacional de universidades, organizaciones académicas, expertos y gestores en la materia, así como una consulta a los gobiernos de los países iberoamericanos. El trabajo elaborado fue analizado por los presidentes en la xi cijeg, celebrada en noviembre de 2001 en Lima, Perú, un resumen del cual se publicó al año siguiente en forma de artículo en la Revista Iberoamericana de Educación .
El estudio analizó sistemáticamente cinco ámbitos, aquellos que ofrecen mayores oportunidades para la cooperación, y las iniciativas que podrían optimizar y mejorar los impactos de la cooperación en educación superior: políticas, organización y gestión de la educación superior; formación de pregrado, posgrado, continua, a distancia y virtual; investigación científica y desarrollo tecnológico; extensión y vinculación de las instituciones de educación superior, y cooperación internacional para el desarrollo.
Se realizaron dieciséis propuestas de iniciativas cubriendo los cinco ámbitos, que se valoraron en función de diferentes criterios: interés intrínseco de la iniciativa; valor añadido de la cooperación iberoamericana; originalidad en el campo de la cooperación en educación superior; cobertura potencial; efecto multiplicador; sinergias con otros programas exitosos existentes; impacto sobre el fortalecimiento institucional; impacto sobre la internacionalización de las instituciones; impacto sobre la cohesión regional; sostenibilidad; dificultades de gestión; coste financiero / beneficios esperables, y viabilidad.
Al cabo de los diez años, el análisis de la situación actual muestra que solamente cinco tienen algún desarrollo como consecuencia de la puesta en marcha de nuevas iniciativas o de iniciativas parcialmente en desarrollo.
Entre las nuevas iniciativas se encuentra la creación del cuib, que corresponde a la propuesta de creación de un Foro Iberoamericano de Consejos y Asociaciones de Instituciones de Educación Superior; la creación de riaces, que corresponde a la propuesta de creación de una Red Iberoamericana de Agencias de Evaluación y Acreditación de la Calidad de la Educación Superior, y la creación del programa Pablo Neruda, que corresponde a la propuesta de puesta en marcha de una Iniciativa Iberoamericana de Movilidad de Estudiantes de Educación Superior. El programa pima, cogestionado por la oei con la Junta de Andalucía, contribuye también a darle contenido a esta propuesta, si bien es anterior a 2001.
Entre las propuestas que no han generado nuevas iniciativas pero que se reflejan en organizaciones existentes, mencionamos dos: la que se relaciona con auip, de poner en marcha una iniciativa iberoamericana de cooperación para el fortalecimiento del posgrado, y la que se relaciona con la aiesad, tendiente a activar una iniciativa iberoamericana de cooperación en educación a distancia y virtual.
El grado de desarrollo y cobertura de estas actuaciones es heterogéneo y en general todas presentan limitaciones importantes. El cuib se mantiene con un perfil bajo y ha desarrollado escasas actividades más allá de reuniones periódicas, al menos hasta 2008, según se desprende de su página web. Respecto al programa Pablo Neruda, ya se ha comentado alguna de sus debilidades. Por su parte, la agenda de actividades de la auip, posiblemente debido a sus limitaciones presupuestarias, no cubre la potencialidad y el importante papel que tiene en la actualidad el posgrado en las universidades iberoamericanas.
En resumen, el balance de los últimos estos diez años del fomento de la cooperación iberoamericana estricta es muy modesto, pudiendo deducirse que el interés de los gobiernos de los países iberoamericanos ha sido escaso y no han priorizado la cooperación en el ámbito de la educación superior.
El futuro está pendiente de ser escrito, pero se pueden identificar tendencias que permiten argumentar sobre su posible trayecto.
Por una parte, existe una comunidad académica y científica con lazos establecidos y consolidados que garantizarían una continuidad en las colaboraciones a nivel personal. El problema es que las fuentes de recursos necesarios para mantener estas colaboraciones se agotan, así como las necesarias para establecer nuevas relaciones que vayan garantizando el futuro. Las becas para estudios de posgrado en España, una vía para establecer estas nuevas relaciones, se han reducido drásticamente; las del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, gestionadas por la aecid, han desaparecido, y las de la Fundación Carolina han disminuido significativamente. Las universidades, especialmente las españolas, están sufriendo severos recortes presupuestarios, lo que limita sus posibilidades de financiar con recursos propios actividades de cooperación que no tengan un apoyo externo. Como la situación en Portugal tampoco es propicia, el eje ibérico, fundamental en la cooperación iberoamericana, presenta un escenario escasamente optimista.
Por otra parte, los condicionantes señalados permiten anticipar que no son previsibles nuevas iniciativas por parte de la Secretaría General Iberoamericana (segib), como institución matriz del ámbito iberoamericano, que puedan dinamizar la cooperación universitaria. Si en la última década no se han creado esquemas y programas sólidos de fomento de la cooperación, es difícil pensar que se puedan crear en los próximos años.
En este escenario y ante la previsión de la ausencia de nuevas iniciativas, cabe especular sobre el papel que para crear algunos espacios propicios para la cooperación podrían desempeñar dos organizaciones iberoamericanas bien asentadas: la Organización de Estados Iberoamericanos y el programa cyted.
La oei está reconocida como una institución que ha desarrollado una notable actividad en el ámbito de la educación no universitaria y, en menor medida, en el ámbito de la educación superior y la investigación científica. En educación superior ha impulsado algunas iniciativas de fomento de la movilidad de estudiantes de grado mediante el programa pima y la impartición de cursos de especialización y maestría para estudiantes iberoamericanos en colaboración con universidades, especialmente españolas, en la modalidad a distancia. La actividad en el ámbito científico se ha centrado en varios aspectos del enfoque cts (ciencia-tecnología-sociedad) y, más recientemente, desde la creación del Observatorio Iberoamericano de la Ciencia, la Tecnología y la Sociedad y la incorporación a la oei de la Red Iberoamericana de Indicadores de Ciencia y Tecnología (ricyt), ha ocupado un reconocido espacio no solamente en el mantenimiento de un sistema de indicadores y su difusión, sino también en la capacitación y asistencia técnica a los países para la elaboración de estos indicadores, en el diseño de indicadores más adaptados a la realidad iberoamericana y en el análisis del desarrollo de varios ámbitos científicos y tecnológicos en Iberoamérica.
Hacia el futuro, la oei podría abrir dos nuevos campos de actividad relacionados, por un lado, con la educación y la ciencia y, por otro, con el fortalecimiento de las capacidades para la formación de investigadores, especialmente en los países que tienen menores capacidades endógenas para ello. La cooperación universitaria puede desempeñar un papel importante en ambos campos.
Las acciones en el binomio educación-ciencia pueden centrarse en el desarrollo de enfoques y contenidos para la enseñanza de las ciencias, las metodologías para su evaluación y la puesta en marcha de experiencias piloto en algunos países. Esta línea de actuación se puede complementar con la profundización en actividades en las que la oei tiene algunas experiencias, como el fomento de la cultura científica en el conjunto de la sociedad.
Las políticas orientadas a la formación de investigadores en América Latina están provocando una brecha cada vez mayor en las capacidades para la i+d de los países. Los potentes programas de becas para formación en el exterior de unas pocas naciones y la debilidad de los programas de maestrías de investigación y de doctorado en la mayoría de otras, están en la base de la profundización en el futuro de las asimetrías en capacidades para la i+d. La oei puede desempeñar un papel decisivo para aliviar estas asimetrías mediante un programa de fortalecimiento de la calidad y pertinencia de posgrados orientados a la formación de investigadores en países con menores capacidades para la formación. El programa requiere un fuerte componente de cooperación universitaria y puede contemplar diferentes enfoques y modalidades de cooperación, cuya descripción desborda el objetivo de este artículo. Una alianza entre la oei y la auip podría ser valiosa para el desarrollo del mismo, que, a su vez, podría articularse con el programa Pablo Neruda.
Los dos ámbitos de actividad de la oei que se han indicado permiten desarrollar el componente de ciencia de la organización y son dinamizadores de la cooperación universitaria iberoamericana. A su vez, están en línea con la actual decisión de la oei de profundizar su actividad en el ámbito de la ciencia y la tecnología.
El programa cyted es el principal instrumento de cooperación científica con una institucionalidad iberoamericana. Desde su creación, en 1984, ha pasado por diferentes etapas de crecimiento y estancamiento y, como se ha señalado anteriormente, se encuentra en la actualidad en una encrucijada. De cómo se resuelva dependerá el papel que puede desempeñar en el futuro como articulador y dinamizador de la cooperación científica iberoamericana; cooperación en la que las universidades son un componente fundamental dada la concentración de capacidades de i+d que existe en Iberoamérica en estas instituciones. Tres ejes de acción pueden ser determinantes en el futuro: uno referido a la gobernanza del programa, incluyendo su financiación, y dos referidos a la orientación y contenidos del programa.
El futuro inmediato del programa cyted será un test de la existencia real de un compromiso iberoamericano entre los responsables de las políticas científicas de los gobiernos; compromiso que se deberá reflejar en un apoyo presupuestario junto con un esquema de cofinanciación suficiente y efectivo, así como en un acuerdo para un plan de acción de medio plazo que se articule con las políticas nacionales de i+d. Con relación al programa, será preciso el establecimiento de modalidades de cooperación inclusivas, que permitan salvar las asimetrías existentes entre países y, para ello, las redes pueden ser una modalidad estratégica y una mayor focalización de la cooperación científica hacia temas críticos para el desarrollo y la inclusión social, con el fomento de la interdisciplinaridad y de las ciencias sociales.
En resumen, el incierto futuro de la cooperación universitaria iberoamericana tiene dos ventanas de oportunidad para que este porvenir tenga algún futuro. Su aprovechamiento hará posible que la cooperación entre universidades iberoamericanas pueda tener lugar en esquemas institucionalmente iberoamericanos y no solo en esquemas informales o propiciados por lógicas y entidades que tienen otros objetivos.