Número 67 Enero-Abril / Janeiro-Abril 2015

Presentación

En la actualidad, en el contexto latino-americano, ¿cuáles son las prácticas y los análisis sobre la cuestión educativa, que puedan mostrarnos alguna teoría o reflexión a partir de experiencias ya concluidas o en curso? La convocatoria de este monográfico proviene de esta pregunta clave. Los resultados parecen dar cuenta de esta cuestión inicial, en especial por la aparición de contradicciones intrínsecas en esta práctica, implementada en esos países desde la segunda mitad del siglo pasado y acrecentada recientemente. Entre las paradojas de este ámbito en las prácticas pedagógicas, la gestión educativa parece poner aún más en evidencia su relevancia en cuanto consideramos los temas que sobrepasan su perfeccionamiento, a saber, el papel del poder y del conflicto, la búsqueda de la equidad y de la justicia social, el ideal de emancipación humana y de cambio social.

En consecuencia, las contribuciones que constituyen esta publicación representan parte de las conquistas y de los desafíos que se inicia con el texto de Sofía Lerche Vieira y Eloísa Maia Vidal, quienes a partir de una duda: ¿se trata de una gestión democrática de la educación o de una gestión democrática de la escuela?, desde el contexto brasileño, ¿cómo tratar procesos educativos democráticos, consolidados en el entrono de redemocratización reciente de la sociedad? Su texto titulado “Gestión democrática de los colegios en Brasil: desafíos para la implementación de un nuevo modelo” trata exactamente de este proceso.

En estos momentos de transición histórica para las relaciones democráticas de una sociedad, son conocidas las interacciones de los procesos de universalización –cualitativos– de la educación básica y de la redemocratización como parte de la consolidación de esta reconstrucción social. Para ello, en el contexto brasileño, se ha utilizado una herramienta conocida como el Índice de Desarrollo de la Educación Básica (ideb), inspirada en otras experiencias internacionales, con vistas a la objetivación de los indicadores de un concepto tan prolífico como la educación de calidad. El proceso de gestión de la implementación de ese indicador aparece reflejado en el artículo de José Márcio Silva Barbosa y Rita Márcia Andrade Vaz de Mello, que tratan de esa cuestión. Éstos demuestran que el carácter fundamental del trabajo de gestor en ese proceso es el que permite construir un diagnóstico de las especificidades de la realidad escolar: como indicar itinerarios, corregir distorsiones, redimensionar metas y superar obstáculos, colocando en evidencia el papel de liderazgo en la articulación de la mejora de los resultados del mismo en términos de calidad educativa.

El liderazgo como aspecto que sobrepasa los textos anteriores se evidencia en los análisis de Aurora Bernal Martínez de Soria y Sara Ibarrola García, que abordan la descentralización del proceso de sistematización con el artículo «Liderazgo del profesor: objetivo básico en la gestión educativa». Se trata de un modo concreto de vislumbrar los cambios en la cultura organizativa de las instituciones escolares, aún marcadas por prácticas muchas veces jerarquizadas o incluso patrimonialistas. En el artículo siguiente, María Lopes sigue con la cuestión del liderazgo asociado a las buenas prácticas escolares, y atribuye un sentido diferenciado a lo que llama prácticas de liderazgo. Por tanto, desde distintos países se da un abordaje prolífico sobre el trazo de liderazgo fundamental de la gestión educativa, en los distintos modelos de esta gestión.

En este modo de estructuración de los análisis, la existencia de estos modelos de actuación se presentan como una búsqueda recurrente de las experiencias relatadas e incluso, de las investigaciones realizadas. Así, parece oportuna la estructura y el funcionamiento del proceso de gestión presentado con el caso de Tarragona y analizado por Charo Barrios-Arós y colaboradores en el texto «Modelos y funciones de dirección escolar en España».

En el nivel macrosociólogico, y considerando una demanda que sobrepasa todos los iberoamericanos, el principio de universalización de la educación  –una de las Metas del Milenio– tiene especial sentido cuando se trata de personas con necesidades especiales. La gestión educativa de esta modalidad de educación está retratada en el texto de Miguel Ángel Castillo Fuentes titulado: “El modelo de gestión en la educación especial (la calidad de atención de las necesidades educativas especiales)”, que aborda el tema desde una experiencia en México.

Aún tratándose de especificidades con las cuáles la gestión educativa interactúa en el cotidiano, son conocidos los altos porcentajes de mujeres que llevan a cabo esta función, en especial, en el nivel de la educación primaria. Por tanto, hay una dimensión de género que no debe ser tratada con indiferencia. Elena Surovikina propone este análisis con el artículo «Aproximaciones sistemáticas a la gestión educativa: un estudio del arte desde la perspectiva de género».

Más allá de la cuestión del género, las prácticas de gestión desde el inicio del siglo xxi cuentan con otro desafío: la internalización de los procesos y productos de una sociedad informática (Scharff, 1995), en red (Castells, 1999) o del conocimiento (Lojkine, 2002). Ángel San Martín Alonso y colaboradores analizan «Las tabletas y la gestión de los contenidos digitales en los centros escolares». Situado en Valencia (España), sus análisis transcienden el carácter local para asumir un matiz de globalización de algunas prácticas que, necesariamente, deben ser tomadas en los contextos en que se pretende actuar. Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación parecen añadir –simultáneamente– la máxima de «pensar globalmente y actuar localmente», dadas las especificidades de las instituciones escolares.

Estas relaciones con las demandas de la sociedad contemporánea, lleva a enfocar a un abordaje sobre las relaciones con otra institución social, la familia. Aunque reconfigurada en su estructura, la familia no puede ser desconsiderada. Ruth Milena Páez Martínez se ocupa del tema a través de «Familia y escuela: una alianza necesaria en la gestión escolar».

Por último, pero no menos importante, ha sido abordado el tema de la evaluación del clima organizativo de los centros escolares de nivel superior. La propuesta de Ciria Margarita Salazar y colaboradores bosqueja y valida un instrumento para medir y juzgar los modos de sentir, pensar y actuar (como concepto de cultura), con las especificidades de esta institución que es también una organización.

De este modo, este monográfico cumple el propósito de sistematizar algunas semejanzas y diferencias entre las perspectivas de la gestión educativa y al mismo tiempo, evidencia caminos alternativos utilizados. Fundamentadas en un modo pluralista teórico que valoriza la convivencia de modelos explicativos y prácticas innovadoras adoptadas con base a múltiplos significados e interpretaciones, se espera que sean objeto para otros análisis y proposiciones, dada la complejidad que tipifican las distintas dimensiones de las prácticas educativas.

Prof. Dra. Márcia Lopes Reis.

 

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