Resumen
El canto es una capacidad disponible para todo ser humano, que sin embargo se cultiva poco en nuestras escuelas infantiles. Aunque están ampliamente demostradas, dentro del mundo de la investigación educativa, las múltiples competencias que desarrollan la música, el canto y las demás artes; en la mayoría de la sociedad, no se reconoce su importancia, y las artes se consideran un adorno, del que se puede prescindir.
En este artículo se describe una investigación llevada a cabo en 185 escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid. A través de entrevistas semi-estructuradas realizadas a los maestros, grabaciones de canciones de los niños cantando en grupo y mediante el análisis del material pedagógico empleado; se trataba de comprobar el papel de la expresión musical y del canto en las aulas de entre 3 a 6 años de edad.
Las conclusiones son demoledoras: la música es un simple recurso para reforzar en los niños habilidades lectoras y matemáticas y para situar en el tiempo las diferentes rutinas escolares. Las canciones enseñan a los niños las vocales, los números etc.; apenas hablan de emociones e imaginación. Son canciones, en muchos casos, demasiado largas y complejas, y los maestros las cantan en una tesitura demasiado grave para el niño, cuya imitación puede provocarle hábitos vocales poco saludables.
Frente a esto, recomendamos una escuela que cante, que tenga todos los días un rato para la música, que exprese mediante el canto improvisado, que invente sonoridades y explore su instrumento vocal. Porque consideramos que el canto es un medio de expresión, comunicación y socialización a la que todo niño debe poder acceder.
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