Hace unos días conocimos el fin de una historia que sirve
de ejemplo para alertarnos acerca de la peligrosidad de las nuevas
formas de agresión que utilizan, cada vez más niños
y jóvenes. La violencia cambia de acuerdo a las características
de la época, de las nuevas culturas y hoy, está aprendiendo
a utilizar las nuevas tecnologías, lo que ha generado también
nuevos métodos para convertir la vida de algunos niños
en un verdadero martirio.
Ciber-acoso*
Todo comenzó cuando un adolescente canadiense, con algo
de sobrepeso, se convirtió involuntariamente en la estrella
de un video que aún circula por Internet.
Este chico se llama Ghyslain y tenía 15 años en noviembre
de 2002, cuando se le ocurrió grabarse con una cámara
de video prestada por un amigo, en un aula de su colegio, empuñando
un remo y realizando una "danza del guerrero" con cierta
torpeza, imitando a uno de los personajes de la "Guerra de
la Galaxias". Se suponía que esta cinta no tenía
que haber sido vista por nadie, pero permaneció en el interior
de la cámara durante meses, hasta que en abril de 2003 los
amigos de Ghyslain descubrieron las imágenes y las subieron
a Internet.
La difusión de "Star Wars Kid", como fue bautizado
el joven, ha sido extraordinaria y miles de sites incluyeron el
archivo. Hay incluso una versión con efectos especiales de
primer nivel. Sólo en los primeros meses en los que se colocó
el video, se habían producido más de 1.100.000 descargas,
estimándose que había sido visto por unas 50 millones
de personas en todo el mundo.
Quienes investigamos los fenómenos de la violencia escolar,
reconocemos lo que le sucedió a este adolescente como uno
de los casos de "ciber-acoso" más conocidos, extendidos
y publicitados hasta ahora, ya que las sucesivas modificaciones
que continuaron la burla durante años y la inclusión
de "Star Wars Kid" entre los personajes de un video juego
de difusión masiva ("Tony Hawk Underground 2"),
lo condujo a ser internado en una institución psiquiátrica.
El Acoso Escolar.
Las distintas agresiones que se producen entre niños y adolescentes,
sean estas físicas, verbales o sociales, sabemos que siempre
tienen un fuerte impacto en el psiquismo de la víctima y
en oportunidades, también de los testigos, quienes muchas
veces, por temor, no se animan a intervenir o denunciar.
La investigación nos muestra que, si bien estas violencias
son conocidas por la mayoría de los alumnos, las califican
de esporádicas, mientras que un porcentaje que varía
según la edad y la región, entre un 3 y un 6 por ciento,
manifiesta ser maltratado, intimidado, ridiculizado por algún
compañero o grupo durante semanas, meses y en algunos casos
por años.
Una encuesta que aplicamos a fines del 2005 a unos 6 mil estudiantes
de entre 10 y 18 años de distintas provincias argentinas,
reveló que el acoso escolar -ya estudiado en los países
del primer mundo- es padecido también por nuestros alumnos.
Pero, como si no tuviéramos suficiente con esta forma de
violencia, desapercibida por los adultos y muy conocida por los
alumnos, hoy debemos reconocer que los acosadores están aprendiendo
a utilizar la tecnología para sus fines. Internet, la mensajería
instantánea, los celulares, el correo electrónico,
hacen que este tipo de violencia se potencie, se prolongue y complemente
el efecto del acoso cara a cara.
Un estudio en el Reino Unido del portal de Internet MSN sobre
600 jóvenes de 12 a 15 años y sus padres aporta
datos relevantes, centrados en el envío de correos
electrónicos y mensajes instantáneos. Junto
a un 11% de receptores de mensajes intimidatorios, un 44%
afirma conocer a alguien que ha sufrido este tipo de acoso
digital. Un 48% de los padres desconocía hasta ahora
la existencia del acoso on line, y un 74% de los adolescentes
afectados no lo había comunicado porque temían
que sus padres, al enterarse, les impidiesen utilizar Internet.
En España, las cifras también son alarmantes,
ya que según una encuesta de la asociación Protégeles
aplicada a 2.000 jóvenes españoles de entre
11 y 17 años, un 19% había enviado algún
mensaje de celular intimidatorio.
En Australia, Estados Unidos y Singapur, existen escuelas
que han tomado medidas directas contra este tipo de mensajes
entre sus alumnos. En Nueva Zelanda, en una encuesta a mil
jóvenes (12 a 19 años), una cuarta parte denunciaba
que había recibido mensajes intimidatorios y un 46%,
que los había enviado. Nueva Zelanda afronta estos
días el caso del suicidio de Alex Teka, una niña
de 12 años, atribuido por la familia a los mensajes
de texto (SMS) intimidatorios enviados por sus compañeras.
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La principal diferencia entre el ciber-acoso y el presencial, es
que los menores trasladan a Internet sus insultos y amenazas haciendo
pública la identidad de la víctima en un foro determinado
(blogs, websites), incluso facilitando en algunos casos sus teléfonos,
de manera que gente extraña se puede adherir a la agresión.
Esta situación de acoso en algunos casos se puede dar contra
docentes y directivos de colegios. Otro rasgo característico
es que mientras el foro donde se aloja no sea eliminado, puede perpetuar
el acoso durante meses o años.
¿Padres virtuales?
Hoy se calcula que un 50 por ciento de los padres sabe que sus
hijos tienen acceso a Internet, pero sólo el 20 por ciento
ha establecido normas para asegurarse de que los menores hagan un
buen uso de este recurso, mientras que un 40 por ciento reconoce
que no establece ninguna regla. Es la televisión la que aparece
como el medio que más preocupa a los padres, quienes aseguran
imponer normas a sus hijos sobre el tiempo y la programación.
Por lo general, los padres suelen coincidir en las normas por las
cuales prohíben visitar ciertas páginas de Internet
o limitan navegar demasiadas horas por la red, pero hoy queda claro
que, del mismo modo, deberían enseñar a sus hijos
los riesgos que puede implicar el uso de Internet (enviar datos
personales, concurrir a citas, etc.)
A través de un comunicado de prensa originado en Bangkok
en noviembre de 2005, se informó acerca del estudio "La
violencia contra los niños y niñas en el Ciberespacio".
Leyes débiles y una acción fragmentada por parte de
la industria expone a los niños de todo el mundo a la violencia
a través del Internet y otras ciber-tecnologías en
forma cada vez más preocupante, según reveló
este informe. Afirma que la violencia contra los niños a
través de las nuevas tecnologías es omnipresente.
Esta violencia causa depresión y prolongado daño físico
y psicológico en las victimas y esta excediendo la capacidad
de las agencias encargadas de la aplicación de la ley.
La violencia contra los niños y niñas en el Ciberespacio,
fue escrito por ECPAT International junto con reconocidos expertos
de todo el mundo como contribución al estudio de las Naciones
Unidas sobre la violencia contra los niños. El informe reúne
los más recientes conocimientos sobre violencia contra los
niños en el ciber espacio y perfila una agenda para la acción,
que incluye un mayor accionar por parte de la industria y legislaciones
nacionales más fuertes y en conformidad con estándares
internacionales.
Entre las formas de violencia contra niños presentadas en
este informe junto al ciber-acoso e intimidación, se incluyen:
pornografía infantil y abuso sexual en línea "en
vivo" para clientes pagadores, solicitud de sexo en línea
y acceso a materiales ilegales o dañinos y formación
de redes de turistas sexuales y traficantes de niños y adolescentes.
¿Fin del acoso?
Ghyslain y sus padres iniciaron hace tres años acciones
judiciales contra los tres supuestos responsables de que el video
en cuestión fuese distribuido. Solicitaron inicialmente una
cantidad de 351.000 dólares canadienses en concepto de daños.
Hoy se habla de que ha aceptado un acuerdo económico extrajudicial
y no demandará a sus ex compañeros de clase que distribuyeron
los videos. No obstante, no se ha especificado la cantidad de dinero
que cobrará el joven Ghyslain, quien seguramente padecerá
por muchos años más las secuelas del ciber acoso,
iniciado por unas imágenes que continúan circulando
y reproduciéndose por el ciberespacio.^
*El término Ciberespacio fue introducido por William
Gibson en su novela de Ciencia-Ficción "Necromancer"
. El Ciberespacio, es un concepto abstracto que sirve para representar
hechos informáticos producidos a través de redes públicas
interconectadas conocidas comúnmente como Internet.
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Alejandro Castro Santander: Psicopedagogo Institucional, Profesor
de la Universidad Católica Argentina, Asesor instituciones
educativas. Colaborador del Observatorio Brasilero de Violencia
Escolar. Autor de "Desaprender la violencia" (Bonum, 2004);
"Analfabetismo emocional" (Bonum, 2005); "Violencia
silenciosa en la escuela" (en prensa, Bonum, 2006)
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