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Revista Iberoamericana de Educación Número 14 Financiación de la Educación |
La financiación de la educación es una cuestión que preocupa hoy no sólo a los gobiernos, sino también a los miembros de la comunidad escolar. Sin embargo, el tema del financiamiento de la educación no suele ser tratado en demasía ni en los foros académicos ni en las reuniones internacionales, gubernamentales o no, ni tampoco es frecuentado por las revistas especializadas de educación. Posiblemente por estimar que esta materia es excesivamente ardua, árida y, a veces, ininteligible incluso para los protagonistas de la educación. Posiblemente también por sus inevitables relaciones ideológicas y políticas.
No obstante, pocas cosas condicionan más el desarrollo de los sistemas educativos que la cuestión previa de su financiación. Más aún, pocas cosas están tan ligadas a decisiones políticas y prioridades sociales como el financiamiento de la educación. No se trata, por tanto, de volver a la vieja polémica doctrinal sobre si la educación es un factor de inversión o de consumo, sino de atender a los problemas actuales del gasto público en sus relaciones con la educación: ¿cuánto debe gastar un país en educación?; ¿debe financiarse preferentemente la educación primaria o el objetivo prioritario del gasto público debe ser la educación secundaria?; ¿debe un país dar prioridad a la enseñanza superior, especialmente la de carácter técnico, para hacer frente a las exigencias ineludibles de la revolución tecnológica?; ¿es posible conciliar objetivos tan dispares dentro del propio sistema educativo?; si lo fuera, ¿cuál debería ser la proporción del gasto de cara a los diversos niveles educativos?
Son, sin duda, preguntas difíciles de contestar. Pero una cosa es cierta: remiten, en última instancia, a una decisión política, no sólo porque la selección de prioridades presupuestarias obedece en cada país a razones políticas concretas y particulares, sino también porque en un mundo cada vez más globalizado los modelos de financiamiento vigentes tienden a imponer sus pautas y sus directrices a los diversos gobiernos. En definitiva, el debate actual no se refiere sólo al viejo tema de la cuantía de los créditos a destinar y a su distribución interna dentro de los diferentes niveles educativos, sino sobre todo a los polémicos modelos de desarrollo que actualmente marcan la ruta de las políticas del gasto.
Por otra parte, la política educativa se integra hoy dentro de las políticas sociales y, en consecuencia, tiene que competir con ellas a la hora de obtener recursos. Además, lo que ahora resulta evidente para todos los países es que el gasto público en educación tiene sus propios límites, siendo necesaria no sólo una política de incremento del gasto, cuando la financiación es insuficiente para producir los resultados que se esperan de los sistemas educativos, sino también una política de eficiencia en el gasto: gastar más para obtener una adecuada relación con el producto interior bruto, pero también gastar mejor.
Estos y otros temas relacionados con el financiamiento de la educación son los que ocupan hoy la atención de la Revista Iberoamericana de Educación, centrados fundamentalmente en América Latina.
La sección monográfica se abre con un extenso trabajo de Alfredo Eric Calcagno, que facilita una primera inmersión en los problemas que en este momento tiene el financiamiento de la educación en América Latina. Estamos ante un estudio detallado de estos asuntos, con un enfoque económico conectado a uno de los grandes problemas políticos del mundo occidental: la pugna entre dos estilos de desarrollo -neoliberalismo y economía mixta de mercado-. Bajo esta perspectiva el autor va analizando los problemas, tanto tradicionales como modernos: la educación como consumo y como inversión, los costos de la educación, la estructura fiscal del gasto, los distintos componentes de la financiación o las implicaciones financieras de las diversas opciones que se presentan hoy a una política del gasto público en educación.
El trabajo de Ana María Corvalán se enfrenta a uno de los problemas más actuales, el del financiamiento de la educación secundaria. Lo hace provista de un buen enfoque teórico y de un buen análisis metodológico, basados ambos en la documentación nacional e internacional disponible al respecto. El estudio concluye con una sugerente propuesta de estrategias para la captación de recursos y para hacer frente a los problemas de la educación secundaria en la región.
Los artículos en torno a América Latina se completan con el análisis de Candido Alberto Gomes, que es una reflexión crítica sobre la financiación de la educación en tiempos de crisis, referidos éstos a la deuda exterior en América Latina, con una especial referencia a los gastos educativos en el continente americano y en especial al Brasil.
La sección monográfica se cierra, como hemos hecho en otras ocasiones, con una referencia a los problemas de la otra zona del mundo occidental -la del continente europeo-, concretamente con una introducción a la financiación de la enseñanza superior en los países de la OCDE, obra de Jordi Montserrat Garrocho.
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