Un mundo de desafíos
Los desafíos del mundo actual son extraordinarios. Nos basta
leer la prensa para comprobarlo a diario. Ellos son de todos los
tipos, desde el político y cultural hasta el científico,
y también los educativos. Los movimientos antiglobalización
ganan una gran dimensión con el incremento de las grandes
acciones de protesta que han ocupado las plazas en varias partes
del mundo, desde 1998, demostrando que otro mundo es posible, como
afirma el eslogan del Foro Social Mundial de Porto Alegre. Desde
otra perspectiva, teniendo en cuenta el 11 de septiembre, en Nueva
York, y el 11 de marzo, en Madrid, las reacciones han sido más
violentas, lo que nos lleva a pensar en la existencia de un terrorismo
de alto valor agregado, como sugiere José Geraldo de Sousa
Júnior , ya que agrega en sus acciones los avances de la
ciencia y de la técnica.
Para Atilio Borón, profesor de la Universidad de Buenos
Aires, que se ha destacado en los estudios y manifestaciones contra
la inexorable perspectiva del capitalismo, la discusión sobre
el capitalismo ha desaparecido de la agenda pública mundial
porque "ella es considerada, y este es el mayor triunfo ideológico
del neoliberalismo, como fenómeno natural, como la cristalización
de tendencias innatas, adquisitivas y posesivas de la especie humana,
y no como una creación histórica de clases y agentes
sociales concretos movidos por sus intereses fundamentales"
(Borón, 2001, p. 39). En otras palabras, el sistema capitalista
nos impone pensar que no hay otras alternativas sino la propia.
Las movilizaciones contrarias a esa visión única
del mundo -¡guiada por la economía!- inducen a que
pensemos en el mercado como un gran legitimador de todo que nos
ha llevado a vivir una nueva gran guerra, como afirma Alvin Toffler,
que pone en confrontación a las ONG (Organizaciones No Gubernamentales)
-por ejemplo la Abong, Attac, Greenpeace, Ação Educativa,
entre tantas otras- y las llamadas Organizaciones Intergubernamentales
(ING), como por ejemplo el Fondo Monetario Internacional o el Banco
Mundial, entre otras.
Ese enfrentamiento se ha materializado de forma simbólica
durante la realización del Foro Social Mundial de Porto Alegre
(Brasil), en el año 2001, en la misma época que en
Davos, Suiza, se reunió el Foro Económico Mundial.
En realidad, esa nueva guerra es una discusión sobre la perspectiva
adoptada a partir de una globalización centrada, única
y exclusivamente, en la lógica de un mercado legitimador
de todos los procesos.
Desde el punto de vista educacional esto es dramático, ya
que reduce la idea de formación de la ciudadanía como
siendo una simple formación para el mercado, o sea, la ciudadanía
se confunde con el mero derecho del consumidor. Por lo tanto, el
concepto de ciudadanía precisa ser reinventado, para que
se pueda comprender que formar un ciudadano es mucho más
que formar un consumidor. Seguramente es importante la formación
del consumidor, pero solamente como un elemento, una parte, de un
concepto mucho más amplio que es el de ciudadano. Para nosotros,
la ciudadanía es un espacio de enriquecimiento de la formación
del ser, un espacio del hombre y de la mujer productores de culturas,
de conocimientos, de bienes, no limitándose, por lo tanto,
solamente a la formación de un mejor consumidor.
Lo peor, es que esta perspectiva de consumo se amplía e
invade la escuela, transformándola únicamente en un
espacio de cambio de mercaderías, siendo los alumnos transformados
en meros consumidores de un nuevo tipo de mercadería: las
informaciones. Se instala así, la escuela shoppingcenter,
donde se imparte la lógica de la reproducción y la
proliferación de las mismas tendencias, de la uniformidad
de todo y de todos o, como dijo Eduardo Galeano en una sesión
del primer Forum Social Mundial, se trata de la mcdonalización
del mundo. Este proceso, en última instancia, busca trasformar
lo diferente en lo igual, o sea, es la búsqueda de la trasformación
del otro en Yo. Para hacer esto, nada mejor que un sistema educacional
centrado también en la misma lógica de uniformidad,
lógica esta que se trasforma en un tipo de violencia caracterizada,
principalmente, por la exclusión, puesto que surge de la
perspectiva de la homogenización.
El líder del movimiento zapatista de México, subcomandante
Marcos, analizó el fenómeno de la globalización,
en un artículo distribuido por la Internet, afirmando de
manera enfática: "el mundo es un archipiélago,
un rompecabezas cuyas piezas se convierten en otros rompecabezas
y lo único realmente globalizado es la proliferación
de lo heterogéneo".
Con esta reflexión de ámbito general, podemos ahora
centrar nuestro foco de atención en la educación,
para comprender la importancia de hacer una crítica a las
actuales estructuras de la educación y de las escuelas en
este contexto, ya que ellas pasan a desempeñar una función
crítica de homogenización del mundo, una vez que insisten
en la búsqueda de trasformar el otro en Yo.
Entendemos que la globalización debe ser pensada a partir
de otra perspectiva. Y esa otra perspectiva necesita ser comprendida
en su dimensión plural, un plural pleno, donde no tengamos
solamente la globalización de la economía, de la cultura
y de los valores en una única vía. Necesitamos, por
lo tanto, pensar la globalización en múltiples vías
o, como proponía Milton Santos, "una otra globalización"
(Santos, 2002).
Pensar en esa otra globalización significa pensar en otras
posibilidades de inserción del ciudadano en el mundo actual
y, por supuesto, dar a la educación una gran importancia,
constituyéndose en un espacio para la efectiva inserción
de los sectores populares en el mundo de las imágenes y de
las informaciones en que vivimos y, para tal, la presencia de las
TIC son fundamentales. Sin embargo, esa inserción en la escuela
necesita estar acompañada de una profunda reflexión
sobre sus usos y su apropiación. Y además de sus usos,
la propia cultura escolar en todos sus niveles debe ser heterogeneizada.
Las tecnologías, por lo tanto, son potencialidades ya que,
a pesar de tener la posibilidad de realizar un uso absolutamente
revolucionario de las mismas, lo que encontramos son proyectos que
las usan con la misma y tradicional lógica de los medios
de comunicación de masas. Los datos sobre el uso de Internet
en todo el mundo son muy claros. Un 50% de las visitas a sitios
en Internet, corresponden a sólo el 1% de todos los sitios
disponibles en el mundo. Obviamente, estos son los mismos de siempre,
destacándose las grandes corporaciones como CNN, Amazon,
Globo, Starmedia, Terra, los grandes portales que ya conocemos y
que tienen, muchas veces, una relación directa con los tradicionales
medios de comunicación de masas. Portales que repiten en
Internet -potencialmente un espacio de comunicación horizontal-
la lógica de la emisión centralizada y distribución
de informaciones, o sea, la lógica broadcasting.
El surgimiento de los llamados portales, especialmente aquellos
para la educación, traen de nuevo un viejo dicho ya conocido:
somos incompetentes para navegar solos en este mar de imágenes
e informaciones, porque seguramente nos vamos a perder navegando.
La solución tradicional, con la creación de los portales,
(equivalente a la búsqueda de los iluminados pertenecientes
a la alta Cultura o a la Ciencia -ambas en singular y con la "c"
mayúscula- y que definirán por dónde y cómo
podemos/debemos navegar) significa, metafóricamente, entrar
en el laberinto del mundo contemporáneo con el hilo de Ariadne
y con la brújula garantizando el caminar y el retornar absolutamente
seguro, sin riesgo de pérdida. Esta es, en última
instancia, la lógica tradicional del profesor conocedor de
todos los caminos y de sus peligros, dictando las reglas y procedimientos,
sin embargo ahora con nuevas y modernas tecnologías digitales.
Pido perdón a Fernando Pessoa, el gran poeta portugués,
pero... navegar no es preciso ¡Navegar es impreciso! Es tener
el coraje -y los medios, claro está- para lanzarse a aventuras
con planes de navegación que ofrezcan posibilidades, nada
más que posibilidades. Es andar al sabor del viento, muchas
veces por caminos distantes, para llegar a un puerto seguro.
Para navegar, los medios son necesarios
La democratización del acceso a estas tecnologías
exige acciones políticas concretas y valientes. Algunas iniciativas,
como la de los Telecentros comunitarios, apuntan en esta dirección
y están contenidas en varios de los Programas Sociedad de
la Información en desarrollo en prácticamente todo
el mundo, con el objetivo de ofrecer a los ciudadanos acceso a esos
recursos tecnológicos.
Pero no queremos sólo los ordenadores en los telecentros
y en las escuelas para repetir el mismo modelo de educación
-la educación broadcasting-, porque ya sabemos que estas
concepciones no están resolviendo los grandes desafíos
que presenta el mundo contemporáneo. La presencia de estas
tecnologías, desde las más simples, como los libros
impresos, a los ordenadores en red, produciendo nuevas realidades
(virtuales), posibilitan el establecimiento de nuevas conexiones.
Lo que se quiere, es una educación que parta del principio
de que el mundo contemporáneo exige conexiones, en todos
los sentidos. Conexiones que permitan a cada ciudadano poder participar
efectivamente, pero no sólo desde la perspectiva de recibir
un entrenamiento para el uso del ordenador. Precisamos combatir
con vehemencia la idea de la alfabetización digital pura
y simple. Si la alfabetización digital está desvinculada
de las demás alfabetizaciones, de las letras, de los números,
de las ciencias, de la política, del cuerpo, en suma, de
todos los procesos de alfabetización que son necesarios para
la formación del ciudadano, nos encontraremos una vez más
con el conocido analfabeto funcional, aquel que reconoce las letras
pero no sabe efectivamente comprender lo que está leyendo,
sólo que ahora, tendremos el analfabeto funcional digital,
aquel que sabe operar media docena de software pero sigue perteneciendo
al sector inferior de la pirámide social, sin ninguna capacidad
de decidir. Esto impone a la educación una enorme reflexión
sobre sus prácticas.
Actualmente, seguimos poniendo en práctica un modelo de
educación atado a las antiguas lógicas de los medios
de comunicación de masa. Sin duda esta cuestión nos
trae a la memoria la gran semejanza que tiene con el modelo de educación
bancaria, ya criticado por el educador brasileño Paulo Freire
(Freire, 2003).
Nuestro grupo de investigación está trabajando en
otra perspectiva, la que propone una superación de las llamadas
pedagogías de la asimilación, aquellas que buscan
tan solo inculcar en el ciudadano los valores de la cultura escolar,
la alta Cultura y la Ciencia (moderna), -ambas con la "c"
mayúscula- a través de determinados conocimientos,
como la universalidad de la ciencia, sin ningún vínculo
con sus necesidades presentes o futuras, y que no contemplan la
formación de un ciudadano participativo, crítico,
que pueda producir conocimientos a partir de su cultura originaria.
Esas pedagogías de asimilación encuentran gran espacio
en las escuelas de los sistemas formales de educación, ya
que se constituyen, esencialmente, en espacios que se centran en
la idea del orden, de la estabilidad, de la homogeneidad y de la
jerarquía. Basta que pensemos en la gestión de la
escuela, en las planillas de horarios, en los profesores con tiempos
parciales corriendo de escuela en escuela y sobretodo, en la concepción
del currículo aún vinculada a la idea de asignaturas,
con prerequisitos y estructura lineal de presentación de
contenidos. Para actualizar estos currículos, muchas veces,
sólo agregamos al conjunto de asignaturas algunas novedades,
como la informática o el vídeo educativo.
Estamos proponiendo otra alternativa que llamamos pedagogía
centrada en la diferencia, donde lo diferente sea considerado el
origen de todos los procesos. Aquí es importante comprender
que esta concepción considera lo diferente como una oposición
a la idea de identidad. Lo que se busca aquí es la posibilidad
de introducir en la educación una perspectiva que tenga a
la diferencia como fundante de los procesos. Se instaura, así,
un proceso colectivo de negociaciones de las diferencias, que pasan
a ser enaltecidas dejando de ser solamente soportadas, incluidas
en los procesos como elementos pintorescos e ilustradores de los
procesos de trasformación del diferente en el homogéneo.
Esta perspectiva, de considerar lo diferente como idea de fundante,
nos lleva a pensar en un flujo de diferencias, donde los procesos
son enriquecidos con la participación de todos. En este sentido,
no hay más actores que participan de los procesos educativos,
ya que todos pasan a ser autores de los procesos. Se aleja definitivamente,
en esta perspectiva, la idea de la búsqueda de trasformación
del diferente en la cultura hegemónica, en una especie de
encuadramiento, un encuadramiento dictado por el mercado
Esas trasformaciones, nos inducen a pensar en la educación
como una red de relaciones, donde no cabe más el currículo
cerrado y la dictadura del profesor. La educación pasa a
ser vista en plural: las educaciones, que pasan a existir a partir
de redes permanentes de negociaciones, con el fortalecimiento del
trabajo de los profesores en una perspectiva colectiva, colaborativa
y solidaria, imponiendo, por lo tanto, un cambio radical en la formación
del profesor. Esto exige, también, una articulación
sindical absolutamente fuerte, puesto que todo eso sólo se
hace con un profesor fortalecido y actuante políticamente.
Esto demanda, también, pensar en la adopción de programas
libres (open source), no propietarios, a partir de una profunda
reflexión sobre las posibilidades de trasformaciones radicales
en la sistemática del derecho del autor, como es conocido,
del copyright, introduciendo la idea del copypleft, que aquí
no deseamos desarrollar.
Precisamos trasformar la educación, y ella sólo cambiará
si cada escuela, cada espacio educacional, se trasformar en espacio
de producción de rebeldías. Hoy, quién prepara
y acomoda, es el mercado. La escuela debe preparar un ciudadano
participativo y crítico, que analice y discuta los problemas
de la sociedad, buscando saber, incluso, si es ésta la conformación
de la sociedad que queremos, desde el punto de vista educacional
hasta el punto de vista tecnológico.
Los espacios educacionales -sean los espacios formales (las escuelas
tradicionales) o los espacios informales (las organizaciones no
gubernamentales), incluyendo los actuales y festejados cursos a
distancia- deben pasar a constituirse en procesos y espacios, concretos
y virtuales, de excitación colectiva, cambiando la escuela,
haciendo que ella deje de ser un espacio de acomodación,
para constituirse en un espacio colectivo de convivencia y vivencia
de culturas originarias, de grupos humanos diversos, produciendo
permanentemente el conocimiento y no solamente constituyéndose
en un espacio de consumo de productos e informaciones.
Bibliografía
BORON, Atilio (2002): "A nova ordem mundial imperial e como
desmontá-la", in SEOANE, J., e TADDEI, E. (org.): Resistências
mundiais, de Seattle a Porto Alegre. Porto Alegre, Vozes, pp. 37-88.
CECEÑA, Ana E. (2001): "Pela humanidade e contra o neoliberalismo
- Linhas centrais do discurso zapatista", in SEOANE, J., e
Tadei, E. (org.): Resitências mundiais: de Seattle a Porto
Alegre. Petrópolis, RJ, Vozes, pp. 186-199.
FREIRE, Paulo (2003): Pedagogia do oprimido. Rio de Janeiro, Paz
e Terra.
PRETTO, Nelson de Luca (1999): Um escola sem/com futuro: educação
e multimídia. Campinas, Papirus.
-, y SERPA, Luis F. (org.) (2002): Expressões de sabedoria:
educação, vida e saberes. Salvador, EDUFBA.
SANTOS, Milton (2001): Por uma outra globalização:
do pensamento único à consciência universal.
Rio de Janeiro, Vozes.
Notas
* Este texto ha sido producido como parte de las investigaciones
"Educación y Tecnologías de la Comunicación
y de la Información: estado del arte y bibliotecas virtuales"
y "Políticas Publicas en Educación y Tecnologías
de la Información y de la Comunicación", desarrolladas
por el Equipo de Investigación Educación, Comunicación
y Tecnologías [http://www.faced.ufba.br/gec] de la Facultad
de Educación de la Universidad Federal de Bahía, que
posee el apoyo parcial de la FAPESB y del CNPq. Agradezco a todos
los integrantes por las habituales reflexiones sobre la temática
y, particularmente a Luis Felipe Serpa (in memorian) por las contribuciones.
Agradezco también a Roberto Aparici por sus contribuciones.
1.- Discurso de José Geraldo de Sousa Júnior, en
el Primer Telecongreso de Educación de Jóvenes y Mayores,
en Brasilia, Brasil, de 21 a 23/09/2001.
2.- Il Manifesto, http://www.ilmanifesto.it/app/marcos/index.html,
capturado en 20-06-2003. Cursivas del autor.
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Universidad Federal de Bahía, Brasil
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