Movilidad de estudiantes universitarios en Iberoamérica:
instrumentos para el reconocimiento de los estudios
Manuel Jaén García (*), Ana Madarro
Racki (**)
SÍNTESIS: La puesta en marcha del Programa de Intercambio
y Movilidad Académica (PIMA) entre universidades iberoamericanas,
hizo necesario el diseño de estrategias y de instrumentos
válidos para todas las entidades educativas componentes de
las redes, que permitiesen el reconocimiento académico de
forma automática de los estudios cursados en la universidad
de destino por la de origen.
Dadas las enormes diferencias existentes en los sistemas universitarios,
en los planes de estudio, e incluso en los calendarios académicos
entre las universidades integrantes de las redes, fue preciso un
amplio estudio de campo, que culminó con el diseño
de una metodología cuyos pilares fundamentales son la confianza
entre las instituciones, la transparencia informativa, la reciprocidad
y la flexibilidad. Todo ello ha permitido una gran fluidez en el
intercambio informativo y el funcionamiento de las redes con eficacia.
SÍNTESE: A promoção do Programa de
Intercâmbio e Mobilidade Acadêmica (PIMA) entre universidades
ibero-americanas tornou necessário o desenho de estratégias
e de instrumentos válidos para todas as entidades educativas
componentes das redes, que permitissem o reconhecimento acadêmico
de forma automática dos estudos cursados na universidade
de destino pela a de origem.
Dadas as enormes diferenças existentes nos sistemas universitários,
nos planos de estudo, e inclusive nos calendários acadêmicos
entre as universidades integrantes das redes, foi preciso um amplo
estudo de campo, que culminou com o desenho de uma metodologia cujos
pilares fundamentais são a confiança entre as instituições,
a transparência informativa, a reciprocidade e a flexibilidade,
tudo o que permitiu uma grande fluidez no intercâmbio informativo
e o funcionamento das redes com eficiência.
(*) Catedrático de Economía Aplicada
y vicerrector de Relaciones Internacionales de la Universidad de
Almería, España.
(**) Coordinadora de programas de la OEI.
1. Introducción
El objeto de este articulo es reseñar la experiencia realizada
en redes del Programa de Intercambio y Movilidad Académica
(PIMA) para desarrollar, de forma adecuada, el reconocimiento académico
de los estudios cursados en una institución del programa
por estudios pertenecientes a otra universidad de la red.
En la actualidad no existe en Iberoamérica un sistema de
comparabilidad y de reconocimiento de estudios análogo al
European Credit Transfer System (ECTS), desarrollado en la Unión
Europea como consecuencia de la experiencia del programa de movilidad
estudiantil Sócrates-Erasmus, en el que se produce el reconocimiento
de modo automático. La larga experiencia del programa de
movilidad ha permitido poner a punto instrumentos muy perfeccionados.
Desde el inicio del diseño del PIMA se tomó en cuenta
esta carencia de modelos consensuados y comunes a la región
que permitiese de forma clara y sencilla el reconocimiento, pero
se estipuló como condición de viabilidad del programa
asegurar que la movilidad de los estudiantes fuera acompañada
del correspondiente reconocimiento de los estudios cursados. Las
universidades adoptaron una nítida decisión en este
sentido, al tiempo que reconocieron la diversidad institucional
en la región, lo que requirió un desarrollo progresivo
de criterios que aportara transparencia y fructificara en propuestas
metodológicas para el reconocimiento de los estudios.
Para los coordinadores (institucional y académico) se planteó
desde el primer momento la necesidad de trabajar sobre las dificultades
que implicaba el proyecto, por la necesidad de obtener acuerdos
entre instituciones universitarias muy diferentes. No obstante,
se llegó a la puesta en común de una serie de criterios
y de documentos a través de los que plasmarlos, que se definen
en las siguientes páginas.
2. Metodología
Para la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el
reconocimiento de estudios es la condición fundamental del
PIMA, y la forma de garantizarlo ha sido la tarea central dada al
grupo de trabajo inicial para diseñar el programa y para
poner en marcha la experiencia piloto. Inicialmente este objetivo
se fue alcanzando mediante una estrategia que privilegiaba la confianza
mutua entre las universidades asociadas en red y la autoridad
de los equipos de gobierno de las que participaban, como expresión
de una voluntad política a favor de la cooperación
interuniversitaria en la región, que se materializó
en la firma de acuerdos al más alto nivel de las instituciones,
que garantizan al estudiante el reconocimiento del período
de estudios cursados en la universidad de destino a través
del PIMA. Para ello se diseñaron los instrumentos y los procedimientos
que recogen estos compromisos: compromiso previo de reconocimiento
de estudios, contrato de estudios.
Sin embargo, el desarrollo del PIMA, así como las tendencias
actuales en el campo de la educación superior, exigieron
seguir avanzando en el desarrollo conceptual de estrategias, de
criterios y de instrumentos que permitieran intercambiar información
entre las universidades, y comparar los planes y los sistemas de
estudio. Se trataba, entonces, de avanzar en la transparencia
informativa y en los procedimientos de comparación. Por eso,
en la convocatoria del PIMA correspondiente al año 2002,
se pidió a las universidades que, en la presentación
de sus proyectos de movilidad de estudiantes, explicaran la forma
en la que organizarían la tarea de intercambio y de análisis
de planes de estudio de las áreas temáticas en las
que realizaría dicha movilidad.
Al mismo tiempo, la OEI se propuso potenciar los recursos metodológicos
del dispositivo de trabajo en red de las universidades que participaron
en la experiencia piloto del PIMA, para desarrollar elementos conceptuales
del programa aún poco definidos en la región: formulas
de comparabilidad entre los sistemas, y estudios que facilitaran
la movilidad con reconocimiento de estudios.
Para ello, el modelo metodológico del proyecto se basó
en grupos de trabajo por áreas temáticas o redes PIMA,
que analizaron y sistematizaron criterios y modalidades de comparabilidad
traducibles en un producto final, que se ha utilizado como marco
de referencia en las siguientes ediciones del PIMA.
3. El programa PIMA: realidad y proyección de futuro
El Programa de Intercambio y Movilidad Académica entre universidades
iberoamericanas surge como iniciativa de la OEI en 1999. Tras la
fase de diseño, se organiza como experiencia piloto en el
curso 2000-2001, con el ánimo de cubrir una necesidad notoriamente
detectada en el ámbito de la cooperación entre los
países del área. Hasta ese momento, el único
procedimiento que permitía la movilidad de estudiantes, sólo
de forma bilateral entre España y Latinoamérica, era
el Programa de Cooperación Interuniversitaria (PCI). Pese
a su importancia y a la buena acogida de esta iniciativa, el programa,
desde sus inicios, se caracterizó por la corta duración
de la estancia, sólo dos meses, y por la falta de reconocimiento
de los estudios realizados. Eso convertía la estancia de
los estudiantes en universidades de otros países en una pasantía,
que aprovechaba el período vacacional producido por la diferencia
entre los calendarios académicos.
El PIMA busca algo más. En primer lugar, es un programa
multilateral organizado en redes temáticas,
en las que pueden participar universidades españolas, portuguesas
y de América Latina. En segundo lugar, se organiza de modo
que los estudiantes puedan obtener provecho académico de
su trabajo, pues consiguen el reconocimiento de los estudios
cursados en la universidad de destino por la de origen. Este reconocimiento
se realiza a través de los convenios firmados entre las universidades,
la red y la OEI, y de los contratos de estudio suscritos por el
estudiante y el coordinador institucional del PIMA en la universidad
de origen.
El PIMA presenta como aspectos diferenciales con otros programas
su carácter multilateral e iberoamericano, y que se dirige
al nivel de pregrado de los estudios universitarios. Su estructura
conceptual se desarrolla sobre los siguientes pilares: el valor
de la movilidad de los estudiantes, el trabajo en red, la focalización
en áreas temáticas, y el reconocimiento de los estudios.
A partir del curso 2001-2002, la consolidación del PIMA
se convierte en un hecho reconocido en el ámbito al que se
dirige. Aunque se han propuesto diversas iniciativas paralelas,
como las recomendaciones del documento de la xi Cumbre de Jefes
de Estado y de Gobierno preparado por la Secretaría de Cooperación
Iberoamericana (SECIB)1, o los acuerdos firmados entre la
Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE)
y sus homólogas de México (ANUIES), Brasil (ANDIFES),
Colombia (ASCUN) y Argentina (CIN), ninguna de ellas se ha concretado
en un programa semejante. En este sentido, la Comisión de
América Latina de la Sectorial de Relaciones Internacionales
de la crue (ceuri), en su reunión del 20 de julio de 2001,
y después de considerar la necesidad de promover un programa
de movilidad estudiantil de carácter multilateral, general,
amplio, con reconocimiento académico, con financiación
adecuada y duración suficiente, estimó necesaria la
creación de un órgano internacional coordinador, recomendando
que fuera la OEI quien asumiera ese papel. Por su parte, el ya citado
documento de la secib propuso que en el Programa Iberoamericano
de Movilidad de Estudiantes de Educación Superior, en caso
de ser aprobado como Programa Cumbre, se subsumiera y se absorbiera
el PIMA.
En consecuencia, dada la experiencia, la satisfacción de
los participantes y la estructura organizativa desarrollada, parece
deseable y conveniente un crecimiento sostenido y sostenible del
programa, es decir, la extensión y ampliación del
PIMA bajo la coordinación de la OEI.
4. Programas alternativos
Si bien existen algunas experiencias e iniciativas de movilidad
de estudiantes a nivel subregional o de intercambios bilaterales
que evidencian el interés estratégico que el tema
presenta para la cooperación universitaria, hoy no hay ningún
programa iberoamericano alternativo al PIMA, aunque sí un
amplio consenso en cuanto a la necesidad de proyectos de este tipo.
En el documento de la secib elaborado con motivo de la XI Cumbre
se dice textualmente: «La movilidad internacional de estudiantes
constituye una modalidad de cooperación que está actualmente
muy considerada y que figura en la agenda de casi todos los programas
de cooperación en educación superior [
]
Actualmente existen algunas iniciativas y programas de fomento de
la movilidad de estudiantes entre países iberoamericanos
que, aunque todavía a pequeña escala, permiten identificar
las limitaciones prácticas que supone actualmente esta modalidad
de cooperación. Una de las iniciativas en marcha está
promovida por la Organización de Estados Iberoamericanos
y ofrece un marco adecuado para la movilidad de estudiantes de pregrado».
En el mismo sentido, como quedó dicho, se manifestó
la Comisión de América Latina del CEURI. En las conclusiones
de la reunión celebrada el 20 de julio de 2001, se consideró
prioritaria la necesidad de un programa de cooperación: «Todas
las universidades coinciden en la necesidad y oportunidad de establecer
un programa de cooperación interuniversitario iberoamericano,
capaz de fortalecer los sistemas de educación superior de
los países y de avanzar en la construcción de un espacio
latinoamericano de Educación Superior, promoviendo la convergencia
de los diferentes sistemas educativos». Más adelante
se abogó por la necesidad de una institución coordinadora
del programa de cooperación, recomendándose que fuera
la OEI el organismo que asumiera esa función.
De igual forma se expresaron los vicerrectores y los directores
de relaciones internacionales de las universidades iberoamericanas
en las conclusiones de la reunión celebrada los días
13 y 14 de junio de 2001. En cuanto a los ámbitos y a las
modalidades de la cooperación, se propuso: «2. La cooperación
en la formación de pregrado, mediante el fomento de la movilidad
estudiantil con pleno reconocimiento académico, aprovechando
la experiencia positiva del programa Erasmus de las universidades
europeas, y mediante la creación de proyectos académicos
compartidos y de iniciativas de armonización de currículos
académicos».
Por último, en la Declaración de Lima sobre Cooperación
Universitaria Iberoamericana se sugirió la creación
de un programa iberoamericano de cooperación interuniversitaria,
que, entre otros propósitos, debe «prestar igualmente
atención preferente a la movilidad estudiantil y docente,
por la experiencia formativa que ella implica y por su contribución
a la creación del espacio académico iberoamericano;
en tal sentido se deberán incrementar las becas y ayudas
que promuevan dicha movilidad».
Por tanto, parece ser precisa la creación de un programa
de este tipo a gran escala, o, como se propone aquí, la ampliación
del PIMA, máxime cuando la propia Unión Europea ha
puesto en marcha el programa Erasmus-Mundus para estudiantes de
tercer ciclo, que busca la ampliación de este plan a todos
los países del mundo.
5. Estrategias e instrumentos adecuados para el reconocimiento
de estudios
Para la realización de este proyecto se partió de
un documento base que fue puesto a disposición de todas las
universidades participantes en la red. Dicho documento se utilizó
como punto de arranque para los talleres celebrados por las diferentes
redes.
En tres de los talleres participó de forma directa el coordinador
académico del proyecto, obteniendo información concreta
de los trabajos realizados por los demás. Tales talleres
correspondieron a las redes PIMA de Desarrollo Agrario y Economía,
red PIMA-Auditoría, y red Agroalimentaria de Escala.
Los objetivos de los talleres fueron dos:
- Desarrollar modelos e instrumentos de comparabilidad entre estudios,
que permitieran su reconocimiento en los pro-gramas de intercambio
y movilidad adaptados a las características de los programas
de estudios ofertados en las universidades de la red.
- Sistematizar una metodología de trabajo para el conjunto
del PIMA, y sentar las bases para la progresiva comparabilidad
de los sistemas de educación superior con vistas a la integración
regional.
La metodología de trabajo fue la siguiente:
- Presentación y discusión del documento base.
- Presentación de los sistemas educativos de los países
participantes, con especial incidencia en la educación
superior.
- Descripción de la estructura, de la organización
y de los estudios de cada universidad, sobre todo del área
temática objeto del trabajo.
- Análisis de los diferentes calendarios académicos,
teniendo en cuenta las diferencias hemisféricas.
- Análisis de los diferentes métodos de evaluación
y calificación en las universidades participantes en la
red.
- Examen comparativo de dichos métodos, buscando elementos
comunes destinados al reconocimiento académico de los estudios
cursados en otras universidades, considerando para ello las diferentes
metodologías de reconocimiento académico.
- Puesta en común de un método de reconocimiento
- Elaboración del modelo y de la propuesta de documento
- Análisis y acuerdos organizativos para la realización
de las movilidades y de los servicios de apoyo a los estudiantes
de intercambio.
Debe destacarse que, además, otras redes PIMA celebraron
reuniones preparatorias y de coordinación previas al inicio
del intercambio de estudiantes. En sus reuniones siguieron una estructura
de trabajo semejante, y aportaron los resultados de su trabajo a
la coordinación institucional del PIMA en la OEI. Las redes
PIMA que desarrollaron esos encuentros fueron: iberoeco y Ciencias
de la Tierra, ambas coordinadas por la Universidad de Barcelona
(España), y celebradas en La Habana; inside, coordinada por
la Universidad Nacional del Litoral (Argentina), y celebrada en
Guatemala; Humboldt-Historia y riede, coordinadas por la Universidad
Pablo de Olavide (España), y celebradas en Lima.
Así mismo, coordinadores del PIMA en diversas universidades
y la OEI, han participado en seminarios regionales y subregionales
sobre movilidad de estudiantes, intercambiando experiencias sobre
la cuestión del reconocimiento con responsables de otros
programas similares de ámbito subregional, como, por ejemplo,
el Seminario Internacional sobre Reconocimiento Académico
en la Movilidad Estudiantil, organizado por la redciun (responsable
de la cooperación internacional de las universidades argentinas),
y celebrado en las Universidades Nacional de Catamarca, Nacional
de Córdoba y Nacional del Litoral, todas de Argentina.
En el documento base se analizan las diferentes formas en las que
se puede realizar el reconocimiento.
Los contenidos, a partir de los propuestos inicialmente, y des-pués
del trabajo realizado en los talleres y en diferentes seminarios
y con el material documental consultado, pueden organizarse en dos
ejes temáticos:
- Criterios metodológicos para realizar la comparabilidad
entre los estudios.
- Criterios metodológicos para alcanzar la transparencia
informativa.
6. Criterios metodológicos para realizar la comparabilidad
entre los estudios
Los principios sobre los que se basa el intercambio de estudiantes
son los siguientes:
- Confianza entre las instituciones: el conocimiento mutuo
entre las instituciones docentes y la fiabilidad en la calidad
de la enseñanza impartida, constituyen el punto de partida
para la movilidad de estudiantes.
- Transparencia informativa: las instituciones firmantes
de los acuerdos deben tener un amplio conocimiento de los pla-nes
de estudio, de los calendarios académicos, de los programas
de las materias a cursar, de la organización de la docencia,
de los sistemas de calificación y de sus posibles equivalencias,
y de los planes de trabajo de las universidades contrapartes.
En un epígrafe posterior se desarrolla un modelo de guía
informativa que resulta adecuado para dar cumplida respuesta a
esta transparencia.
- Reciprocidad: el acuerdo entre las instituciones debe
ser simétrico y contemplar los mismos derechos y deberes
para los estudiantes de una y de otra, y las mismas obligaciones
de las universidades hacia los estudiantes. Para cualesquiera
efectos, y durante su permanencia en el aula, el alumno de movilidad
debe ser considerado como un miembro más de la universidad
de acogida.
- Flexibilidad: las diferencias organizativas en cuanto
a planes de estudio, a sistemas de calificación, a métodos
de superación de las materias cursadas por los estudiantes,
etc. son muy elevadas, aun entre las universidades de un mismo
país. La situación es todavía más
complicada cuando se trata de universidades de diferentes países,
en las que, incluso, hasta el calendario académico es distinto.
Por ello, es necesario aplicar la máxima flexibilidad posible
a los reconocimientos académicos que se realicen entre
diferentes universidades. La flexibilidad debe llevar consigo
el rigor en la interpretación del trabajo de reconocimiento,
pero, en ningún caso, la rigidez. La flexibilidad debe
formar parte del espíritu de todos los acuerdos de reconocimiento
que se firmen, y debe inculcarse no sólo a los coordinadores
institucionales o académicos del PIMA, sino a los decanos
y a los profesores que estén implicados en mayor o menor
medida en las materias que sean objeto de reconocimiento en las
redes.
Estos principios generales son reconocidos como necesarios por
la mayoría de los responsables de la educación superior
en la región, pero en muchos casos hay coincidencia en diagnosticar
características de rigidez en los sistemas curriculares de
las universidades latinoamericanas y europeas, incompatibilidad
en los despliegues académicos (asignaturas anuales y semestrales)
y en los calendarios lectivos, y rigidez o celo en el personal docente.
Todo ello, al impedir una articulación académica entre
las universidades, y junto con dificultades en la gestión
administrativa de estos asuntos en la propia universidad, entorpece
considerablemente la movilidad de estudiantes, que se ve agravada
por elementos externos que obstaculizan la libre
circulación de personas en la región2.
7. Sistemas de reconocimiento: ventajas e inconvenientes
El reconocimiento académico no es ni supone en ningún
caso una convalidación. El concepto de convalidación
implica la práctica igualdad de los programas de una determinada
materia o asignatura cursada en dos universidades distintas. La
convalidación se realiza por el profesor de la asignatura,
con el refrendo del jefe del área o director del departamento,
en su caso. La única calificación de la convalidación
es «aprobado».
Dadas las diferencias entre los programas cursados en materias
análogas en distintas universidades del mismo o de diversos
países, resulta utópico hablar de convalidación
en el contexto en el que nos movemos.
El concepto de reconocimiento académico es, al mismo tiempo,
más flexible y más realista. Si partimos de la base
de la calidad análoga de los estudios realizados en diferentes
universidades para obtener el mismo titulo, debemos concluir que
no es imprescindible que el alumno curse una determinada asignatura
o un programa específico para obtener una óptima formación.
En última instancia, sería factible y hasta
útil para su formación, que alumnos de universidades
del país A cursasen asignaturas entroncadas con la historia
o con la economía del país B, y les fuese reconocida
en su universidad de origen, como materia cursada, la historia o
la economía de su propio país.
En términos más concretos, sería posible realizar
el reconocimiento con cuatro metodologías diferentes:
- Por asignaturas: este método supone el análisis
materia por materia de los planes de estudio de las titulaciones
de las diferentes universidades que van a realizar los intercambios.
Si se quiere realizar un examen con detenimiento, será
necesario estudiar los programas de las distintas asignaturas.
La máxima rigidez implicaría reconocer sólo
aquellas asignaturas con programas iguales, o con semejanzas en
un 80% o en un 90% de sus contenidos. Un sistema más flexible
consideraría reconocibles asignaturas de nombres iguales
o equivalentes, y realizaría el reconocimiento en esos
casos. Lógicamente, es factible cualquier tipo de solución
intermedia.
Este sistema tiene como ventaja la aceptación casi mayoritaria
del profesorado y de los departamentos afectados, así como
la implicación del profesorado, de las áreas, de
los departamentos y de la facultad en el proceso de comparación
de los planes de estudio con la suficiente reflexión que
trae consigo, y con la necesidad de conocer la realidad universitaria
de otros países.
- Por créditos o por horas lectivas: este sistema
supone tan solo reconocer en la universidad de origen el número
de créditos (por ejemplo, en España, con el actual
sistema, cada crédito equivale a diez horas lectivas)3
cursados en la universidad de destino, sin tener en cuenta las
materias o asignaturas concretas.
La mayor ventaja del sistema es su enorme sencillez y flexibilidad,
pues el alumno y el coordinador académico pueden decidir
qué asignaturas van a ser reconocidas en la universidad
de origen, sin tener en cuenta los criterios del profesorado o
del área correspondiente.
El sistema implica una gran confianza entre las universidades
y en la labor del coordinador académico, al que se supone
sensato y buen conocedor de la titulación que coordina.
El principal inconveniente deriva de las reticencias que puede
provocar en el profesorado de las diferentes asignaturas o materias
el reconocimiento de las suyas sin su previo conocimiento.
Este sistema es el que, en mayor o menor medida, se aplica en
las universidades europeas dentro del programa Sócrates-Erasmus,
y en el programa Séneca de las universidades españolas.
- Tablas de equivalencias: es un sistema intermedio entre
los anteriores. Se inicia con la elaboración, por parte
de las áreas o departamentos y la aprobación por
la junta de gobierno de la facultad o por el órgano que
corresponda, de una tabla de equivalencias, en la que, utilizando
la máxima flexibilidad posible, se reflejan las materias
de la universidad de destino que serían reconocibles en
la de origen.
La tabla de equivalencias facilita en gran medida la labor de
los coordinadores académicos, ya que automatiza su trabajo
en la realización del contrato de estudios. Esta realización
implica a todos los estamentos y elimina cualquier tipo de reticencia
del profesorado, pues ha colaborado y ha dado su aprobación
a los reconocimientos previstos en ella por medio de la junta
de centro o de gobierno.
Sus principales inconvenientes son la lentitud en su elaboración
por el largo proceso burocrático que trae consigo, y la
posible rigidez por la intransigencia que pueda tener una parte
del profesorado.
En algunas universidades españolas se está realizando
este proceso como una segunda fase del reconocimiento académico
por créditos cursados.
- Por bloques semestrales o anuales: dadas las diferencias
en cuanto al número de horas lectivas semestrales o anuales
en las distintas universidades, así como la disparidad
en cuanto a la cantidad de materias o asignaturas a cursar, puede
resultar factible e incluso recomendable que el reconocimiento
se realice por bloques completos.
Este sistema es aún más flexible que el de créditos,
porque no implica ningún trabajo previo discriminatorio
del coordinador académico y porque facilita mucho la labor
del alumno, ya que éste se puede matricular en aquellas
materias que corresponden al semestre que va a cursar, sin ningún
otro trámite.
Los problemas que plantea saltan a la vista, pues dadas las diferencias
en los planes de estudio, el alumno puede volver a cursar asignaturas,
puede cursar más o menos materias, o tener más o
menos horas lectivas que en su universidad de origen. Hay que
emplear un sistema arbitrario, al igual que en el reconocimiento
por créditos aunque empeorado, al aplicar una determinada
calificación a las asignaturas cursadas.
El inconveniente por el lado del profesorado estaría en
su posible irritación por no poder intervenir en la calificación
de las asignaturas que imparte.
Este sistema se utiliza en la doble titulación de universidades
europeas.
Las diferentes redes han aplicado metodologías ligeramente
distintas, basadas en el reconocimiento por asignaturas. En todo
momento ha primado el principio de flexibilidad y la búsqueda
de beneficio para el estudiante. En el acta de la reunión
de la red Desarrollo agrario y económico,
se puede leer: «Los miembros de la red [...] entienden asimismo
que es necesario para su futuro adoptar un criterio general para
el reconocimiento [...] (en la actualidad) entienden
como lo más adecuado el reconocimiento por asignaturas,
comprometiéndose a la mayor amplitud de criterio y utilizando
cada una el procedimiento más adecuado y acorde a la normativa
interna de cada institución».
Por su parte, en el acta de la reunión de la red PIMA-Auditoria,
celebrada en Lima del 5 al 7 de marzo de 2002, se lee: «Las
materias o cursos aprobados en las universidades de destino serán
reconocidos en su integridad en las universidades de origen bajo
el criterio de reconocimiento por asignaturas, dentro de una política
de amplia flexibilidad y transparencia, aplicando equivalencias
o compensación según sea el caso».
El criterio de equivalencias implica que existen materias en la
universidad de destino que son equivalentes (en un elevado porcentaje)
a las que se pueden cursar en la de origen; mediante el segundo
criterio, compensación, se pueden reconocer como materias
recibidas en la universidad de origen otras seguidas en la de
destino que no tienen una clara correspondencia. Fundamentalmente,
se considera que la flexibilidad y los beneficios que obtiene
el estudiante por su conocimiento de otra realidad social y académica
son superiores a los costes de no cursar una determinada materia
que podrá estudiar en cursos de postgrado con posterioridad,
o bien por sí mismo.
En cuanto a la reunión de la red Agroalimentaria de
Escala, en su acta se dice «[...] la propuesta que finalmente
podría ser viable de aplicación en estos sistemas
universitarios, sería una combinación de dos o más
modalidades a discutir con mayor profundidad».
De las reuniones mantenidas con representantes de otras redes
se deduce que, de manera genérica, todas aplican en mayor
o menor medida un sistema de reconocimiento por asignaturas con
gran flexibilidad en cuanto a dicho reconocimiento, y siempre,
salvo en casos muy excepcionales, buscando el beneficio del estudiante.
No está unificado el procedimiento del reconocimiento,
que depende de la estructura interna de cada universidad, aunque
por lo general existe alguien, llámese vicerrector o director
de relaciones internacionales, decano, director o jefe de carrera,
que es el coordinador institucional y el máximo responsable
del reconocimiento, cuyo criterio prima por encima del de los
profesores.
En todas las reuniones se constató la necesidad de crear
una nueva conciencia, un cambio mental en el profesorado de todas
las universidades, sobre todo en el de las latinoamericanas, para
poder llevar a cabo de forma generalizada el intercambio. La actitud
obstruccionista de algunos profesores suele impedir una adecuada
fluidez en los intercambios. Por ello, es necesario conseguir
que docentes y discentes estimen análoga la calidad de
la docencia en todas las universidades, que el profesorado se
considere similar, y que los programas impartidos en otras universidades
se vean como equivalentes a los de la suya. De esa forma, se podrá
realizar de manera completa y adecuada un programa de movilidad.
Para conseguirlo, es fundamental el trabajo de coordinadores institucionales
y académicos, que, a través de seminarios y de reuniones,
puedan crear el espíritu apropiado en su profesorado y
en los estudiantes. En ese sentido, es importante que se transmitan
a la comunidad académica en su conjunto las ideas esenciales
que subyacen tras el PIMA:
- La insistencia en la movilidad como un valor en sí mismo.
- La necesidad de contrastar y de comparar la calidad de los sistemas
educativos.
- La búsqueda de espacios comunes de conocimiento y de
comprensión.
- El conocimiento de otras gentes, e incluso de otros idiomas
(casos de Brasil y Portugal).
- El futuro de las titulaciones en Iberoamérica, con homologaciones
automáticas de un país a otro.
- En definitiva, y como resumen de todo lo anterior, la crea-ción
de un espacio iberoamericano de educación superior.
8. Transparencia en la información: guías informativas
Para la correcta aplicación y puesta en marcha del PIMA
en las diferentes universidades y redes, es necesario poder disponer
de documentos que puedan aportar información de manera clara
y concisa sobre la universidad y sobre lo que la rodea.
La guía informativa es el instrumento que proporciona transparencia
al programa, y es de utilidad práctica pues responde, en
un lenguaje llano y comprensible, a todas y cada una de las preguntas
que pueden formularse profesores y alumnos de las universidades
tanto de origen como de posible destino. En ese sentido y desde
esa perspectiva, debe organizarse su contenido y cada una de sus
secciones. Dado que los idiomas de las universidades iberoamericanas
son el español y el portugués, sus ediciones deberían
ser bilingües. Además, sería recomendable que
dichas ediciones fueran electrónicas, divulgando por la red
las direcciones de acceso, gracias a su mayor versatilidad y facilidad
a la hora de realizar cambios y correcciones, y, cómo no,
a su menor coste.
La transparencia en la información implica el conocimiento
exhaustivo, tanto por parte de los estudiantes como de los coordinadores,
de las estructuras de los planes de estudio, de los programas de
las asignaturas, del profesorado, de los criterios de evaluación,
del número de créditos, de las modalidades de examen,
etc., de las universidades que forman parte de la red. Para ello,
y de forma homogénea, es necesario que las diferentes universidades
del programa elaboren guías informativas. En estas guías
se deberán reflejar los siguientes puntos:
- Descripción general de la ciudad en la que está
situada la universidad: localización geográfica,
climatología, accesos, medios de transporte, alojamientos
para estudiantes, centros culturales y de diversión, restaurantes,
etc.
- Descripción de la universidad: plano de su emplazamiento,
servicios que presta, tales como comedores, colegios mayores,
bibliotecas, instalaciones deportivas, conexiones a Internet,
etc., así como medios de transporte para el acceso a la
universidad.
Centros que componen la universidad y titulaciones que se imparten
en cada uno de ellos. Requisitos de acceso a cada titulación.
Trámites burocráticos que tiene que afrontar el estudiante
de intercambio, y unidades administrativas a las que tiene que dirigirse,
incluyendo nombres de los responsables, direcciones y teléfonos.
- Otras cuestiones de interés.
- Guías informativas por titulaciones, en las que se
incluirían: el plan de estudios de cada titulación,
con el número de créditos o de horas lectivas por
asignatura; el calendario académico, y una ficha por materia
en la que se especificaría el objetivo de la ésta,
su temario resumido, el profesorado que la imparte, el método
de enseñanza y el procedimiento de examen.
9. Conclusiones
9.1 Necesidad del PIMA
El recorrido realizado durante el período 2000-2004 ha puesto
de manifiesto el amplio consenso existente entre las universidades
componentes de las redes PIMA, en cuanto a la necesidad del programa
y a la voluntad manifiesta de buscar fórmulas que permitan
su ampliación a todas las universidades de los países
implicados.
Sin embargo, dicha ampliación no debería desvirtuar
el sentido último del programa en lo que se refiere a sus
aspectos de intercambio de alumnos con reconocimiento de estudios
realizados, y, en un futuro próximo, también de docentes,
como vía para la puesta en marcha de un espacio iberoamericano
de educación superior, que con tanto ahínco
se persigue. El programa es, por otra parte, una oportunidad única
para que los gobiernos y las universidades iberoamericanas puedan
buscar una cooperación adecuada, que permita contrarrestar
la fuerte influencia del modelo anglosajón.
9.2. Un único programa de movilidad para Iberoamérica
Se deberían aunar los esfuerzos y las iniciativas que se
están produciendo desde diferentes instancias para poner
en marcha programas de intercambio estudiantil con reconocimiento
académico subsumiéndolos en el PIMA, pues se trata
de un programa ya rodado, con experiencia, creíble, y en
el que tienen fe las universidades que participan. El modelo, en
el que las universidades han contribuido activamente con la OEI
para la elaboración de las bases de participación,
de los términos de referencia, de los procedimientos del
programa, e igualmente en los procesos de selección, es muy
satisfactorio, pues une la transparencia y la participación
activa de los actores implicados en el proceso. Esta concepción
de trabajo garantiza la credibilidad de los programas de movilidad
de los estudiantes.
9.3 Estrategias e instrumentos de comparabilidad entre estudios
El desarrollo futuro del programa supondrá, cada vez más,
la utilización de sistemas de reconocimiento a través
de créditos y de horas lectivas, y la realización
por parte de todas las universidades involucradas de guías
informativas de calidad que permitan a los interesados una amplia
comprensión de los requisitos y de las facilidades que tendrán
para su participación con garantía de éxito
en el programa. La manera más versátil y económica
de guía es la que se presenta mediante formato electrónico.
9.4 Instrumentos de comunicación entre la coordinación
del programa y los estudiantes
Por otro lado, y de forma complementaria, una herramienta útil
para la coordinación central del PIMA sería la creación
de una revista electrónica, en la que los estudiantes pudiesen
volcar sus experiencias, a la vez que tener acceso a las novedades
que se pudieran introducir en el programa. El formato de esa revista
podría ser diseñado por la coordinación del
programa, en colaboración con una comisión de las
universidades participantes.
Entre los espacios de la revista digital podría incluirse
un lugar común para el intercambio de opiniones en tiempo
real, con una denominación que sería algo así
como «el foro», «el ágora» o «la
plaza» del PIMA. Se trataría de un espacio de conversación
gratuito, en el que los estudiantes tendrían oportunidad
de intercambiar experiencias e informaciones, o de poner en conocimiento
de los coordinadores los problemas con los que se pueden encontrar.
Notas
1 Análisis y potencialidades
de la cooperación iberoamericana en educación superior.
2 Por ejemplo, la exigencia de
visados o la de portar una cantidad mínima dedinero para
entrar en algunos países.
3 El Real Decreto 1125/2003 establece
el concepto de crédito adaptado al espacio europeo de educación
superior en los siguientes términos: unidad de medida del
haber académico que representa la cantidad de trabajo del
estudiante para cumplir los objetivos del programa de estudios,
y que se obtiene por la superación de cada una de las materias
que integran los planes de estudios de las diversas enseñanzas
conducentes a la obtención de títulos universitarios
de carácter oficial y con validez en todo el territorio nacional.
En esta unidad de medida se integran las enseñanzas teóricas
y prácticas, así como otras actividades académicas
dirigidas, con inclusión de las horas de estudio y de trabajo
que el estudiante debe realizar para alcanzar los objetivos formativos
propios de cada una de las materias del plan de estudios correspondiente.
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