La Revista Iberoamericana de Educación es una publicación editada por la OEI 

 ISSN: 1681-5653

Está en: OEI - Revista Iberoamericana de Educación - Número 43

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 Número 43: Enero-Abril / Janeiro-Abril 2007

Enseñanza de la Matemática / Ensino da matemática

  Índice número 43 

Recordando al maestro

Juan Carlos Toscano *

El juego y la belleza están en el origen de una gran parte de las matemáticas. Si los matemáticos de todos los tiempos se lo han pasado tan bien jugando y contemplando su juego y su ciencia, ¿por qué no tratar de aprenderla y comunicarla a través del juego y de la belleza?

Miguel de Guzmán

Miguel de Guzmán nació en Cartagena en 1936 y tras estudiar Filosofía en Alemania regresó a Madrid, donde en 1965 se licenció en Matemáticas, ciencia a la que ya habrá de dedicar toda su vida. En 1968 es doctorado por la Universidad de Chicago, en la que ejerce como profesor, así como también en las de San Louis y Princeton, ambas en EE.UU., y en otros países como Brasil y Suecia.

A su regreso a España con su doctorado recién estrenado, introduce una corriente de aire fresco en las matemáticas españolas, abriendo horizontes a toda una generación de matemáticos, a los que sistemáticamente ayuda a salir para estudiar con los mejores especialistas del momento. En 1982 ingresa en la Real Academia de Ciencias desde donde impulsa varios programas ambiciosos, como el de descubrimiento y apoyo al talento matemático en la escuela primaria, del que se ocupaba actualmente.

Desde un principio tuvo también especial sensibilidad y preocupación por la enseñanza de las matemáticas, lo que le convirtió en autor de numerosos libros de texto, tanto de nivel universitario como de enseñanza secundaria, muchos de ellos verdaderos éxitos en su medio. Asumía con tanta responsabilidad su tarea de autor que dedicaba todos los años una semana para asistir a clases de matemáticas de enseñanza secundaria, lo que le permitía conocer las inquietudes de los jóvenes estudiantes, sus motivaciones y reacciones ante las propuestas de trabajo. Esta preocupación le llevó a ocupar entre 1991 y 1998 la presidencia de la International Commission on Mathematical Instruction (ICMI), máximo órgano internacional para el estudio de los problemas y mejora de la enseñanza de las matemáticas y de la formación de sus profesores.

Bajo su dirección se celebró en Sevilla en 1996 el International Congress on Mathematical Education (ICME), y fue quien impulsó la colaboración con los países en desarrollo para la mejora de la enseñanza de las matemáticas.

En 1991, con el apoyo del Ministerio de Educación de España y la Organización de Estado Iberoamericanos (OEI) puso en marcha un programa que se extendió desde entonces y hasta el año 1998. Se trataba del Programa Iberoamericano para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Ciencia y la Matemática (IBERCIMA) -proyecto que nos permitió en la OEI conocer a Miguel de Guzmán Ozámiz-, cuyas propuestas básicas, redactadas por él, incluimos en este número de la revista no sólo como homenaje a su figura sino por la vigencia de su pensamiento. La propia puesta en marcha del programa tuvo su origen en el II Simposio Iberoamericano sobre la Enseñanza de la Matemática en el Nivel Medio, que se realizó en septiembre de 1990 en Madrid, en los días previos a la celebración de la V Olimpíada Iberoamericana de Valladolid. En ese simposio, junto a Luis Santaló, sentaron las bases de lo que dos años más tarde sería el Programa IBERCIMA.

Al año siguiente acudió a la Olimpíada de Córdoba (Argentina), donde impartió, junto a Claudi Alsina, Valery Vavilov y Guy Brousseau, un seminario al que asistieron cerca de 250 docentes argentinos. Ése fue un inicio de muchos viajes a este país, invitado por la Olimpíada Matemática Argentina (OMA), coincidentes en su mayoría con las sesiones de cierre de la olimpíada nacional.

Desde 1992, la Olimpíada Iberoamericana de Matemática ha tenido en su cuarta jornada una prueba singular: la Prueba por Equipos. El diseño de la primera experiencia la realizó junto a los profesores cubanos Luis Davidson y Raimundo Reguera y una de sus propuestas consistió en que los equipos en lugar de resolver un problema, lo crearan en base a una situación matemática. En esa edición los equipos partieron del teorema de Pitágoras.

La matemática iberoamericana y su enseñanza siempre tendrán en Miguel de Guzmán un modelo a seguir. Su vocación iberoamericana no sólo se reflejó en las actividades que hizo con la OEI y con la OMA, sino en el hecho de que durante muchos años en sus vacaciones de verano viajara a El Salvador para dar clases en la universidad.

Ojalá todos los docentes iberoamericanos de matemática logren que en las clases sus alumnos jueguen y se diviertan haciendo matemática, se asombren y admiren de su belleza. Miguel de Guzmán ya nos mostró el camino y nos pertrechó de muchos instrumentos para ello. Ahora nos queda seguir su senda.

Nota:

* Coordinador de Programas, OEI.


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