POLÍTICAS EDUCATIVAS SOBRE NUEVAS TECNOLOGÍAS 
              EN LOS PAÍSES IBEROAMERICANOS
            Francisco Benavides * 
            Francesc Pedró ** 
            SÍNTESIS: El presente documento está 
              estructurado en cuatro partes, y tiene como objetivo primordial 
              ofrecer una visión panorámica del estado del arte 
              en el ámbito de las relaciones entre las nuevas tecnologías 
              de la información y de la comunicación (TIC) y la 
              educación escolar, prestando especial atención a su 
              vinculación con los procesos de innovación educativa 
              y sus implicaciones, tanto políticas como institucionales 
              y, por supuesto, pedagógicas, en los países iberoamericanos. 
              En la primera parte se establece el marco de expectativas relacionadas 
              con las aportaciones pedagógicas que las TIC pueden ofrecer 
              y es, en este sentido, un ensayo de recopilación de las posibilidades 
              y de los potenciales de estas tecnologías. En la segunda 
              parte se presentan las realizaciones, fundamentalmente desde la 
              perspectiva del acceso a las tecnologías y de la formación 
              del profesorado, en tanto que ambos han venido siendo los ejes fundamentales 
              de las políticas desarrolladas en los dos últimos 
              decenios, tanto en los países de la OCDE como en la mayor 
              parte de los países iberoamericanos. La tercera parte es 
              un ensayo de evaluación de los resultados obtenidos que intenta 
              ofrecer una respuesta al interrogante fundamental de si las inversiones 
              desarrolladas han generado los beneficios esperados, cuáles 
              de las expectativas iniciales se han visto colmadas y cuáles 
              no, y por qué razones. La cuarta y última parte sugiere 
              la agenda pendiente en términos de investigación educativa. 
            Palabras clave:TIC; políticas educativas; 
              formación del profesorado; OCDE. 
            SÍNTESE: O presente documento, que 
              se estrutura em quatro partes, tem como objetivo primordial oferecer 
              uma visão panorâmica do estado da arte no âmbito 
              das relações entre as novas tecnologias da informação 
              e da comunicação (TIC) e a educação 
              escolar, prestando especial atenção à sua vinculação 
              com os processos de inovação educativa e suas implicações, 
              tanto políticas como institucionais. e, como não poderia 
              deixar de ser, pedagógicas, nos países ibero-americanos. 
            Na primeira parte se estabelece o espaço 
              das expectativas relacionadas com as contribuições 
              pedagógicas que as TIC podem oferecer e é, neste sentido, 
              um ensaio de recopilação das possibilidades e dos 
              potenciais destas tecnologias. A segunda parte apresenta as realizações, 
              fundamentalmente do ponto de vista do acesso às tecnologias 
              e da formação do professorado, já que estes 
              vêm sendo os eixos fundamentais das políticas desenvolvidas 
              nos países da Organização para a Cooperação 
              e o Desenvolvimento Econômico (OCDE) e, também, é 
              claro, na maior parte dos países ibero-americanos nos últimos 
              decênios. A terceira parte consiste num ensaio de avaliação 
              dos resultados obtidos, que tenta oferecer uma resposta às 
              interrogantes fundamentais: se os investimentos desenvolvidos geraram 
              os benefícios esperados, quais das expectativas iniciais 
              viram-se satisfeitas e quais não, e por que razões. 
              A última parte sugere a agenda pendente em termos de pesquisa 
              educativa. 
            Palavras chave: TIC; políticas educativas; 
              formação do professorado; OCDE. 
            ABSTRACT: The main goal of this article, which 
              has been divided into four parts, is to give an overall picture 
              of the state of the art in the sphere of relations between new information 
              and communication technology (ICT) and school education. Special 
              attention will be paid to its connections with the processes of 
              educational innovation and its political, institutional and pedagogical 
              implications in the countries of Ibero-America. In the first of 
              the before mentioned parts, the work frame of expectations on the 
              pedagogical contributions that ICT can make, is set. In this way, 
              we can say that this part is an essay which presents a summary of 
              the possibilities and potential of these technologies. The second 
              part presents the execution, mainly from the point of view of technology 
              accessibility and teachers formation, since teachers are the fundamental 
              axis of development policies in the countries belonging to the Organization 
              for Economic Co-operation and Development (OCDE for its Spanish 
              acronym) and also in most countries of Ibero-America, during the 
              past two decades. The third part is an essay in which the outcome 
              is assessed. This essay aims at answering the fundamental question 
              to whether the investment done has brought the expected benefits, 
              and at shedding light on which expectations have been fulfilled, 
              which ones not and the reasons why. The last part presents a tentative 
              agenda with all the outstanding issues of educational research. 
            Key words: ICT; educative policies; education 
              of teachers; OECD. 
            1. INTRODUCCIÓN
            El presente documento tiene como finalidad principal 
              ofrecer una panorámica del estado del arte en el ámbito 
              de las relaciones entre las nuevas tecnologías de la información 
              y de la comunicación (TIC) y la educación escolar, 
              prestando especial atención a su vinculación con los 
              procesos de innovación educativa y sus implicaciones tanto 
              políticas como institucionales y, por supuesto, pedagógicas, 
              en los países iberoamericanos. 
            Su contenido se nutre de una doble fuente. En primer 
              lugar, de los trabajos que en esta materia han venido desarrollando 
              la OCDE y el CERI en particular, en los últimos años. 
              Y, en segundo lugar, de las conclusiones de los seminarios CERI/OCDE 
              en español (Spanish Speaking Seminars) desarrollados en España 
              (2001), México (2003) y Chile (2005)1. 
            2. EXPECTATIVAS Y POSIBILIDADES
            Aunque para muchos pueda parecer inaudito la introducción 
              de las TIC en los sistemas educativos es un fenómeno reciente 
              en el contexto de la historia escolar. La primera computadora personal 
              (PC) cumplió apenas veinticinco años, por lo que difícilmente 
              la reflexión pedagógica o las iniciativas políticas 
              acerca de las expectativas que podían generar pueden tener 
              más de veinte años. 
            Al mismo tiempo, en estas últimas dos décadas 
              los países de la OCDE han enfrentado cambios radicales en 
              su demografía, desarrollo económico y características 
              socioculturales que han impactado directamente en los sistemas educativos. 
              Los nuevos flujos migratorios, la consolidación de poblaciones 
              culturalmente heterogéneas, las economías basadas 
              en servicios y las desigualdades profundas son algunos de los fenómenos 
              ante los cuales los servicios educativos se ven confrontados. 
            Pese a la incertidumbre con respecto a las TIC y los 
              cambios globales y nacionales la mayoría de los gobiernos 
              decidió, prácticamente desde un principio, invertir 
              en la incorporación de dichas tecnologías a los diferentes 
              niveles educativos, así como en la promoción de la 
              alfabetización digital. ¿Qué principios o expectativas 
              impulsaron a los gobiernos a hacerlo? ¿Cuál es el 
              futuro que vieron en las TIC que los alentó a contribuir 
              para la solución de los retos contemporáneos? 
            2.1 LAS EXPECTATIVAS 
            Son muchas las declaraciones que se refieren explícitamente 
              a los efectos que se esperan conseguir gracias a la incorporación 
              de las TIC en el entorno escolar, y que legitiman que se conceda 
              una altísima prioridad tanto al diseño de políticas 
              sobre esta materia como al gasto de un considerable volumen de recursos 
              públicos. Está claro que las tecnologías no 
              son consideradas nunca una cuestión política aislada. 
              Sin embargo, en cuanto se refiere a sus aplicaciones educativas 
              lo cierto es que estas deben quedar perfectamente integradas en 
              planes políticos tanto educativos como, en un sentido más 
              amplio, socioeconómicos, relacionados con conceptos que van 
              mucho más allá de la perspectiva escolar. Entre ellos 
              están la educación permanente, las nuevas actitudes 
              requeridas por la sociedad red, el nuevo concepto de ciudadanía 
              y la alfabetización informática, por citar solo algunos. 
            Los ejes fundamentales que aparecen en todos estos 
              planes2 son por lo menos cuatro: 
            
              - De desarrollo económico: la importancia económica 
                de contar con una fuerza laboral altamente formada y operativa 
                en materia de cualificaciones relacionadas con las TIC y autosuficiente 
                en la nueva sociedad red.
 
              - De equidad y justicia social: las TIC consideradas como 
                una herramienta que puede contribuir a generar igualdad de oportunidades 
                o, cuando menos, a no empeorar la situación buscando la 
                reducción de la brecha digital.
 
              - De cambio pedagógico: las tecnologías digitales 
                han sido vistas como un elemento catalizador del cambio pedagógico 
                que el nuevo paradigma de la sociedad del conocimiento parece 
                urgir y que demanda la construcción de nuevos espacios 
                y oportunidades para el aprendizaje, como el elearning, así 
                como la redefinición de los roles y procesos en los ya 
                existentes, como el centro escolar.
 
              - De calidad en el aprendizaje: las TIC consideradas también 
                como un mecanismo para mejorar la calidad los procesos de aprendizaje, 
                haciéndolos considerablemente más atractivos para 
                los alumnos y supuestamente mucho más efectivos.
 
             
            En los apartados siguientes se buscará profundizar 
              estos cuatro ejes. 
            2.1.1 Expectativas de desarrollo y estrategia económica 
            En una economía globalizada, con desarrollos 
              tecnológicos dinámicos y un alto grado de competencia 
              entre países, el éxito de una nación depende, 
              hasta cierto punto, del nivel de formación de su fuerza laboral, 
              incluyendo sus cualificaciones tecnológicas. Por esto resulta 
              vital para la futura creación de lugares de trabajo y para 
              la mejora del bienestar social que los ciudadanos estén altamente 
              cualificados en el uso de las TIC. Esto debe ser válido no 
              solo para los que entran por primera vez en el mercado laboral o 
              los que ya están activamente integrados en él, sino 
              también para los desempleados que no cuentan con las cualificaciones 
              requeridas por la sociedad de la información. 
            Teniendo en cuenta la rapidez de la evolución 
              de los cambios en materia tecnológica, es necesario que los 
              gobiernos que deseen contar con una sociedad del aprendizaje se 
              doten de estructuras flexibles, a través de las cuales todos 
              los ciudadanos puedan actualizar regularmente sus capacidades y 
              conocimientos, y que faciliten el aprendizaje a lo largo de la vida. 
              Esto es de particular importancia en una sociedad de servicios, 
              donde cada vez más estos se convierten en procesos digitales 
              y en la cual solo los ciudadanos autónomos pueden obtener 
              el mayor beneficio. La integración de todos a la era digital 
              incluye también a aquellos que tradicionalmente no están 
              ligados a los mercados laborales o a los centros de enseñanza 
              formales pero que tampoco están totalmente excluidos de los 
              mismos, como las amas de casa, los jubilados o los trabajadores 
              activos en los mercados informales. 
            Desde la perspectiva de la gestión de los servicios 
              educativos, y aunque esta no sea quizá la expectativa más 
              importante, existe la creencia de que las TIC pueden contribuir 
              a la reducción de los costos de la actividad educativa, como 
              se considera que ha hecho la empresa privada. Esta economía 
              se logra al aumentar la eficiencia de algunos procesos administrativos 
              (inscripciones, pagos, etc.); de sus servicios (de préstamo 
              bibliotecario, de becas, etc.) y reduciendo algunos costos ineludibles 
              en la provisión de educación (gestión administrativa 
              y financiera, fundamentalmente). 
            2.1.2 Expectativas de igualdad y justicia social 
            En segundo lugar, las tecnologías pueden ofrecer 
              mejores oportunidades para aprender, e incluso para mejorar su calidad 
              de vida, a todas las personas con dificultades de aprendizaje o 
              físicas. Puesto que las TIC pueden ser una herramienta útil 
              para crear entornos muy flexibles de formación, pueden contribuir 
              a la igualdad de oportunidades para la formación independientemente 
              del género, de la ubicación geográfica, de 
              la extracción social o étnica, de la enfermedad o 
              de cualquier otra circunstancia de las que normalmente impiden o 
              dificultan el acceso, en términos de igualdad oportunidades, 
              a una formación de calidad. 
            Más aún, es una creencia compartida 
              por la mayoría de gobiernos (y de muchas otras instituciones) 
              que la lucha contra la brecha digital debe constituirse en la prioridad 
              política por excelencia en materia de las TIC y educación. 
              Nadie parece discutir que al territorio de las primeras se deber 
              ingresar de la mano de políticas públicas de carácter 
              compensatorio para que todos, incluso los más vulnerables, 
              puedan aprovecharlas. De lo contrario la ya creciente brecha digital 
              seguirá sumándose a los déficits profundos 
              de tipo económico o social preexistentes como lo advierten 
              diversos autores. Guillermo Kelly Salinas afirma que las TIC pueden 
              contribuir a la reducción de esta brecha siempre y cuando 
              existan al menos las siguientes condiciones y estrategias3: 
            
              - La generación de nuevos ambientes de aprendizaje, basados 
                en conocimientos especializados, en la investigación pedagógica, 
                en la producción de contenidos y de programas de formación 
                propicios tanto a nivel técnico como pedagógico.
 
              - El desarrollo de una plataforma flexible y abierta.
 
              - La capacitación del magisterio.
 
              - El desarrollo de estrategias de educación para padres 
                y el fortalecimiento de los programas compensatorios.
 
              - La existencia de condiciones económicas, y de financiamiento, 
                favorables y estables.
 
              - La definición clara de políticas de planeación 
                y evaluación.
 
             
            En la misma dinámica Juan Carlos Tedesco recordaba 
              que es necesaria una visión sistémica que rompa con 
              el determinismo social de los resultados del aprendizaje, pero advertía 
              que no vendrá de las TIC, sino de fuera de ellas4. 
            Un último argumento, de orden político, 
              que se debe destacar es que muchos gobiernos equiparan el desarrollo 
              de políticas favorables a las tecnologías digitales 
              con modernidad o vanguardia. Dicho de otro modo, además de 
              los argumentos económicos y políticos que las justifican, 
              pareciera que algunos gobernantes asignan a las TIC, ilusoriamente, 
              la función de un bote salvavidas gracias al cual se resolverán 
              paulatinamente muchos de los problemas educativos que 
              enfrentan, o la de un buque insignia al que todos seguirán 
              seguros de llegar a buen puerto. Para las naciones menos desarrolladas 
              la inversión en las TIC se vuelve una oportunidad para enviar 
              las «señales correctas» tanto al interior (a 
              los ciudadanos, docentes, etc.) como al exterior (inversores, organismos 
              de financiamiento, entre otros)5. 
              Con la llegada de una fase de cierto desencanto (como se explica 
              en el segundo aparato de este texto) este valor estratégico 
              de las TIC perdió fuerza, pero difícilmente podría 
              decirse que no continúa siendo muy significativo6. 
            2.1.3 Expectativas de cambio pedagógico 
            En tercer lugar, la introducción de las TIC 
              tiene la potencialidad de actuar también como una gran ayuda 
              para transformar los sistemas escolares en un mecanismo mucho más 
              flexible y eficaz. La mayor parte de los países se refieren 
              a las tecnologías, bajo esta perspectiva, como a un catalizador 
              para el cambio educativo y para el desarrollo de nuevos roles tanto 
              para los alumnos como para los profesores. Son muchos los países 
              que se han embarcado en reformas educativas en las cuales se espera 
              que la tecnología juegue un papel no solo importante, sino 
              crucial. 
            En tercer lugar, la introducción de las TIC 
              tiene la potencialidad de actuar también como una gran ayuda 
              para transformar los sistemas escolares en un mecanismo mucho más 
              flexible y eficaz. La mayor parte de los países se refieren 
              a las tecnologías, bajo esta perspectiva, como a un catalizador 
              para el cambio educativo y para el desarrollo de nuevos roles tanto 
              para los alumnos como para los profesores. Son muchos los países 
              que se han embarcado en reformas educativas en las cuales se espera 
              que la tecnología juegue un papel no solo importante, sino 
              crucial. 
            Así, queda claro que para poder enfrentar a 
              los nuevos desafíos que plantea la sociedad del conocimiento, 
              el sistema escolar debe adoptar nuevas metodologías, desarrollar 
              nuevos contenidos, nuevos modelos organizativos y nuevos métodos 
              de colaboración interinstitucional, inter-niveles educativos 
              y, de forma creciente, incluso a escala internacional7. 
            Las TIC son vistas por docentes y decidores como las 
              herramientas pertinentes para cubrir algunas de las asignaturas 
              pendientes tales como la renovación de los contenidos y la 
              del sistema de evaluación. Frente a un currículo tradicional 
              en el que la adquisición de conocimientos a través 
              de la acumulación enciclopédica sigue siendo preponderante, 
              que además es poco flexible y donde el conocimiento continúa 
              organizado en asignaturas y por grados, estas tecnologías 
              se presentan como un medio eficaz para avanzar hacia una redefinición 
              curricular que busca, fundamentalmente, proveer a los alumnos de 
              las estrategias de análisis y resolución de problemas 
              indispensables hoy en día. 
            Las tecnologías digitales exigen y facilitan 
              la emergencia de nuevos sistemas de evaluación (de alumnos, 
              de profesores, del propio sistema) más aptos, más 
              justos y que devienen parte de una estrategia pedagógica 
              para el beneficio del evaluado. Un ejemplo de esto son las evaluaciones 
              formativas de los alumnos, que consisten en valoraciones personalizadas, 
              permanentes, con diferentes elementos y con una retroalimentación 
              regular que busca hacer énfasis en el reconocimiento, el 
              mérito, y la identificación de las áreas de 
              oportunidad8. 
            Por otra parte, para muchos las TIC también 
              representarían el principio del fin del monopolio de la escuela 
              como el espacio físico de aprendizaje por excelencia. Si 
              bien es cierto que las tendencias parecieran indicar que los centros 
              escolares continuarán jugando un rol preponderante en las 
              décadas futuras, el fin del espacio único permite 
              la creación de diversos nodos de aprendizaje, de una red 
              de conocimiento que va mucho más allá de las fronteras 
              escolares y que es ad hoc a la sociedad contemporánea. Se 
              convierten en un puente sólido pero dinámico que incita 
              y facilita el acercamiento entre los diferentes niveles de la estructura 
              escolar (el aula, el profesor, la escuela, la coordinación 
              local) y la familia, la comunidad, el mundo empresarial, las autoridades. 
              Estos actores no solo tienen la capacidad de dar seguimiento a lo 
              que sucede en la escuela a través de las TIC, sino que, además, 
              ven en ellas una manera de interactuar, de contribuir en la toma 
              de decisiones, de exigir resultados, de proponer métodos 
              alternativos y de negociar contenidos, costos y prioridades. Sin 
              embargo, además de la construcción de un foro de intercambio 
              de ideas y compromisos, las TIC proponen repensar cómo capitalizar, 
              evaluar y valorar el aprendizaje formal (adquirido en la escuela 
              o en la formación respaldada con algún tipo de certificación) 
              y el informal9 (adquirido fuera 
              del contexto escolar, en el hogar, el auto-estudio, la práctica
) 
              y cómo medir su complementariedad. 
            Las TIC, finalmente, han sido al mismo tiempo objetivo 
              prioritario del desarrollo profesional docente y un medio más 
              para que este se realice. Esto debería suponer un mayor conocimiento 
              y una mejor comprensión de cómo se genera, adquiere 
              y utiliza el conocimiento. La formación a distancia, el trabajo 
              colaborativo no presencial, las comunidades de aprendizaje en línea, 
              el acceso por Internet a ilimitadas bases de datos, son solo algunas 
              de las posibilidades que las TIC aportan a la profesión docente 
              y que enriquecen las posibilidades de su desarrollo. 
            2.1.4 Expectativas de calidad en el aprendizaje 
            En último lugar, aunque no en menor medida, 
              los impactos pedagógicos de las TIC, más allá 
              de su pretendida capacidad de transformar los sistemas en su conjunto, 
              también deben dejarse sentir a una escala individual. Los 
              alumnos, en principio, deberían sentirse más motivados 
              por un entorno escolar donde estas tecnologías juegan un 
              papel relevante. Así, se espera que las TIC, por ejemplo, 
              promuevan la calidad del aprendizaje de los alumnos de enseñanza 
              secundaria que, con mayor frecuencia, tienden a pensar que la escuela 
              es irrelevante. También se espera de ellas que contribuyan 
              a mejorar los resultados académicos, en un contexto donde 
              su medición es cada vez más un criterio esencial de 
              evaluación de la calidad educativa. 
            Los entornos de aprendizaje ricos en TIC tienen el 
              potencial de hacer que los alumnos cambien su actitud porque les 
              exigen que asuman mayor responsabilidad en su enseñanza, 
              que utilicen la investigación y también sus capacidades 
              de colaboración, de dominio de la tecnología y de 
              resolución de problemas. Desde esta perspectiva, las TIC 
              amplían y enriquecen el aprendizaje al contribuir al desarrollo 
              de capacidades cognitivas de orden superior, entre ellas el análisis 
              y la síntesis. También puede decirse que las tecnologías 
              contribuyen a construir y/o elevar la autoestima de los alumnos, 
              haciéndoles ganar confianza en sí mismos y asumir 
              el futuro con una perspectiva de éxito10. 
            Las TIC en principio favorecen y facilitan el trabajo 
              en equipo, la interactividad y la creatividad de los estudiantes 
              y docentes. Muchas aplicaciones, como los correos electrónicos 
              o los grupos de discusión, están hoy integrados en 
              la vida cotidiana de muchos alumnos (y algunos docentes). Tecnologías 
              más recientes están ya siendo adoptadas por los estudiantes 
              y quedan aún por comprobar sus impactos y su integración 
              en la práctica escolar. Entre ellos están las páginas 
              electrónicas prefabricadas (blogs), los espacios privados 
              para incluir video, gráficos y textos (por ejemplo MySpace 
              o YouTube), o chats interactivos con video y sonido como el Messenger11. 
              El impacto de algunas tecnologías como los videojuegos o 
              los juegos en línea (como Second Life)12 
              o el potencial de los teléfonos celulares están siendo 
              explorados. 
            3. LAS ESTRATEGIAS POLÍTICAS
            Prácticamente no hay ningún país 
              en el mundo que no haya contado con un programa político 
              relacionado directamente con el uso de las TIC en la educación 
              escolar. Mientras que las naciones más desarrolladas han 
              dejado atrás la fase inicial y los planes vigentes son la 
              continuación lógica de los previos, en algunos países 
              en desarrollo los proyectos son relativamente recientes, y en otros 
              recién datan de alrededor del año 2001. 
            3.1 FASES EN EL DESARROLLO DE LAS POLÍTICAS 
            Desde un punto de vista histórico es fácil 
              distinguir cuatro fases consecutivas en el desarrollo de las políticas 
              con respecto a las TIC en el entorno escolar, que se repiten prácticamente 
              en todos los países: 
            
              - Una primera fase es la relacionada con la mera alfabetización 
                informática que a mediados de la década de 1980 
                se confundía con el aprendizaje de lenguajes de programación 
                concretos, como Basic o Logo.
 
              - Una segunda fase es la que pone el énfasis en 
                la introducción física pero también en la 
                incorporación curricular de las nuevas tecnologías 
                en los programas escolares, fase que se desarrolla fundamentalmente 
                durante los años noventa e incluye también los primeros 
                esfuerzos formales de capacitación de docentes.
 
              - Una tercera fase, a mediados de los noventa, es la que 
                puede denominarse de asunción de un concepto de aplicación 
                de las TIC como lema político, en el contexto de la promoción 
                de la sociedad del conocimiento, es decir, como una verdadera 
                palanca destinada a favorecer el cambio educativo utilizando singularmente 
                las capacidades de Internet.
 
              - Una última fase, en la que todavía nos 
                encontramos, caracterizada por un cierto desencanto que coincide 
                temporalmente con la crisis de las empresas puntocom, a partir 
                de 2001, y que se expresa con el descenso en el ranking de prioridades 
                de política educativa de todo lo relacionado con las TIC, 
                en buena medida porque los planes de dotaciones parecen haber 
                alcanzado su cenit y, sin embargo, las expectativas de ganancias 
                en términos de calidad educativa siguen sin poder ser suficientemente 
                acreditadas.
 
             
            Esta dinámica demuestra que el interés 
              político ha evolucionado desde una lógica cuantitativa 
              (cuántos ordenadores, cuántas escuelas conectadas, 
              etc.) a otra cualitativa donde adquieren mayor relevancia los aportes 
              de la investigación educativa (TIC sí, pero en qué 
              materias, con qué métodos y bajo qué condiciones). 
            3.2 ESTRATEGIAS COINCIDENTES 
            Hasta la llegada de esta última fase de desencanto, 
              las TIC constituían una de las prioridades en todas las agendas 
              políticas y existía un consenso prácticamente 
              universal de las estrategias a seguir para conseguir los objetivos 
              propuestos. En esencia, estas estrategias son dos: 
            
              - La inversión en infraestructuras y equipamientos, que 
                implica la dotación de ordenadores así como su conexión 
                a la red.
 
              - La creación de las condiciones favorables para su empleo 
                en las aulas.
 
             
            A continuación se examinan detalladamente los resultados 
              de estas dos estrategias. 
            3.2.1 Financiación y dotación de infraestructuras 
              y equipamientos 
            Una de las herramientas políticas más importante 
              para la difusión de las TIC en los sistemas escolares, y 
              tal vez la más relevante, ha sido la de asignar una elevada 
              tasa de inversión. Desde este punto de vista es posible identificar 
              una gran variedad de estrategias que conceden mayor o menor autonomía 
              a los centros escolares. En los Países Bajos, por ejemplo, 
              la filosofía que se sigue es que cada centro puede gastar 
              hasta el 80% del presupuesto aprobado para esta finalidad de forma 
              totalmente autónoma. El ministerio, por su parte, gasta el 
              restante 20% en actividades muy escogidas, como la provisión 
              de acceso a banda ancha, la creación de un portal de referencia 
              y algunas otras iniciativas de interés general. Es, con todo, 
              la cuestión de las infraestructuras comunes la que sigue 
              recibiendo mayor atención. 
            Una amplia mayoría de iniciativas destinadas a mejorar los 
              equipamientos tienden a estar destinadas, en los últimos 
              años, a la dotación de equipos multimedia y de conexiones 
              a Internet. La dotación de equipamiento apropiado de alta 
              capacidad y con potencial de conexión también guarda 
              relación con el desarrollo de un amplio abanico de servicios 
              en línea que se dirigen, en muchos casos, a solventar las 
              necesidades de los profesores y, con menos frecuencia, de los propios 
              alumnos algo así como un servicio de ayuda en línea. 
              Lo más frecuente es que se cuente con depósitos digitales 
              de recursos educativos, bases de datos de aplicaciones educativas, 
              redes para intercambio de buenas prácticas, grupos de discusión 
              sobre metodologías didácticas, y herramientas de auto-evaluación 
              de aptitudes. Canadá, por tener las tasas de conexión 
              a Internet más altas del mundo en sus centros educativos 
              y en sus bibliotecas, puede ser visto como un país con una 
              de las mejores prácticas en relación con la dotación 
              de infraestructuras tecnológicas para el sector educativo. 
              Allí se desarrolló una iniciativa denominada Schoolnet, 
              gracias a la cual se consiguió la total conectividad de todos 
              los centros y, en lo que respecta a la dotación de ordenadores, 
              se desarrollaron programas como el Computers for Schools que recoge, 
              repara y distribuye ordenadores usados que proceden de los sectores 
              público y privado. Una estrategia similar ha sido seguida 
              por otras naciones, como Estonia, uno de los primeros países 
              en desarrollo en cuanto a tasas de conexión a Internet de 
              sus centros educativos. 
            Además de proveer los ordenadores y de interconectar las 
              escuelas y las bibliotecas, también es importante que un 
              país disponga de una infraestructura de redes que ofrezca 
              la banda ancha necesaria a un coste lo más bajo posible para 
              los centros escolares (la situación ideal sería absolutamente 
              gratis o, en el peor de los casos, a un precio fuertemente subvencionado)13. 
              Por paradójico que parezca, en los países en vías 
              de desarrollo se puede facilitar así que el sector educativo 
              pueda utilizar las tecnologías como una solución a 
              muchos de los obstáculos que típicamente aparecen 
              en los sistemas educativos. Las TIC pueden posibilitar el desarrollo 
              de la formación a distancia, contribuir a reducir la falta 
              de personal cualificado y, al mismo tiempo, mejorar la formación 
              permanente del profesorado existente. Asimismo, permiten la creación 
              de depósitos de materiales docentes que pueden ser accesibles 
              a un coste muy bajo, tendiente a cero cuando se trata de recursos 
              educativos abiertos14. 
            Aunque estas inversiones han sido espectaculares en los últimos 
              años, todavía siguen absorbiendo importantes recursos 
              financieros. Esto se debe, en parte, a que en muchos países 
              los grandes objetivos políticos (tales como la conexión 
              de todas las aulas a Internet, o que todos los alumnos y profesores 
              cuenten con su propia dirección de correo electrónico, 
              por ejemplo), que ofrecen una gran visibilidad para el público, 
              todavía no se han conseguido. Por otra parte, a diferencia 
              de otras tecnologías, como por ejemplo la televisión, 
              las TIC plantean problemas importantes tanto de actualización 
              de software y de hardware, como de mantenimiento en ámbitos 
              como la seguridad. El punto oscuro de toda esta cuestión 
              no es, por consiguiente, que la dotación económica 
              haya sido hasta el momento insuficiente, sino un problema ulterior: 
              cómo garantizar el adecuado mantenimiento y actualización 
              de las inversiones, por lo que todavía es infrecuente el 
              acceso a soluciones apropiadas. 
            Lo cierto es que tanto para las iniciativas políticas relacionadas 
              con las infraestructuras como para las relacionadas con los contenidos 
              es imprescindible que el sector educativo reciba del gobierno los 
              recursos suficientes. Dadas las actuales circunstancias, los gobiernos 
              tienen que escoger con frecuencia cuáles son las prioridades 
              en materia de financiación educativa: ¿en la enseñanza 
              superior, que es más especializada y que solo beneficia a 
              unos pocos?, ¿o en la educación primaria, que está 
              más generalizada y que beneficia al conjunto de la población? 
              Este tipo de dilemas son inevitables en los países en desarrollo, 
              dada la limitada disponibilidad de recursos. Una forma que tienen 
              los gobiernos de aumentar el gasto en educación es priorizándolo 
              por encima del gasto en otros sectores. Así, por ejemplo, 
              Costa Rica representa probablemente el ejemplo más drástico 
              de cambio de prioridades: ya hace tiempo que el gobierno destinó 
              el presupuesto de defensa a la educación. Este compromiso 
              con la educación quedó consolidado en Costa Rica en 
              la reforma constitucional de 1998, que prescribe que el 6% del producto 
              nacional bruto se invierta en educación. Pero no parece que 
              otros países estén siguiendo este camino. 
            No obstante, en las naciones en desarrollo y en las ya desarrolladas 
              se ha implementado otra estrategia para incrementar los recursos 
              disponibles en el sistema educativo que implica la contribución 
              del sector privado y de las organizaciones no gubernamentales. Son 
              muchos los gobiernos que han abierto totalmente sus programas políticos 
              en materia de TIC en educación a la colaboración de 
              los sectores empresariales, específicamente a los fabricantes 
              de hardware, los proveedores de servicios de telecomunicaciones 
              y los desarrolladores de aplicaciones, y que desean recibir su apoyo. 
              En efecto, una aproximación a las iniciativas relacionadas 
              con las infraestructuras que se base exclusivamente en los esfuerzos 
              gubernamentales es tan solo una de las muchas posibles, y no necesariamente 
              la más eficiente. 
            Todos los gobiernos parecen estar convencidos de esta necesidad 
              pero continúan siendo una excepción los que lo han 
              conseguido. El éxito es muy variable y no es frecuente que 
              el sector empresarial invierta en consorcios con el sector público 
              si las regulaciones políticas y legislativas no conceden 
              algún tipo de incentivo como, por ejemplo, la desgravación 
              fiscal. Allí donde estos incentivos existen, el sector privado 
              y las organizaciones no gubernamentales pueden jugar un papel crítico. 
              En los Estados Unidos NetDay, una iniciativa capitaneada por voluntarios 
              posteriormente traspasada a Europa, ha sido crítica 
              para lograr la interconexión de más de setenta y cinco 
              mil aulas. Otro ejemplo es el de Brasil, que también cuenta 
              con la iniciativa de una organización no gubernamental, auspiciada 
              por el Comité para la Democratización de las tecnologías 
              de la información15, 
              y que ofrece aplicaciones y equipamiento informático gratuito 
              conseguido a través de campañas de donación. 
              De hecho, Brasil se ha sumando recientemente a la iniciativa One 
              Laptop per Child (OLPC) que, a bajo costo, va a equipar a cada alumno 
              con un ordenador portátil16. 
              México dispone de un proyecto similar cuya finalidad es la 
              de ofrecer equipamiento para las aulas y talleres de informática 
              de los centros escolares, proyecto coordinado por una organización 
              cívica: la Unión de Empresarios para la Tecnología 
              en la Educación que, además de contar con el apoyo 
              del sector privado, cuenta con participación de los gobiernos 
              federal y estatal. Costa Rica, por ejemplo, cuenta con un programa 
              denominado «Ordenadores en la enseñanza», un 
              esfuerzo mancomunado de los sectores público y privado desarrollado 
              por la Fundación Omar Dengo, cuyo principal objetivo son 
              las escuelas primarias. 
            3.2.2 Creación de condiciones favorables para el uso 
              escolar de las TIC 
            Además de disponer de los equipamientos y de las infraestructuras 
              necesarias, es importante establecer planes de acción que 
              contemplen todos aquellos elementos que pueden favorecer, cuando 
              no incentivar, el uso de las TIC en las aulas. Estos planes acostumbran 
              a tener en cuenta actividades en los siguientes dominios: 
            
              - a) La formación del profesorado.
 
              - b) La disponibilidad de contenidos y aplicaciones.
 
              - c) La creación de redes de apoyo.
 
              - d) El énfasis en la investigación y el desarrollo.
 
             
            a) Formación del profesorado 
            La formación de los educadores es vista, por todo el mundo, 
              como un requisito ineludible y se puede afirmar que la capacitación 
              en TIC de los docentes se dio fundamentalmente en dos fases. 
            Inicialmente la parte más sustancial de dicha formación 
              se dirigió a la alfabetización y capacitación 
              para aplicaciones pedagógicas y profesionales básicas, 
              buscando garantizar que tantos docentes como fuera posible adquirieran 
              las cualificaciones tecnológicas más básicas 
              para el manejo de procesadores de texto, de hojas de cálculo 
              y de Internet para investigar, etc. De una forma u otra, la mayoría 
              de los gobiernos ha fijado las cualificaciones mínimas que 
              en materia de TIC todos los profesores deberían poseer, como 
              el certificado pedagógico de tecnología instaurado 
              en Suecia, Dinamarca y los Países Bajos. 
            Posteriormente, el énfasis de la formación se desplazó 
              hacia las cualificaciones de carácter intrínsecamente 
              pedagógico, es decir, relacionadas con las aplicaciones pedagógicas 
              de las TIC. Esto incluye la capacitación para el uso curricular 
              especializado por asignaturas (uso de software especializado, simulaciones, 
              participación en redes de profesores de la misma asignatura, 
              entre otros). La mayor parte de los países ya han superado 
              la primera fase y, muy probablemente la mayoría de los pertenecientes 
              a la OCDE y la minoría de los latinoamericanos han pasado 
              a la segunda.  
            En algunos países se ofrecen alternativas de formación 
              a la manera de menú a la carta y son los propios centros 
              y las escuelas los que deciden, como sucede por ejemplo en los Países 
              Bajos, qué tipo de oferta les conviene. En otros, existe 
              un marco centralizado para la formación, como ocurre por 
              ejemplo en la formación continua en Suecia o en Dinamarca 
              y en algunos, como en España, las responsabilidades relacionadas 
              con la formación del profesorado, en esta materia, recaen 
              en las autoridades regionales. Pero cada vez está más 
              extendida la convicción de que para que se pueda hacer un 
              buen uso de las TIC la solución no radica en la formación 
              individual, ni siquiera en la formación a la carta, sino 
              en conseguir que equipos docentes completos opten, en conjunto, 
              por desarrollar sus propias iniciativas en este ámbito y 
              que la formación y el desarrollo sean consecuencia de las 
              necesidades del equipo docente y de sus proyectos pedagógicos 
              a futuro, y no solo de algunos de sus miembros. En este sentido, 
              Eileen Coppola (2004), argumenta que el uso de las TIC para fines 
              de formación es una práctica, y como muchas otras 
              prácticas, es un ejercicio socialmente construido, devenido 
              en el producto de los valores, conocimientos y habilidades de los 
              individuos, y por lo tanto, sujeto a contextos socioculturales específicos17. 
            También debe prestarse atención a la creciente provisión 
              de incentivos destinados a motivar al profesorado para que utilice 
              de forma creciente las TIC de manera general, y en el desarrollo 
              de su actividad profesional, en particular. Las medidas destinadas 
              a fomentar el uso de los ordenadores a un nivel más personal, 
              ofreciendo los equipamientos apropiados (como ordenadores portátiles 
              o domésticos) son menos frecuentes. Cuando acontecen, acostumbran 
              a dirigirse exclusivamente al profesorado y se acompañan, 
              por regla general de programas de formación, mientras que 
              iniciativas similares destinadas a los alumnos continúan 
              siendo muy raras. En Italia, por ejemplo, está en estudio 
              una iniciativa destinada a ofrecer préstamos libres de interés 
              a los profesores para que adquieran ordenadores personales. La comunidad 
              flamenca de Bélgica ha creado consorcios para permitir que, 
              por la vía de las grandes compras, las escuelas puedan obtener 
              ordenadores a bajo precio. En Alemania una asociación de 
              más de ciento veinte empresas de alta tecnología está 
              ayudando a los centros escolares a desarrollar sus propias infraestructuras 
              informáticas y de telecomunicaciones a precios más 
              reducidos ofreciéndoles, además, asistencia técnica. 
              En Suecia alrededor de setenta mil docentes han recibido gratuitamente, 
              por participar en cursos de formación, un ordenador para 
              su propio uso el que pueden conservar si dicho curso es superado 
              con éxito. También empieza a ser frecuente la creación 
              de figuras equivalentes a monitores pedagógicos, y no tecnológicos, 
              que ofrecen su apoyo para el desarrollo de proyectos concretos, 
              de forma que el soporte sea de índole más pedagógica 
              que tecnológica. 
            b) Disponibilidad de contenidos digitales y aplicaciones  
            La mayor parte de los países cuenta con programas destinados 
              a conseguir que los recursos digitales más esenciales estén 
              disponibles en la red. Pero lo cierto es que las políticas 
              en este ámbito muestran grandes diferencias porque la consideración 
              de lo que son los recursos docentes varía mucho entre naciones. 
              Así, por ejemplo, en Islandia existe el Centro Nacional para 
              los Materiales Educativos, una editorial multimedia sin ánimo 
              de lucro que pertenece al Estado y que desarrolla una infinidad 
              de paquetes educativos. Por el contrario, otros gobiernos prefieren 
              limitarse al desarrollo de aplicaciones pedagógicas tan solo 
              en algunas áreas prioritarias, como hace la Junta de Educación 
              en Noruega, mientras que algunos prefieren impactar al mercado ofreciendo 
              a sus centros escolares mayores presupuestos para la adquisición 
              de aplicaciones, estimulando así indirectamente a los proveedores 
              comerciales, como ocurre en los Países Bajos, o poniendo 
              en práctica un plan de préstamos de recursos para 
              el aprendizaje, como sucede en Noruega. Son mayoritarios los países 
              que ofrecen recursos económicos para que los maestros, con 
              la cooperación de otros profesionales, puedan crear sus propios 
              materiales digitales. Finalmente, otros, como por ejemplo Dinamarca 
              o Canadá, tienen iniciativas dirigidas a fomentar el desarrollo 
              de cursos de e-learning totalmente a distancia, destinados a los 
              alumnos para que puedan reforzar los aprendizajes escolares. 
            En lo que respecta a los países desarrollados es lógico 
              que sus posibilidades económicas faciliten también 
              iniciativas mucho más avanzadas en el terreno de los contenidos. 
              Canadá, por ejemplo, dispone del GrassRoots Program, que 
              ha ayudado significativamente a que tanto alumnos como profesores 
              se transformen en usuarios muy cualificados en las tecnologías 
              así como en creadores de proyectos en red de colaboración 
              pedagógica entre aulas y centros escolares distintos. Del 
              mismo modo, el Reino Unido cuenta con el National Grid for Learning, 
              un conjunto de recursos para la educación y el aprendizaje 
              permanente disponibles en Internet y que, en conjunto, pone en relación 
              un enorme número de instituciones educativas con proveedores 
              de contenidos para conseguir el acceso a unos materiales docentes 
              de alta calidad. 
            Sin embargo, sería un error ignorar los grandes avances 
              que se han alcanzado en América Latina. Tanto Chile como 
              Argentina han creado grandes portales de educación, en buena 
              parte financiados por empresarios (<www.educ.ar> y <www.educarchile.cl>), 
              que disponen de un gran abanico de recursos de aprendizaje tanto 
              para los profesores como para los alumnos18. 
              Colombia aprende. La red del conocimiento (<www.colombiaaprende.edu.co>) 
              es uno de los portales educativos latinoamericanos más completos, 
              y al igual que otros, este ofrece gratuitamente a sus usuarios servicios 
              de correo electrónico, un disco duro virtual, foros de discusión 
              y chat interactivos en tiempo real. Incluso naciones como República 
              Dominicana proveen a través de su portal educativo la posibilidad 
              para que los docentes, estudiantes y directivos lancen sus propios 
              blogs (www.educando.edu.do). Todos estos portales integran la RELPE 
              Red Latinoamericana de Portales Educativos sobre la 
              que nos detendremos más adelante. 
            Respecto del tema referido a la importancia del idioma y al desarrollo 
              de software y contenidos en la lengua materna del docente y del 
              alumnado, el mismo ha sido objeto recurrente de análisis, 
              particularmente en Iberoamérica. José Manuel Blecua 
              hace un resumen del estado del arte de la lengua española 
              en el mundo de las TIC y concluye que este idioma seguirá 
              teniendo un peso preponderante en las décadas venideras (contrario 
              al argumento generalizado de que el idioma inglés se volverá 
              monopólico) y llama a las comunidades hispanohablantes a 
              trabajar de manera coordinada para optimizar recursos y no duplicar 
              esfuerzos19. 
            c) Redes de apoyo 
            Existe un amplio consenso acerca de la necesidad de crear redes 
              educativas que permitan compartir recursos, conocimientos y experiencias. 
              Aunque estas redes no son fáciles de comparar y muestran 
              aproximaciones muy distintas, existen en todos los países 
              algunas veces financiadas por los gobiernos y, cada vez más, 
              auspiciadas y mantenidas por los propios docentes, y tienden 
              a tener de manera creciente vínculos internacionales. Este 
              fenómeno es particularmente interesante en Europa, donde 
              ya es frecuente que los países acentúen en sus programas 
              políticos la importancia de la cooperación internacional 
              en educación y de que se trabaje en estrategias que permitan 
              mejorar la calidad y la cantidad de los contactos internacionales 
              de sus centros escolares. No es ajena a ello la enorme cantidad 
              recursos que los organismos internacionales en el ámbito 
              europeo la Comisión de la Unión Europea, han 
              puesto a disposición de los centros escolares para facilitar 
              la dimensión internacional, singularmente europea, de la 
              educación. 
            Finlandia, Suecia y también Alemania parecen centrarse fundamentalmente 
              en el desarrollo de redes para la transmisión de contenidos 
              educativos y la oferta de servicios pedagógicos. Las comunidades 
              de Bélgica, Italia y Austria están implicados fundamentalmente 
              en la conexión de ordenadores con iniciativas europeas, y 
              Dinamarca, España y Grecia todavía están trabajando 
              el desarrollo sus propias redes nacionales. 
            Un buen ejemplo de red educativa en Latino América es la 
              RELPE (Red Latinoamericana de Portales Educativos), que se constituyó 
              en agosto de 2004 por acuerdo de los ministros de educación 
              de dieciséis países reunidos en Santiago de Chile 
              (<http://www.relpe.org/relpe>). Esta red, cuyo su objetivo 
              fundamental es el libre intercambio de recursos educativos entre 
              los países miembros, está formada por portales autónomos, 
              nacionales de servicio público y gratuito, que fueron elegidos 
              por cada uno de los Estados20. 
            En lo atinente a los contenidos cada país desarrolla los 
              de su portal siguiendo el propio proyecto educativo e intereses 
              nacionales, mientras que con respecto a la elección de la 
              plataforma tecnológica la misma es libre, como de libre circulación 
              en la Red son los contenidos desarrollados. 
            d) Investigación y desarrollo 
            En algunos países existe una creciente conciencia de que 
              se necesitan datos procedentes de la investigación para mejorar 
              los procesos de aprovechamiento de las posibilidades ofrecidas por 
              las TIC y, en definitiva, de realización de las expectativas. 
              Como la mayor parte de los desarrollos todavía se basa en 
              ejercicios de ensayo y error, por consiguiente, se necesita mucha 
              más investigación acerca de los nuevos modelos pedagógicos 
              y de las condiciones bajo las cuales los profesores y los alumnos 
              encuentran más incentivos en adoptar estrategias de e-learning, 
              ya sea para la docencia o para el aprendizaje. Otras cuestiones 
              que requerirían mayores dosis de investigación son 
              qué tipo de modelos y de aproximaciones pedagógicas 
              conseguirían interesar por igual a chicas que a chicos, el 
              desarrollo de nuevos métodos de evaluación y de examen, 
              y el valor real de los entornos virtuales aprendizaje en contextos 
              donde lo presencial ha sido, desde siempre, una característica 
              considerada ineludible. 
            4. UN ENSAYO DE EVALUACIÓN
            Así, pasados veinticinco años desde la creación 
              del primer ordenador y más de diez desde el inicio del acceso 
              público a Internet, el interrogante que se plantea es hasta 
              qué punto puede decirse que a raíz de esto los sistemas 
              educativos han cambiado. Para responder correctamente es imprescindible 
              valerse de algunos puntos de referencia, de los que existan evidencias 
              suficientes, y que permitan apreciar el progreso o los escollos 
              encontrados. 
            No cabe duda que la impresión por todos compartida de que 
              los progresos no han tenido la celeridad que se deseaba y, sobre 
              todo, que los resultados no han sido tan espectaculares como se 
              esperaba. Si bien es cierto que no existen demasiadas evidencias 
              comparativas acerca de los resultados, sí que las hay, para 
              empezar, con respecto a la cuestión del acceso y frecuencia 
              de uso. 
            4.1 EL ACCESO A LAS TIC  
            Esta impresión generalizada se sustenta en algunos datos 
              que permiten comparar el ritmo de acceso a la tecnología 
              en la sociedad tomada en su conjunto, por una parte, y en los centros 
              escolares, por otra. En efecto, cuando se analiza el crecimiento 
              del acceso general a las tecnologías, las evidencias permiten 
              afirmar que el crecimiento ha sido espectacularmente rápido. 
              La figura 1 muestra cuál ha sido este ritmo en algunos de 
              los países iberoamericanos, tomando como base el porcentaje 
              de ordenadores por 100 habitantes. Por razones de diferenciación 
              contextual el gráfico distingue entre dos grupos de países: 
            FIGURA 1 Crecimiento de la tasa de penetración 
              de los ordenadores, 1999-2005 Número de ordenadores por 100 
              habitantes (1999=100) 
              
            FUENTE : Unión Internacional de Telecomunicaciones, 
              2006. 
            
              - AL, que comprende Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, 
                Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, 
                Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, 
                Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
 
              - PE, que se refiere exclusivamente a España y a Portugal.
 
             
            En un período de seis años, el único para 
              el que existen datos comparables, la tasa de ordenadores por cada 
              100 habitantes se dobló en un ritmo que, curiosamente, es 
              exactamente el mismo tanto para los países latinoamericanos 
              como para el grupo de países europeos. Aunque el énfasis 
              del gráfico apunta a la rapidez del ritmo de crecimiento, 
              no hay que olvidar que las diferencias entre los dos grupos de países 
              en términos absolutos son tremendas: en el año 2005 
              había casi tres veces más ordenadores por cada 100 
              habitantes en España y en Portugal que en los países 
              latinoamericanos (21 a 8). 
            En segundo lugar, las diferencias dentro de cada grupo son también 
              muy importantes: por una parte, la tasa española (28) es 
              el doble que la portuguesa (13); por otra, la diferenciación 
              interna entre los países iberoaqmericanos es también 
              enorme y el grupo contiene valores tan dispares como los de Costa 
              Rica (20), muy superior al de Portugal; Chile, México y Uruguay 
              con valores próximos al de Portugal y países como 
              Bolivia, Guatemala y Honduras con apenas 2 ordenadores por cada 
              100 habitantes. Los datos de estos dos grupos de países quedan 
              muy por debajo de las medias europeas o del conjunto de los países 
              de la OCDE 
            FIGURA 2 Crecimiento de la tasa de acceso a Internet, 
              1999-2005 Usuarios de Internet por 100 habitantes (1999=100) 
              
            FUENTE: Unión Internacional de Telecomunicaciones, 
              2006. 
            cuando se trata de medir el porcentaje de hogares 
              que cuenta con un PC. Lamentablemente, solo se dispone de datos 
              para España, Portugal y México, donde los porcentajes 
              correspondientes son 43%, 38% y 12%, respectivamente, mientras que 
              la media en la Unión Europea (15) asciende a un 52%. Pero, 
              en cualquier caso, lo relevante es la rapidez del crecimiento, un 
              fenómeno al parecer universal. 
            Siguiendo la pauta de la anterior comparación, 
              la figura 2 ofrece, complementariamente, una imagen del ritmo de 
              crecimiento del acceso a Internet. Al contrastar las dos figuras 
              no quedan dudas: el mismo ha sido mucho más rápido 
              y espectacular que el acceso a los ordenadores, sin duda por razones 
              económicas puesto que la obtención de un PC suele 
              entrañar la adquisición de un bien costoso, mientras 
              que el acceso a Internet puede limitarse al pago de un servicio 
              puntual. 
            Para el grupo de países latinoamericanos la 
              tasa de acceso se quintuplicó en seis años mientras 
              que para España y Portugal se triplicó. Nuevamente, 
              sin embargo, esto no debe esconder las diferencias que existen entre 
              los dos grupos de países: el acceso a Internet en España 
              y Portugal (30%) triplicaba en el año 2005 la media de los 
              países latinoamericanos, los cuales, a su vez, presentan 
              grandes diferencias 
            TABLA 1 Porcentaje de alumnos con acceso a un 
              ordenador en el hogar y en la escuela Alumnos de 15 años 
              de edad de países de la OCDE participantes en PISA, 2000-2003 
              
            FUENTE: Base de datos PISA, 2000 y 2003. 
            entre sí, con Argentina, Chile, Costa Rica, 
              México y Uruguay con valores que se sitúan alrededor 
              del 20%, mientras Honduras y Paraguay rondan el 3%. Finalmente, 
              una vez más conviene recordar que los valores de España 
              y de Portugal son bajos en el contexto tanto de la Unión 
              Europea (15) como de la OCDE, siendo así que en el año 
              2003 (último disponible para el conjunto de dicha organización), 
              las tasas de aquellos dos países apenas alcanzaban la mitad 
              del valor medio en la OCDE. 
            TABLA 2 Porcentaje de alumnos con acceso a un 
              ordenador en el hogar y en la escuela en países participantes 
              en los CERI-OECD Spanish Speaking Seminars Alumnos de 15 años 
              de edad participantes en PISA, 2000-2003 
              
            FUENTE: Base de datos PISA, 2000 y 2003. 
            Es importante destacar que el fenómeno del 
              crecimiento en el acceso a las tecnologías encuentra también 
              su reflejo en el sector escolar. La tabla 1 muestra la variación 
              en el porcentaje de alumnos de 15 años de edad de los países 
              de la OCDE participantes en el Proyecto Internacional para la Producción 
              de Indicadores de Rendimiento de los Alumnos (PISA), que disponen 
              de acceso a un ordenador en su hogar y en la escuela y el aumento 
              de este porcentaje entre los años 2000 y 2003. 
            De hecho, el acceso a los PCs en las aulas escolares 
              parece seguir un ritmo de crecimiento que apunta, como objetivo 
              final, a la universalización de la presencia de los ordenadores 
              en las aulas escolares. A pesar de las variaciones internas, la 
              media de la OCDE para 2003 refleja esta intención. Pero es 
              importante comprobar que la tabla también sugiere que este 
              proceso de universalización se está dando también 
              en los hogares de estos mismos alumnos. Y, lo que es más 
              aún, el ritmo de crecimiento de este proceso en los hogares 
              es, tal y como demuestra el índice de variación entre 
              2000 y 2003, mucho más rápido en los hogares que en 
              los centros escolares. 
            Debido a la ausencia de datos comparativos sobre los 
              países iberoamericanos es difícil comprobar si esta 
              doble tendencia encuentra también su reflejo en ellos. Un 
              examen detallado de las estadísticas para cada uno de los 
              países de la OCDE sugiere que esta es la pauta universal 
              en todos y cada uno de ellos y, por consiguiente, lo más 
              probable es que así sea también para aquellos, más 
              tarde o más temprano. A modo indicativo, la tabla 2 ofrece 
              los datos correspondientes a tres países iberoamericanos 
              que también lo hicieron en PISA. 
            TABLA 3 Porcentaje de escuelas primarias con 
              acceso a Internet, comparado con el acceso del conjunto de la población 
              
            FUENTE: Para el conjunto de la población, 
              Unión Internacional de Telecomunicaciones (2006). Para las 
              escuelas Banco Mundial para países latinoamericanos (2006) 
              y Eurostat21 (2004) para países 
              europeos. En este último caso, las cifras europeas se refieren 
              al año 2003, las latinoamericanas al 2004. 
            Como cabía esperar, los escasos datos disponibles 
              acerca de estos países confirman precisamente esta suposición. 
              También es indicativo el hecho de que el ritmo de crecimiento 
              que muestran estos tres países en el ámbito escolar 
              duplica como mínimo el valor medio de la OCDE. La ausencia 
              de datos con respecto al entorno doméstico no permite, sin 
              embargo, valorar hasta qué punto los valores espectaculares 
              de México en este dominio son predicables del conjunto de 
              países o describen una situación muy específica 
              de este país. 
            Esto no significa, de ningún modo, que en muchos 
              de los países de la región el centro escolar haya 
              dejado de ser el lugar por excelencia desde el cual los niños 
              y jóvenes pueden disfrutar de un acceso a Internet. Niveles 
              muy distintos de desarrollo y, en general, las disparidades internas 
              dentro de los países latinoamericanos permiten presuponer 
              que el tamaño de la brecha digital puede ser muy grande. 
              Pero, dando esto por hecho, sería cerrar los ojos a la realidad 
              no considerar igualmente que el acceso doméstico a las tecnologías 
              aumenta de forma espectacular, a un ritmo nada desdeñable. 
             
            Más difícil de evaluar, de nuevo por 
              la ausencia de datos comparables, es el acceso a Internet desde 
              los centros escolares. Las cifras que presenta la tabla 3, y que 
              proceden de fuentes distintas, representan un primer intento de 
              evaluación del porcentaje de escuelas de educación 
              primaria que disponen de acceso a Internet en aquellos países 
              iberoamericanos para los que esta cifra es conocida22. 
            Con la excepción de Costa Rica, todos los restantes 
              países muestran que la facilidad de acceso a Internet en 
              los centros escolares es muy superior a la que tiene la población 
              en general. En el caso de Portugal y de España la tasa de 
              acceso en los centros duplica aproximadamente la de la población 
              en general y en el caso de los restantes países, la triplica. 
              Se trata de una clara indicación de hasta qué punto 
              las inversiones en este dominio particular reflejan una prioridad 
              política. El resultado ha sido que los centros escolares 
              se han convertido durante estos años en lugares privilegiados 
              de acceso y, como resultado, profesores y alumnos han podido contar 
              con oportunidades de conectividad muy por encima de las posibilidades 
              de la media de la población, aunque es probable que estas 
              posibilidades ya hayan sido superadas por la evolución que 
              en todos estos países han tenido recientemente las telecomunicaciones, 
              hacia el horizonte del acceso universal. 
            4.2 EL USO DE LAS TIC 
            Una segunda cuestión, tanto o más importante 
              que la facilidad de acceso, es hasta qué punto los equipamientos 
              y las conexiones disponibles se usan. Este es un indicador importante 
              por dos razones: porque ofrece una panorámica del grado real 
              de penetración de las TIC en el trabajo docente y porque 
              permite estimar lo oportuno de la inversión realizada. 
            Una vez más es preciso insistir en la ausencia 
              del abanico óptimo de datos comparables que permitiría 
              emitir un juicio valorativo fundado, de modo que es preciso resignarse 
              a utilizar las pocas cifras disponibles como una indicación 
              de tendencias. Y estas indicaciones parecen sugerir con claridad 
              dos cosas: 
            
              - El nivel de uso de las TIC en los centros escolares es bajo 
                y la frecuencia dista mucho de ser diaria.
 
             
            FIGURA 3 Frecuencia de uso de las TIC en los 
              centros escolares y en los hogares Porcentaje de alumnos de 15 años 
              de edad que utiliza PC por lo menos varias veces a la semana, 2003 
              
            FUENTE: Base de datos PISA, 2003. 
            
              - Paradójicamente, el nivel de uso en los hogares o, más 
                en general, fuera del entorno escolar, se ha disparado en los 
                últimos años y no deja de crecer, con niveles que 
                superan con creces los del uso escolar.
 
             
            No existen datos que muestren el detalle de la frecuencia 
              de uso de las TIC en los centros escolares ni para el conjunto de 
              países de la OCDE ni mucho menos para los países iberoamericanos. 
              Los únicos datos disponibles son los que ofrece PISA 2003 
              y que comparan el nivel de uso en el hogar y en el centro escolar 
              para alumnos de 15 años edad, cuyos valores se reproducen 
              en la figura 3 a continuación. 
            El análisis de la figura muestra que, con solo 
              cuatro excepciones, el porcentaje de alumnos de 15 años de 
              edad que usa en su casa un ordenador con cierta frecuencia, por 
              lo menos varias veces a la semana, es muy superior al del que lo 
              hace en la escuela. Para la mayoría de los países 
              el primer porcentaje duplica al segundo, aunque hay casos en los 
              que llega a triplicarse. En un contexto en el que el 92% de estos 
              alumnos declaran tener acceso a un ordenador en su centro escolar 
              (véase tabla 3), encontrarse con que, en conjunto, menos 
              del 40% lo utiliza varias veces a la semana, es una clara afirmación 
              de que el nivel de uso es bajo. Enunciado de otro modo: más 
              de la mitad apenas si lo usa una vez a la semana o incluso menos23. 
            En los datos disponibles solo aparecen referencias 
              a tres países iberoamericanos. Se trata de México, 
              Portugal y Uruguay. Los dos últimos siguen el patrón 
              más común en los países de la OCDE, es decir, 
              baja utilización en el entorno escolar por comparación 
              a los niveles de uso en casa, claro está para aquellos alumnos 
              que ya tienen esta facilidad. Pero México, en cambio, muestra 
              un comportamiento distinto por cuanto el nivel de uso en los centros 
              escolares es algo superior al que se da en los hogares y es razonable 
              suponer, vistas las cifras de la tabla 2, que en el corto plazo 
              esta situación vaya a cambiar, si no lo ha hecho ya, para 
              seguir el patrón predominante. 
            En realidad, el análisis debería ser 
              mucho más preciso, mostrando si fuera posible el número 
              de horas o de minutos que se utilizan las TIC a la semana. Las únicas 
              cifras disponibles que ofrecen una indicación detallada del 
              nivel de uso corresponden a la enseñanza primaria en algunos 
              países europeos proceden de Eurostat y se refieren, otra 
              vez, al año 2003. Para el conjunto de la Unión Europea 
              (15) el valor medio de uso semanal de los ordenadores en educación 
              primaria fue de 3,2 horas, mientras que el valor medio del uso de 
              la conexión a Internet fue de media hora semanal. 
            Hay varias razones que podrían explicar este 
              estado de cosas, dos de las cuales tienen que ver con las infraestructuras 
              y equipamientos y, más en concreto, con las ratios de alumnos 
              por ordenador y las posibilidades técnicas de estos equipamientos. 
            En primer lugar, poco se sabe acerca de las ratios 
              de alumnos por ordenador y nuevamente hay que recurrir a datos de 
              2003 exclusivamente referidos a la Unión Europea (15) cuando 
              se trata de la educación primaria. De acuerdo con ellos, 
              la ratio media de alumnos por ordenador con conexión a Internet 
              en estos países sería de 37 alumnos 
            TABLA 4 Ratio de alumnos por ordenador en la 
              enseñanza secundaria Alumnos de 15 años de edad, según 
              informes de los directores de centros, 2003  
              
            FUENTE: Base de datos PISA, 2003. 
            (15, si se computan también los ordenadores 
              sin conexión). Obviamente, se trata de una ratio que sugiere 
              que difícilmente se puede cumplir la máxima de tener 
              no ya un ordenador por alumno, sino tan siquiera uno por aula, puesto 
              que esta ratio es muy superior al tamaño medio de los grupos 
              clase en estos países. En el caso de la enseñanza 
              secundaria se puede contar con los datos que arroja PISA, también 
              referidos al año 2003, y basados en las informaciones facilitadas 
              por los directores de los centros escolares. De acuerdo con ellos, 
              el valor medio de la OCDE sería de 6,25 alumnos por ordenador, 
              pero tal y como muestra la tabla 4, los valores correspondientes 
              a los pocos iberoamericanos de los que se tienen datos son muy superiores, 
              aunque algo mejores que los correspondientes a la enseñanza 
              primaria. 
            En segundo lugar, mucho menos se sabe aún del 
              nivel de actualización de los equipamientos existentes y 
              de la calidad de las infraestructuras, pero es razonable suponer 
              que en los cálculos acerca del acceso a los ordenadores o 
              de las ratios de alumnos por ordenador se esconden grandes diferencias 
              en cuanto a las características y capacidades técnicas 
              de los ordenadores disponibles24. 
              De ser así, esto haría difícil la incorporación 
              de aplicaciones actualizadas y quizás no sería demasiado 
              aventurado suponer que una buena parte de la base tecnológica 
              existente carece de capacidades multimedia. 
            Pero, indudablemente, la razón más poderosa 
              para explicar la relativa baja frecuencia de uso tiene que ver con 
              la imposibilidad de integrarlo de forma viable y consistente con 
              los actuales modelos y métodos de enseñanza. Dada 
              la organización de la institución escolar y, en particular, 
              la gestión de los tiempos de clase, de todo lo anterior pueden 
              deducirse con facilidad dos cosas, no necesariamente excluyentes 
              entre sí: 
            
              - Los ordenadores no se usan en todas las materias y, por consiguiente, 
                hay un porcentaje elevado de materias en las cuales el nivel de 
                integración es prácticamente inexistente o, desde 
                otra perspectiva, existe un elevado número de profesores 
                que no los integra en sus actividades de enseñanza.
 
              - El nivel de integración en las actividades de enseñanza 
                y aprendizaje es puntual, hasta el extremo de que con la frecuencia 
                de uso que se acredita difícilmente puede pensarse que 
                la integración de las TIC ha supuesto la transformación 
                del modelo de aprendizaje escolar predominante antes de su aparición 
                en escena.
 
             
            4.3 INDICIOS DE CAMBIO PEDAGÓGICO 
            Sin embargo, negar la existencia de una serie de innovaciones 
              puntuales y de algunos cambios tanto a nivel conceptual como en 
              las prácticas pedagógicas en determinados contextos, 
              sería erróneo. 
            Algunos de ellos son los siguientes: 
            
              -  Las redefiniciones conceptuales.
 
              -  La diversificación de las estrategias y herramientas 
                pedagógicas.
 
              -  El surgimiento de nuevos modelos de enseñanza.
 
             
            4.3.1 Redefiniciones conceptuales 
            La aparición de las TIC en la dinámica cotidiana 
              de los centros educativos significó, necesariamente, un elemento 
              perturbador para todos en un inicio, un componente inspirador para 
              algunos en el mediano plazo y una necesidad cada vez más 
              arraigada para los más. Nuevos roles, nuevos actores y, en 
              muchos casos, nuevas dinámicas se han instalado en el corazón 
              mismo del proceso de enseñanza y de aprendizaje. 
            El proceso de aprendizaje 
            Una de las particularidades que trajeron consigo las TIC fue que, 
              súbitamente, gran parte del profesorado se encontró 
              en una situación desventajosa con respecto a sus alumnos. 
              Es decir, los docentes se vieron obligados a entrar en una lógica 
              de aprendizaje para manejar las TIC al mismo tiempo que sus estudiantes, 
              y rápidamente resultaron ser aprendices menos eficaces. Paradójicamente 
              quizá, los más pequeños, los que nacieron en 
              la era de la sociedad del conocimiento25, 
              fueron los que sin cursos formales o un plan de estudios sumamente 
              estructurado se adaptaron rápidamente a los cambios tecnológicos 
              y mejor se sirven de ellos. 
            Evidentemente esta afirmación no es válida ni homogénea 
              para todas las estructuras sociales ni para todos los alumnos. Sin 
              embargo, resulta innegable que este fenómeno provocado por 
              las TIC obligó a repensar la definición tradicional 
              del proceso de aprendizaje. El debate de quién y qué 
              es un aprendiz, cuál es el rol del enseñante y quién 
              puede desempeñar esta función, y en qué consiste, 
              y para qué es el conocimiento que se produce, se volvió 
              entonces ineluctable. Solo por mencionar un ejemplo muy evidente 
              de esto, diversas iniciativas relacionadas con la formación 
              del profesorado en TIC, implican la participación formal 
              de alumnos (como prestadores de servicios, con salario y contrato, 
              por ejemplo) que imparten cursos a sus propios profesores26. 
            La expansión del círculo de aprendizaje 
            Las TIC también trajeron consigo la aparición de 
              nuevos actores, que ampliaron la concepción del proceso pedagógico. 
              Anteriormente estos actores, tales como los técnicos/asistentes 
              tecnológicos y/o los educadores tecnológicos (ET), 
              simplemente no existían o eran concebidos fuera del sistema. 
              Algunos investigadores, como Davidson (2003) afirman que el surgimiento 
              y fortalecimiento de nuevos roles en las estructuras educativas 
              como el de ET, son un indicador válido para medir el progreso 
              y la estabilidad de las reformas efectuadas27. 
            También produjo la posibilidad real de acercar algunas comunidades 
              formales, como las científicas y artísticas, tradicionalmente 
              distantes del ámbito escolar sobre todo en los niveles más 
              básicos. Diversas naciones han desarrollado programas en 
              los cuales, a través de herramientas como las comunidades 
              electrónicas, videoconferencia interactivo y chats en tiempo 
              real, los alumnos entran en contacto con los miembros de estas comunidades 
              de especialistas. En México, por ejemplo, la Administración 
              Federal de Servicios Educativos de la Ciudad de México, en 
              el periodo 2000-2006, implementó diversos programas de formación 
              científica para los docentes en colaboración con la 
              Academia Mexicana de Ciencias, como «La ciencia en tu escuela», 
              en donde además de cursos presenciales se utilizaron las 
              herramientas electrónicas para dialogar directamente con 
              los científicos. 
            Como ya se dijo, aquellas familias, estudiantes y docentes que 
              manejan los medios electrónicos con cierta regularidad han 
              logrado diversificar los mecanismos de comunicación entre 
              ellos, conocer los resultados de las evaluaciones, recibir de manera 
              pertinente la información importante, conocer el calendario 
              de actividades, etcétera. 
            4.3.2 Diversificación de las estrategias y herramientas 
              pedagógicas  
            La introducción de las TIC en la dinámica escolar 
              ha impactado la concepción incluso de los espacios y los 
              elementos pedagógicos más tradicionales. La mayoría 
              de los centros escolares de América Latina (pero también 
              de la OCDE) que ha invertido en tecnologías establece una 
              aula exclusiva de informática con ordenadores y otras TIC. 
              La existencia de esta otra aula, diferente de la tradicional, en 
              la que potencialmente se pueden hacer cosas más interesantes 
              y, en general, en grupo debido al número reducido de ordenadores, 
              ha permitido a algunos centros experimentar nuevas formas de concebir 
              el aula y la dinámica dentro de ella. Por mencionar solo 
              un ejemplo, Costa Rica lanzó recientemente un proyecto de 
              innovación educativa para la escuela secundaria en medios 
              socioeconómicos bajos. Además de la renovación 
              de mobiliario (que busca facilitar el trabajo grupal), la digitalización 
              del material, la adquisición de equipo moderno de cómputo 
              y proyección, y la ampliación física (al doble) 
              de las aulas de innovación y aprendizaje, se busca integrar 
              una nueva dinámica de trabajo y de aprendizaje que implica 
              no solo un rol más activo y autónomo del estudiante, 
              sino la participación comunitaria y de la familia en el proceso 
              de enseñanza y aprendizaje. 
            Las tecnologías tienen la capacidad de modificar incluso 
              las actividades dentro del aula que pueden ser consideradas como 
              muy mecánicas o autónomas. En aquellos establecimientos 
              que cuentan con proyectores y ordenadores dentro del aula, las anotaciones 
              del profesor en el pizarrón pueden adoptar un carácter 
              interactivo. De la misma manera, ciertas instituciones (como algunas 
              de las preparatorias del Instituto Tecnológico y de Estudios 
              Superiores de Monterrey (ITESM) en México) cuentan con pizarras 
              electrónicas en donde docentes y alumnos pueden escribir 
              sus exposiciones, desarrollar problemas matemáticos, hacer 
              gráficos, etc., y una vez concluida la actividad simplemente 
              imprimir o enviar el material vía correo electrónico. 
              En años recientes México desarrolló el programa 
              «Enciclomedia» (<www.enciclomedia.edu.mx>), que 
              tiene como objetivo, a través de un avanzado sistema tecnológico, 
              enriquecer la enseñanza en los grados quinto y sexto de educación 
              básica en todas las escuelas del país. De manera muy 
              general, a través del mencionado programa se instalan en 
              las aulas pantallas interactivas, a través de las cuales 
              se puede tener acceso a versiones digitales e interactivas de los 
              libros de texto gratuitos de la Secretaría de Educación 
              Pública (SEP), de ciencias naturales, matemáticas, 
              geografía, etc.; se ponen en red diferentes recursos (audios, 
              videos, etc.) y bibliotecas. A pesar de las críticas que 
              ha recibido el programa, debido a sus costos y a su proceso implementación 
              y mantenimiento, esta iniciativa de alguna manera democratiza la 
              posibilidad de utilizar las TIC dentro del aula. El gran reto será, 
              como para muchas otras iniciativas, cómo integrar estos esfuerzos 
              a una verdadera estrategia de mejora del aprendizaje. 
            Aunque resulta de muy difícil medición, todo apunta 
              a que las TIC han facilitado la inclusión de elementos 
              lúdicos dentro las aulas. Muchos docentes están 
              convencidos de la importancia de hacer sus clases agradables, atractivas 
              y dinámicas lo cual, sin embargo, no es necesariamente fácil. 
              Muchas de las experiencias analizadas indican que una vez sobrepasado 
              el síndrome del «Error-42»28, 
              con un esfuerzo mínimo el manejo de software en materias 
              consideradas tradicionalmente aburridas como matemáticas 
              o historia, puede resultar de gran interés. Perú, 
              por ejemplo, ha hecho recientemente algunos esfuerzos para agregar 
              a su portal educativo juegos interactivos de fácil acceso 
              para los profesores y alumnos (<www.huascaran.gob.pe>). 
            Pero las opciones lúdicas, aunque aún no sean de 
              acceso para todos (y probablemente nunca lo sean si no se hacen 
              verdaderas estrategias con este objetivo) pueden ser muy diversas 
              y especialmente sofisticadas. McFarlane (2006) hace referencia a 
              tres actividades concebidas en Futurelab (<www.futurelab.org.uk>), 
              que incluyen el uso de ordenadores de bolsillo con sistemas de posicionamiento 
              global (GPS) y un software de dibujo que transforma los gráficos 
              en imágenes de objetos reales. Si bien es cierto que las 
              TIC no son indispensables para la organización de actividades 
              lúdicas y productivas, sin embargo, sí parecen ofrecer 
              diversas opciones (una vez superados los problemas técnicos 
              y de uso) tanto en su complejidad como en sus objetivos, que difícilmente 
              estarían al alcance con otros métodos tradicionales. 
            Aunque hoy parezca quizá de poco valor, el hecho de contar 
              con diversas herramientas confiables en soporte digital como las 
              enciclopedias, los diccionarios, los traductores, los simuladores 
              de experimentos científicos, entre otros, son de gran valor 
              para aquellos que saben localizarlos y utilizarlos. Más aún, 
              el hecho de tener acceso a diversos medios de comunicación, 
              portales académicos e institucionales, páginas monotemáticas 
              y foros de consulta, facilita la actualización de los docentes 
              y alumnos. Por ejemplo, Plutón perdió el estatus de 
              planeta del sistema solar en agosto del 2006. Para entonces muchos 
              estudiantes estaban ya en clases o a punto de comenzar. Seguramente 
              la mayoría de los planes de estudio y guías docentes 
              no alcanzaron a ser modificadas (y muchos menos los libros de texto). 
              Los profesores, no obstante, al enterarse por los medios de este 
              evento, pueden sin dificultad, si están acostumbrados a ello, 
              encontrar en línea prácticamente el mismo día 
              la explicación del porqué de este cambio, gráficos 
              animados de la nueva composición del sistema solar, la historia 
              de los planetas e incluso entrevistas e imágenes de quienes 
              tomaron estas decisiones. 
            Ante esta creciente exigencia la pregunta de si el sistema en su 
              conjunto podrá en algún momento reaccionar a esta 
              misma velocidad parece absolutamente relevante. La cuestión 
              puede parecer retórica, sin embargo, incluso en naciones 
              latinoamericanas, se están haciendo esfuerzos significativos 
              para poner en línea tanto a todos los directivos y maestros, 
              como los resultados de las evaluaciones por escuela, sectores, regiones, 
              entre otras muchas iniciativas. Como ejemplo de esto, en México 
              se ha establecido una base de datos con los resultados de las evaluaciones 
              por escuela e, incluso, por grupo-clase, a las que se tiene acceso 
              a través de Internet. 
            4.3.3 El surgimiento de nuevos modelos o estructuras de enseñanza 
               
            En los últimos años ha nacido una serie de iniciativas 
              educativas que se aleja del sistema presencial tradicional, en tanto 
              que algunas otras basadas en estrategias como los programas de alfabetización 
              a través de la radio y la televisión se han fortalecido, 
              pero prácticamente todas, de alguna u otra manera, recuren 
              a las TIC como una herramienta básicas para su operación. 
            La tecnología satelital y la banda ancha han dejado atrás 
              los arcaicos sistemas de difusión hertziana. Cuando se cuenta 
              con el equipo y las competencias necesarias, las videoconferencias 
              se han convertido en una herramienta pedagógica en muchos 
              programas educativos sobre todo de educación media superior 
              y universitaria. La televisión educativa satelital también 
              se ha fortalecido. México, por ejemplo, dispone de su Red 
              Satelital de Televisión Educativa (Edusat) que ofrece servicio 
              a más de veintinueve mil centros y que cuenta con diez canales 
              para recibir la señal. Esta red ofrece servicios de producción, 
              programación y transmisión de materiales educativos 
              a instituciones que necesitan de la televisión para tener 
              un adecuado apoyo a sus actividades de formación. Otro caso 
              notable es el de Corea del Sur, donde se ofrecen cursos gratuitos 
              de formación sobre las tecnologías por medio de la 
              televisión por cable, la emisión vía satélite 
              y, por supuesto, vía Internet. 
            En muchos países la radio sigue siendo utilizada para la 
              alfabetización y la educación informal y ha jugado 
              un rol trascendente en campañas de inscripción escolar 
              para los niños más pequeños (y las niñas 
              en particular), las campañas de vacunación y hábitos 
              alimenticios, de higiene y salud, que tienen un impacto directo 
              en los sistemas educativos. Incluso más, las posibilidades 
              que ofrece la red para la producción y emisión de 
              secuencias de radio y video a través de software o de sitios 
              gratuitos, como You tube, harán que las posibilidades de 
              comunicación con aplicaciones educativas sean mayores. Recientemente, 
              diferentes grupos docentes y estudiantiles muchos de ellos 
              de extractos socioeconómicos bajos han utilizado estos 
              medios para manifestarse en contra o a favor de ciertas políticas 
              educativas (en Chile, México, Bolivia, Venezuela), lo que 
              demuestra que pese a la precariedad, muchos de ellos han sabido 
              dominar estas tecnologías. 
            Hoy muchos programas universitarios pueden cursarse total o parcialmente 
              en línea. También existen diplomas compartidos entre 
              varias universidades, de manera simultánea, realizando trabajos 
              en equipo con personas que están físicamente en diferentes 
              países. Aunque la mayoría de estos esfuerzos están 
              concentrados en el sector terciario y en los programas de formación 
              post universitarios (maestrías, diplomados, formación 
              en el trabajo etc.), crecientemente afectan también al nivel 
              secundario.  
            Por último, hay que destacar que son muchos los esfuerzos 
              para lograr mejorar las posibilidades educativas de los grupos más 
              desfavorecidos a través de las TIC. Muchas iniciativas intentan 
              responder a las necesidades de indígenas, minorías 
              étnicas, lingüísticas y culturales, sectores 
              rurales, grupos geográficamente distantes y con discapacidades 
              físicas o mentales. En particular, se quiere destacar el 
              esfuerzo que se ha hecho en los últimos años por beneficiar 
              a los grupos que aún quedaban fuera de la influencia de las 
              nuevas tecnologías: los niños y niñas en situación 
              de conflicto y post conflicto bélico. 
            4.4 LAS EVIDENCIAS ACERCA DEL IMPACTO DE LAS TIC 
            Pero, en lo conceptual, ¿estos indicios de cambio se han 
              traducido en impactos verificables? Se trata de una cuestión 
              difícil de responder todavía hoy. Para empezar, la 
              mayor parte de los ministerios de educación no se limita 
              a fijar los objetivos a conseguir en materia de TIC sino que los 
              mismos ponen en práctica mecanismos de evaluación 
              y de seguimiento por medio de indicadores que les permita conocer 
              hasta qué punto los objetivos se están consiguiendo. 
              Es frecuente que se creen y se financien organismos externos al 
              ministerio para coadyuvar a la puesta en práctica de los 
              correspondientes programas o para que se hagan cargo de su evaluación; 
              quizás el caso más conocido sea el de «ICT Monitor» 
              que cada año tiene lugar en los Países Bajos. Algunas 
              veces se crean organismos específicos a quienes se les encarga 
              la responsabilidad de las tecnologías en el sector educativo, 
              como el Centro Nacional de Recursos Educativos en Noruega, la Delegación 
              para las Tecnologías Escolares en Suecia, la Fundación 
              para las Tecnologías en las Escuelas en los Países 
              Bajos, Enlaces en Chile, la Telesecundaria en México o el 
              Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa 
              español. Algo muy distintivo, y por cierto no muy frecuente, 
              es lo que sucedió en Dinamarca en 1998 cuando el gobierno 
              nombró una comisión de expertos educativos de Noruega 
              y del Reino Unido para que realizaran una evaluación del 
              estado del arte en materia de tecnologías escolares antes 
              de proceder al diseño de su plan político. 
            Dicho esto, sin embargo, analizar algo aparentemente tan simple 
              como el impacto de las TIC en la calidad de la educación 
              no parece que haya tenido hasta el día de hoy una respuesta 
              fácil. Teóricamente, debería ser posible responder 
              a esta cuestión examinando los resultados que aporta la investigación 
              educativa, tanto a través de experimentos empíricos 
              como por medio de análisis de correlaciones entre uso y de 
              las TIC y rendimiento escolar. 
            4.4.1 Experimentos empíricos 
            Por medio de la experimentación solo se puede intentar responder 
              a la cuestión de la efectividad de las TIC en el caso de 
              la enseñanza de materias escolares concretas. Esto se debe 
              en gran parte a la compartimentación y la multiplicación 
              de metodologías que en un mismo centro escolar pueden encontrarse, 
              incluso a veces en líneas o grupos de alumnos distintos pero 
              de la misma asignatura, aunque no con el mismo profesor, de modo 
              que es difícil que pueda hablarse de una metodología 
              docente homogénea. Por esta razón, los experimentos 
              que se han diseñado hasta el momento comparan los resultados 
              escolares que obtiene un grupo de alumnos que utiliza una metodología 
              docente que hace un uso intensivo de las TIC en relación 
              con los resultados de otro grupo, de características equivalentes, 
              al que se le imparte la materia con metodologías tradicionales. 
              La materia preferida para llevar a cabo este tipo de estudios son 
              las matemáticas. 
            Existe la convicción generalizada de que, en conjunto, emerge 
              el fenómeno de la «diferencia no significativa», 
              documentado en repetidas ocasiones en el caso de la enseñanza 
              a distancia en comparación con la enseñanza tradicional. 
              De acuerdo con esto, no existirían evidencias suficientes 
              ni para afirmar la superioridad de las metodologías que utilizan 
              intensivamente las TIC, ni tampoco su inferioridad. Así, 
              parece desprenderse de las dos revisiones sistemáticas de 
              la literatura realizadas más recientemente y que concluyen, 
              de forma parecida, que: 
             
              En general, a pesar de miles de estudios de impacto, el impacto 
                del uso de las TIC sobre el rendimiento de los alumnos resulta 
                difícil de medir y abierto razonablemente a debate (INFODEV, 
                2005). 
              Y también que: 
              Algunos estudios muestran una relación positiva entre 
                la disponibilidad del acceso a los ordenadores o el uso de los 
                mismos y el rendimiento, otros una relación negativa, y 
                aun otros ningún tipo de relación entre ambos (Kozma, 
                2006). 
             
            Pelgrum (2004) en su análisis de las evaluaciones educativas 
              internacionales y los estudiantes de bajo rendimiento académico, 
              afirma que la evidencia cuantitativa de Student Information Technology 
              Education & Scholarship (SITES 2), poco puede decir acerca de 
              si las TIC son benéficas o no para aumentar los rendimientos 
              académicos de estos estudiantes. Sin embargo, al menos en 
              el 10% de los casos estudiados se observa un impacto positivo en 
              la autoestima, motivación y confianza de estos estudiantes 
              al enfrentar actividades innovadoras basadas en TIC. En parte esta 
              apreciación se debe al impacto de ver su trabajo «más 
              organizado, limpio y profesional» al utilizar las TIC. No 
              obstante, Pelgrum sugiere ejercicios de evaluación internacional 
              más detallados y profundos, pues asegura que los datos que 
              proveen este tipo de evaluaciones son insuficientes para medir el 
              verdadero impacto de las TIC.29 
              Sin embargo, el análisis detallado de la base de conocimientos 
              existente demuestra que las mejoras en el rendimiento escolar solo 
              se consiguen si se dan unas determinadas condiciones pedagógicas. 
              Esta es la conclusión propuesta por Kulik (2003), quien utilizó 
              la medida de los efectos hallados por ocho meta-análisis 
              distintos que cubrían trescientos treinta y cinco estudios 
              publicados antes de 1990 y sesenta y un experimentos controlados 
              cuyos resultados se publicaron después de 1990. La mayoría 
              de los estudios llevados a cabo durante la década de 1990 
              concluyó que los programas de estimulación tienen 
              efectos positivos cuando se utilizan para la mejora de las capacidades 
              vinculadas con la lectoescritura y que, aunque con menos frecuencia, 
              parece claro su efecto positivo en matemáticas y en ciencias 
              naturales y sociales. De hecho, «simplemente, el hecho de 
              dar mayor acceso a los estudiantes tanto a los ordenadores como 
              a los recursos de Internet con frecuencia se traduce en ganancias 
              en la competencia de la escritura». Los alumnos de primaria 
              que utilizaron tutoriales para mejorar la lectura, mejoraron significativamente 
              sus evaluaciones en este ámbito. Incluso alumnos de primaria 
              de edades muy tempranas que utilizaron ordenadores para escribir 
              sus propias historias y cuentos terminaron por mejorar sus puntuaciones 
              en lectura. 
            El uso frecuente de procesadores de texto correlaciona positivamente, 
              en definitiva, con la mejora de las capacidades vinculadas a la 
              escritura. 
            Pero, desde luego, cabe preguntarse hasta qué punto estas 
              mejoras acreditadas provienen del hecho de utilizar las TIC o si, 
              simplemente, son el resultado de un mayor grado de ejercitación 
              en las competencias que son objeto de evaluación. Dicho de 
              otro modo, pareciera que la cantidad de ordenadores disponibles 
              y la frecuencia de su uso, no son per se factores determinantes. 
              Más bien, el éxito aparece asociado a un uso estratégico 
              de las TIC en el marco de un modelo pedagógico que les asigna 
              un rol concreto, de forma consistente a lo largo del tiempo. Aún 
              más, se diría que aquellos programas o proyectos basados 
              en TIC que parecen tener un impacto positivo, se dan bajo condiciones 
              muy particulares, por lo que la pregunta acerca de la «escalabilidad» 
              de la experiencia se impone en el debate. El problema es que estos 
              modelos no parecen estar bien perfilados todavía, por lo 
              cual no es extraño que aparezcan agencias como el Center 
              for Applied Research in Educational Technology (CARET)30 
              cuyo rol fundamental es el de diseminar los resultados de las investigaciones 
              y transformarlos en consejos y estrategias para un uso de las TIC 
              que se traduzca en mejoras en el rendimiento escolar. 
            4.4.2 Análisis de correlaciones 
            Este tipo de estudios intenta poner de manifiesto si existe algún 
              tipo de posible asociación entre el uso de las TIC y el rendimiento 
              escolar. En cierto sentido, puede que no sean tan relevantes como 
              los experimentos empíricos pero sí son útiles 
              por cuanto pueden ampliar la perspectiva adoptada y permiten centrar 
              la atención en las cuestiones apropiadas. Por consiguiente, 
              el objetivo es establecer si se encuentra algún tipo de asociación 
              para, seguidamente, dar paso a investigaciones acerca de cómo 
              funciona esta asociación, ya por medio de experimentos em-píricos, 
              siempre que sea posible. 
            Si se examinan los estudios realizados hasta el momento de nuevo 
              parece que no exista una relación consistente entre la disponibilidad 
              del acceso a las TIC y su uso, por una parte, y el rendimiento escolar, 
              por otra. Solo por tomar algunos ejemplos, en cuanto se refiere 
              a su utilización para la enseñanza de las matemáticas 
              hay estudios que establecen una correlación positiva (Cox 
              y otros, 2003; National Center for Educational Statistics, 2001; 
              Wenglinsky, 1998), mientras otros demuestran exactamente todo lo 
              contrario (Angrist y Lavy, 2002; Pelgrum y Plomp, 2002). Por otra 
              parte, incluso es posible encontrar algunas referencias (Ungerleider 
              y Burns, 2003) a cierto número de investigaciones que demuestran 
              que cuanto mayor es el uso de los ordenadores en el aula peores 
              son los resultados académicos. 
            La misma falta de consistencia se da cuando se analiza la relación 
              existente entre el uso de los ordenadores en el hogar y el rendimiento 
              académico. De nuevo, algunos estudios revelan que existe 
              una correlación altamente positiva (Harrison y otros, 2003; 
              Ravitz, Mergendoller y Rush, 2003), pero también hay otros 
              que concluyen todo lo contrario (Wenglinsky, 1998), incluyendo entre 
              ellos un estudio comparativo entre treinta y un países distintos 
              (Fuchs y Woessmann, 2004). 
            Recientemente, el análisis de los resultados de PISA ha 
              ayudado a clarificar bajo qué circunstancias pueden hacerse 
              afirmaciones concluyentes acerca de la correlación entre 
              uso de las TIC y rendimiento escolar. En más de un sentido, 
              PISA pone de manifiesto que esta asociación no es lineal, 
              sino extremadamente compleja y, por consiguiente, no puede sorprender 
              que la complejidad sea confundida con la inconsistencia. 
            En efecto, el análisis de PISA demuestra que existe cierta 
              relación, débil pero generalmente positiva, entre 
              el uso escolar de las TIC y el rendimiento académico. Aunque 
              dicho esto hay que tomar las conclusiones con cierta prudencia. 
              Así, se puede establecer una correlación clara en 
              cuatro aspectos: 
            
              - Acceso: la minoría de alumnos que todavía 
                tiene un acceso limitado a las TIC obtuvo resultados en PISA por 
                debajo de la media.
 
              - Experiencia previa: cuanto menor es la experiencia en 
                el uso de las TIC, más bajo es el resultado en PISA. Los 
                alumnos que contaban con menos de un año de experiencia 
                solo podían llevar a cabo las tareas matemáticas 
                más simples.
 
              - Frecuencia de uso: no en todos los países se cumple 
                el supuesto de que cuanto mayor es el uso, mejores son los resultados 
                académicos. Un análisis detallado demuestra que 
                los alumnos que hacen un uso moderado de las TIC son los que mejores 
                resultados obtienen.
 
              - Nivel de confianza: los alumnos que tienen menor confianza 
                en su capacidad de desarrollar tareas rutinarias con un ordenador 
                o en Internet también obtuvieron peores resultados que 
                aquellos que presentan mayor grado de confianza.
 
             
            FIGURA 4 Acceso a un ordenador en la escuela 
              y en el hogar y rendimiento académico Diferencial de puntos 
              sobre la escala PISA entre alumnos que tienen acceso a un ordenador 
              y quienes no lo tienen, descontado el efecto de la distinta extracción 
              socioeconómica 
              
            FUENTE: Base de datos PISA, 2003. 
            Tanto o más interesante que estas correlaciones 
              son las conclusiones que cabe extraer de la correlación entre 
              uso de las TIC en el hogar y el rendimiento académico también 
              a partir de PISA. Probablemente la más importante de todas 
              ellas, y que se verifica en la mayoría de los países 
              incluso cuando se descuentan los efectos del distinto contexto socioeconómico, 
              es que la correlación entre uso en el hogar y mejor rendimiento 
              académico es mayor que la que se da con respecto al uso escolar. 
              En particular, los alumnos que no cuentan con acceso a un ordenador 
              en su casa tienden a mostrar un nivel de desempeño inferior 
              a los restantes, y también parece acreditado que los alumnos 
              que utilizan el ordenador en casa con menor frecuencia obtuvieron 
              resultados por debajo de la media. 
            Todas estas conclusiones plantean interrogantes muy 
              interesantes acerca de las asunciones previas con relación 
              al impacto de las TIC sobre el rendimiento escolar. La figura 4 
              muestra, en este sentido, cuál es el diferencial de puntos 
              que se obtiene cuando se tiene acceso a las TIC en la escuela o 
              en casa, con respecto a quien no lo tiene, descontando los efectos 
              de la diferente extracción socio-económica. 
            Como puede observarse, el efecto del acceso a un ordenador 
              en casa sobre el rendimiento académico es, en la mayoría 
              de los países claramente superior al efecto de tenerlo en 
              la escuela, aunque con notables excepciones como Canadá, 
              República Checa, Finlandia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, 
              Suecia y Estados Unidos. Las razones de esta vinculación 
              deberían ser objeto de análisis ulteriores, del mismo 
              modo que deberían iluminarse también las razones que 
              explican las excepciones. Y, en segundo lugar, no menos sorprendentemente, 
              hay países donde la vinculación entre acceso escolar 
              y resultados académicos es incluso negativa, como sucede 
              en Alemania, Grecia, Japón, Corea del Sur y Turquía. 
            Por esta razón no es extraño que las 
              prácticas pedagógicas contribuyan en cierto modo a 
              abundar en el tema de la brecha digital. En efecto, el aparentemente 
              limitado impacto de las TIC en el aprendizaje ha obligado a repensar 
              y enriquecer el concepto de brecha digital. Harold Wenglinsky (2005) 
              estudió los resultados en ciencias, matemáticas y 
              lectura (reading) de los alumnos que participaron en la NAEP (National 
              Assessment of Educational Progress) en los años 1996, 1998 
              y 2000 en Estados Unidos, e identificó las prácticas 
              pedagógicas más comunes y a los alumnos que obtuvieron 
              mejores resultados en estas evaluaciones. 31 
              Tres fueron sus principales conclusiones: 
            
              - Cuando no se usaban estrategias basadas en TIC, los mejores 
                resultados en las evaluaciones estaban ligados a prácticas 
                pedagógicas constructivistas.
 
              - Cuando se usaron las TIC bajo dinámicas constructivistas 
                los resultados fueron mejores en matemáticas y ciencias, 
                pero tuvieron un impacto negativo o nulo cuando se usaron con 
                métodos de didáctica tradicional.
 
              - En lectura los resultados fueron más ambiguos, pero parecieran 
                indicar que al usar las computadoras para realizar tratamiento 
                de texto con propósitos meta-analíticos, los resultados 
                son mejores, mientras que para la lectura o la corrección 
                de ortografía son más bien negativos.
 
             
            El autor destaca, además, que en Estados Unidos 
              la mayoría de los casos de los alumnos con desventajas socioeconómicas 
              (minorías étnicas o lingüísticas) son, 
              precisamente, los que están expuestos a prácticas 
              pedagógicas no constructivistas. Así, sumándose 
              a los críticos que exigen una definición más 
              amplia de la brecha digital y de las medidas que deben seguirse 
              para combatirla, Wenglinsky busca subrayar el componente pedagógico 
              del concepto: 
             
              Los datos indican que la verdadera brecha digital se da entre 
                los usos (o las estrategias) constructivistas a los cuales los 
                estudiantes blancos, ricos y de los suburbios (barrios ricos) 
                están expuestos y los usos (o las estrategias) didácticas 
                a las cuales los estudiantes de las minorías, pobres y 
                urbanos (barrios pobres) están expuestos (2006, p. 83). 
             
            4.5 ¿HAY RAZONES SUFICIENTES PARA EL DESENCANTO? 
            ¿Son estas evidencias acerca de los resultados obtenidos 
              razón suficiente para el desencanto? Llegados a este punto 
              parece conveniente hacer una breve recopilación de cuanto 
              se ha visto hasta el momento. En esencia, tres parecen los puntos 
              fundamentales: 
            
            De este modo, parece razonable concluir que las expectativas que 
              apuntaban al valor transformador de las TIC en términos pedagógicos 
              están lejos de ser realizadas. Sin negar la existencia de 
              innovaciones puntales muy interesantes y quizá prometedoras, 
              lo cierto es que hasta ahora la investigación no aporta pruebas 
              suficientes para afirmar que la presencia acreditada de las TIC 
              en los centros escolares haya comportado una renovación generalizada 
              de las estrategias de enseñanza y aprendizaje. 
            Tampoco hay nada que indique que se haya logrado una revolución 
              de los modelos pedagógicos, los cuales siguen sin encarnar 
              el paradigma requerido por una sociedad del conocimiento. De aquí, 
              sin duda, una cierta desazón y un cierto desencanto. 
            Sin embargo, como ocurre con todas las innovaciones, es posible 
              que las nuevas oportunidades ofrecidas por los cambios tecnológicos 
              movilicen inicialmente a un porcentaje limitado de potenciales usuarios, 
              entre el 10 y el 20%, o también llamados early adopters. 
              Lo verdaderamente difícil es cruzar esta barrera para conseguir 
              una adopción generalizada que solo puede llegar por la vía 
              de la creación de un sistema de incentivos apropiado. Y, 
              en este sentido, algunas de las condiciones necesarias parecen todavía 
              lejanas, entre las que cabría citar: 
            
              - Identificación precisa de las características 
                y funcionamiento del o los modelos pedagógicos que se aspira 
                a implantar.
 
              - Base de conocimientos que, procedente de la investigación 
                empírica, permita concluir razonablemente y, por consiguiente 
                convencer, acerca de la superioridad de estos modelos por comparación 
                con los predominantes en la actualidad. Los investigadores requerirán, 
                en este caso, de mucha más creatividad y constancia para 
                medir y evaluar el impacto de las TIC.
 
              - Condiciones de diseminación de los modelos y de sus ventajas 
                que combinen: 
                
                  - Dotación de equipamientos e infraestructuras tecnológicas 
                    apropiadas para estos modelos.
 
                  - Formación docente en situación real, de acuerdo 
                    con las particularidades de su contexto y proyecto educativo.
 
                  - Implementación de un sistema apropiado de asesoramiento 
                    tecnológico y pedagógico.
 
                  - Funcionamiento de un mecanismo de monitorización 
                    de los progresos realizados así como incentivos apropiados 
                    para los centros escolares y los docentes.
 
                 
                  
               
             
            5. LA AGENDA PENDIENTE PARA LA INVESTIGACIÓN EDUCATIVA
            Un ensayo de síntesis como este, al tener como objeto fundamental 
              una cuestión que está en permanente evolución, 
              a la fuerza termina generando la impresión de ser una tarea 
              inacabada. Por esta razón, conviene recopilar cuáles 
              son las cuestiones que, por distintas razones, siguen abiertas y 
              sin respuesta y cuál podría ser la aportación 
              de la investigación educativa. 
            Desde este punto de vista, la agenda del futuro tiene que cubrir, 
              por lo menos, tres áreas distintas: 
            La evaluación de los resultados conseguidos hasta el 
              momento.  Resulta imprescindible clarificar la cuestión 
              de cómo se podría conseguir evaluar más apropiadamente 
              el valor agregado de las TIC en la educación escolar. Por 
              una parte, debe precisarse exhaustivamente bajo qué condiciones, 
              estrategias o modelos pedagógicos el recurso a las TIC aporta 
              mucho más de lo que cuesta. Por otra parte, tal y como sostienen 
              muchos partidarios acérrimos de las TIC en educación, 
              es posible que buena parte de su valor añadido no sea adecuadamente 
              evaluado porque comporta ganancias en objetivos educativos no directamente 
              vinculados al rendimiento académico. Debería, pues, 
              hacerse un esfuerzo para incorporar estos elementos en la evaluación 
              de los resultados. En definitiva, esta primera área apuntaría 
              a un ejercicio de stock-taking en materia de TIC y educación 
              escolar. 
            La identificación de modelos de enseñanza y de 
              aprendizaje que optimicen el potencial de las TIC. Buena parte 
              de la literatura sobre esta cuestión aparece dominada por 
              la iden-tificación de estrategias o de innovaciones puntuales 
              abiertamente exitosas. Sin embargo, se echa en falta una investigación 
              básica sobre los modelos pedagógicos en los que se 
              sustentan estas innovaciones. Es preciso, en suma, contribuir desde 
              la investigación educativa empírica a la definición 
              de las características de los modelos que funcionan y bajo 
              qué circunstancias lo hacen. 
            El impacto de las TIC en los alumnos. Al constatar de qué 
              modo y con qué intensidad los alumnos hacen uso de las TIC 
              en su vida cotidiana, fuera del entorno escolar, surgen una serie 
              de interrogantes relacionados con los efectos que este nivel de 
              uso puede tener sobre su desarrollo cognitivo, sus valores y, por 
              supuesto, sobre sus expectativas en materia de enseñanza 
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            PELGRUM, W. (2004): «Promoting Equity Through ICT: What Can 
              International Assessments Contribute to Help Fight Low Achievement?», 
              en A. KÁRPÁTI (ed.), Promoting Equity Through ICT 
              in Education: Projects, Problems, Prospects. Budapest: Hungarian 
              Ministry of Education and OECD, pp. 56-68. 
            RAVITZ, J., MERGENDOLLER, J. y RUSH, W. (2003): «Whats 
              School Got to Do with It? Cautionary Tales about Correlations between 
              Student Computer Use and Academic Achievement». Paper presented 
              at the Annual Meeting of the American Educational Research Association 
              (AERA), Chicago. 
            RICHARDSON, W. (2006): Blogs, Wikis, Podcasts and Other Powerful 
              Web Tools for Classrooms. Thousand Oaks, CA: Corwin Press. 
            SIMKINS, M. y OTROS (2002): Increasing Student Learning Through 
              Multimedia Projects. USA: Association for Supervision and Curriculum 
              Development (ASCD). 
            UNGERLEIDER, C. y BURNS, T. (2003): «A Systematic Review 
              of the Effectiveness and Efficiency of Networked ICT in Education. 
              A State of the Art Report to the Council of Ministers of Education 
              Canada and Industry Canada». Unpublished manuscript. 
            WENGLINSKY, H. (1998): Does It Compute? The Relationship between 
              Educational and Student Achievement in Mathematics. Princeton: Educational 
              Testing Service (ETS). 
             (2005): Using Technology Wisely: The Keys to Success in 
              Schools. Nueva York: Teachers College Press. 
            Notas
             1 Los seminarios CERI/OCDE en 
              español se desarrollan en un foro bianual del CERI, creado 
              en el año 2001 en coordinación con España, 
              México y Chile, que busca facilitar el intercambio de experiencias 
              y de iniciativas entre la OCDE y países iberoamericanos. 
              Mientras que los primeros tres seminarios tuvieron como tema central 
              las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, 
              el cuarto, que se llevará a cabo en noviembre del 2007 en 
              Córdoba, España, tendrá como tema central las 
              competencias básicas. Para más información: 
              <www.iadb.org/sds/doc/conectandoalamayoria.pdf>. 
             2 En la publicación preparada 
              por el CERI y por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte 
              de España, como resultado del Primer Seminario CERI/OCDE 
              de Habla Hispana (2001), Los desafíos de las tecnologías 
              de la información y las comunicaciones en la educación, 
              se incluye un apartado donde se describen las expectativas de la 
              adopción de las TIC (pp. 69-183). La segunda parte del libro 
              fue publicada originalmente en inglés y en francés 
              por la OCDE, bajo los títulos: Learning to Change: ICT in 
              Schools y Les Nouvelles technologies à l´école: 
              Apprendre à changer. En el mismo sentido, la presentación 
              de Marcela Santillán "Aprendizaje: noción en 
              transición" durante el Segundo Seminario CERI/OCDE de 
              Habla Hispana en México (2003), Las TIC y los desafíos 
              de aprendizaje en la sociedad del conocimiento, da una visión 
              global del contexto y de la complejidad de los retos ante los cuales 
              se busca que las TIC tengan un papel estratégico. Ver CD-ROM 
              del seminario. 
             3Para profundizar ver el capítulo 
              2 del Primer Seminario. 
             4 La propuesta de Tedesco se 
              puede consultar en su artículo "Las TIC y la desigualdad 
              educativa en América Latina", en la publicación 
              del Tercer Seminario CERI/OCDE de Habla Hispana en Chile (2005). 
             5 Ver, por ejemplo, el documento 
              de octubre de 2006 "Conectando a la mayoría. Lineamientos 
              estratégicos para la difusión de las Tecnologías 
              de información y comunicación para el desarrollo" 
              que resume los nuevos lineamientos estratégicos con respecto 
              a las TIC en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Disponible 
              en: <www.iadb.org/sds/doc/conectandoalamayoria.pdf>. 
             6 Leonel Zúñiga 
              en el capítulo 1 de la publicación del primer seminario, 
              presenta su trabajo "Oportunidad y riesgo: los desafíos 
              de las tecnologías de la información y la comunicación 
              en el ámbito de la ética", una interesante exposición 
              acerca de las implicaciones y los retos en términos de ética 
              a los que se ven confrontados los gobiernos y las comunidades educativas 
              con el surgimiento de las TIC. 
             7 Antonio Rodríguez de 
              las Heras afirma que para que la innovación (científica 
              y artística) llegue a las sociedades y estas a convertirse 
              en verdaderas sociedades del conocimiento, se deben construir tres 
              clases de comunicación: a) el desarrollo de la tecnología, 
              b) la educación y c) la cultura y fortalecer la relación 
              entre estas tres. Ver más en la publicación del primer 
              seminario. 
             8 Como parte de la serie What 
              Works el CERI publicó en 2005 un estudio sobre Evaluación 
              formativa (Formative assessment) en la educación secundaria. 
              El texto incluye diversos casos de estudio de, al menos, ocho países, 
              revisiones de la literatura en lengua inglesa, alemana y francesa, 
              así como diversos análisis temáticos. 
             9 La OCDE también ha 
              iniciado un proyecto sobre el reconocimiento de la educación 
              informal titulado "The Role of Recognition of Informal Learning 
              and Credit Systems in Promoting Lifelong Learning".  
             10 Durante su exposición 
              en el segundo seminario "La creatividad y la interactividad 
              de los contenidos multimedia: nuevos mundos en la educación", 
              Francisco García afirmó: "Si leer consiste en 
              jerarquizar, seleccionar, esquematizar, construir una red semántica 
              e integrar las ideas adquiridas en una memoria, entonces las técnicas 
              digitales de la hipertextualización y navegación constituyen 
              realmente una especie de virtualización técnica o 
              de exteriorización de los procesos de lectura". Ver 
              CD-ROM del seminario. 
             11 Algunas publicaciones recientes 
              intentan ilustrar cómo implementar estas herramientas en 
              el aula. Veáse por ejemplo, la obra de Richardson (2006) 
              Blogs, Wikis, Podcasts and Other Powerful Web Tools for Classrooms. 
             12 Angela McFarlane en su 
              trabajo "Educando a los herederos de la era de la información", 
              hace un interesante análisis sobre las características 
              y los retos de las TIC más recientes, dando ejemplos concretos 
              de equipo y programas interactivos y lúdicos, frente el currículo 
              tradicional y la práctica generalizada dentro del aula. Veáse 
              tercer seminario pp. 15-28. 
             13El documento del BID "Conectando 
              a la mayoría [...]", al que ya se ha hecho referencia, 
              puede ser ilustrativo en este caso. Todos los actores involucrados 
              coinciden en la importancia de la reducción de los costos, 
              pero es en el cómo lograrlo donde se difiere. La liberalización 
              del mercado de las telecomunicaciones es una de las medidas promovidas 
              por los organismos de financiamiento internacional. 
             14 Sobre este tema ver el 
              estudio del CERI: Giving Knowledge for Free: The Emergence of Open 
              Educational Resources, OECD 2007. 
             15 Véase la propuesta 
              de las Escuelas de Informática y Ciudadanía (EIC) 
              <www.cdi.org.br> que bajo el concepto de "escuela no 
              formal" han desarrollado una estructura de alfabetización 
              informática bien organizada que va más allá 
              del simple acceso y manejo de las TIC, e intenta proveer a los "alumnos" 
              herramientas analíticas necesarias para "leer" 
              el medio en el que se desempeñan. 
             16 Las iniciativas como la 
              de la OLPC y del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y otras, 
              en cuyo marco se han desarrollado equipos portátiles de muy 
              bajo costo (alrededor de ciento cincuenta dólares) podrían, 
              eventualmente, facilitar la completa universalización del 
              acceso a las TIC. 
             17 Más aún, 
              como lo explica sencillamente Richard Elmore en la introducción 
              a la obra de Coppola: "[El uso de las TIC] puede ser entendido 
              a través de una observación minuciosa y un análisis 
              de quienes las practican. El entendimiento de esto puede transformarse 
              en poderosas ideas normativas que permitan la mejora y la profundización 
              de la práctica (de las TIC). "(The use of ICT) can be 
              understood by close observation and analysis of practitioners. And 
              that understanding can be turned into powerful normative ideas for 
              the improvement and deepening practice". 
             18 El último día 
              del segundo seminario en México fue dedicado por completo 
              al docente y a su relación con las TIC. En particular, se 
              recomienda ver la presentación "El uso de las tecnologías 
              en la educación" de Juan Enrique Hinostroza (Chile). 
             19 Ver el trabajo de José 
              Manuel Blecua "Las oportunidades de la lengua española 
              en la era de Internet" (pp.53-65) en el primer seminario. Para 
              tener una idea general del las lenguas más utilizadas en 
              Internet consulte: <www.internetworldstats.com>. Se estima 
              que alrededor del 18,7% de los más de 437 millones de hispanohablantes 
              usan Internet, es decir 81,7 millones, quienes representan el 7,5% 
              de los usuarios de Internet en el mundo. 
             20 Otros sitios interesantes 
              en los que se pueden buscar recursos pedagógicos o ligas 
              a herramientas digitales pertinentes, son los portales educativos 
              de la Organización de Estados Americanos (OEA) (<www.educoas.org>) 
              y el de las Cumbres Iberoamericanas (<www.ciberamerica.org>). 
             21 Eurostat es el acrónimo 
              de Statistical Office of the European Communities, Oficina estadística 
              de las Comunidades Europeas. 
             22Rafael Freyre realiza un 
              análisis más detallado sobre la disponibilidad y uso 
              de las TIC en las escuelas primarias en México en el que 
              destaca las diferencias entre las escuelas de financiamiento privado 
              y público.  
             23 Para conocer las particularidades 
              de los alumnos de bajo rendimiento académico (low achievers 
              students) con respecto al acceso y uso de los ordenadores, ver el 
              artículo de Bruno Della Chiesa y Francisco Benavides "La 
              experiencia de la OCDE: ¿cuándo y en qué condiciones 
              pueden las TIC mejorar los aprendizajes? Elementos clave para encontrar 
              ciertas respuestas a los desafíos educacionales" en 
              la publicación del tercer seminario. 
             24 En el trabajo de Claudio 
              de Moura Castro para el tercer seminario "Educación 
              con tecnología: ¿solución o problema?", 
              este hace un detallado análisis sobre la importancia del 
              diagnóstico de las necesidades y características específicas 
              de cada uno de los proyectos educativos para la selección 
              de la tecnología; y da una serie de ilustrativos ejemplos. 
             25 Ver referencia al proyecto 
              del CERI, New Millennium Learners, explicado en el último 
              apartado de este texto. 
             26 Corea del Sur es dentro 
              de la OCDE un buen ejemplo de una política sólida 
              de apoyo a los docentes en su desarrollo en el uso de las TIC. En 
              el estudio reciente sobre profesores (Teachers Matter. Attracting, 
              Developing and Retaining Effective Teachers, OECD, 2005) los expertos 
              a cargo de realizar el reporte sobre este país señalaban: 
              "The provision of ICT support for teachers and students is 
              particularly impressive in Korea. It is the result of the effort 
              initiated in 1996 with the Education Informatization Affirmative 
              Master Plan. Currently, on average, all Korean teachers have been 
              provided with a computer (best ratio of teachers to computers in 
              upper-secondary schools in a group of 14 OECD countries), classrooms 
              are often equipped with big-screen TVs with an internet connection, 
              all schools across the country are linked to the Internet, and a 
              high-percentage of teachers has undertaken in-service training in 
              ICT activities. In addition, two major online services have been 
              launched". 
             27 Para profundizar en este 
              tema, consultar el texto de Judith Davidson "A New Role in 
              Facilitating School Reform: The Case of the Educational Technologist", 
              incluido en la bibliografía de este texto.  
             28 El "Error-42" 
              es una alusión al mensaje que aparecía en ocasiones 
              en los ordenadores cuando existía un problema técnico 
              y no se podía ejecutar la función deseada. 
             29 Este tema también 
              es explorado en el texto del CERI del tercer seminario. 
             30 CARET (<http://caret.iste.org>) 
              es un proyecto de la Sociedad Internacional para la Tecnología 
              en Educación en colaboración con Educational Support 
              Systems. CARET fue fundado en el año 2000 gracias a una ayuda 
              de la Bill & Melinda Gates Foundation. 
             31 Esta evaluación 
              es aplicada por el Gobierno Federal a grupos muestra de alumnos 
              el cuarto, octavo y doceavo grados. Esta herramienta es utilizada 
              para efectuarle un seguimiento al rendimiento de los alumnos en 
              el tiempo, según el grupo demográfico al que pertenecen, 
              y juntamente con estas evaluaciones se aplican cuestionarios que 
              ayudan a poner en contexto los resultados. Según este autor 
              algunas de las preguntas relacionadas con las TIC serán retiradas 
              del cuestionario en el futuro, lo que lo lleva a hacer una fuerte 
              crítica contra el Gobierno Federal. 
             32 En la publicación 
              de Pedro Hepp para el tercer seminario "¿Qué 
              nos atrevemos a asegurar respecto de TIC y educación en países 
              en desarrollo?, coincide con este análisis al asegurar que 
              entre las múltiples promesas de las TIC hecha a los países 
              en desarrollo, al menos tres de ellas -preparar a los jóvenes 
              para la sociedad del conocimiento, mejorar la gestión educativa 
              y lograr un mayor grado de equidad-, constituyen objetivos con posibilidad 
              de ser implementados, si existe una política coherente y 
              de largo plazo. Sin embargo, la promesa mayor -la de impactar los 
              aprendizajes en asignaturas- sigue siendo un objetivo no alcanzado 
              a gran escala. 
            
             
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