1. Introducción
No siempre todos los educadores son capaces de desentrañar
la verdadera esencia de la lectura. Para algunos, leer significa
decodificar símbolos gráficos, muchos se conforman
con que sus alumnos alcancen un nivel de traducción, o sea
codifiquen a su propio lenguaje, respondan qué dice el texto
(A. Romeu, 1999), ya aquí comienza la construcción
de significados. Pero, ¿hasta dónde llega el proceso
de comprensión de lectura? ¿Cuáles son sus límites?
¿Cuáles sus potencialidades? ¿Dónde está
presente? ¿Cómo enseñar a los estudiantes a construir
significados de forma autónoma desde las diferentes asignaturas?
Estas interrogantes permiten reflexionar sobre el tema de la lectura
como proceso de comprensión y medio por excelencia no solo
para la adquisición de conocimientos sino también,
para el desarrollo de destrezas durante el proceso docente educativo.
K. Goodman (1970) coincide con Rosenblat (1978) en que la lectura
es un activo proceso donde tanto texto como lector se involucran
en una transacción. Los conocimientos previos del lector
permiten la construcción del sentido del texto impreso. Mientras
más conocimientos posea un lector con mayor eficacia y eficiencia
comprenderá.
Según Rosenblat (1978) leer constituye un acto de razonamiento
que conduce a construir la interpretación de un mensaje escrito.
Indudablemente en la lectura intervienen procesos lógicos
y formas lógicas del pensamiento que solo son posibles a
un alto nivel de razonamiento. Por tanto, si el lector tiene la
característica de poner en movimiento la información
del texto, de darle dimensiones a esa unidad entre contenido y forma,
lo cual logra cuando pone en función del mismo toda su voluntad
e intelecto, no se debe desperdiciar esa posibilidad de formar lectores
críticos, creativos, independientes y transformadores.
De hecho se construyen significados cuando, entre otras cosas,
se infiere, se valora, se compara, se extraen conclusiones, se emiten
juicios y criterios, se usa información, se amplía
el cuerpo de conocimientos, se transforma la realidad. Obviamente,
la posibilidad de poseer el dominio de todas estas operaciones y
destrezas, subyace en las propias experiencias y conocimientos acumulados
en el transcurso de la vida, condicionada por las vivencias personales,
relaciones sociales, escala de valores, sentimientos, principios,
mundo afectivo. K. Goodman (1970) y F. Smith (1982)
Gran parte del enriquecimiento espiritual y cognoscitivo lo facilita
la lectura. El primer texto deja una simiente, cada nueva lectura
son nutrientes necesarios para su crecimiento; una lectura sirve
de pedestal a otra; deja un basamento que es la mezcla de aspectos
cognitivos y psicológicos: éticos, estéticos
y emocionales que contribuyen a la singularidad de cada individuo
y a la con-formación de su cuerpo de conocimientos
y personalidad (D´Angelo, 1998).
El encargo social del proceso de enseñanza-aprendizaje es
especialmente- preparar para la vida. Entonces la lectura
desempeña un papel primordial en este proceso. Se deben aprovechar
sus potencialidades.
Situación actual de la lectura en el proceso de enseñanza-aprendizaje
Existen problemas que afectan el proceso de comprensión
de lectura, a pesar de que en los últimos años se
han estado realizando valiosos estudios en este campo a escala mundial
y en el ámbito nacional. La práctica pedagógica
ha demostrado que ingresan hoy a la enseñanza superior estudiantes
con un nivel de dominio medio en la comprensión, si se toma
la lectura no solo como proceso de construcción de significados,
sino además, como transformador y formador (M. Manzano, 2001).
Valdría la pena preguntarse ¿qué está
sucediendo si se están realizando serias investigaciones
en este sentido? Las preguntas podrían dirigirse hacia quiénes
están trabajando en este campo y dónde se aplican
los resultados. Se hace necesario reflexionar sobre esta problemática
y a partir del análisis dar posibles sugerencias de solución.
Una parte de los problemas radica en la difusión de los
resultados investigativos, en el trabajo colectivo e interactivo
que debe existir entre los profesores de las diferentes disciplinas
que trabajan conjuntamente con un mismo grupo de estudiantes, año,
nivel o carrera. La comprensión de la lectura está
presente en el proceso docente educativo y continúa desarrollándose
durante toda la vida. Ésta es esencial para todos los niveles
de enseñanza en los diferentes campos del saber humano. Es
para el maestro un instrumento de enseñanza y, a la vez,
de aprendizaje para sí mismo.
De aquí se puede partir para establecer un punto de partida
con respecto al problema de la comprensión de lectura
la generalización de las investigaciones ¿La comprensión
solo está presente en las clases de Lengua Española,
Literatura o idioma extranjero? ¿Acaso este proceso no tiene
lugar en las demás materias de los planes de estudios?
Es cierto que la comprensión de lectura depende en gran
medida de la estructura organizativa de los textos y que los estudiantes
manejan el esquema de los textos narrativos con más facilidad
porque han venido enfrentándose a estos desde su infancia.
Entonces se podría preguntar ¿Los textos expositivos
no están presentes en los cuadernos escolares de asignaturas
del área de ciencias naturales o humanísticas, por
ejemplo? ¿Por qué durante estos niveles no se apropian
de las características de este tipo de texto? ¿Qué
tipo de comunicación existe entre los profesores de idiomas
y de otras asignaturas en los diferentes niveles de enseñanza?
¿Acaso no se podría hablar un lenguaje común
con respecto a la lectura?
Está claro que las investigaciones deben generalizarse tanto
en la institución en las que se realiza, como en otras instituciones,
también en lo posible analizar su aplicación a otros
niveles de enseñanza. Pero además, de la misma forma
puede analizarse su posible aplicación a otras asignaturas
o disciplinas. La comprensión de lectura es aplicable a cualquier
ciencia porque es un medio específico para obtener conocimientos
esenciales en las diferentes ramas del saber humano. (A. Arellano-Osuna,
1997).
2. El papel del colectivo pedagógico
Los colectivos pedagógicos formados por los profesores de
las disciplinas que trabajan un mismo grado, nivel, año o
carrera, pueden realizar una labor de extensión de los resultados
de las investigaciones.
La existencia de una verdadera cohesión en los colectivos
pedagógicos de año o grado facilita el intercambio
de las disciplinas, el análisis profundo de cómo unas
pueden tributar en otras; facilita, además, hablar en un
lenguaje común a pesar de las diferencias de los temas, porque
se comparten conceptos, habilidades, procesos, estrategias; permite
trazar acciones comunes dirigidas al aprendizaje de los estudiantes.
Lo mismo sucede con los colectivos de ciclos, niveles o carreras,
se posibilita la sistematización adecuada de los contenidos
y se logra con éxito la trans-formación del
alumno o futuro profesional si se realiza esa labor cohesiva y armónica.
En la medida que se reflexione sobre la docencia, tanto de forma
individual como colectiva, permite corregir las limitaciones. Esta
misma estrategia debe ser legada a los discípulos. Es necesario
demostrar a los estudiantes no cuánto se sabe, sino cuánto
se les puede ayudar a construir sus propios significados, ideas,
a razonar, a pensar, a actuar, a sentir en un momento determinado
que pueden prescindir del profesor.
Un trabajo adecuado con el proceso de comprensión de lectura
usándola como eje transversal durante cada grado o año
académico, sería un arma poderosa para contribuir
a lograr la independencia cognoscitiva en los estudiantes. Para
ello es necesario enseñar al estudiante a utilizar el texto
escrito con fines determinados, enseñar la utilidad práctica
de la información escrita desde las diferentes materias,
acercar a los estudiantes a leer sus cuadernos con otra visión
y motivarlos a que lean otros textos a través de trabajos
extraclases interesantes.
La lectura da la posibilidad de desarrollar estrategias, destrezas,
capacidades por medio del texto escrito. Mediante la apropiación
de esquemas de conocimientos; que dependen de la estructura textual,
ya sea expositiva, narrativa, descriptiva, etc, se proporcionan
los elementos necesarios para conocer las características
de un texto determinado, y se familiariza a los estudiantes con
las acciones u operaciones a seguir cuando una actividad docente
demanda una tarea de este tipo, o sea, describir, exponer, narrar,
informar, explicar.
3. Estrategias para trabajar la lectura
Se sugieren varias estrategias que pueden ser realizadas y adaptadas
a muchas de las actividades relacionadas con la lectura en las diferentes
ciencias. Estas estrategias facilitan la construcción de
significados, el desarrollo creativo del pensamiento a través
del procesamiento de la información y alejan el proceso enseñanza-aprendizaje
de actividades mecánicas, reproductivas e irreflexibles.
- Hágales saber a sus estudiantes que sus conocimientos
previos sobre el tema son importantes y que les ayudarán
a comprender la lectura (K. Goodman, 1976). Actívelos siempre.
- Oriente la lectura adecuadamente. Deje claro el objetivo de
la misma, la tarea que van a realizar y la bibliografía
que utilizarán. Motívela siempre.
- Dirija sus interrogantes hacia los tres significados que aporta
un texto: el literal o explícito, intencional o implícito
y cultural o complementario. (E. Arzola, 1992)
- Hágales saber que no toda la información del texto
es esencial. La misma depende de la demanda de la tarea. Trácese
un objetivo siempre.
- Enséñeles a jerarquizar las ideas del texto y
seleccionar las ideas principales. Desarrolle los procesos de
análisis - síntesis.
- Hágales saber que sus opiniones son importantes y que
opinar significa fundamentar sus criterios. Escúchelos
con atención.
- Demuéstreles la utilidad de lo leído, para qué
le sirve, en qué situaciones de la vida utilizar la información,
no mediante la explicación, sino de la reflexión
y la práctica. Aplique información.
- Colóquelos ante situaciones problémicas relacionadas
con el tema, para que den sus propias sugerencias de solución.
Enséñeles a pensar
- Motívelos a leer otros textos sobre el tema como trabajo
independiente. Chequee su lectura y compresión por medio
de informes escritos que pueden ser revisados por su compañero
de mesa (A. Arellano-Osuna, 2002). Hágales escribir, la
redacción desarrolla el pensamiento y la creatividad.
- Hágales reflexionar sobre sus respuestas para que conozcan
sus propios procesos mentales y puedan utilizar estrategias de
autocorrección. Enséñeles a autorregularse.
4. Conclusiones
El dominio de destrezas y desarrollo de capacidades en la lectura
contribuye al logro de la autonomía del estudiante durante
la adquisición de los conocimientos. Para lograr esas destrezas
y capacidades es necesario que todos trabajen en colectivo, intercambien
ideas, utilicen el proceso de lectura en las asignaturas como medio
de enseñanza de forma eficaz y eficiente, lo que significa
construir significados y aplicarlos sistemáticamente para
que el alumno adquiera rapidez e independencia en el manejo de la
información.
La lectura es esencial durante la enseñanza y el aprendizaje;
es compleja y activa porque en ella intervienen procesos mentales
de alto nivel, desarrolla destrezas y capacidades, por lo que posee
nutritivas potencialidades para ser exploradas desde diferentes
direcciones, sobre esto deben tener conciencia los educadores de
las diferentes ramas del saber, la lectura está presente
cotidianamente en la docencia, por tanto es un problema que urge
a todos perfeccionar desde sus propias perspectivas y posibilidades.
Un trabajo consciente, interdisciplinario, sistemático,
cohesivo y armónico con la comprensión en los diferentes
grados o niveles de enseñanza permitiría que los alumnos
se apropien de algoritmos imprescindibles durante el procesamiento
de la información como vía de solución para
contribuir a la independencia cognoscitiva.
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