En este artículo se presenta el diseño, el desarrollo
y algunos resultados de una investigación participativa desarrollada
en El Carmelo, un barrio periférico de la ciudad de
Barcelona. Este proyecto titulado genéricamente Carmel
Acció se desarrolló de mayo del año 2002
a enero del 2004.
Carmel acció es un proyecto que forma parte
de un conjunto de iniciativas, impulsadas por el Projecte
Educatiu de Ciutat de Barcelona (P.E.C.), que se dirigen a
la reapropiación ciudadana de los espacios públicos.
Es un proyecto que fue diseñado(1) en el marco del Plan de
desarrollo comunitario(2) del barrio del Carmelo de Barcelona(3).
Dicho Plan agrupa a seis entidades ciudadanas del barrio y a los
técnicos respectivos de los Servicios Sociales del Ayuntamiento
y de los Servicios Comunitarios del Departamento de Bienestar y
Familia de la Generalitat de Catalunya.
Carmel acció pretendía iniciar un proceso
de trabajo comunitario que fuera, al mismo tiempo, político
y educativo. Político porqué implica, en primer lugar,
dinámicas de reflexión compartida que buscan poner
en cuestión aquello que significa hoy en día espacio
público. Vivimos una genuina crisis del espacio
público señala Bauman y, por lo
tanto, de la política, esa actividad humana cuyo hogar natural
es precisamente el espacio público (2002, p. 116). La
manera como la población del barrio, sienta y viva los espacios
en los que cotidianamente interactúa influirá de una
forma determinante en el trato que les dispensaran y, asimismo,
en las relaciones que establecerán con las persones que los
usen al mismo tiempo que ellos.
Es también político porque este proyecto comporta
una redefinición tanto del uso que las personas hacen de
estos espacios como de los derechos y deberes que tienen respecto
a ellos en tanto que ciudadanos/as. Político, por último,
porque hace evidentes las posibilidades y limitaciones de los territorios
como ámbitos donde se desarrolla la vida cotidiana de sus
habitantes. Es necesario señalar que este uso diario y cotidiano
de los espacios públicos ayuda a configurar y a llenar de
contenido los sentimientos de pertenencia que ligan a las personas
a los territorios; sentimientos que vertebran de forma substantiva
las identidades ciudadanas.
Es también un proyecto educativo porque implica a toda la
ciudadanía en el descubrimiento de los diferentes espacios
públicos del barrio. Unos espacios que los habitantes del
territorio viven y perciben de maneras bien diferentes. Espacios
que pueden ser acogedores, inseguros e, incluso, temidos en función
de variables tan diversas como las horas del día en las
que se usen, la cantidad y la calidad del mobiliario urbano de que
dispongan o las persones que, en un momento dado, los estén
utilizando.
Conocer y comprender los significados y los sentidos que los demás
atribuyen al uso de los espacios públicos ayuda a generar
comportamientos empáticos. Estos comportamientos proporcionan
la base para el respeto y el diálogo intergeneracional y
posibilitan el entendimiento y la confianza mutua entre las diferentes
personas del barrio. Lo que se pretende con este proyecto es provocar
un cambio de actitudes en la ciudadanía respecto al uso del
propio territorio y respecto a las demás personas con las
que lo comparte.
Creemos que la convivencia en los barrios solo puede ser construida
desde unas actitudes abiertas y de respeto hacia las diferentes
formas en que los otros comparten con nosotros tiempo y territorio.
Trabajar sobre los espacios públicos del Carmelo y sobre
la forma en que sus habitantes los perciben, los sienten y los usan
es una manera de ir poco a poco fomentando un pacto colectivo e
intergeneracional para la convivencia en el barrio. Éste
es, en definitiva, el verdadero sentido de este proyecto; poner
los fundamentos para un futuro de convivencia cívica que
sea, al mismo tiempo, deseable, solidario, durable y sostenible.
1. Los objetivos del proyecto carmel acció
Los objetivos que se pretenden conseguir con esta investigación
participativa son:
a) Descubrir los espacios públicos del Carmelo y los sentimientos
que inspiran a la ciudadanía.
b) Conocer las lógicas de uso de los espacios públicos
del barrio.
c) Mantener actitudes cívicas, esto es, responsables en
el mantenimiento y cuidado de los espacios públicos.
d) Elaborar propuestas de utilización y mantenimiento
sostenible de estos espacios.
e) Iniciar procesos de empoderamiento empowerment
de los jóvenes.
Para conseguir estos objetivos se definen cuatro ejes temáticos
que son los contenidos nucleares que se trabajan en las dinámicas
comunitarias que vertebran esta investigación participativa.
Estos son:
1) Espacios que los ciudadanos consideran públicos.
2) Uso que hacen los ciudadanos de los espacios públicos.
3) Relaciones emocionales de los ciudadanos respecto los espacios
públicos (miedo, inseguridad, comodidad, peligro, etc.).
4) Creación de nuevas dinámicas de uso de los espacios
públicos.
2. Los resultados esperados
Los resultados que se espera conseguir al acabar esta investigación
participativa son los siguientes:
1) Un mapa funcional o de usos de los espacios públicos
del Carmelo.
Es una carta geográfica que delimita espacios de acuerdo
con las funciones que tienen asignadas (solares en construcción;
calles; parques infantiles; zonas de conversación; etc.)
y con los usos que realmente se producen. Habrá tantos
mapas como colectivos con los que se trabaja (niños, jóvenes,
adultos y personas mayores).
2) Un mapa emocional de los espacios públicos.
Es una carta geográfica que delimita las zonas del territorio
que inspiran sentimientos (inseguridad, miedo, libertad, comodidad,
etc..) a la población o a colectivos específicos.
3) Un mapa de los sueños en relación a los
espacios públicos.
Es una carta geográfica que delimita espacios y usos deseables
del territorio. En la elaboración de este mapa es fundamental
que los mediadores de los grupos insistan en la viabilidad de
las propuestas. Hay que determinar, además, los encargados
de desarrollarlas y la responsabilidad que, en dicho desarrollo,
corresponde a la ciudadanía, a las asociaciones y entidades
y, por último, a las administraciones públicas.
4) Un modelo de observación de los espacios públicos
desde el punto de vista de los jóvenes.
5) Unas dinámicas socio-políticas renovadas
en relación a la gestión de los espacios públicos
por parte de la juventud del Carmelo.
3. La metodología de investigación participativa
seguida
Una serie de orientaciones previas guían el desarrollo metodológico
de la investigación. Son las siguientes:
- VISUALIZAR INICIATIVAS Y GRUPOS DEL BARRIO. Algo que sucede
de forma habitual en los barrios es que, cada vez que se convoca
a participar, las personas interesadas suelen ser, por lo general,
siempre las mismas. El objetivo metodológico consistía
en hacer aflorar grupos y personas que habitualmente no hacen
vida activa en el barrio
- TRABAJAR CON GRUPOS NATURALES, QUE YA FUNCIONAN. Había
que huir de configurar grupos de participación ad-hoc
para el desarrollo del proyecto. Una buena manera de dar continuidad
al proyecto era la de trabajar con grupos que ya estaban funcionando
y que se reunían habitualmente por razones propias.
- INTEGRAR INICIATIVAS, GRUPOS O PERSONAS INTERESADAS. No negar
ni la información ni la participación en el proyecto
a todas las personas o grupos de barrio que lo solicitaran.
- TRABAJAR CON UNIDADES EXTERNAS A LOS GRUPOS PREVIAMENTE
DEFINIDOS PARA EL DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN. Hemos
denominado así a todos aquellos grupos que tienen sus propias
dinámicas de funcionamiento pero que se interesaron en
formar parte de la investigación. Esta unidades externas
han participado en el proyecto siguiendo su propio ritmo,
a partir de líneas metodológicas proporcionadas
por el equipo de investigación.
- PLANTEAR EL PROYECTO COMO UN PROCESO CON CONTINUIDAD. La pretensión
es que la investigación inicie procesos y dinámicas
de trabajo y funcionamiento que se extiendan más allá
de la finalización de la investigación.
- REFORZAR EL PROCESO CON PRODUCTOS CONCRETOS. En todo momento
las personas y grupos participantes han de tener feed-backs
lo más inmediatos posible de los procesos participativos
que están desarrollando y de los resultados concretos de
dichos procesos. Estimamos que esto incide en la implicación
en el proyecto y en la motivación para seguir participando.
- DOCUMENTAR AUDIOVISUALMENTE EL DESARROLLO DEL PROYECTO. Para
constituir y generar una memoria compartida. No hay que olvidar
que el proyecto está enmarcado en un Plan comunitario que
incluye a todo el barrio.
Como se puede observar en la figura 1, estas orientaciones metodológicas
enmarcan un proceso de trabajo con la población a través
de dos líneas de acción. La Línea 1, que se
desarrolla, a lo largo de tres dinámicas grupales, pretende
la:
1) Construcción colectiva del concepto de espacio público
y de detección y uso de los espacios públicos del
barrio.
2) Elaboración de los mapas funcionales y los mapas emocionales.
3) Elaboración del mapa de los sueños del barrio
del Carmelo.
FIGURA 1
La Línea 2, tratada como una unidad externa, se centró
en el colectivo de los jóvenes. De hecho, fueron los propios
jóvenes quienes se aplicaron en el diseño de estrategias
de observación de algunos de los espacios públicos
del barrio. Para recoger y tratar la información elaboraron
diferentes materiales e instrumentos de observación y análisis.
Se trataba de obtener y elaborar un registro documental de todo
aquello que habitualmente y a lo largo del día sucede en
un espacio público del Carmelo. Esta información tenía
que servir también para fundamentar el mapa de los sueños.
4. El equipo de investigación
El equipo de personas y profesionales que ha gestionado todo el
proceso de la investigación participativa estuvo configurado
por: 1 Investigador de la Universitat Autònoma de Barcelona
(UAB);
1 Representante del Institut Municipal dEducació
de Barcelona; 1 Representante del Plan Comunitario; 1 Educadora
social; 4 estudiantes de Pedagogía, Educación Social
y Psicología Social; y 1 Profesor del Instituto de Educación
Secundaria (IES) Ferran Tallada, ubicado también en el Barrio
del Carmelo. Hay que señalar que el representante del Plan
Comunitario y la educadora social eran, al mismo tiempo, representantes
y canal de comunicación con los líderes de las asociaciones
que integraban el Plan Comunitario del barrio por lo que la fluidez
de la información y la toma de decisiones estaba así
compartida.
5. La población participante en la investigación
Las previsiones iniciales de participación fueron ajustándose
y organizándose a medida que se iba desarrollando el proceso
de investigación y siempre de acuerdo con las orientaciones
metodológicas previamente definidas. Se puede hablar de tres
grandes grupos de participantes que configuraron un colectivo de
casi 300 personas. Estos son:
1) NIÑOS Y NIÑAS: Tres Centros de Educación
Infantil y Primaria (CEIP) y un Instituto de Educación Secundaria
del barrio se implicaron en el proceso. En concreto las clases de
4.º y 5.º de educación primaria(4) y de 1.º
de Educación Secundaria Obligatoria(5). En total participaron
165 niños y niñas.
2) JÓVENES, ADULTOS Y GENTE MAYOR: Se trabajó con
3 grupos de jóvenes, otros 3 de adultos y, con 3 más,
por último, de gente mayor. Como muestra el cuadro que sigue
participaron un total de 108 personas.
3) LOS JÓVENES DE LA ACCIÓN DE LA LINEA 2 Y LAS UNIDADES
EXTERNAS. Los colectivos y grupos de personas del barrio que se
incorporaron durante el desarrollo de la investigación fueron
los siguientes: un Instituto de Educación Secundaria del
barrio, en concreto, el grupo del Ciclo Formativo Superior en Animación
Sociocultural; un Centro de Educación Infantil; una Ludoteca;
un Esplai infantil(6); y la Asociación de vecinos
y vecinas del barrio (AVV). Sumando un total aproximado de unas
100 personas más. Como puede observarse en la figura 2 esta
investigación participativa ha movilizado a más de
350 personas del barrio del Carmelo.
FIGURA 2
|
|
GRUPOS DE
|
TOTAL |
1.ª SESIÓN:
(Mapa funcional)
|
10
10
10
|
Jóvenes
|
12
20
10
|
Adultos
|
12
12
12
|
Mayores
|
Niños
y
niñas
|
Jóvenes
Línea 2
Unidades
Externas
|
|
2.ª SESIÓN:
(Mapa emocional)
|
10
10
10
|
Jóvenes
|
12
20
10
|
Adultos
|
12
12
12
|
Mayores
|
|
|
|
3.ª SESIÓN:
(Mapa de los sueños)
|
30
|
Jóvenes,
adultos y mayores
|
42
|
Jóvenes,
adultos y mayores
|
36
|
Jóvenes,
adultos y
mayores
|
|
|
|
TOTAL PARTICIPANTES
|
30
|
|
42
|
|
36
|
|
165
|
100
|
373
|
TOTAL SESIONES
|
7
|
|
7
|
|
7
|
|
|
|
21
|
6. El desarrollo del proceso de investigación: las dinámicas
participativas
El proceso de investigación participativa se desarrolló
en cuatro sesiones de trabajo. Inicialmente diseñamos tan
solo las dos primeras dinámicas de trabajo. Se trataba de
recopilar información e iniciar procesos comunitarios de
reflexión compartida alrededor de los diferentes sentidos
y significados del espació público.
Objetivo procedimental de la investigación era que, en cada
dinámica tenía que haber, al menos, tres personas
del equipo de trabajo: A) Un animador, con funciones de guía,
conductor y estimulador de la dinámica participativa de trabajo.
B) Un facilitador, que había de tener un conocimiento exhaustivo
del barrio. Su función era la de proporcionar los materiales
de trabajo a los subgrupos y la de asesorarlos sobre cuestiones
relativas a la situación o características concretas
de los espacios públicos del barrio. C) Un observador, que
tenía por misión la de documentar el proceso haciendo
fotos y tomando notas de todo aquello que fuera relevante en el
desarrollo de la dinámica participativa.
Hay que señalar que la gestión logística del
proceso realizada por la educadora social fue extremadamente
compleja, tanto por la cantidad de personas participantes como por
la precariedad temporal con la que esta sociedad actual nos está
forzando cada vez más a movernos.
6.1. La Línea 1: Las dos primeras dinámicas
participativas
En general se calculó que las sesiones de trabajo tenían
que durar unas dos horas. Como ya se ha señalado las dinámicas
se desarrollaron con grupos naturales que ya funcionaban en el barrio(7):
3 de jóvenes, 3 de adultos y 3 de gente mayor. La primera
dinámica participativa se estructuró de la siguiente
forma:
1) Presentación del plan comunitario Carmel Amunt.
2) Explicación del proyecto Carmel Acció.
El objetivo pretendido era el de contextualizar la dinámica
con la esperanza de que los participantes descubrieran en ella
sus propios sentidos, intereses y motivaciones.
3) Trabajo en gran grupo (10 personas) mediante la metodología
del Torbellino de ideas (Brainstorming). La pregunta planteada
fue: ¿Qué es para ti un espacio público?
4) Trabajo en subgrupos (2 de 3 y 1 de 4 personas). Se proporciona
a cada subgrupo: un mapa en planta del barrio del Carmelo, lápices
y una caja de pequeños círculos adhesivos de color
negro. La pregunta era: ¿Cuáles son los espacios
públicos que hay en el Carmelo? Cada subgrupo acordaba
sobre el mapa cuáles eran esos espacios y los señalaba
con los lápices.
5) Trabajo en subgrupos. Se proporciona a cada subgrupo: un mapa
en planta del barrio del Carmelo, lapiceros y una caja de pequeños
círculos adhesivos de color rojo. La pregunta era: ¿Cuáles
son los espacios públicos del barrio del Carmelo que utilizáis
habitualmente?. Cada subgrupo acordaba sobre el mapa cuáles
eran esos espacios y los señalaba con los lápices.
6) Trabajo en gran grupo (10); puesta en común. Se colocó
un mural grande en la pared con un mapa en planta del barrio.
Cada subgrupo delimitó con los adhesivos negros y
rojos, respectivamente los espacios públicos que
hay en el Carmelo y los que de forma habitual usaban los integrantes
de cada subgrupo. A continuación los explicaban y comentaban
al resto de subgrupos. Esta fase generó interacciones muy
ricas entre los participantes sobre de los espacios públicos
que hay en el barrio y los que cada uno de ellos utiliza cotidianamente.
La 2.ª dinámica se desarrolló, con cada uno
de los grupos de las categorías de edad escogidas, aproximadamente
un mes más tarde. El planteamiento metodológico seguido
era el mismo que en la anterior pero, en este caso, se diseñó
una estructura diferente:
1) Presentación en gran grupo (10 personas) de la sesión.
2) El trabajo se inicia directamente con los mismos subgrupos
de la sesión anterior. Cada subgrupo elige uno de los espacios
públicos que utiliza habitualmente. Se proporcionan unos
lápices y unas fichas en las que, una vez discutidas y
acordadas, tenían que consignar las características
físicas de aquel espacio; las funciones para las que cada
subgrupo cree que ha sido diseñado; y los usos reales que
consideran se hacen de dicho espacio público.
3) Se proporciona un nuevo mapa en planta del barrio, una ficha
para rellenar y una caja de lápices de colores. El objetivo
consistía en conocer las emociones, positivas y negativas,
que despertaba el espacio público elegido por cada subgrupo
y las razones que fundamentaban dichas emociones. Se trataba de
consignar ambas informaciones en la ficha entregada. En un segundo
momento cada subgrupo asoció las emociones despertadas
por el espacio a colores concretos. El siguiente paso fue el de
pintar con colores el espacio escogido en el mapa.
4) Trabajo en gran grupo; puesta en común. Se coloca un
mural grande en la pared con un mapa del barrio. Cada subgrupo
explica al resto las características, funciones y usos
el espacio público escogido y pinta con colores en el mural
las emociones que les sugiere. A continuación los explica
y comenta al resto de subgrupos. Esta fase generó dinámicas
interactivas muy intensas y ricas entre los participantes.
6.2. La Línea 1: la tercera dinámica participativa:
el mapa de los sueños
En el diseño previo de la investigación se planteó
que había que retornar a la comunidad lo que caracterizábamos
como propuestas integradas, es decir, los resultados del
análisis que el equipo de investigación había
realizado del proceso participativo y de las informaciones que los
participantes habían proporcionado sobre los diferentes espacios
públicos del barrio del Carmelo. La propuesta integrada trataba
de superar así las visiones particulares de cada participante
sobre los espacios públicos del barrio para proporcionar
una visión global, comunitaria.
El retorno de la información se planteó a través
de la elaboración de lo que denominamos una versión
comunicable de cada una de las dinámicas participativas
realizadas. Lo que se pretendía era plantear la información
de manera clara y directa que, lejos de academicismos, permitiera
a los participantes conectar con la información y hacerla
suya al reconocerla como propia.
El diseño metodológico de la 3.ª sesión
fue totalmente diferente de las que se habían realizado hasta
el momento. Se reunió a las personas participantes en tres
grupos intergeneracionales que estaban configurados por jóvenes,
adultos y gente mayor. Si las dinámicas participativas previas
se habían planteado como sesiones de trabajo, ésta
tercera se enfocó como un encuentro lúdico en el que,
aparte de visualizar el trabajo realizado previamente, se pudiera
crear un ambiente distendido apto para las interacciones entre los
participantes de los diferentes grupos de edad y el equipo de investigación.
Para preparar esta 3.ª dinámica, se contó con
personas voluntarias que habían participado en las dinámicas
anteriores. Ellas recorrieron el barrio buscando lugares significativos
y haciendo fotos. El objetivo era elaborar unos dossieres para repartir
en la tercera dinámica cada uno de los participantes.
El dossier de El mapa de los sueños del barrio del Carmelo,
constaba de los siguientes apartados:
a) Una explicación sobre lo que es un mapa de los sueños
y un esquema de lo que se iba a hacer.
b) Los datos más significativos de la 1.ª dinámica
participativa (incluidos dos mapas con la señalización
de los espacios públicos reconocidos como tales y de los
usados por la comunidad).
c) Los datos más significativos de la 2.ª dinámica
participativa.
d) La presentación (espacios, mobiliario, personas y relaciones)
de un espacio público concreto del barrio(8), ilustrado
con las fotografías que los voluntarios participantes habían
tomado.
e) Una ficha para consignar las propuestas de mejora viables
para dicho espacio público. Se formulan las siguientes
preguntas: ¿Quien ha de ocuparse de llevar las mejoras
adelante? ¿Qué puede hacer la gente del barrio?
El esquema de desarrollo de la sesión, a partir de la metodología
lúdica planteada se realizó de la siguiente manera:
a) Recepción de los participantes en una sala decorada
con las fotografías ampliadas de las dinámicas participativas
anteriores y reparto de dossieres.
b) Presentación de la versión comunicable de
las dos dinámicas anteriores.
c) Trabajo en subgrupos intergeneracionales (de 4 o 5 personas)
sobre un espacio concreto con uno de los investigadores. Su función
era la de facilitador; ayudaba al subgrupo a concretar propuestas
viables y a reflexionar sobre las propias responsabilidades respecto
a dicho espacio. El objetivo era el de elaborar un mapa de
los sueños del espacio público trabajado.
d) Trabajo en gran grupo. Presentación por parte de cada
subgrupo de su mapa de los sueños al resto y discusión
general sobre su viabilidad y posibilidades.
e) Fiesta con aperitivos y bebidas para todos.
6.3. La Línea 1: Las dinámicas desarrolladas
en los centros educativos con los niños y niñas
El trabajo de investigación con los niños y niñas
requería un tratamiento diferenciado del resto de participantes.
La idea era la de implicar a la población infantil del barrio
a través de los centros educativos
de forma que los propios docentes pudieran liderar el trabajo de
investigación de sus alumnos. Tras cursar una invitación
a los directores de los centros se convocó una reunión
general con todas las escuelas para concretar la propuesta. De dicha
reunión resultó que 3 escuelas y un instituto aceptaron
implicarse en la investigación participativa.
A partir de ese momento el equipo de investigación realizó
toda una serie de reuniones con cada centro en particular para rediseñar
y adaptar los materiales e instrumentos elaborados a las necesidades
concretas de los alumnos. Llamamos a dichos materiales carpetas
pedagógicas.
El esquema general de trabajo desarrollado por los centros educativos
tenía, en esencia, una estructura muy parecida a la del proceso
seguido con el resto de colectivos del barrio pero, obviamente,
adaptada a las características específicas de la población
infantil. Era la siguiente:
1.ª Fase
a) Dinámica para consensuar el significado de lo que es
un espacio público.
b) Visibilización, a través del trabajo con mapas
en planta, de los espacios públicos del barrio.
2.ª Fase
a) Selección de un espacio concreto por parte de cada
clase.
b) Desarrollo de un trabajo de campo en dicho espacio público.
(Entrevistas a vecinos y vecinas que lo usan; Dibujos del espacio;
Recogida de anécdotas e historias sobre dicho espacio;
Desarrollo de observaciones sistemáticas; etc.
3.ª Fase
Elaboración de propuestas de mejora de cada espacio público
a través de la realización de dibujos alusivos realizados
por los propios alumnos y alumnas.
A lo largo del desarrollo del proceso ha habido un acompañamiento
continuo por parte del equipo de investigación que ha consistido
básicamente en: soporte técnico en la gestión
específica del trabajo de campo y realización de sesiones
de seguimiento del desarrollo del proceso.
6.4. La Línea 2: Las dinámicas desarrolladas
con los grupos jóvenes que desarrollan la Acción
Lo que, en esencia se pretendía con esta acción era
realizar una observación sistemática de un espacio
público previamente seleccionado. Esta observación
se dirigía a los usos, a las actividades y a las relaciones
desarrolladas en dichos espacios a todo lo largo del día
y, también, a las propias características del espació
desde el punto de vista de la configuración e infraestructura:
mobiliario urbano, vegetación, estado de conservación,
limpieza, etc. Los propios participantes en esta acción eran
los encargados de diseñar y elaborar los protocolos e instrumentos
de observación. Para facilitarles la tarea, el equipo de
investigación les proporcionó los materiales elaborados
con los centros educativos para la observación de los espacios
y toda una serie de orientaciones a los responsable de cada grupo:
a) El Esplai Infantil.
El esplai participó en Carmel Acció
a través de la fotografía. A pesar de que utilizaron
los mismos materiales que el resto de colectivos (fichas de mobiliario
urbano, entrevistas, observación, etc.) los participantes
adaptaron las bases del proyecto a lo que supone la educación
en el tiempo libre y las dinámicas propias del esplai.
b) Los alumnos del Ciclo Formativo de Animación Sociocultural
del Instituto de Educación Secundaria.
El primer acuerdo con el coordinador del Ciclo fue el de integrar
el trabajo en una de las asignaturas del programa del curso; en
concreto en Bases antropológicas y psicosociológicas.
Hay que señalar que el grupo, en este caso, estaba constituido
por jóvenes de entre 19 y 26 años por lo que, a
diferencia del grupo anterior, el diseño y elaboración
de instrumentos fue muy exhaustivo.
El trabajo realizado se estructuró de la siguiente manera:
1) Análisis del concepto de Espacio Público. Visibilización
de espacios públicos y selección de dos espacios
para desarrollar en ellos las observaciones.
2) Elaboración y diseño de instrumento para la
recogida de información.
3) Trabajo de campo en los dos espacios seleccionados: administración
de encuestas y guías de observación.
4) Vaciado de datos; análisis de la información
obtenida, y elaboración de propuestas, siempre planteadas
desde la perspectiva de la animación sociocultural.
5) Evaluación del estudio y la experiencia desarrollada.
7. Algunas conclusiones y temas clave
En este apartado se presentan algunas de las conclusiones elaboradas
a partir de los resultados obtenidos en la investigación
participativa.
1) La implicación de los grupos de participantes en el
proceso de investigación sobre los espacios públicos
del barrio comporta, necesariamente, la reflexión y la
discusión sobre dichos espacios. Este es el primer paso
para posibilitar o crear una conciencia cívica alrededor
de dichos espacios.
2) Hay una coincidencia generalizada entre todos los participantes
en que un espacio público es un lugar para la relación;
puede ser abierto o cerrado pero, en todo caso, es de libre acceso.
3) Existe una diferencia cualitativa en la percepción
que los jóvenes tienen del espacio público y la
del resto de grupos participantes. Mientras aquellos consideran
que el espacio público es un lugar donde estar y vivir,
el resto de los participantes lo conciben como un lugar de paso.
4) Se identifican un total de 83 espacios públicos en
el barrio, de los cuales solamente 3 son identificados como muy
utilizados. La tipología de espacios citados es muy variada:
desde parques a escaleras pasando por aceras y paradas de autobús.
5) La forma en que se perciben entre sí los diferentes
grupos de edad, que comparten un mismo espacio público,
hace que se generen situaciones de incomprensión mutua
y desconfianza; cosa que no facilitan la convivencia. Esto se
produce especialmente entre los grupos de jóvenes y personas
mayores.
6) En general se puede afirmar que existe, en el barrio del Carmelo,
una adecuación entre el diseño funcional asignado
a los diferentes espacios públicos y la forma en que la
población los utiliza. La ruptura de las normas implícitas
de uso de los espacios públicos generas actitudes de rechazo
entre los adultos y la gente mayor.
7) Los diferentes grupos participantes asocian emociones positivas,
como tranquilidad, alegría o libertad, con espacios públicos
verdes y abiertos; y emociones negativas, como inseguridad y tristeza,
con los denominados espacios públicos duros (de cemento
y sin vegetación). Las emociones positivas también
se asocian con espacios públicos que propician las relaciones
interpersonales y el encuentro con los otros.
8) Los sentimientos positivos o negativos que inspiran los espacios
públicos, están claramente determinados por la tipología
de grupos que los comparten. Tener que compartirlos con jóvenes
genera emociones negativas en el resto de grupos de edad.
9) La preocupación sobre el estado de los espacios públicos
se hace más evidente en los grupos de adultos y mayores
que en los de jóvenes. Los niños y niñas,
por su parte, se interesan sobre todo por el mobiliario urbano
de dichos espacios.
10) Los sentimientos de pertenencia al barrio y la apropiación
de determinados espacios por parte de los grupos participantes
no comportan, necesariamente, el cuidado y mantenimiento de dichos
espacios. Hay que señalar, respecto a dicho mantenimiento,
que los jóvenes no se pronuncian sobre a quien corresponde;
los grupos de adultos manifiestan que les corresponde a ellos
y a la Administración y los grupos de personas mayores
lo atribuyen a ésta última en exclusiva.
A lo largo de la investigación se detectan, proponen y analizan
también toda una serie de temas claves que se plantean como
líneas futuras de intervención socioeducativa del
Plan de desarrollo comunitario(9). Son los siguientes:
1) Insuficiencia de espacios públicos en el barrio.
2) Infraestructuras insuficientes y falta de estética,
tanto en los espacios públicos como en el mobiliario urbano.
3) Falta de zonas deportivas.
4) Suciedad en los espacios públicos debida a comportamientos
poco cívicos.
5) Necesidad de espacios públicos específicos para
jóvenes.
6) Potenciar los espacios muy valorados y recuperar las zonas
desaprovechadas.
7) Fuerte sentido de pertenencia al barrio de todos los grupos
participantes.
8) Problemas de movilidad en el barrio, sobre todo para las personas
mayores.
Bibliografía
BAUMAN, Z. (2002): Modernidad líquida. Buenos Aires,
Fondo de Cultura Económica.
REASON, P., y BRADBURY, H. (ed.) (2002): Handbook of Action
Research. Participative inquiry & Practice. London, SAGE
Publications Ltd.
SHAW, I. F. (2003): La evolución cualitativa. Barcelona,
Paidós.
ÚCAR, X., y PONCE, E. (coord.) (2001): Carmel Amunt:
Análisis i propostes de futur per un barrio. Barcelona,
Carmel Amunt.
Notas
(1) El equipo estuvo integrado por M. García (Institut
Municipal dEducació de Barcelona); I. Izquierdo (Carmel
Amunt); E. Ponce (Carmel Amunt); X. Úcar (Universitat Autònoma
de Barcelona); M. Yubero (ADSIS. Carmel Amunt); C. Zulian (Artista
Plástico). Además de estos han participando en su
desarrollo: A. Zambrano (Universidad de Chile); y a través
de un convenio firmado entre ADSIS y el Departamento de Pedagogía
Sistemática y Social de la Universitat Autònoma de
Barcelona los estudiantes I. Martínez; M. Sales; I.
Nadal, y M. Gómez.
(2) El Departament de Benestar Social, a través de
la Direcció General de Serveis Comunitaris y con el
concurso de diferentes administraciones locales y de la Federació
dAssociacions de veïns dhabitatges social de Catalunya
(FAVIBC), puso en marcha en 1997 diversos Planes de Desarrollo
Comunitario (PDC) en diferentes barrios de toda Cataluña.
Los PDC son una estrategia de prevención y lucha contra los
procesos de exclusión social que se producen en nuestras
sociedades desarrolladas. Cuentan con la participación de
personas, entidades y asociaciones de cada barrio concreto; agentes
sociales de diferentes tipos y universidades; todos ellos con el
objetivo prioritario de potenciar la cohesión y la integración
social.
(3) Ver Úcar, X.; Ponce, E. (coord.),2001.
(4) En concreto, el C.E.I.P. El Carmel (las dos clases de 5.º
y 6.º)¸ el C.E.I.P. Taxonera (una clase de 6.º)¸
y el C.E.I.P. Coves Cimany (una clase de 5.º y una de 6.º).
(5) El Instituto de Educación Secundaria Ferrán Tallada.
(6) Denominación de los centros de tiempo libre en Cataluña.
(7) En este texto vamos a describir solamente la metodología
participativa seguida con estos grupos y no con las denominadas
unidades externas. Aunque la metodología utilizada
con estas últimas se basó en la que aquí se
presenta hay que señalar que cada una de ellas tuvo un proceso
de trabajo adaptado y particular; no solo metodológica sino
también temporalmente.
(8) Se elaboraron 13 tipos diferentes de dosieres, en función
de los 13 espacios públicos que los participantes habían
escogido como de mayor uso en el barrio del Carmel.
(9) Aparte de las numerosas recomendaciones y propuestas de actuación
resultantes de la investigación que no se recogen aquí
por razones de espacio.
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