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 ISSN: 1681-5653

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  Experiencias e Innovaciones (E+I)

Investigación participativa sobre espacios públicos y educación cívica

Xavier Úcar Martínez
Director del Departamento de Pedagogía Sistemática y Social, Universidad Autónoma de Barcelona, España

Número 39/4
25-07-06

En este artículo se presenta el diseño, el desarrollo y algunos resultados de una investigación participativa desarrollada en El Carmelo, un barrio periférico de la ciudad de Barcelona. Este proyecto –titulado genéricamente Carmel Acció– se desarrolló de mayo del año 2002 a enero del 2004.

Carmel acció es un proyecto que forma parte de un conjunto de iniciativas, impulsadas por el “Projecte Educatiu de Ciutat de Barcelona (P.E.C.)”, que se dirigen a la reapropiación ciudadana de los espacios públicos. Es un proyecto que fue diseñado(1) en el marco del Plan de desarrollo comunitario(2) del barrio del Carmelo de Barcelona(3). Dicho Plan agrupa a seis entidades ciudadanas del barrio y a los técnicos respectivos de los Servicios Sociales del Ayuntamiento y de los Servicios Comunitarios del Departamento de Bienestar y Familia de la Generalitat de Catalunya.

Carmel acció pretendía iniciar un proceso de trabajo comunitario que fuera, al mismo tiempo, político y educativo. Político porqué implica, en primer lugar, dinámicas de reflexión compartida que buscan poner en cuestión aquello que significa hoy en día espacio público. Vivimos una genuina crisis del espacio público –señala Bauman– y, por lo tanto, de la política, esa actividad humana cuyo hogar natural es precisamente el espacio público (2002, p. 116). La manera como la población del barrio, sienta y viva los espacios en los que cotidianamente interactúa influirá de una forma determinante en el trato que les dispensaran y, asimismo, en las relaciones que establecerán con las persones que los usen al mismo tiempo que ellos.

Es también político porque este proyecto comporta una redefinición tanto del uso que las personas hacen de estos espacios como de los derechos y deberes que tienen respecto a ellos en tanto que ciudadanos/as. Político, por último, porque hace evidentes las posibilidades y limitaciones de los territorios como ámbitos donde se desarrolla la vida cotidiana de sus habitantes. Es necesario señalar que este uso diario y cotidiano de los espacios públicos ayuda a configurar y a llenar de contenido los sentimientos de pertenencia que ligan a las personas a los territorios; sentimientos que vertebran de forma substantiva las identidades ciudadanas.

Es también un proyecto educativo porque implica a toda la ciudadanía en el descubrimiento de los diferentes espacios públicos del barrio. Unos espacios que los habitantes del territorio viven y perciben de maneras bien diferentes. Espacios que pueden ser acogedores, inseguros e, incluso, temidos en función

de variables tan diversas como las horas del día en las que se usen, la cantidad y la calidad del mobiliario urbano de que dispongan o las persones que, en un momento dado, los estén utilizando.

Conocer y comprender los significados y los sentidos que los demás atribuyen al uso de los espacios públicos ayuda a generar comportamientos empáticos. Estos comportamientos proporcionan la base para el respeto y el diálogo intergeneracional y posibilitan el entendimiento y la confianza mutua entre las diferentes personas del barrio. Lo que se pretende con este proyecto es provocar un cambio de actitudes en la ciudadanía respecto al uso del propio territorio y respecto a las demás personas con las que lo comparte.

Creemos que la convivencia en los barrios solo puede ser construida desde unas actitudes abiertas y de respeto hacia las diferentes formas en que los otros comparten con nosotros tiempo y territorio. Trabajar sobre los espacios públicos del Carmelo y sobre la forma en que sus habitantes los perciben, los sienten y los usan es una manera de ir poco a poco fomentando un pacto colectivo e intergeneracional para la convivencia en el barrio. Éste es, en definitiva, el verdadero sentido de este proyecto; poner los fundamentos para un futuro de convivencia cívica que sea, al mismo tiempo, deseable, solidario, durable y sostenible.

1. Los objetivos del proyecto carmel acció

Los objetivos que se pretenden conseguir con esta investigación participativa son:

a) Descubrir los espacios públicos del Carmelo y los sentimientos que inspiran a la ciudadanía.

b) Conocer las lógicas de uso de los espacios públicos del barrio.

c) Mantener actitudes cívicas, esto es, responsables en el mantenimiento y cuidado de los espacios públicos.

d) Elaborar propuestas de utilización y mantenimiento sostenible de estos espacios.

e) Iniciar procesos de empoderamiento –empowerment– de los jóvenes.

Para conseguir estos objetivos se definen cuatro ejes temáticos que son los contenidos nucleares que se trabajan en las dinámicas comunitarias que vertebran esta investigación participativa. Estos son:

1) Espacios que los ciudadanos consideran públicos.

2) Uso que hacen los ciudadanos de los espacios públicos.

3) Relaciones emocionales de los ciudadanos respecto los espacios públicos (miedo, inseguridad, comodidad, peligro, etc.).

4) Creación de nuevas dinámicas de uso de los espacios públicos.

2. Los resultados esperados

Los resultados que se espera conseguir al acabar esta investigación participativa son los siguientes:

1) Un mapa funcional o de usos de los espacios públicos del Carmelo.

Es una carta geográfica que delimita espacios de acuerdo con las funciones que tienen asignadas (solares en construcción; calles; parques infantiles; zonas de conversación; etc.) y con los usos que realmente se producen. Habrá tantos mapas como colectivos con los que se trabaja (niños, jóvenes, adultos y personas mayores).

2) Un mapa emocional de los espacios públicos.

Es una carta geográfica que delimita las zonas del territorio que inspiran sentimientos (inseguridad, miedo, libertad, comodidad, etc..) a la población o a colectivos específicos.

3) Un mapa de los sueños en relación a los espacios públicos.

Es una carta geográfica que delimita espacios y usos deseables del territorio. En la elaboración de este mapa es fundamental que los mediadores de los grupos insistan en la viabilidad de las propuestas. Hay que determinar, además, los encargados de desarrollarlas y la responsabilidad que, en dicho desarrollo, corresponde a la ciudadanía, a las asociaciones y entidades y, por último, a las administraciones públicas.

4) Un modelo de observación de los espacios públicos desde el punto de vista de los jóvenes.

5) Unas dinámicas socio-políticas renovadas en relación a la gestión de los espacios públicos por parte de la juventud del Carmelo.

3. La metodología de investigación participativa seguida

Una serie de orientaciones previas guían el desarrollo metodológico de la investigación. Son las siguientes:

  • VISUALIZAR INICIATIVAS Y GRUPOS DEL BARRIO. Algo que sucede de forma habitual en los barrios es que, cada vez que se convoca a participar, las personas interesadas suelen ser, por lo general, siempre las mismas. El objetivo metodológico consistía en hacer aflorar grupos y personas que habitualmente no hacen vida activa en el barrio
  • TRABAJAR CON GRUPOS NATURALES, QUE YA FUNCIONAN. Había que huir de configurar grupos de participación ad-hoc para el desarrollo del proyecto. Una buena manera de dar continuidad al proyecto era la de trabajar con grupos que ya estaban funcionando y que se reunían habitualmente por razones propias.
  • INTEGRAR INICIATIVAS, GRUPOS O PERSONAS INTERESADAS. No negar ni la información ni la participación en el proyecto a todas las personas o grupos de barrio que lo solicitaran.
  • TRABAJAR CON “UNIDADES EXTERNAS” A LOS GRUPOS PREVIAMENTE DEFINIDOS PARA EL DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN. Hemos denominado así a todos aquellos grupos que tienen sus propias dinámicas de funcionamiento pero que se interesaron en formar parte de la investigación. Esta unidades externas han participado en el proyecto siguiendo su propio ritmo, a partir de líneas metodológicas proporcionadas por el equipo de investigación.
  • PLANTEAR EL PROYECTO COMO UN PROCESO CON CONTINUIDAD. La pretensión es que la investigación inicie procesos y dinámicas de trabajo y funcionamiento que se extiendan más allá de la finalización de la investigación.
  • REFORZAR EL PROCESO CON PRODUCTOS CONCRETOS. En todo momento las personas y grupos participantes han de tener feed-backs lo más inmediatos posible de los procesos participativos que están desarrollando y de los resultados concretos de dichos procesos. Estimamos que esto incide en la implicación en el proyecto y en la motivación para seguir participando.
  • DOCUMENTAR AUDIOVISUALMENTE EL DESARROLLO DEL PROYECTO. Para constituir y generar una memoria compartida. No hay que olvidar que el proyecto está enmarcado en un Plan comunitario que incluye a todo el barrio.

Como se puede observar en la figura 1, estas orientaciones metodológicas enmarcan un proceso de trabajo con la población a través de dos líneas de acción. La Línea 1, que se desarrolla, a lo largo de tres dinámicas grupales, pretende la:

1) Construcción colectiva del concepto de espacio público y de detección y uso de los espacios públicos del barrio.

2) Elaboración de los mapas funcionales y los mapas emocionales.

3) Elaboración del mapa de los sueños del barrio del Carmelo.

FIGURA 1

La Línea 2, tratada como una unidad externa, se centró en el colectivo de los jóvenes. De hecho, fueron los propios jóvenes quienes se aplicaron en el diseño de estrategias de observación de algunos de los espacios públicos del barrio. Para recoger y tratar la información elaboraron diferentes materiales e instrumentos de observación y análisis. Se trataba de obtener y elaborar un registro documental de todo aquello que habitualmente y a lo largo del día sucede en un espacio público del Carmelo. Esta información tenía que servir también para fundamentar el mapa de los sueños.

4. El equipo de investigación

El equipo de personas y profesionales que ha gestionado todo el proceso de la investigación participativa estuvo configurado por: 1 Investigador de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB);

1 Representante del Institut Municipal d’Educació de Barcelona; 1 Representante del Plan Comunitario; 1 Educadora social; 4 estudiantes de Pedagogía, Educación Social y Psicología Social; y 1 Profesor del Instituto de Educación Secundaria (IES) Ferran Tallada, ubicado también en el Barrio del Carmelo. Hay que señalar que el representante del Plan Comunitario y la educadora social eran, al mismo tiempo, representantes y canal de comunicación con los líderes de las asociaciones que integraban el Plan Comunitario del barrio por lo que la fluidez de la información y la toma de decisiones estaba así compartida.

5. La población participante en la investigación

Las previsiones iniciales de participación fueron ajustándose y organizándose a medida que se iba desarrollando el proceso de investigación y siempre de acuerdo con las orientaciones metodológicas previamente definidas. Se puede hablar de tres grandes grupos de participantes que configuraron un colectivo de casi 300 personas. Estos son:

1) NIÑOS Y NIÑAS: Tres Centros de Educación Infantil y Primaria (CEIP) y un Instituto de Educación Secundaria del barrio se implicaron en el proceso. En concreto las clases de 4.º y 5.º de educación primaria(4) y de 1.º de Educación Secundaria Obligatoria(5). En total participaron 165 niños y niñas.

2) JÓVENES, ADULTOS Y GENTE MAYOR: Se trabajó con 3 grupos de jóvenes, otros 3 de adultos y, con 3 más, por último, de gente mayor. Como muestra el cuadro que sigue participaron un total de 108 personas.

3) LOS JÓVENES DE LA ACCIÓN DE LA LINEA 2 Y LAS UNIDADES EXTERNAS. Los colectivos y grupos de personas del barrio que se incorporaron durante el desarrollo de la investigación fueron los siguientes: un Instituto de Educación Secundaria del barrio, en concreto, el grupo del Ciclo Formativo Superior en Animación Sociocultural; un Centro de Educación Infantil; una Ludoteca; un Esplai infantil(6); y la Asociación de vecinos y vecinas del barrio (AVV). Sumando un total aproximado de unas 100 personas más. Como puede observarse en la figura 2 esta investigación participativa ha movilizado a más de 350 personas del barrio del Carmelo.

FIGURA 2

   

GRUPOS DE

TOTAL

1.ª SESIÓN:

(Mapa funcional)

10

10

10

Jóvenes

12

20

10

Adultos

12

12

12

Mayores

Niños

y

niñas

Jóvenes

Línea 2

Unidades

Externas

2.ª SESIÓN:

(Mapa emocional)

10

10

10

Jóvenes

12

20

10

Adultos

12

12

12

Mayores

3.ª SESIÓN:

(Mapa de los sueños)

30

Jóvenes,

adultos y mayores

42

Jóvenes,

adultos y mayores

36

Jóvenes,

adultos y

mayores

TOTAL PARTICIPANTES

30

42

36

165

100

373

TOTAL SESIONES

7

7

7

21

6. El desarrollo del proceso de investigación: las dinámicas participativas

El proceso de investigación participativa se desarrolló en cuatro sesiones de trabajo. Inicialmente diseñamos tan solo las dos primeras dinámicas de trabajo. Se trataba de recopilar información e iniciar procesos comunitarios de reflexión compartida alrededor de los diferentes sentidos y significados del espació público.

Objetivo procedimental de la investigación era que, en cada dinámica tenía que haber, al menos, tres personas del equipo de trabajo: A) Un animador, con funciones de guía, conductor y estimulador de la dinámica participativa de trabajo. B) Un facilitador, que había de tener un conocimiento exhaustivo del barrio. Su función era la de proporcionar los materiales de trabajo a los subgrupos y la de asesorarlos sobre cuestiones relativas a la situación o características concretas de los espacios públicos del barrio. C) Un observador, que tenía por misión la de documentar el proceso haciendo fotos y tomando notas de todo aquello que fuera relevante en el desarrollo de la dinámica participativa.

Hay que señalar que la gestión logística del proceso –realizada por la educadora social– fue extremadamente compleja, tanto por la cantidad de personas participantes como por la precariedad temporal con la que esta sociedad actual nos está forzando cada vez más a movernos.

6.1. La Línea 1: Las dos primeras dinámicas participativas

En general se calculó que las sesiones de trabajo tenían que durar unas dos horas. Como ya se ha señalado las dinámicas se desarrollaron con grupos naturales que ya funcionaban en el barrio(7): 3 de jóvenes, 3 de adultos y 3 de gente mayor. La primera dinámica participativa se estructuró de la siguiente forma:

1) Presentación del plan comunitario Carmel Amunt.

2) Explicación del proyecto Carmel Acció. El objetivo pretendido era el de contextualizar la dinámica con la esperanza de que los participantes descubrieran en ella sus propios sentidos, intereses y motivaciones.

3) Trabajo en gran grupo (10 personas) mediante la metodología del Torbellino de ideas (Brainstorming). La pregunta planteada fue: ¿Qué es para ti un espacio público?

4) Trabajo en subgrupos (2 de 3 y 1 de 4 personas). Se proporciona a cada subgrupo: un mapa en planta del barrio del Carmelo, lápices y una caja de pequeños círculos adhesivos de color negro. La pregunta era: ¿Cuáles son los espacios públicos que hay en el Carmelo? Cada subgrupo acordaba sobre el mapa cuáles eran esos espacios y los señalaba con los lápices.

5) Trabajo en subgrupos. Se proporciona a cada subgrupo: un mapa en planta del barrio del Carmelo, lapiceros y una caja de pequeños círculos adhesivos de color rojo. La pregunta era: ¿Cuáles son los espacios públicos del barrio del Carmelo que utilizáis habitualmente?. Cada subgrupo acordaba sobre el mapa cuáles eran esos espacios y los señalaba con los lápices.

6) Trabajo en gran grupo (10); puesta en común. Se colocó un mural grande en la pared con un mapa en planta del barrio. Cada subgrupo delimitó –con los adhesivos negros y rojos, respectivamente– los espacios públicos que hay en el Carmelo y los que de forma habitual usaban los integrantes de cada subgrupo. A continuación los explicaban y comentaban al resto de subgrupos. Esta fase generó interacciones muy ricas entre los participantes sobre de los espacios públicos que hay en el barrio y los que cada uno de ellos utiliza cotidianamente.

La 2.ª dinámica se desarrolló, con cada uno de los grupos de las categorías de edad escogidas, aproximadamente un mes más tarde. El planteamiento metodológico seguido era el mismo que en la anterior pero, en este caso, se diseñó una estructura diferente:

1) Presentación en gran grupo (10 personas) de la sesión.

2) El trabajo se inicia directamente con los mismos subgrupos de la sesión anterior. Cada subgrupo elige uno de los espacios públicos que utiliza habitualmente. Se proporcionan unos lápices y unas fichas en las que, una vez discutidas y acordadas, tenían que consignar las características físicas de aquel espacio; las funciones para las que cada subgrupo cree que ha sido diseñado; y los usos reales que consideran se hacen de dicho espacio público.

3) Se proporciona un nuevo mapa en planta del barrio, una ficha para rellenar y una caja de lápices de colores. El objetivo consistía en conocer las emociones, positivas y negativas, que despertaba el espacio público elegido por cada subgrupo y las razones que fundamentaban dichas emociones. Se trataba de consignar ambas informaciones en la ficha entregada. En un segundo momento cada subgrupo asoció las emociones despertadas por el espacio a colores concretos. El siguiente paso fue el de pintar con colores el espacio escogido en el mapa.

4) Trabajo en gran grupo; puesta en común. Se coloca un mural grande en la pared con un mapa del barrio. Cada subgrupo explica al resto las características, funciones y usos el espacio público escogido y pinta con colores en el mural las emociones que les sugiere. A continuación los explica y comenta al resto de subgrupos. Esta fase generó dinámicas interactivas muy intensas y ricas entre los participantes.

6.2. La Línea 1: la tercera dinámica participativa: el mapa de los sueños

En el diseño previo de la investigación se planteó que había que retornar a la comunidad lo que caracterizábamos como propuestas integradas, es decir, los resultados del análisis que el equipo de investigación había realizado del proceso participativo y de las informaciones que los participantes habían proporcionado sobre los diferentes espacios públicos del barrio del Carmelo. La propuesta integrada trataba de superar así las visiones particulares de cada participante sobre los espacios públicos del barrio para proporcionar una visión global, comunitaria.

El retorno de la información se planteó a través de la elaboración de lo que denominamos una versión comunicable de cada una de las dinámicas participativas realizadas. Lo que se pretendía era plantear la información de manera clara y directa que, lejos de academicismos, permitiera a los participantes conectar con la información y hacerla suya al reconocerla como propia.

El diseño metodológico de la 3.ª sesión fue totalmente diferente de las que se habían realizado hasta el momento. Se reunió a las personas participantes en tres grupos intergeneracionales que estaban configurados por jóvenes, adultos y gente mayor. Si las dinámicas participativas previas se habían planteado como sesiones de trabajo, ésta tercera se enfocó como un encuentro lúdico en el que, aparte de visualizar el trabajo realizado previamente, se pudiera crear un ambiente distendido apto para las interacciones entre los participantes de los diferentes grupos de edad y el equipo de investigación. Para preparar esta 3.ª dinámica, se contó con personas voluntarias que habían participado en las dinámicas anteriores. Ellas recorrieron el barrio buscando lugares significativos y haciendo fotos. El objetivo era elaborar unos dossieres para repartir en la tercera dinámica cada uno de los participantes.

El dossier de El mapa de los sueños del barrio del Carmelo, constaba de los siguientes apartados:

a) Una explicación sobre lo que es un mapa de los sueños y un esquema de lo que se iba a hacer.

b) Los datos más significativos de la 1.ª dinámica participativa (incluidos dos mapas con la señalización de los espacios públicos reconocidos como tales y de los usados por la comunidad).

c) Los datos más significativos de la 2.ª dinámica participativa.

d) La presentación (espacios, mobiliario, personas y relaciones) de un espacio público concreto del barrio(8), ilustrado con las fotografías que los voluntarios participantes habían tomado.

e) Una ficha para consignar las propuestas de mejora viables para dicho espacio público. Se formulan las siguientes preguntas: ¿Quien ha de ocuparse de llevar las mejoras adelante? ¿Qué puede hacer la gente del barrio?

El esquema de desarrollo de la sesión, a partir de la metodología lúdica planteada se realizó de la siguiente manera:

a) Recepción de los participantes en una sala decorada con las fotografías ampliadas de las dinámicas participativas anteriores y reparto de dossieres.

b) Presentación de la versión comunicable de las dos dinámicas anteriores.

c) Trabajo en subgrupos intergeneracionales (de 4 o 5 personas) sobre un espacio concreto con uno de los investigadores. Su función era la de facilitador; ayudaba al subgrupo a concretar propuestas viables y a reflexionar sobre las propias responsabilidades respecto a dicho espacio. El objetivo era el de elaborar un mapa de los sueños del espacio público trabajado.

d) Trabajo en gran grupo. Presentación por parte de cada subgrupo de su mapa de los sueños al resto y discusión general sobre su viabilidad y posibilidades.

e) Fiesta con aperitivos y bebidas para todos.

6.3. La Línea 1: Las dinámicas desarrolladas en los centros educativos con los niños y niñas

El trabajo de investigación con los niños y niñas requería un tratamiento diferenciado del resto de participantes. La idea era la de implicar a la población infantil del barrio a través de los centros educativos

de forma que los propios docentes pudieran liderar el trabajo de investigación de sus alumnos. Tras cursar una invitación a los directores de los centros se convocó una reunión general con todas las escuelas para concretar la propuesta. De dicha reunión resultó que 3 escuelas y un instituto aceptaron implicarse en la investigación participativa.

A partir de ese momento el equipo de investigación realizó toda una serie de reuniones con cada centro en particular para rediseñar y adaptar los materiales e instrumentos elaborados a las necesidades concretas de los alumnos. Llamamos a dichos materiales carpetas pedagógicas.

El esquema general de trabajo desarrollado por los centros educativos tenía, en esencia, una estructura muy parecida a la del proceso seguido con el resto de colectivos del barrio pero, obviamente, adaptada a las características específicas de la población infantil. Era la siguiente:

1.ª Fase

a) Dinámica para consensuar el significado de lo que es un espacio público.

b) Visibilización, a través del trabajo con mapas en planta, de los espacios públicos del barrio.

2.ª Fase

a) Selección de un espacio concreto por parte de cada clase.

b) Desarrollo de un trabajo de campo en dicho espacio público. (Entrevistas a vecinos y vecinas que lo usan; Dibujos del espacio; Recogida de anécdotas e historias sobre dicho espacio; Desarrollo de observaciones sistemáticas; etc.

3.ª Fase

Elaboración de propuestas de mejora de cada espacio público a través de la realización de dibujos alusivos realizados por los propios alumnos y alumnas.

A lo largo del desarrollo del proceso ha habido un acompañamiento continuo por parte del equipo de investigación que ha consistido básicamente en: soporte técnico en la gestión específica del trabajo de campo y realización de sesiones de seguimiento del desarrollo del proceso.

6.4. La Línea 2: Las dinámicas desarrolladas con los grupos jóvenes que desarrollan la Acción

Lo que, en esencia se pretendía con esta acción era realizar una observación sistemática de un espacio público previamente seleccionado. Esta observación se dirigía a los usos, a las actividades y a las relaciones desarrolladas en dichos espacios a todo lo largo del día y, también, a las propias características del espació desde el punto de vista de la configuración e infraestructura: mobiliario urbano, vegetación, estado de conservación, limpieza, etc. Los propios participantes en esta acción eran los encargados de diseñar y elaborar los protocolos e instrumentos de observación. Para facilitarles la tarea, el equipo de investigación les proporcionó los materiales elaborados con los centros educativos para la observación de los espacios y toda una serie de orientaciones a los responsable de cada grupo:

a) El Esplai Infantil.

El esplai participó en Carmel Acció a través de la fotografía. A pesar de que utilizaron los mismos materiales que el resto de colectivos (fichas de mobiliario urbano, entrevistas, observación, etc.) los participantes adaptaron las bases del proyecto a lo que supone la educación en el tiempo libre y las dinámicas propias del esplai.

b) Los alumnos del Ciclo Formativo de Animación Sociocultural del Instituto de Educación Secundaria.

El primer acuerdo con el coordinador del Ciclo fue el de integrar el trabajo en una de las asignaturas del programa del curso; en concreto en Bases antropológicas y psicosociológicas. Hay que señalar que el grupo, en este caso, estaba constituido por jóvenes de entre 19 y 26 años por lo que, a diferencia del grupo anterior, el diseño y elaboración de instrumentos fue muy exhaustivo.

El trabajo realizado se estructuró de la siguiente manera:

1) Análisis del concepto de Espacio Público. Visibilización de espacios públicos y selección de dos espacios para desarrollar en ellos las observaciones.

2) Elaboración y diseño de instrumento para la recogida de información.

3) Trabajo de campo en los dos espacios seleccionados: administración de encuestas y guías de observación.

4) Vaciado de datos; análisis de la información obtenida, y elaboración de propuestas, siempre planteadas desde la perspectiva de la animación sociocultural.

5) Evaluación del estudio y la experiencia desarrollada.

7. Algunas conclusiones y temas clave

En este apartado se presentan algunas de las conclusiones elaboradas a partir de los resultados obtenidos en la investigación participativa.

1) La implicación de los grupos de participantes en el proceso de investigación sobre los espacios públicos del barrio comporta, necesariamente, la reflexión y la discusión sobre dichos espacios. Este es el primer paso para posibilitar o crear una conciencia cívica alrededor de dichos espacios.

2) Hay una coincidencia generalizada entre todos los participantes en que un espacio público es un lugar para la relación; puede ser abierto o cerrado pero, en todo caso, es de libre acceso.

3) Existe una diferencia cualitativa en la percepción que los jóvenes tienen del espacio público y la del resto de grupos participantes. Mientras aquellos consideran que el espacio público es un lugar donde estar y vivir, el resto de los participantes lo conciben como un lugar de paso.

4) Se identifican un total de 83 espacios públicos en el barrio, de los cuales solamente 3 son identificados como muy utilizados. La tipología de espacios citados es muy variada: desde parques a escaleras pasando por aceras y paradas de autobús.

5) La forma en que se perciben entre sí los diferentes grupos de edad, que comparten un mismo espacio público, hace que se generen situaciones de incomprensión mutua y desconfianza; cosa que no facilitan la convivencia. Esto se produce especialmente entre los grupos de jóvenes y personas mayores.

6) En general se puede afirmar que existe, en el barrio del Carmelo, una adecuación entre el diseño funcional asignado a los diferentes espacios públicos y la forma en que la población los utiliza. La ruptura de las normas implícitas de uso de los espacios públicos generas actitudes de rechazo entre los adultos y la gente mayor.

7) Los diferentes grupos participantes asocian emociones positivas, como tranquilidad, alegría o libertad, con espacios públicos verdes y abiertos; y emociones negativas, como inseguridad y tristeza, con los denominados espacios públicos duros (de cemento y sin vegetación). Las emociones positivas también se asocian con espacios públicos que propician las relaciones interpersonales y el encuentro con los otros.

8) Los sentimientos positivos o negativos que inspiran los espacios públicos, están claramente determinados por la tipología de grupos que los comparten. Tener que compartirlos con jóvenes genera emociones negativas en el resto de grupos de edad.

9) La preocupación sobre el estado de los espacios públicos se hace más evidente en los grupos de adultos y mayores que en los de jóvenes. Los niños y niñas, por su parte, se interesan sobre todo por el mobiliario urbano de dichos espacios.

10) Los sentimientos de pertenencia al barrio y la apropiación de determinados espacios por parte de los grupos participantes no comportan, necesariamente, el cuidado y mantenimiento de dichos espacios. Hay que señalar, respecto a dicho mantenimiento, que los jóvenes no se pronuncian sobre a quien corresponde; los grupos de adultos manifiestan que les corresponde a ellos y a la Administración y los grupos de personas mayores lo atribuyen a ésta última en exclusiva.

A lo largo de la investigación se detectan, proponen y analizan también toda una serie de temas claves que se plantean como líneas futuras de intervención socioeducativa del Plan de desarrollo comunitario(9). Son los siguientes:

1) Insuficiencia de espacios públicos en el barrio.

2) Infraestructuras insuficientes y falta de estética, tanto en los espacios públicos como en el mobiliario urbano.

3) Falta de zonas deportivas.

4) Suciedad en los espacios públicos debida a comportamientos poco cívicos.

5) Necesidad de espacios públicos específicos para jóvenes.

6) Potenciar los espacios muy valorados y recuperar las zonas desaprovechadas.

7) Fuerte sentido de pertenencia al barrio de todos los grupos participantes.

8) Problemas de movilidad en el barrio, sobre todo para las personas mayores.

Bibliografía

BAUMAN, Z. (2002): Modernidad líquida. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.

REASON, P., y BRADBURY, H. (ed.) (2002): Handbook of Action Research. Participative inquiry & Practice. London, SAGE Publications Ltd.

SHAW, I. F. (2003): La evolución cualitativa. Barcelona, Paidós.

ÚCAR, X., y PONCE, E. (coord.) (2001): Carmel Amunt: Análisis i propostes de futur per un barrio. Barcelona, Carmel Amunt.

Notas

(1) El equipo estuvo integrado por M. García (Institut Municipal d’Educació de Barcelona); I. Izquierdo (Carmel Amunt); E. Ponce (Carmel Amunt); X. Úcar (Universitat Autònoma de Barcelona); M. Yubero (ADSIS. Carmel Amunt); C. Zulian (Artista Plástico). Además de estos han participando en su desarrollo: A. Zambrano (Universidad de Chile); y –a través de un convenio firmado entre ADSIS y el Departamento de Pedagogía Sistemática y Social de la Universitat Autònoma de Barcelona– los estudiantes I. Martínez; M. Sales; I. Nadal, y M. Gómez.

(2) El Departament de Benestar Social, a través de la Direcció General de Serveis Comunitaris y con el concurso de diferentes administraciones locales y de la Federació d’Associacions de veïns d’habitatges social de Catalunya (FAVIBC), puso en marcha en 1997 diversos Planes de Desarrollo Comunitario (PDC) en diferentes barrios de toda Cataluña. Los PDC son una estrategia de prevención y lucha contra los procesos de exclusión social que se producen en nuestras sociedades desarrolladas. Cuentan con la participación de personas, entidades y asociaciones de cada barrio concreto; agentes sociales de diferentes tipos y universidades; todos ellos con el objetivo prioritario de potenciar la cohesión y la integración social.

(3) Ver Úcar, X.; Ponce, E. (coord.),2001.

(4) En concreto, el C.E.I.P. El Carmel (las dos clases de 5.º y 6.º)¸ el C.E.I.P. Taxonera (una clase de 6.º)¸ y el C.E.I.P. Coves Cimany (una clase de 5.º y una de 6.º).

(5) El Instituto de Educación Secundaria Ferrán Tallada.

(6) Denominación de los centros de tiempo libre en Cataluña.

(7) En este texto vamos a describir solamente la metodología participativa seguida con estos grupos y no con las denominadas “unidades externas”. Aunque la metodología utilizada con estas últimas se basó en la que aquí se presenta hay que señalar que cada una de ellas tuvo un proceso de trabajo adaptado y particular; no solo metodológica sino también temporalmente.

(8) Se elaboraron 13 tipos diferentes de dosieres, en función de los 13 espacios públicos que los participantes habían escogido como de mayor uso en el barrio del Carmel.

(9) Aparte de las numerosas recomendaciones y propuestas de actuación resultantes de la investigación que no se recogen aquí por razones de espacio.

Correos electrónicos: xavier.ucar@uab.es

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