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             Introducción 
            La mayor parte de los países del orbe está experimentando 
              cambios radicales en la forma en que sus sociedades generan y utilizan 
              el conocimiento, cuyo acervo comienza a incrementarse de manera 
              geométrica en el marco de una nueva revolución tecnológica. 
              De allí la evidente importancia de la educación como 
              medio fundamental para generar el desarrollo sostenible de dichas 
              sociedades y la concepción de esta, la educación, 
              como un factor de avance económico y de desarrollo social. 
            Indudablemente es la educación superior la que se constituye 
              en la puerta de acceso más importante a la sociedad del conocimiento, 
              toda vez que representa el medio ideal para el acrecentamiento del 
              capital humano, de su inteligencia individual y colectiva y para 
              la contribución al aumento de la competitividad. Así 
              fue reconocido por la Conferencia Mundial sobre Educación 
              Superior organizada por la UNESCO en 1998: "[...] la educación 
              superior y la investigación forman hoy en día la parte 
              fundamental del desarrollo cultural, socioeconómico y ecológicamente 
              sostenible de los individuos, las comunidades y las naciones" 
              (UNESCO, 1998). 
            Sistemas de aseguramiento de calidad en educación superior 
            Existen abundantes opiniones respecto a los retos actuales a los 
              que debe enfrentarse la educación en México y en particular 
              el subsistema de educación superior; la Secretaría 
              de Educación Pública, a través de su plan sectorial 
              para el sexenio 2001-2006 los ha resumido en tres grandes desafíos: 
              cobertura con equidad, integración del sistema educativo 
              y calidad (SEP, 2000). Aún cuando la equidad sigue siendo 
              el mayor reto del Sistema Educativo Nacional, y que durante el siglo 
              pasado el gobierno federal dedicó la mayor parte de sus esfuerzos 
              a la expansión de dicho sistema, lo cierto es que la calidad 
              de los servicios educativos no ha sido atendida con la misma intensidad 
              ni está a la altura del nivel educativo deseable para el 
              país. 
            Los sistemas de aseguramiento de calidad para los procesos y bienes 
              que produce la rama industrial y de servicios, se basan en normas 
              perfectamente establecidas y aceptadas por la comunidad internacional. 
              La práctica educativa requiere, así mismo, del establecimiento 
              de estándares mínimos de calidad, para lo cual ha 
              sido necesario definir un paradigma o modelo de comparación 
              ad hoc a los procesos que conlleva la enseñanza de un programa 
              educativo, surgiendo así la figura de la Acreditación, 
              basada en dicho paradigma, como un reconocimiento público 
              de la calidad del programa. Ocampo señala que los procesos 
              que conllevan a la acreditación de programas educativos "es 
              práctica usual y consolidada en diversos países. En 
              México el Estado otorga a las instituciones públicas 
              y privadas la autorización para impartir servicios educativos 
              de distinto tipo y ha sido el aval de la calidad de dichos servicios" 
              (Ocampo Canabal, 1994). Sin embargo, debido a la creciente complejidad 
              de la realidad actual en nuestro entorno, ha sido necesario definir 
              sistemas de acreditación que respondan a dicha situación 
              y, al mismo tiempo, instancias no gubernamentales que pongan en 
              práctica dichos sistemas. En este contexto surge el Consejo 
              de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería 
              (CACEI), protocolizado en julio de 1994, entre cuyas funciones principales 
              está la de "contribuir al mejoramiento de la calidad 
              del ejercicio profesional de la ingeniería" (Ocampo 
              Canabal, 1994) mediante el establecimiento de sistemas de acreditación. 
            Validez de instrumentos de evaluación 
            Los principales criterios a que deben atender los instrumentos 
              de evaluación se refieren a los que tienen que ver con la 
              confiabilidad y la validez, entendiéndose la primera como 
              la capacidad de la prueba para medir algo con precisión o 
              en forma consistente, y la segunda como la demostración de 
              que dicha prueba mide lo que se pretende medir (Hernández 
              Uralde, 2005). 
            Un tipo de validez, que es de gran importancia se refiere a la 
              validez predictiva, la cual consiste en la determinación 
              de la correlación que debe existir entre los resultados de 
              una prueba y un determinado criterio de referencia, normalmente 
              una actitud futura. Un buen ejemplo de ello lo constituye el examen 
              de admisión a la licenciatura para las carreras de ingeniería 
              en la UASLP, el cual, a partir de la manipulación estadística 
              de los datos históricos disponibles, relativos al desempeño 
              de los aspirantes en dicho examen, puede constituirse en un instrumento 
              útil de predicción de su propio desempeño futuro, 
              como estudiantes de los diversos programas de ingeniería 
              que oferta la Universidad, en términos de permanencia y de 
              eficiencia terminal. 
            Tomemos como población de estudio a los estudiantes de las 
              cohortes que ingresaron al programa de Ingeniería Civil en 
              la UASLP entre los años 1990 y 1994. Si se colocan en orden 
              ascendente los lugares obtenidos en dicha evaluación por 
              los estudiantes de una misma cohorte, es deseable suponer que los 
              n primeros lugares de la lista serán quienes finalmente concluyan 
              de manera satisfactoria sus estudios, siendo n la eficiencia terminal 
              de dicha cohorte. Si ello sucede de esa manera, existirá 
              un 100 % de correlación entre los resultados del examen de 
              admisión y la eficiencia de egreso de la cohorte, y aquél 
              se convertiría en un instrumento útil para poder conocer 
              de antemano quiénes de nuestros alumnos concluirán 
              el programa, y quienes abandonarán prematuramente. Si por 
              el contrario, quienes concluyen satisfactoriamente el plan de estudios 
              son los n últimos aspirantes de la lista, no existirá 
              absolutamente ninguna congruencia con los resultados de la admisión 
              y la correlación será de 0 %. 
            Llámese A a la suma de los n primero lugares de una serie 
              aritmética ascendente del tamaño de una cohorte de 
              nuevo ingreso, y llámese B a la suma de los n últimos 
              lugares. Llamemos x a la suma de los lugares obtenidos en el examen 
              de admisión por los n alumnos que egresaron de dicha cohorte. 
              Si las predicciones del examen fueran correctas, el valor de x debería 
              coincidir con el de A y si la correlación fuera nula debería 
              coincidir con B. Valores intermedios pueden ser obtenidos mediante 
              interpolación lineal entre estos extremos mediante una sencilla 
              fórmula: 
              
            La Tabla 1 muestra los índices de correlación así 
              obtenidos para los alumnos de primer ingreso en las cohortes generacionales 
              1990 a 1994 de Ingeniería Civil. 
              
            El valor promedio de 69.3 % indica el grado del poder 
              de predicción del examen de admisión a la licenciatura 
              de ingeniería civil de la UASLP, para discriminar a los estudiantes 
              de una determinada cohorte generacional de primer ingreso, que concluirán 
              la totalidad del plan de estudios, de quienes no lo harán. 
              Implica la probabilidad de que un aspirante a ingresar al programa, 
              cuya calificación del examen de admisión lo ubique 
              en los n primeros sitios (siendo n el número de alumnos que 
              previsoramente concluirán la carrera con base en datos históricos) 
              pueda efectivamente alcanzar dicha meta. 
            El examen de admisión, para ingresar en cualquier 
              licenciatura de ingeniería ofertada por la Universidad Autónoma 
              de San Luis Potosí, está compuesto de dos partes, 
              la primera de las cuales, con un peso ponderado del 15 %, evalúa 
              habilidades de aprendizaje, mientras que la segunda, mas extensa, 
              califica el conocimiento adquirido por el estudiante durante su 
              paso por el bachillerato en áreas como física, química 
              y matemática. A pesar de ser una evaluación muy completa, 
              adolece, al igual que la mayoría de los exámenes de 
              admisión o selección en otra instituciones de educación 
              superior, de un área que, por su importancia, se ha incorporado 
              recientemente en gran parte en los perfiles de ingreso y egreso 
              de los programas de licenciatura: la evaluación de las actitudes 
              del estudiante de cara a los problemas que habrá de enfrentar 
              en su vida laboral y que, de manera conjunta con los conocimientos 
              y habilidades adquiridos, constituyen el bagaje que lo convertirá 
              en auténtico profesional. Es posible identificar en el fenómeno 
              del rezago académico y la deserción una buena dosis 
              de causas atribuibles a problemas que tienen que ver con la actitud 
              del estudiante; sin ahondar demasiado en esta aseveración, 
              aún cuando el poder de predicción de nuestro instrumento 
              de evaluación es prácticamente de un 70 %, lo cierto 
              es que de incorporar en su proceso un examen que valore las actitudes 
              del aspirante (cuya ponderación en el resultado global deberá 
              ser calibrada) seguramente este valor aumentará considerablemente, 
              convirtiéndose en un poderoso instrumento en la toma de decisiones 
              para una eficaz y eventual implementación de programas de 
              seguimiento individualizado de los estudiantes de menor rendimiento, 
              incluso desde antes de su ingreso definitivo en la Institución. 
            Modelo de predicción de desempeño 
              en evaluaciones nacionales 
            De manera similar al concepto de validez predictiva 
              de un instrumento de evaluación, en el cual se busca correlacionar, 
              como ya se ha mencionado, los resultados de dicha prueba con una 
              cierta actitud futura, es posible también predecir, en orden 
              inverso, el resultado esperado del probable desempeño de 
              egresados de programas de licenciatura sometidos a evaluaciones 
              nacionales, a partir del análisis de su trayectoria académica 
              durante la licenciatura mediante el empleo de modelos matemáticos 
              que tomen en cuenta las variables mas significativas durante dicho 
              proceso. 
            Los Exámenes Generales de Egreso de la Licenciatura 
              (EGEL) que diseña, elabora y aplica el Centro Nacional de 
              Evaluación para la Educación Superior A.C. (CENEVAL), 
              son instrumentos de cobertura nacional que miden y evalúan 
              los conocimientos y aptitudes que son resultado de la formación 
              académica de los recién egresados de diversos programas 
              educativos. Entre sus objetivos principales se cuenta el poder proporcionar 
              a los sustentantes información objetiva relativa al nivel 
              de su formación, informar a la sociedad acerca de la calidad 
              en la formación académica de los egresados de programas 
              de licenciatura, así como contribuir a la evaluación 
              de la calidad de la educación superior y proporcionar información 
              útil para mejorarla. 
            Resultados globales 
            La aplicación de los EGEL en las áreas 
              de ingeniería y tecnología se inicia en el año 
              de 1996 con la licenciatura en ingeniería civil. Es una prueba 
              que se presenta de manera voluntaria (aunque algunas instituciones 
              ya lo han adoptado con carácter obligatorio para sus egresados), 
              dirigida principalmente a los egresados de la escuelas y facultades 
              de ingeniería civil que concluyeron el 100% de los créditos 
              a la fecha del examen y hasta treinta y seis meses posteriores, 
              estén titulados o no. El resultado global del sustentante 
              se expresa en una escala especial denominada Índice CENEVAL, 
              cuyo rango va de 700 a 1.300 puntos, correspondiendo estos con una 
              calificación de 0 a 100 % respectivamente, con un dominio 
              satisfactorio de 1.000 a 1.149 puntos y un alto rendimiento de 1.150 
              a 1.300 (a quienes obtienen el dominio satisfactorio se les otorga 
              un Testimonio de Desempeño Satisfactorio o TDS, mientras 
              que los que alcanzan el dominio sobresaliente se hacen acreedores 
              a un Testimonio de Desempeño Sobresaliente o TDSS). 
            Hasta el mes de noviembre de 2005 el examen lo han 
              sustentado un total de 3.973 jóvenes egresados de la carrera 
              de ingeniería civil de 65 instituciones nacionales de educación 
              superior, a 1.068 de los cuales se les ha otorgado el Testimonio 
              de Desempeño Satisfactorio y 540 se han hecho acreedores 
              del Testimonio de Desempeño Sobresaliente. Desde el mes de 
              octubre de 1996 hasta noviembre de 2005, en un total de 31 participaciones 
              en aplicaciones nacionales, el EGEL de Ingeniería Civil ha 
              sido sustentado por 155 egresados de la Facultad de Ingeniería 
              de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, habiendo 
              alcanzado 80 de ellos (51.6 %) el dominio satisfactorio (arriba 
              de 1.000 puntos en el índice CENEVAL) y 21 el dominio sobresaliente 
              (13.5 %); el 2 % de dichos sustentantes ha alcanzado mas de 1250 
              puntos, por lo que ya en tres aplicaciones un alumno de la Facultad 
              ha logrado el primer lugar nacional. Por el número de sustentantes, 
              este programa se ubica entre los que mas ha aportado, aún 
              cuando el examen no es obligatorio. 
            Análisis paramétrico 
            En el diseño del modelo predictivo se analizaron 
              los resultados de una población constituida por todos los 
              alumnos egresados del programa de Ingeniería Civil de la 
              Universidad Autónoma de San Luis Potosí que han presentado 
              el EGEL desde el mes de octubre de 1996 hasta septiembre de 2005, 
              que incluyen alumnos que ingresaron a las cohortes de los años 
              de 1989 a 2000 y cuyos resultados se han comentado líneas 
              arriba. El análisis de las características de este 
              grupo muestra que se trata de una población totalmente aleatoria 
              y representativa, toda vez que, como ya se ha mencionado, la aplicación 
              del examen es voluntaria y no existe intervención alguna 
              para su selección y, por otro lado, su desempeño académico 
              a lo largo de la licenciatura es muy heterogéneo, tomando 
              como referencia factores como su promedio general, el número 
              de materias reprobadas, su rendimiento, etc. En base a ello se considera 
              que dicha población constituye una muestra adecuada para 
              que las determinaciones que se infieran de su análisis tengan 
              una confiabilidad bastante alta. A continuación se enlistan 
              los parámetros considerados para la determinación 
              del modelo de pronóstico: 
            
              - LUGAR OBTENIDO EN EL EXAMEN DE ADMISIÓN A LA LICENCIATURA
 
                Este parámetro oscila entre el 1 y el 691 con una media 
                de 216. El análisis muestra que los sustentantes del EGEL 
                que obtuvieron TDSS lograron un lugar promedio en el examen de 
                admisión de 135, los que se hicieron acreedores a un TDS 
                un lugar promedio de 189, mientras que aquellos que no alcanzaron 
                los 1.000 puntos obtuvieron en promedio el lugar número 
                301, lo que permite establecer que este parámetro es medianamente 
                significativo como antecedente para estimar su desempeño 
                en el EGEL.. 
             
            
              - PROMEDIO GENERAL DE CALIFICACIONES OBTENIDO DURANTE LOS ESTUDIOS 
                DE LICENCIATURA
 
                Los sustentantes que obtuvieron TDSS lograron un promedio general 
                en su conjunto de 78.9, quienes obtuvieron TDS tuvieron un promedio 
                general en conjunto de 73.1 y los que no lograron alcanzar los 
                1000 puntos obtuvieron en conjunto un promedio general de 68.0; 
                además el 90% de los alumnos que obtuvieron un promedio 
                general menor a 65.0 no alcanzó una puntuación superior 
                a 1000. Lo anterior permite concluir la alta correlación 
                de este parámetro en nuestro modelo predictivo. 
             
            
              - PROMEDIO APROBATORIO DE CALIFICACIONES OBTENIDO EN LA LICENCIATURA
 
                El análisis de correlación respectiva muestra que 
                los alumnos que obtuvieron TDSS en el EGEL lograron un promedio 
                aprobatorio en conjunto de 82.0, quienes obtuvieron TDS alcanzaron 
                un promedio de 78.2 y aquellos que no alcanzaron el índice 
                de 1.000 puntos obtuvieron un promedio aprobatorio durante la 
                licenciatura de 75.2 en su conjunto, mostrando una considerable 
                correlación de este parámetro con los resultados 
                que un alumno puede obtener en dicho examen. 
             
            
              - NÚMERO DE SEMESTRES EN QUE EL SUSTENTANTE CURSÓ 
                EL PROGRAMA DE LICENCIATURA
 
                Este parámetro no tiene un efecto determinante sobre la 
                estimación de los resultados que el sustentante puede obtener 
                en el Examen General de Egreso. Lo anterior se concluye al observar 
                que alumnos que cursaron su carrera profesional en ocho semestres 
                no lograron una puntuación satisfactoria en el examen, 
                mientras que algunos egresados que concluyeron el plan de estudios 
                hasta en dieciséis semestres se encuentran entre los que 
                obtuvieron un desempeño sobresaliente. Por otro lado, no 
                existen grandes diferencias en los resultados alcanzados en los 
                tres grupos ya que los sustentantes que obtuvieron TDSS cursaron 
                su carrera en 10.7 semestres en promedio, mientras que aquellos 
                que obtuvieron un desempeño satisfactorio lo hicieron en 
                un promedio de 10.8 semestres y los que no alcanzaron los 1000 
                puntos tardaron en promedio 11.4 semestres en concluir sus estudios 
                de licenciatura. 
             
            
              - RENDIMIENTO ACADÉMICO DURANTE EL CURSO DE LA LICENCIATURA
 
                El rango de variación de este parámetro para los 
                sustentantes de la población bajo estudio oscila entre 
                41.2 % y 106.8 %, el cual, como se ve, es bastante amplio. Así, 
                el grupo de alumnos que obtuvieron el TDSS logró durante 
                su estancia en la Facultad un rendimiento promedio de 79.2 %, 
                mientras que aquellos que tan solo obtuvieron un desempeño 
                satisfactorio lograron en su conjunto un rendimiento promedio 
                de 70.8 % y los que no alcanzaron el índice de 1000 puntos 
                en el EGEL observaron un rendimiento combinado de 62.3 %; por 
                lo tanto, este parámetro es uno de los que mayor significancia 
                tiene como antecedente para estimar el comportamiento de un egresado 
                en dicho examen. 
             
            
              - NÚMERO DE MATERIAS REPROBADAS POR EL SUSTENTANTE DURANTE 
                SU ESTANCIA EN LA FACULTAD
 
                Este parámetro oscila entre 0 y 19 materias reprobadas. 
                Si bien algún alumno con un número de reprobadas 
                considerable logró un desempeño satisfactorio, ninguno 
                de ellos tuvo un desempeño sobresaliente. Observamos que 
                el grupo de sustentantes que lograron el TDSS reprobó en 
                promedio 2.5 materias durante la licenciatura, mientras que los 
                que alcanzaron la puntuación correspondiente al TDS tuvieron 
                en promedio 4.4 materias reprobadas; el resto reprobaron en su 
                conjunto un promedio de 8 materias, por lo que se deduce una fuerte 
                correlación entre este parámetro y la posibilidad 
                de lograr un buen resultado en el Examen General de Egreso. 
             
            
              - NÚMERO DE EXÁMENES DE REGULARIZACIÓN PRESENTADOS 
                POR EL SUSTENTANTE
 
                El análisis por percentiles indica que mas del 62 % de 
                los sustentantes no presentaron ningún examen de regularización 
                en el transcurso de su carrera, y tan solo el 14.2 % presentó 
                tres o más exámenes de este tipo. Al observar los 
                resultados obtenidos en el EGEL por el grupo de sustentantes que 
                constituyen la población de estudio, se observa que este 
                parámetro tiene un efecto no determinante en su correlación 
                con dicho desempeño. 
             
            La Tabla 2 resume los parámetros arriba 
              analizados: 
              
            Formulación del modelo 
            Los parámetros académicos que pueden 
              ser considerados como esenciales para estimar con menor riesgo las 
              posibilidades de un alumno para lograr un desempeño relevante 
              en su aplicación del EGEL son: 
            
              -  Promedio general
 
               
              - Rendimiento académico
 
               
              - Cantidad de materias reprobadas
 
             
            De igual manera, los parámetros que tienen 
              regular correlación con las posibilidades del alumno para 
              obtener un alto resultado en el examen son: 
            
              - Promedio aprobatorio
 
               
              - Lugar obtenido en el examen de admisión
 
               
              - Cantidad de exámenes de regularización presentados
 
             
            Finalmente, se considera que el estudio realizado 
              muestra que existe poca correlación de un buen desempeño 
              en el EGEL con los parámetros de: 
            
              -  Cantidad de semestres en que cursó su licenciatura
 
             
            Del análisis de los resultados de los alumnos 
              que sustentaron el EGEL, tanto en su trayectoria dentro de la Facultad 
              de Ingeniería como en el propio examen, así como de 
              la correlación observada, se llegó a la determinación 
              del grado de significancia de cada uno de los parámetros 
              indicadores del desempeño, el cual se integrará en 
              el modelo matemático-estadístico predictivo en la 
              inteligencia de que, de su adecuada interpretación y valoración 
              dependerá la confiabilidad de los pronósticos que 
              se realicen con dicho modelo. Los valores ponderados de cada una 
              de las variables tratadas, y su grado de incidencia dentro del modelo 
              predictivo, se muestran en la Tabla 3. 
            TABLA 3 
              Manejo matemático de los parámetros de desempeño 
              académico 
             
              
            De tal manera que el índice de desempeño 
              pronosticado de un sustentante durante la aplicación del 
              Examen General de Egreso de la Licenciatura estará dado por 
              la expresión: 
              
            Análisis de resultados 
            El dominio de aplicabilidad, para la expresión 
              arriba expuesta, es de 0 a 100 % y se ha establecido, como límite 
              de referencia, un valor por encima de 70 % para correlacionar dicho 
              parámetro con un desempeño satisfactorio en el Examen 
              General de Egreso. Ello significa que un sustentante cuyo índice 
              de desempeño obtenido de la manera aquí expuesta, 
              considerando su historial académico durante sus estudios 
              de licenciatura, haya sido superior a 70 %, necesariamente deberá 
              corresponder con un resultado satisfactorio en la prueba nacional, 
              obteniendo un índice CENEVAL de al menos 1.000 puntos. 
            Al aplicar la expresión dada para pronosticar 
              el desempeño de los 155 sustentantes del EGEL egresados de 
              nuestro programa de Ingeniería Civil, se encontró 
              que: 137 de ellos (88.4 %) obtuvieron un pronóstico positivo, 
              al correlacionar de manera satisfactoria los resultados alcanzados 
              en el examen con el índice de desempeño aquí 
              descrito, tanto a los que obtuvieron calificaciones arriba de 1000 
              puntos en el índice CENEVAL como los que estuvieron por debajo 
              de este valor, correspondientes con índices de desempeño 
              superiores e inferiores a 70 % respectivamente. Tan solo 18 sustentantes 
              (11.6 %) tuvieron un pronóstico errado de desempeño 
              en la aplicación del EGEL, al no existir una evidente correlación 
              entre sus resultados obtenidos y su historial académico durante 
              sus estudios de licenciatura, y tan solo en 4 de esos casos puede 
              considerarse dicho error como de naturaleza grave. Por lo anterior, 
              es posible concluir que el modelo hasta aquí esbozado cuenta 
              con un margen de confiabilidad superior al 88 %. 
            Conclusiones 
            Estar en condiciones de poder brindar a los estudiantes 
              de nuestro país una educación superior de calidad, 
              mediante procesos eficaces que permitan incrementar los índices 
              de retención y regularidad académica, y con ello elevar 
              la eficiencia terminal y la efectividad del proceso educativo fue 
              señalado, de manera casi textual por el Lic. Vicente Fox 
              Quesada, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, 
              el 1 de Septiembre de 2003 en su Tercer Informe de Gobierno, como 
              uno de los objetivos prioritarios y un área de retos y oportunidades 
              para el año 2004 (Fox Quesada, 2003). 
            La calidad y la efectividad en un contexto de enseñanza 
              aprendizaje abarca conceptos como el de pertinencia, cobertura, 
              relevancia, niveles de desempeño, eficacia y eficiencia; 
              en suma, una educación de calidad es aquella que se propone 
              objetivos de aprendizaje relevantes y consigue que estos sean alcanzados 
              por los alumnos y que, además, lo hagan en los tiempos previstos. 
              La evaluación de la consecución de dichos objetivos 
              de aprendizaje, pero sobre todo, el poder predictivo de dichos instrumentos 
              de evaluación, visto como el grado de correlación 
              entre sus resultados y el desempeño a futuro de quienes se 
              han sometido a los mismos, se constituye en un instrumento de gran 
              utilidad en el diagnóstico, pronóstico y la consecuente 
              toma de decisiones con el fin de incrementar la calidad de dichos 
              procesos. 
            Se ha mostrado aquí el potencial que poseen 
              los instrumentos de evaluación que aplicamos de manera rutinaria 
              dentro del proceso mas general de enseñanza-aprendizaje, 
              a través del análisis de los resultados obtenidos 
              por los sustentantes de dos instrumentos específicos de evaluación, 
              el Examen Nacional de Ingreso a la Licenciatura de Ingeniería 
              Civil (EXANI) y el Examen General de Egreso de la misma licenciatura 
              (EGEL), en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma 
              de San Luis Potosí, y su correlación con el historial 
              académico a lo largo de sus estudios profesionales, potencial 
              que se traduce no únicamente a través de la confiabilidad 
              de dichos instrumentos para medir el grado de aprendizaje, sino 
              mediante su capacidad de predecir, de manera altamente significativa, 
              el desempeño a futuro de nuestros estudiantes, con la posibilidad 
              incluso, de anticipar, con un alto grado de precisión, su 
              propio desempeño profesional, materializándose así 
              la posibilidad de ir un paso adelante en la instrumentación 
              de acciones que contribuyan a mantener y elevar la calidad académica 
              de la preparación de nuestros estudiantes de licenciatura. 
            Bibliografía 
            FOX QUESADA, Vicente, Presidente Constitucional de 
              los Estados Unidos Mexicanos: Tercer Informe de Gobierno 2003. México. 
            HERNÁNDEZ URALDE, Jorge (2005): "Validez 
              y confiabilidad en las pruebas de aprendizaje", en Boletín 
              Ceneval, n.º 13, México, pp. 1-4. 
            OCAMPO CANABAL, Fernando (1994): "La acreditación 
              y su relación con la calidad de la enseñanza", 
              en Revista Ingeniería Civil, n.º 307, México, 
              pp. 10-12. 
            ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA 
              EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA (1998): Conferencia Mundial 
              sobre Educación Superior. 
            SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA, 
              GOBIERNO FEDERAL DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS (2000): Programa 
              Nacional de Educación 2001-2006. 
            Correos electrónicos: perezjor@uaslp.mx 
              - jmartine@uaslp.mx  
              
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