Introducción.
Difícilmente pueda encuadrar las palabras que siguen en
lo que solemos considerar como una experiencia. Las
conclusiones a las que he llegado nacieron tímidamente en
una época en la que nuestro país se hallaba bajo gobiernos
autoritarios y no podía hablarse de autogestión
de las instituciones educativas. Poco a poco, y en la recolección
de opiniones y experiencias de escuela de otras personas, fui afirmando
la convicción sobre una necesidad de cambio de actitud interior.
A partir de 1983, la teoría que comenzó a llegar de
los estudiosos del tema -ahora muy difundidos- me daba la razón:
han pasado casi veinte años y desde el Ministerio de Educación
de la Nación se perfilan propuestas de escuela en relación
con la comunidad Programa Escuela y Comunidad, por ejemplo,
que siguen principios muy similares a las experiencias que la OEI
ha publicado en reiteradas oportunidades, provenientes de países
hermanos.
No es posible olvidar que, juntamente con la libertad de expresión,
llegaron problemáticas de rumbo económico que generaron
progresiva desazón, desaliento, desesperanza y esto lleva
a muchos compatriotas a emigrar buscando horizontes más estables
y coherentes. Yo creo que los cambios se luchan día a día
y no veo otra solución. Ésta es posible a largo plazo
y formando a las generaciones jóvenes en la conciencia de
la participación en redes que permitan un crecimiento consolidado,
fuerte, con objetivos propios de maduración regional.
Aunque lo ideal sería que esta postura de trabajo técnico
de proyección estratégica se tomara desde las políticas
nacionales, evidentemente no puede seguir esperándose que
esto ocurra mientras nuestro pueblo se disgrega sin rumbo fijo.
Los cambios profundos provienen de los sentimientos pero, fundamentalmente,
de la visión realista que promueva una acción racional
que se mantenga en el tiempo y que no dependa de un pequeño
grupo de personas.
La problemática de lo educativo está inmersa
en lo social.
El tema que da origen a este breve bosquejo, es la defensa de la
posibilidad de las instituciones para trabajar cooperativamente
en el logro de los fines educativos que las comunidades proponen
o quieren para sus hijos. Y, especialmente, contando con la presencia
de coordinadores /nexos / guías que sepan implementar un
enfoque estratégico situacional para el planteo de las problemáticas
y coordinación segura en la búsqueda de soluciones
en la que participen todos los involucrados.
Propuesta surgida de la observación de las dificultades
propias de los sistemas educativos con grandes objetivos pero poco
o nada de presupuesto y que por ende, he vivido desde
hace 25 años, soñando con políticas y políticos
de la educación que miren hacia el pueblo y sus verdaderas
necesidades: el secreto de un progreso en la búsqueda de
la dignidad personal radica en la profundización de las modalidades
locales, teniendo como ejes invariables los valores humanitarios.
Hay ciertos criterios que es necesario adoptar, como por ejemplo,
el de relevancia cultural por sobre eficiencia, eficacia y efectividad,
sin desmerecer la importancia que estas tres últimas tienen
para un adecuado uso de los recursos humanos y materiales. El rescate
de lo relevante implica escarbar en la historia, en la tradición
y el folclore, en las carencias y posibilidades, en los límites
expresivos y en las fronteras que ponen la raza, la religión
o la lengua. Escarbar y evaluar hasta donde puede trabajarse la
realidad para que crezca sin perder su valor de propiedad colectiva.
Para que las fronteras no lo sean tanto y se conviertan en posibilidades
de comunicaciones diversas y enriquecedoras.
Aunque esto parezca un ideal imposible de alcanzar, no
lo es. El intercambio e integración entre establecimientos
educacionales con problemáticas afines y cercanía
física resulta altamente positivo para el logro de proyectos
que eleven la calidad de la educación mediante una participación
ciudadana concreta.
Cuando hablo de experiencia debo remontarme a la permanente búsqueda
del porqué se trabaja poniendo enormes esfuerzos grupales
e individuales que luego parecen esfumarse si los miembros de tales
grupos no continúan adelante. Proyectos que continúan
son aquellos que logran formar parte cotidiana de sus protagonistas,
surgidos de sus intereses y expectativas. Aquellos que logran tomar
aunque sean una parte del contexto real y moldearlo para ampliar
sus horizontes y proponer soluciones a problemas que parecen inabarcables.
Importancia del líder natural con autoridad reconocida
por todos los miembros de la comunidad.
Durante décadas ha faltado en nuestros institutos formadores,
la búsqueda intencionada de verdaderos líderes que
sepan leer en su comunidad el camino del entendimiento y la legitimación
de lo educativo como constitutivo del ser humano. Ha faltado -y
creo que sigue así-, la práctica paciente de la mirada
detrás de lo obvio. Se habla de análisis institucional,
de diagnóstico y de planificación como una carga inaudita
que se agrega al papeleo y al estudio necesario de los docentes,
y, sin embargo, la realidad a la que debemos apuntar está
por detrás de todo esto y es lo fundamental. Debe apuntarse
a la calidad interior de la persona que se capacita para ser guía
democrático de otros. Una calidad tal, que contemple la plenitud
de la confianza hacia sus alumnos, hacia sus docentes, hacia los
padres. Confianza que implica creer que todos pueden superarse a
sí mismos y a favor de su grupo cercano.
La actividad formadora de postgrado en la práctica docente
generalmente resulta esporádica y desintegrada de toda visión.
Aunque se ha tratado de imponer como normativa la necesidad del
diseño de proyectos institucionales, estos resultan la mayoría
de las veces, recordatorios de fechas y contenidos conceptuales
y procedimentales faltando la especificación de lo actitudinal
en cuanto a cómo hacer para lograr las vivencias imprescindibles
que fomenten la actitud cooperativa en la resolución de problemáticas
o conflictos. Es decir que, en un alto porcentaje, estos proyectos
no son un reflejo fiel del alma institucional, por lo tanto no abarcan
a todos los actores ni contemplan todas las posibilidades ni parten
de una actitud de respeto sincera por la relevancia cultural.
Además, la rutina escolar suele presentar graves escollos
en la convivencia ideológica de los docentes, cuando no se
logran acuerdos consensuados en pos de objetivos comunes y es allí,
especialmente, donde se hace evidente la necesidad de la implementación
de estrategias que conviertan tales obstáculos en oportunidades
de aprendizaje y de crecimiento.
En consecuencia, para lograr la formación de redes
escolares, es indispensable la visión estratégica
situacional de los equipos directivos y la actitud permanentemente
formativa en los valores necesarios. Estos equipos son en primera
y última instancia los responsables de los logros pedagógicos
y de relación intra e inter institucional.
En los intentos de enfoque estratégico son válidos
todos los modos de expresión que impliquen la necesidad de
relacionarse para lograr un fin que tenga sentido para los participantes:
escritura, pintura, teatro, construcción, edición,
deporte, canto. Hasta las quejas más profundas deben reflexionarse
severamente cuando se van a mostrar al público a través
de una obra de teatro. Mientras se piensa como decirlo mejor es
posible que visualicemos otros aspectos de aquello que molesta y
queremos reclamar.
Si el conflicto subsiste, no es lo mejor saltarlo, ignorarlo o
combatirlo. En todos los planos es necesario buscar los medios pacíficos
para que afloren con transparencia y puedan ser solucionados, de
lo contrario seguiremos encontrándonos con escuelas / islas,
con docentes individualistas y con directivos indiferentes o autoritarios
esperando poder dedicarse a otra cosa. Y sin remedio, con padres
y madres que piensan que la escuela no sirve a sus hijos y menos
aún, a ellos.
En general, se teme a la convocatoria comunitaria para que diga
qué piensa de la escuela, sin embargo, ha sido altamente
positiva cuando se ha utilizado para un relevamiento racional de
datos y no para una pugna entre partes. El enfrentamiento surge
cuando no hay actitud de conciliación y de búsqueda
de caminos posibles.
Por lo tanto, creo necesario y urgente un llamado reflexivo a todos
los docentes y en especial directivos y supervisores de escuelas,
que pueden tener la visión regional amplia y la posibilidad
de buscar la forma de armar poco a poco redes solidarias, formativas,
enriquecedoras, que contemplen a las instituciones no gubernamentales
y de actividad local para emprendimientos posibles. Un llamado a
ejercer liderazgo participativo, creativo, sin miedo a los conflictos.
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