La población mundial vive cada día entre apuros y
sufrimientos. La cacareada economía global está bien,
pero la gente común esta muy mal. Los índices macroeconómicos
crecen pero la economía familiar decrece, y esto es particularmente
cierto en la mayoría de los hogares del "sur" del
planeta.
A pesar de que el ambiente mundial ha cambiado de tonalidades,
los escenarios políticos, económicos y sociales son
confusos. Aunque haya avances en las relaciones "norte - sur",
aún se mantienen las desigualdades del pasado, y ahora en
un reajuste permanente de los centros de poder mundial.
Los conflictos mundiales cambian de intensidad, pero se mantienen
latentes y hacen erupción cada vez que pueden, la fuerza
militar no basta para controlarlos, aunque se utilice a discreción,
que lo diga Naciones Unidas. A los tradicionales conflictos se le
agregan los de los nuevos tiempos, problemas que van desde la progresiva
destrucción del ambiente hasta los conflictos generados en
los procesos de integración regional.
Siempre se ha señalado a la educación como la principal
herramienta para el progreso de los pueblos, y por ende la solución
de sus grandes problemas; entre los principales la superación
de la pobreza. Y es muy cierto que la educación juega un
papel primordial en los países que han alcanzado vida de
calidad para sus ciudadanos. No es el único factor a considerar,
pero es imposible obviarlo si se desea mejorar un país.
Los pueblos de América Latina y el Caribe no escapan a la
actual incertidumbre mundial. Y como una acción necesaria
para dar alternativas a los problemas que confrontan, debe atenderse
a la educación en todos sus niveles y con todos sus componentes.
No es un secreto que la inversión en el sector educativo
es deficiente, además de mal distribuida, descuidando la
formación de ciudadanos, esos futuros profesionales y trabajadores
que se encargarán del diario desarrollo de nuestras sociedades.
En estas notas, solo se señalarán cuatro aspectos
que considero de urgente atención para mejorar la situación
de los estudiantes en su proceso formativo, partiendo de la premisa
de que la educación debe ser orientada a la resolución
de las necesidades del país y de la región, en un
proyecto acorde con el desarrollo humano sustentable.
Adecuación curricular al entorno socio-ambiental.
En primer lugar es necesario que se afronte una reforma de los
pensum de estudio, actualizar los objetivos y contenidos para dar
una capacitación y formación adecuada a la realidad
de nuestros países. Que contemple adelantos científicos
y tecnológicos, a la vez que forme para afrontar la pobreza,
el desorden social y el deterioro del ambiente, que asuma la incorporación
digna de los excluidos y marginados a los circuitos económicos
de producción y administración de la riqueza nacional.
Es necesario verle la cara a la situación social, no propiciando
mayores conflictos sino señalando posibles soluciones y más,
poniendo en práctica desde los centros educativos esas alternativas
posibles. La práctica debe ser la generadora de reflexión,
superando esa costumbre de generar aportes desde la tranquilidad
de la oficina, sin siquiera pretender acercarse a la realidad a
la que queremos responder. La realidad de América Latina
y el Caribe es en su mayoría pobre y desde la pobreza debemos
abordar la superación de la pobreza.
Asumir la realidad y proponerse superarla pasa irremediablemente
por ser creativos. Debemos crear o recrear los conocimientos que
nos lleven a abordar efectivamente las limitaciones que tenemos.
Actualización y adecuación de las prácticas
docentes.
Como segundo aspecto es necesario que nos actualicemos y tengamos
a disposición, los estudios, investigaciones y publicaciones
de avanzada, aquellos que están innovando en cada área.
No podemos seguir utilizando información desactualizada o
descartada por ineficiente o por peligrosa, para formar a nuestros
científicos, ya sea en las ciencias básicas o en las
ciencias sociales. El acceso a una información actualizada
pasa por políticas que favorezcan la incorporación
de los nuevos medios informáticos, como el Internet y equipos
audiovisuales; pero además por estimular la divulgación
de las investigaciones en las diferentes áreas del pensamiento
entre los niveles educativos, desde preescolar hasta los estudios
universitarios.
En este aspecto se contempla la permanente capacitación
de los docentes. Debemos obligatoriamente dedicar esfuerzos a la
actualización docente, a que manejemos la información
de punta, tanto en herramientas pedagógicas como en contenidos.
En un mundo que parece cambiar a diario, debemos estar informados
para adecuarnos y adecuar los cambios a las necesidades de nuestros
países. Es importante, indispensable, que dediquemos atención
al intercambio sur - sur, es decir que en esta permanente actualización
sepamos qué se hace en materia investigativa, de práctica
docente, desarrollos pedagógicos e innovaciones en la propia
región, y también en África y Asía,
ya que sus dificultades nos acercan como pueblos. No debemos dejar
esta acción a los "especialistas", cada docente
debe afrontar el reto de su actualización, contando con el
aporte de las autoridades para que conjuntamente se elaboren las
alternativas educativas.
Los medios de comunicación juegan un papel importantísimo
para la divulgación de la información científica
y cultural en todos los sectores de las sociedades latinoamericanas
y caribeñas. Es necesaria la publicación y divulgación
de las mejores propuestas y trabajos que generan nuestros centros
de investigación y enseñanza; tanto formales como
menos formales, pero que generan la acción diaria educativa.
Desde barrios hasta centros universitarios, debe darse esa interacción
para que el aprendizaje sea permanente, actual y práctico.
Mejoramiento y ampliación del cuarto nivel en la región.
Un aspecto que requiere atención urgente es la inversión
nacional en los estudios e investigaciones de cuarto nivel, es decir
en las especializaciones y estudios de postgrado. Por este aspecto,
los profesionales jóvenes mejor capacitados, que tanto han
costado al país, emigran en busca de estudios de calidad
en este nivel, y posteriormente se quedan en el extranjero procurándose
mejores condiciones de vida. Si se hace una apropiada inversión
de recursos, propiciando el desarrollo de estudios de calidad y
adecuados a la problemática de la región, se evitará
la fuga de cerebros, generándose nuevas áreas de trabajo.
Mantener nuestros mejores estudiantes y profesionales requiere
de la atención propicia a sus necesidades; la creación
de alternativas de estudio que incluso atraigan especialistas de
otras latitudes marca un paso cualitativo en el desarrollo de la
educación de la región. Las iniciativas exitosas son
pocas, pero las hay. Debe dársele mayor atención en
recursos a los planes de estudios de cuarto nivel. El aprendizaje
y la enseñanza en nuestra realidad debe dar respuesta a nuestros
problemas, sobre todo si son estudios e investigaciones de postgrado
adecuándose a la realidad socio - ambiental de la región.
Educar en valores para una vida digna.
Por último y no por ello lo menos importante, se debe considerar
incorporar en los procesos educativos un importante contenido de
Educación en Valores. Ante las tendencias mundiales orientadas
hacia un aprovechamiento irracional de los recursos, al individualismo
egoísta, criterios puramente economicistas y la intolerancia
a la diversidad cultural, se hace imprescindible que la educación
de nuestros pueblos se enfoque en la unidad, la solidaridad, la
valoración de las riquezas propias y la aceptación
de las diferencias culturales. Solo así podremos avanzar
en la construcción de países fuertes que se basen
en el desarrollo sustentable y la cooperación internacional.
Educación para la paz, educación en y para los derechos
humanos, educa-acción ambiental, educación popular,
educación liberadora, educación para la vida, aprendiendo
a vivir, educación para la mundialización, educación
intercultural, en fin toda una variedad de prácticas pedagógicas
que tienen por finalidad la enseñanza para la convivencia
diaria y la superación de los problemas sociales que afrontan
en su espacio de vida; que persiguen la superación de la
pobreza en su ámbito comunitario. Estas prácticas
son ejemplo de cómo incorporar ese sentido de lo propio y
lo global en aprendizaje permanente, desde el trabajo con niños
y niñas hasta con adultos de distintas condiciones sociales.
No es posible seguir en un camino de competencia desleal donde
los grandes devoran a los pequeños, que es una vía
que mantiene a nuestros pueblos sujetos a los centros y bloques
hegemónicos de poder mundial.
Sirvan estas notas para exponer un aporte a la consideración
de ustedes, producto de la preocupación por mejorar la educación
en nuestros países, principal arma que tienen los pueblos
para sobrevivir a este orden mundial que se ensaña contra
las regiones más débiles del planeta, que incomprensiblemente
son las más ricas, profundizando las desigualdades entre
sus habitantes. Ya empezamos a pasar de explotados y serviles a
los intereses de los poderosos, a ser olvidados y excluidos del
nuevo mundo.
Debemos proponernos trabajar para la superación de la pobreza
desde el espacio que nos corresponde como docentes, en todos los
niveles educativos tener claro que nuestro esfuerzo debe darse para
alcanzar vida de calidad y generadora de condiciones dignas de vida
en la comunidad donde desarrolla su acción la escuela, el
liceo o la universidad.
Debemos tomar para cambiar a cada niño o niña a los
que les enseñamos a leer y a escribir, a los jóvenes
a los que les informamos de historia patria, a esos universitarios
a quienes les trasmitimos conocimientos científicos, en fin
tomar a cada educando como si estuviésemos educando al próximo
presidente de nuestra nación, a los próximos ministros,
a los líderes de los movimientos sociales o de partidos políticos,
a próximos gerentes de grandes y pequeñas empresas,
a los líderes y dirigentes que necesitamos para superar la
pobreza e ignominia que sufre la región.
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