En el marco de la promoción de la participación protagónica
de los jóvenes en la solución a los problemas socio-ambientales
de su entorno, con el año escolar 2002 2003 se inició
en la Unidad Educativa Rómulo Betancourt (Mérida Venezuela)
el proyecto Agenda XXI: Escuela y Territorio, en convenio con el
Comunità Impegno Servizio Voluntariato CISV de Italia; donde
jóvenes estudiantes promovieron la creación de un
plan de acción, proyecto local, para presentar alternativas
de mejoramiento y defensa del ambiente escolar, con la realización
de un diagnóstico socio ambiental participativo.
El proyecto contó con la animación de los promotores
de la Cátedra de la Paz que hicieron de enlace directo con
los entes de articulación y seguimiento del mismo. El proyecto
se desarrolló en dos etapas: Primera Etapa de promoción,
sensibilización e inducción de adolescentes y docentes
que permitan la realización de un diagnóstico participativo
y el diseño del plan de acción Agenda XXI. En la Segunda
Etapa se desarrollo del plan de acción asumido por los propios
adolescentes en el ámbito escolar, con participación
y protagonismo de ellos en la propuesta.
Como objetivo el proyecto plantea Promover la creación
de programas y proyectos locales que contemplen los principios de
la AGENDA 21, haciendo énfasis en la aplicación de
los Capítulos 21 y 25 de la misma, con la participación
y el protagonismo juvenil.
En una primera etapa se logró conformar un equipo promotor
en el plantel de alumnos que lideraran la consecución y ejecución
del plan de acción Agenda XXI. Se realizaron presentaciones
del proyecto a la institución de Agenda XXI: Escuela y Territorio,
y del intercambio con el IPSIA Ada Gobetti Marchessini; institución
educativa de Torino, Italia, quienes también desarrollan
el mismo proyecto y que se enlaza con la U. E. Rómulo Betancourta
través del CISV, a manera de Escuela Hermanada o Escuola
Gemelatta.
Durante esta primera etapa se desarrolló una buena parte
del proyecto con alcances medios que permitieron avanzar hacia la
elaboración del plan de acción que dio al plantel
su Agenda XXI local, partiendo del diagnóstico socio-ambiental
en desarrollo con la participación protagónica de
los mismos estudiantes como jóvenes preocupados por su entorno.
En la segunda etapa, a partir de enero de 2003, se planeó
la implementación de un Programa Escolar de Recuperación
de Papel y Cartón PERPC. Luego de complementar el Diagnóstico
Socio Ambiental de la U. E. Rómulo Betancourt, basado en
la consulta de directivos, profesores, administrativos, obreros
y los estudiantes de todos los grados; se procedió al diseño
y preparación del PERPC.
La participación de los estudiantes fue favorecida mediante
su capacitación en cursos y talleres, algunos exclusivos
para ellos y otros compartidos con otras personas del liceo y de
otras instituciones de la región. Ellos asumieron responsablemente
la consulta con entrevistas y encuestas de los componentes de la
comunidad educativa, asesorados por docentes de la institución
y por los promotores de la Cátedra de la Paz.
La participación en el proyecto se amplio con la celebración
de un Concurso Escolar para el diseño del logo del Proyecto,
extensivo a todas las escuelas y liceos de la región, lográndose
la participación de 106 estudiantes de cinco escuelas y liceos
de Mérida. Se premiaron tres diseños, que se incorporaron
a los materiales utilizados en la promoción del proyecto.
Una acción interesante fue la difusión de los principios
de la Agenda XXI, el Desarrollo Local Sustentable, la Carta de la
Tierra, el Aprovechamiento de los Residuos Sólidos y la Participación
Juvenil mediante la elaboración de material didáctico
y formativo desde el liceo y la Cátedra de la Paz. Estos
materiales se utilizaron principalmente en la institución
participante, pero, además, su uso se extendió hasta
otras escuelas y liceos, así como instituciones y comunidades
que se vincularon de alguna manera al proyecto.
Desde el proyecto se participó en varios eventos regionales
para proyectar la acción de Agenda XXI: Escuela y territorio.
Se asistió al Encuentro Infantil y Juvenil por el Planeta
Tierra, Parlamento Ecológico Infantil y Juvenil del Municipio
Santos Marquinay al Festín de Paz.
El Programa Escolar de Recuperación de Papel y Cartón
PERPC, que es la concreción del esfuerzo formativo y organizativo
de los estudiantes dentro del plantel, se logró gracias a
la cooperación de directivos y docentes, la participación
del equipo promotor de Agenda XXI y del Centro de Ciencias, Tecnología
y Educación Ambiental. El personal obrero y administrativo
tienen un rol importante por ser ellos los encargados de la disposición
de papeles ya utilizados en el plantel. En esta acción se
incorporó a la E. T. C. Coronel José Félix
Ribas, institución que comparte espacios físicos con
la U. E. Rómulo Betancourt.
El PERPC es una acción ecológica permanente dentro
de la institución, donde se pretende la recuperación
de papeles y cartones utilizados en el plantel, para su posterior
reciclaje; fomentando la cultura de la reducción de desechos,
el reuso y reciclaje de los mismos. Con la colocación de
dos contenedores Sólo Papel, desde Junio; donde la comunidad
escolar deposita sus residuos de papel y cartón, y que semanalmente
arroja un promedio de 80 kg de materiales recuperados, con los consabidos
beneficios para el ambiente, la salud y los recursos del plantel.
Esta acción práctica representa el deseo y la disposición
del plantel de la defensa ambiental con concreciones de la acción
educativa, en este caso el reciclaje de los papeles y cartones desechados
por la institución.
Durante el desarrollo del proyecto fue necesario el seguimiento,
la evaluación y la retroalimentación del mismo para
mantener en coordinación grupos diferentes con funciones
distintas dentro del liceo. Sin embargo, las reuniones del equipo
promotor de Agenda XXI, dos mensuales en promedio, permitieron dar
este espacio para la toma de decisiones y escuchar los planteamientos
de los distintos actores del plantel. Además, la celebración
de reuniones con grupos específicos también permitió
la incorporación de los mismos a las acciones del proyecto.
El apoyo incondicional de los directivos del plantel a la realización
del proyecto favoreció de manera importante los alcances
obtenidos; su apoyo como autoridad y el ejercicio de su liderazgo
facilitó el proceso de acercamiento entre los distintos miembros
de la comunidad educativa, así como los espacios físicos
y temporales para la realización de las actividades adelantadas.
Una última observación va referida a la obtención
de recursos, que fueron aportados por el convenio Cátedra
de la Paz CISV, en igual porcentaje al aportado por los alumnos
y la institución que destinaron su mejor esfuerzo para el
desarrollo del mismo. La conjunción de recursos financiero,
materiales y humanos permitieron poner en práctica las enseñanzas
que en materia de educación ambiental se imparten en las
aulas venezolanas, pero que muchas veces no se concretan debido
a que no se logra coordinar los esfuerzos necesarios; aún
no se tiene la visión de que debemos ser pioneros en la ejecución
de proyectos que vayan más allá de la simple supervivencia
en la que ha caído la escuela pública venezolana.
Desde la Cátedra de la Paz esperamos contar con nuevos apoyos
de instituciones públicas y privadas al repetir experiencias
como esta, que permitan la concreción de soluciones comunitarias
a nuestros problemas sociales.
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