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Organización de
Estados Iberoamericanos
Para
la Educación, la Ciencia y la Cultura |
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Revista
Iberoamericana de Educación Número 16 - Educación
Ambiental y Formación: Proyectos y Experiencias |
Características de la formación
continuada en Educación Ambiental del profesorado del nivel medio
María del Carmen González
Muñoz (*)
(*) María del Carmen González es
doctora en Geografía e Historia y Máster en Educación
Ambiental. Ha desempeñado diversos puestos de responsabilidad en
el Ministerio de Educación y Cultura de España
relacionados con la renovación pedagógica y la Educación
Ambiental. Ha sido coordinadora del Equipo Técnico del Programa
de la OEI «La Educación Ambiental en Iberoamérica en
el Nivel Medio». En la actualidad es inspectora de educación
en Madrid (España). |
- En las páginas que siguen se
presentan los aspectos más destacados del proyecto de la OEI «La
Educación Ambiental en Iberoamérica en el Nivel Medio»,
en su segunda fase, dedicada a la formación continuada del
profesorado. Se exponen las conclusiones y propuestas realizadas en las
distintas reuniones subregionales con expertos de los ministerios
implicados en los diferentes países para llevar a la práctica
esta formación, cuyas características básicas se
desarrollan ampliamente.
- La diversidad de modalidades de
formación planteadas no pueden ocultar la intención común
de que éstas se enmarquen en verdaderas estrategias nacionales
para la Educación Ambiental, de modo que permitan la concertación
de esfuerzos y la rentabilidad de las aportaciones de distintas
entidades gubernamentales y no gubernamentales, procedentes de la
educación formal y de la no formal.
1. Introducción
La Organización de Estados Iberoamericanos
para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha desarrollado, entre
los años 1995 y 1997, un proyecto dedicado a la Educación
Ambiental (en adelante EA) en Iberoamérica, que, en línea
con actuaciones curriculares anteriores de este Organismo, se ha centrado
en el nivel educativo medio, es decir, en aquel iniciado generalmente
sobre los 12/13 años y que se extiende hasta los 17 ó 18 años.
El proyecto ha estado dirigido, básicamente,
a técnicos y especialistas de los ministerios de educación y
de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de los
distintos países iberoamericanos, con la finalidad general de
contribuir a introducir o perfeccionar la EA en la educación
secundaria o de nivel medio.
Para alcanzar esta finalidad, concretada a su vez en
diversos objetivos, se han puesto en marcha varias actividades, la primera
de las cuales ha estado centrada en una acción sobre el currículo,
considerado como un componente clave para la introducción de la EA
en el nivel escolar y como un elemento mediador decisivo para la
intervención del profesor.
Fundamentalmente, esta primera fase ha supuesto un
trabajo con expertos y técnicos de los distintos ministerios de países
de la región involucrados en procesos de reforma educativa o con
experiencia contrastada en este campo, y con especialistas en educación
no formal. A sus resultados y conclusiones se han dedicado ya diversos
estudios en un número anterior de esta misma publicación
(«Educación Ambiental: Teoría
y Práctica», Revista Iberoamericana de Educación, Nº
11, Mayo/Agosto, 1996.)
Concluida la segunda fase, dedicada a la formación
de decisores y profesores, es momento de presentar las principales
conclusiones de este trabajo y de valorar sus propuestas y resultados.
2. Desarrollo del Proyecto: de los objetivos a
la metodología
Entre las finalidades generales del proyecto para
apoyar la implantación de nuevas propuestas curriculares, sobre las
que ya nos hemos extendido en artículo anterior del número
de la referida Revista (González Muñoz, 1996), se fijaron
como objetivos específicos para su segunda fase los siguientes:
- · Colaborar con los ministerios de
educación iberoamericanos en sus programas de formación y
capacitación de docentes en EA.
- · Con este fin, elaborar y debatir
propuestas con distintas modalidades o estrategias para la formación
continuada del profesorado en EA del nivel medio.
- · Sacar conclusiones y orientaciones
para los programas de formación y capacitación de dichos
docentes.
La realización de reuniones subregionales con
los diversos países implicados fue el medio elegido para la
presentación y debate de estas propuestas y para sacar
conclusiones. Tres han sido las reuniones que se han efectuado: la primera
en Managua (Nicaragua, 26 a 28 de noviembre de 1996); la segunda en Santafé
de Bogotá (Colombia, 5 al 7 de marzo de 1997); y la tercera en
Buenos Aires (Argentina, 1 al 3 de julio de 1997)1.
A dichas reuniones, organizadas por la OEI y por el
ministerio de educación del Estado receptor, asistieron dos
representantes de cada país: un responsable institucional de la
formación del profesorado y un experto especializado en formación
del profesorado en Educación Ambiental, además de los
ponentes y del equipo técnico de la OEI2.
La metodología del trabajo partió de
la presentación de una ponencia inicial que sirvió de marco
general a las ponencias específicas que se desarrollaron a
continuación, con la finalidad de situar la formación en EA
dentro de las más amplias características y problemáticas
de la formación continuada del profesorado. Las cuatro ponencias
específicas fueron seleccionadas de manera que incluyeran distintos
modelos de formación en EA y formación presencial y a
distancia, presentadas por el ministerio o por otras instancias. Todas
ellas se publican en este mismo número de la Revista.
El debate posterior y los trabajos en sesión
plenaria y en pequeños grupos en torno a un guión operativo
permitió, en todos los casos, alcanzar conclusiones y propuestas
que, elevadas a los distintos ministerios, podrán servir de
orientación a los programas de formación y capacitación
docente.
3. Distintas propuestas para la formación
del profesorado
Tras la ponencia marco, en la que se reflexionaba
sobre algunas características básicas de la formación
en EA situándola en el proceso de formación general del
profesorado, auténtico reto que tienen hoy las administraciones
educativas, las ponencias presentadas a debate buscaban ofrecer un abanico
de propuestas que aportasen ideas y permitiesen a los países
participantes valorar su mayor o menor adecuación a su contexto.
Se planteaba así el ambicioso proyecto de un
ministerio, el de Colombia («La Educación Ambiental: una
estrategia flexible, un proceso y unos propósitos en permanente
construcción»), enmarcado en el Programa Nacional de Educación
Ambiental, caracterizado por una fuerte reflexión conceptual, por
una importante investigación sobre la práctica docente y por
el contacto directo con la comunidad educativa. La preocupación por
contextualizar el trabajo ambiental escolar y por romper el divorcio entre
las concepciones educativas y las concepciones ambientales, se ha
traducido en Colombia en la creación, mediante decreto 1743 de
1994, del Proyecto de Educación Ambiental para todos los niveles de
educación formal en el contexto de los PEI (Proyectos Educativos
Institucionales), instrumento tanto de planificación educativa como
de formación del profesorado y basado en la concertación y
la negociación con éste.
La experiencia de dicho trabajo ha permitido a los
expertos colombianos tipificar claramente los obstáculos a los que
hace frente la formación docente en EA y planificar algunas
estrategias para la sensibilización, la formación y la
profundización en tales aspectos por parte del profesorado. Todo
ello desde el reto de formar maestros para el proyecto, para la resolución
de problemas ambientales, para el trabajo de recontextualización de
la escuela y de significación de la realidad que busque ligar la
problemática ambiental con la vida escolar.
La propuesta de la Fundación Educambiente,
con su programa «Convivir en la Tierra (Fortalecimiento de la
capacidad interdisciplinaria en Educación Ambiental)»
ilustra el caso de una fundación privada, que puede concertar su
actuación con un ministerio de educación, en este caso de
Argentina, para contribuir a la necesaria formación del profesorado
en un nuevo sistema educativo. Su fin esencial es la difusión de la
EA en toda la estructura del nuevo sistema educativo nacional y capacitar
en un ámbito de interdisciplinariedad a supervisores y docentes del
último ciclo de la enseñanza general básica y de la
enseñanza polimodal. Con una importante fundamentación teórica,
en línea con el constructivismo, su metodología de talleres
busca la formación de formadores y de agentes multiplicadores,
siendo ya muchas las actuaciones emprendidas al respecto y las que están
en marcha en la actualidad.
La ponencia «Capacitación de Maestros en
Educación Media» del Ministerio de Educación de El
Salvador y el Proyecto Protección del Medio Ambiente (Green
Project) ilustran el caso de una cooperación internacional entre
los gobiernos de ese país y el de los Estados Unidos. Este
proyecto, coordinado por la Secretaría Ejecutiva del Medio
Ambiente, tiene unos responsables nacionales encargados de la ejecución
y cuenta con un consorcio internacional para la asistencia técnica,
que llevan a cabo estrategias de apoyo a la reforma del currículo,
a la elaboración de materiales educativos y a la capacitación
de maestros.
Muy ligado a la búsqueda de soluciones para
la problemática ambiental de El Salvador (deforestación,
contaminación, extinción de la fauna, etc.), sitúa el
primer indicador de las mejoras ambientales en los cambios en la calidad
ambiental de la escuela, y pretende implicar en ello al profesorado. La
capacitación de cerca de dos mil maestros y la edición de
treinta mil guías didácticas dan idea de las dimensiones del
proyecto, cuya metodología es de seminario, entendido éste
como la actividad que los profesores deben ejecutar con sus alumnos sobre
los tópicos ambientales propuestos, usando esta modalidad educativa
y buscando que unos y otros se autoeduquen. El uso de técnicas de
diagnóstico y de evaluación sencillas y de estrategias didácticas
imaginativas y muy motivadoras (el «baile del sombrero», el «juego
de los cinco amigos», etc.) caracterizan a un proyecto que se ha
interesado también por la capacitación de gestores
educativos institucionales y de directores de escuela.
Junto a estas propuestas de educación
presencial, la ponencia «La Educación a distancia: su alcance
y posibilidades» presenta la factibilidad de un modelo educativo
abierto y flexible que permite interactuar a quienes participan en los
procesos formativos superando las barreras espaciales y las dificultades
de comunicación que supone la lejanía. Se trata, en este
caso, de una fórmula que emana de una universidad española,
la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), y de un Máster
en Educación Ambiental, pensados para formar agentes
multiplicadores. Es un modelo entre cuyas ventajas figuran la formación
vinculada al contexto y la formación de colectivos plurisectoriales
y multidisciplinares, favoreciendo la creación de redes,
posibilitando roles flexibles para alumnos y alumnas y estimulando el diálogo
con la realidad, todo ello con costes reducidos y rentabilizando los múltiples
canales de comunicación que hoy facilita la tecnología.
Se presentó, a modo de ejemplo, la
experiencia del Máster en Educación Ambiental de la UNED,
hoy en su IV edición, atendiendo a una gran diversidad de
profesionales y de contextos, con alumnas y alumnos procedentes de países
de Europa, Asia, América y África, y que intenta dar
respuesta a la formación de gestores y decisores sociales, inspirándose
en la idea del desarrollo sostenible.
4. Características básicas,
modalidades y estrategias de formación continuada en Educación
Ambiental
Las conclusiones y propuestas de las distintas
reuniones subregionales, que se presentan como anexos, ofrecen algunas
características propias de cada zona, pero también una
considerable coincidencia en muchos otros aspectos.
Así, la reciente entrada de la EA como una
dimensión de la formación de los educadores del nivel medio
ha sido notada por varios países como una dificultad, dado que
buena parte de estos educadores no ha recibido una capacitación en
este sentido. Otra dificultad, especialmente en algunas regiones (véanse
las conclusiones de la reunión de Managua), ha sido la carencia de
un marco conceptual para esta formación o su falta de claridad, así
como la pervivencia de una visión ecologicista de la EA, que lleva
a centrar la formación en materias como las Ciencias Naturales, en
detrimento de las demás.
La lectura de las conclusiones permite encontrar, no
obstante, toda una serie de ideas recurrentes a la hora de conceptualizar
las características generales que debería tener una
formación continua en EA y la capacitación básica que
debería proporcionar al profesorado.
En este sentido son muy claras las conclusiones de
Santafé de Bogotá, cuando evidencian que la introducción
de la EA en el sistema educativo necesita un nuevo perfil del profesorado,
concienciado y formado para abordar la problemática ambiental para
asumir conceptos, procedimientos y actitudes nuevos, dentro de un enfoque
sistémico; un profesorado capaz de reflexionar sobre su propia práctica,
para transformarla y convertirse en facilitador de aprendizajes
significativos de alumnas y alumnos.
Existe un general acuerdo en entender esta formación
como un proceso continuo, que comprende la formación inicial y la
continuada, y en que debe ser proporcionada al profesorado de todas las
disciplinas, superando el sesgo naturalista y adoptando una perspectiva
integradora. Se desea enfocar esta formación hacia el centro
docente y contextualizarla en proyectos educativos interdisciplinares y
globalizadores.
Es interesante comprobar la preocupación
manifestada en las tres reuniones, plasmada en las conclusiones de Santafé
de Bogotá y de Buenos Aires, para que esta formación
comprenda a los gestores educativos, a los administradores y directores
escolares, a los supervisores y a otros responsables de los ámbitos
sociales, económicos y culturales vinculados con la EA. Y, también,
el interés de aunar esfuerzos para ello, conjuntando el trabajo de
organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, procedentes de la
educación formal, la no formal y la informal, y de los niveles
local, nacional e internacional.
Pero si en algo hay unanimidad es en la necesidad de
establecer y clarificar conceptos fundamentales, tales como medio
ambiente, población, recursos, calidad de vida, desarrollo
sostenible, interdisciplinariedad y transversalidad, complejidad, etc.
La capacitación básica que se
debería proporcionar giraría, así, en torno a estos y
otros conceptos, y desarrollaría capacidades y actitudes
ampliamente expuestas en las conclusiones. Éstas son, básicamente,
la capacidad de relación, la visión sistémica e
interdisciplinaria, la resolución de problemas, el diseño de
proyectos, etc.
No menos detallados son los obstáculos
que hay que superar para alcanzar estos objetivos. Así, la
atomización de acciones y la dificultad de sistematizar los
procesos, dada la diversidad de competencias y organismos que se ocupan
del tema, el divorcio entre la formación inicial y la continuada,
el predominio de currículos compartimentalizados y de sistemas de
formación tradicionales y rígidos, la resistencia al cambio,
la escasez de procesos de investigación pedagógica, etc.
Parece, pues, que el diagnóstico es
compartido aunque las propuestas organizativas sean diversas, ya
que se parte de la necesidad de respetar la diversidad de los países
y la heterogeneidad del profesorado, por lo que hay que adecuar la oferta
a estas particularidades. No existe, entonces, un único modelo. Sí
parece haber consenso en la conveniencia de una estrategia de concertación
nacional, que permita rentabilizar recursos gubernamentales y no
gubernamentales. La insistencia en este punto es grande, así como
la necesidad de intercambiar resultados dentro del ámbito de los países
iberoamericanos.
Las reformas educativas son sentidas como una
oportunidad para introducir la EA y para promover la formación del
profesorado, utilizando todo tipo de modalidades tanto presenciales como a
distancia. Se concede una gran importancia a los materiales producidos por
los propios docentes y por otras instancias, y a los proyectos de centro
que introduzcan la dimensión ambiental y promuevan la participación
de todos los agentes educativos. La creación de redes y el fomento
de espacios de encuentro entre el profesorado y otros agentes implicados:
administradores, supervisores, etc., se considera otro importante
instrumento de formación.
Es notable comprobar cómo, frecuentemente,
la evaluación de todos estos procesos de formación
es la parte menos desarrollada, si bien está presente en las
conclusiones. Por eso es más destacable el apartado dedicado a ella
en las conclusiones de la reunión de Buenos Aires, donde se le
dedican no menos de seis consideraciones. La constatación, presente
también en otros textos, de que es un elemento básico, se
completa aquí con la idea de realimentación y reorientación
del proceso, con la inclusión de la evaluación tanto interna
como externa, de la autoevaluación y la coevaluación y,
sobre todo, con la insistencia en la necesidad de seguimiento y apoyo
posterior en el establecimiento educativo y en el aula. Como indicador del
éxito de estos procesos se enfatiza su repercusión en la
vida de la escuela y en sus proyectos educativos y programaciones de aula.
De nuevo la implicación de los supervisores y de los equipos
educativos se considera clave.
5. A modo de balance
En el momento de escribir estas líneas el
proyecto de la OEI ha concluido formalmente, aunque no está
acabado; por el contrario, hay que rentabilizar las acciones en él
desarrolladas. Pero esto ya es misión de los distintos ministerios
de educación, que, si así lo consideran, deberán
llevar a la práctica las recomendaciones emanadas de un proyecto en
el que todos ellos han participado.
Desde la óptica de este proyecto, si
comparamos los objetivos planteados en él con los resultados
obtenidos, cabe pensar que aquellos se han cumplido en no escasa parte; la
situación de la EA en el nivel medio en Iberoamérica es
ahora mejor conocida por los países que integran la región,
habiéndose producido un importante intercambio de información,
dinámica que seguramente se prolongará en el futuro, habida
cuenta las redes que se han establecido.
Se ha planteado también una serie de
principios básicos para la formación del profesorado en EA,
sobre cuyo perfil parece haber un claro consenso, estableciéndose
algunas estrategias para llevarlos a la práctica. La diversidad de
modalidades de formación definidas no puede ocultar una intención
común de que estas se enmarquen en verdaderas estrategias
nacionales para la EA, que, tal como ocurre con el desarrollo y apoyo de
los nuevos currículos, permita una concertación de esfuerzos
y rentabilice las aportaciones de distintas entidades, gubernamentales y
no gubernamentales, procedentes de la educación formal o de la no
formal e informal.Por este camino parecen estar avanzando los países
de la región, inmersos muchos de ellos en procesos de reformas
educativas, una de cuyas novedades es la introducción de la EA en
los currículos.
ANEXOS
I Reunión Subregional
sobre la Formación Continuada en Educación Ambiental del
Profesorado del Nivel Medio (Centroamérica, el Caribe y México)
· Managua, Nicaragua, 26
al 28 de noviembre de 1996 ·
Situación actual y propuestas de acción
- · Se reconoce a nivel nacional la
presencia de la Educación Ambiental en los ámbitos
legales, políticos y educativos.
- · La Educación Ambiental,
como una dimensión de la formación de los educadores de
nivel medio, es de reciente implantación en los sistemas
educativos nacionales. Consecuentemente, requiere fortalecerse desde el
punto de vista de la formación inicial y continuada de
educadores.
- · Se detecta la carencia de un marco
conceptual de la Educación Ambiental en su nueva dimensión
global, lo cual se refleja en enfoques conceptuales heterogéneos
en la formación y capacitación de educadores.
- · Es preocupante la situación
actual de los educadores en servicio debido a la falta en su formación
inicial y permanente de una perspectiva ambiental integradora que se
proyecte en su quehacer pedagógico.
- · Debido a la visión ecológica3
de la Educación Ambiental que se arrastra de etapas anteriores, ésta
se limita, en muchos casos, al área de las Ciencias Naturales,
exonerando de responsabilidades a otras áreas de conocimiento.
Sugerencias
- · Aprovechar y potenciar la
experiencia en la formación y capacitación en Educación
Ambiental de educadores del nivel básico.
- · Los distintos actores que
participan en la formación de educadores (MEC, universidades, ONG´s
y otros) deben clarificar conceptos tales como transversalidad,
interdisciplinariedad, transdisciplinariedad, complejidad, etc., e,
incluso, el propio marco conceptual de Educación Ambiental.
- · Potenciar el trabajo conjunto
entre entidades gubernamentales y no gubernamentales para el diseño
y ejecución de acciones de capacitación de educadores en
Educación Ambiental.
- · Fortalecer los medios
tradicionales de capacitación de educadores e incorporar medios
no tradicionales, tales como radio, cassettes, video, educación a
distancia y otros disponibles, en dicha acción, aprovechando la
experiencia, necesidades e intereses de los educadores en servicio.
- · Captar el apoyo de cooperación
internacional, tanto técnico como financiero, para fortalecer e
incrementar las acciones de capacitación e investigación
de Educación Ambiental, sin olvidar la financiación
institucional nacional y el apoyo del sector privado.
- · Se considera prioritario el
desarrollo de investigaciones en Educación Ambiental que
contribuyan a la capacitación del educador en ejercicio,
posibilitando el intercambio de resultados dentro del ámbito de
los países iberoamericanos.
- · Es necesario, básico y
elemental un respaldo real y efectivo de políticas estatales a
través de sus Ministerios de Educación para la ejecución
de estrategias de capacitación en el campo de la Educación
Ambiental.
II Reunión Subregional
sobre la Formación Continuada en Educación Ambiental del
Profesorado del Nivel Medio (Países Andinos)
· Santafé de
Bogotá, Colombia, 5 al 7 de marzo de 1997 ·
Conclusiones
Para el mejor entendimiento de las siguientes
conclusiones, los participantes acordaron considerar la formación
continuada en EA como un proceso que, en algunos países, aún
se denomina capacitación, pero en el que resulta recomendable
adoptar el término de «formación» a fin de
favorecer una mejor comprensión y alcance de dicho concepto.
- 1. Qué características
generales debería tener la formación continua en EA:
- · La introducción de la EA en
los sistemas educativos pone en evidencia la necesidad de un nuevo
perfil de profesorado, concienciado y formado para abordar la problemática
ambiental, asumir conceptos, procedimientos y actitudes nuevas, dentro
de un enfoque sistémico; un profesorado capaz de reflexionar
sobre su propia práctica, para transformarla y convertirse en
facilitador de aprendizajes significativos de alumnas y alumnos.
- · Esta preparación debe ser
proporcionada al profesorado desde su formación inicial, entendiéndola
como un proceso continuo en el que se ofrezcan itinerarios o vías
formativas coherentes con sus necesidades y potencialidades, en los que
se integren aspectos conceptuales, metodológicos, actitudinales y
se relacione la teoría con la práctica.
- · Esta preparación se debe
extender al profesorado de todas las disciplinas o áreas de
conocimiento, y no solamente al de Ciencias Naturales u otras
consideradas afines a estos planteamientos, para superar el sesgo
naturalista y adoptar una perspectiva integradora de los aspectos
socioculturales y económicos.
- · Interesa también una
formación enfocada hacia los centros educativos en los que el
profesorado se entienda como miembro de un equipo docente que trabaja en
proyectos integradores en los que se incluyan aspectos de organización,
gestión y funcionamiento escolar.
- · Esta formación en EA se
debe extender también al profesorado y a los gestores educativos
de formación técnica y/o profesional (enseñanzas
integradas en el nivel medio en muchos países), en la que los
estudiantes se preparan para una profesión futura en la cual la
responsabilidad hacia el medio ambiente es esencial.
- · Es también imprescindible
la formación de gestores educativos, supervisores, asesores pedagógicos
y equipos directivos, vinculando esta formación a la del
profesorado de los distintos niveles y modalidades del sistema
educativo, promoviendo el intercambio permanente entre los distintos
agentes del proceso.
- · Se considera importante que la
formación en EA se extienda a otros profesionales de los ámbitos
sociales, económicos y culturales vinculados a la EA.
- 2. Qué capacitación básica
se debería proporcionar al profesorado:
- · Atenderá tanto a los
aspectos conceptuales del medio ambiente y de la EA como a los metodológicos
que deben orientar su praxis.
- · Deberá propiciar el
desarrollo de la capacidad para descubrir relaciones entre los aspectos
y contenidos que determinan el estudio e interpretación del medio
ambiente y de la problemática ambiental.
- · Fomentará la creación
de redes de acción y espacios de encuentro entre los profesores y
otros agentes implicados en la investigación y gestión del
medio ambiente.
- · Promoverá la capacidad de
dinamización y de acción del profesor en su práctica
profesional y de compromiso de contribuir a la solución de los
problemas ambientales, partiendo del aprovechamiento de todos los
recursos e infraestructuras a su alcance.
- · Atenderá a la comprensión
de la diversidad cultural del país y sus implicaciones desde el
punto de vista de la gestión y de la EA.
- · Formará para la participación
activa de los profesores y su integración en proyectos
interdisciplinarios en el ámbito escolar y comunitario, pensada
como inversión para el desarrollo de la creatividad y orientada
al ser humano.
- · Procurará el mejor empleo
del centro educativo y del aula como espacios de identidad y
significado, así como de sus condiciones generales de organización
y funcionamiento, que deben ser ambientalmente adecuadas.
- 3. Qué obstáculos o
condicionantes habría que superar y/o qué errores evitar:
Se detectan a nivel regional algunos aspectos que
suponen obstáculo al desarrollo de los procesos necesarios para
obtener el impacto requerido en la EA, atendiendo a su conceptualización,
a su metodología y a su formulación estratégica.
Entre estos aspectos se pueden señalar:
- · La falta de claridad en las
competencias y responsabilidades de los diferentes sectores,
instituciones y actores comprometidos con la EA, lo cual dificulta la
construcción de mecanismos de interacción, elemento
fundamental para el logro de propósitos comunes.
- · La atomización de acciones,
actividades y proyectos, y la descoordinación interinstitucional,
han provocado la dificultad de sistematizar los procesos, de evaluar los
impactos y de aplicar los correctivos y ajustes para avanzar en los propósitos
de la EA en los diferentes contextos ambientales de la Región.
- · La insuficiente formación
de los gestores, directores, supervisores, asesores pedagógicos y
coordinadores en el campo de la EA, dificulta las relaciones de los
actores y trae como consecuencia conflictos derivados de la falta de
claridad de objetivos comunes y de roles que cada uno debe asumir en los
procesos, y el poco apoyo que se brinda a los que ejecutan los proyectos
y las acciones obstaculizando la negociación y la concertación.
- · La escasa reflexión sobre
la importancia que tiene la cosmovisión de las diferentes
culturas en las estrategias de formación, trae como consecuencia
el divorcio entre los actores y los procesos de formación.
- · La compartimentalización
presente aún en los esquemas de formación dificulta la
construcción de conceptos fundamentales en la EA, como son la
integración y la interdisciplinariedad para el desarrollo de la
visión sistémica del mundo.
- · La persistencia que ha tenido la
visión natural y ecológica en las acciones y proyectos de
la EA, dificulta la reflexión necesaria en lo referente a la
cultura y la sociedad para la comprensión de la problemática
ambiental en el marco del Desarrollo Sostenible y genera la incompleta
construcción de los contextos.
- · La existencia de un divorcio entre
la formación inicial y la formación continuada impide la
secuencialidad y sistematización de los procesos de la EA.
- · La ausencia de procesos de
investigación en EA obstaculiza los avances de las propuestas y
proyectos para el logro de los objetivos pretendidos.
- 4. Modalidades y estrategias de formación:
- · De la formación permanente
en EA serán responsables todos los actores y/o agentes con base
en una estrategia de concertación nacional que permita la adopción
de estrategias multidisciplinarias, en el marco de las políticas
educativas establecidas por los Ministerios y Secretarías de
Educación.
- · Es conveniente establecer
convenios de formación entre diferentes instituciones públicas
y privadas (Ministerios de Educación, universidades, ONGs, etc.)
para su implementación.
- · Identificar personas idóneas
que garanticen la calidad de la formación, y utilizar estructuras
e infraestructuras que permitan desarrollar actividades de formación
optimizando los recursos.
- · Considerar como una de las
modalidades más adecuadas el intercambio de experiencias prácticas
y su adecuación según las necesidades y posibilidades de
cada país, creando vías de comunicación para la
consulta permanente de las estrategias utilizadas.
- · Promover la formación
institucional e interinstitucional para que la EA genere espacios que
desarrollen nuevas actitudes y comportamientos.
- · Elaborar proyectos, integrando
grupos de supervisión, dirección y docentes. Algunas
formas de implementación podrían ser encuentros
presenciales, semipresenciales y a distancia, entre otros.
- · Considerar la diversidad cultural
para que la formación en EA responda a diferentes realidades que
posibiliten la construcción de una sociedad intercultural.
- · Adecuar la formación
continua y sus estrategias a las necesidades de los diferentes
destinatarios.
- · Evaluar de manera continua,
formativa y procesual, la formación del profesorado, referida a
conceptos, procedimientos, actitudes y valores, y formando parte de la
investigación.
- · La elaboración, difusión
y aplicación de materiales didácticos específicos
es un importante instrumento de formación ambiental. Para que sea
eficaz es preciso un proceso continuo de revisión, actualización
y evaluación adecuado a las nuevas necesidades a nivel local,
regional, nacional e institucional.
Finalmente, a partir del reconocimiento del esfuerzo
realizado hasta la fecha por las instituciones y Ministerios de Educación
de los diferentes países para incorporar las propuestas de EA al
sistema educativo, resulta imprescindible concretar y llevar a la práctica
acciones que, superando los obstáculos existentes, la hagan viable
tanto en el centro educativo como en el resto de la comunidad, para lo que
es prioritaria la formación continua del profesorado.
III Reunión Subregional
sobre la Formación Continuada en Educación Ambiental del
Profesorado del Nivel Medio (Países del Cono Sur, España y
Portugal)
· Buenos Aires,
Argentina, 1 al 3 de julio de 1997 ·
Conclusiones
- 1. Características Generales de la
Formación Continua en Educación Ambiental
La EA debería integrarse en la formación
docente como un principio educativo válido para todas las
disciplinas.
La formación continua de profesores de nivel
medio debería contemplar las siguientes características y
necesidades:
- a. Responder a las demandas diferenciadas de los
distintos grupos de profesores, adecuando la oferta a los diferentes
niveles de formación docente.
- En ese sentido las ofertas de capacitación
se deberían concebir como «un abanico» que integre una
heterogeneidad de propuestas, que corresponda a la heterogeneidad del
profesorado y a las diferencias existentes en la región y en el
interior de los países.
- b. Considerar en los distintos procesos y
actividades de capacitación aspectos de sensibilización
que conlleven a un cambio de actitudes y obtención de valores
ambientales.
- c. Establecer los conceptos fundamentales para la
Educación Ambiental, tales como medio ambiente, población,
recursos naturales, calidad de vida, problemas ambientales, gestión
y desarrollo sostenible, entre otros.
- d. Involucrar en las actividades de capacitación
tanto a profesores como a supervisores, directores, administradores
escolares, familias y responsables del quehacer ambiental a nivel local.
- 2. Capacitación básica que se
debería proporcionar al profesorado
- a. Capacidades que debería desarrollar:
- · Para detectar, comprender y
prevenir problemas ambientales.
- · Para aplicar metodologías
para la resolución de problemas.
- · Para diseñar, ejecutar y
evaluar actividades y proyectos.
- · Para la investigación pedagógica
que conduzca al abordaje de problemas desde una visión global.
- · Para la reflexión crítica
y la acción necesarias para el desarrollo de procesos y el logro
de los objetivos propuestos.
- b. Necesidades de los procesos de capacitación:
- · El tratamiento de problemas
concretos, entre los que figuran los detectados por organismos
responsables de la gestión ambiental (gubernamentales y no
gubernamentales).
- · Reconocer las diferencias y
mantener la diversidad de propuestas partiendo del carácter
heterogéneo de la formación de los educadores.
- · Fortalecer una enseñanza
disciplinaria que desde el razonamiento y la reflexión crítica
contribuya a la aplicación de estrategias, inicialmente
multidisciplinarias, que conduzcan a la construcción de la visión
global e interdisciplinaria de la EA, fundamental para la comprensión
de la problemática ambiental.
- c. La capacitación debe introducir
conceptos como:
- · Además de los conceptos
fundamentales del ambiente y de la EA, debe introducir conceptos como el
desarrollo sostenible y el de la gestión.
- · El concepto de desarrollo
sostenible debe ser incorporado desde una visión crítica
que permita su contextualización en las realidades locales y
regionales, con miras a la participación en la construcción
de modelos de desarrollo acordes con las dinámicas naturales,
sociales y culturales de los diferentes países participantes en
la reunión.
- · El concepto de gestión debe
ser incorporado con el objeto de fortalecer la articulación de
las propuestas y los proyectos, por parte de los educadores y los
diferentes actores que desde la escuela y la comunidad participan en los
procesos de la EA
- · La diversidad, para entender la
gama de propuestas y darles cabida desde la heterogeneidad en la formación,
que se manifiesta en los desarrollos de los proyectos de los educadores.
- d. La capacitación básica debe
acudir a estrategias como:
- · La organización de redes de
formación docente continua.
- · La construcción de
itinerarios formativos que permitan dar respuesta a la amplia diversidad
de situaciones y necesidades docentes en EA, desde la formación
individualizada hasta la consolidación de equipos de trabajo
capaces de desarrollar proyectos conducentes a la innovación e
integración educativa.
- · Establecimiento de prioridades
para una formación acorde con las realidades formativas de los
docentes.
- · Aproximación a la
interdisciplinariedad para el tratamiento sistémico de los
problemas ambientales.
- · Construcción de sistemas
adecuados de comunicación, intercambio de experiencias y
divulgación.
- e.En los procesos de capacitación se deben
promover valores y actitudes tales como:
- · El compromiso, el respeto por la
diversidad, el reconocimiento y el autorreconocimiento, la
responsabilidad y la solidaridad.
- 3. ¿Qué obstáculos o
condicionantes habría que superar?
- Se detectan entre los países participantes
algunos aspectos que obstaculizan el desarrollo de la EA, tanto en su
conceptualización como en su metodología y estrategias.
Entre estos aspectos se pueden señalar:
- · La existencia de una fractura
entre la formación inicial y la formación continuada.
- · La atomización de acciones,
actividades y proyectos, a menudo producto de la descoordinación
interinstitucional.
- · La insuficiente formación
de gestores, directores, supervisores, asesores pedagógicos y
coordinadores.
- · La ausencia de relaciones
coordinadas de los diferentes actores de la EA, que dificulta acciones
de negociación y concertación importantes para la
comprensión de los problemas ambientales.
- · La presencia en los currícula
de visiones fragmentadas del conocimiento.
- · El predominio de determinados
sistemas de formación tradicionales, excluyentes de otras
modalidades innovadoras de capacitación.
- · La rigidez del actual contexto
organizativo y las deficientes características ambientales de
algunos establecimientos educativos.
- · El escaso desarrollo de la
conceptualización del quehacer pedagógico y docente, así
como los obstáculos para la apropiación de los conceptos
fundamentales de la EA.
- · La resistencia al cambio que se
percibe en determinadas conductas, temores y prejuicios de algunos
agentes educativos.
- · La dificultad para formar en una
dimensión ética de la Educación Ambiental.
- · La escasez o inaccesibilidad de
materiales de formación adecuados, derivada en algunos casos de
la descoordinación y complejidad de las diferentes
administraciones.
- · La escasez de procesos de
investigación pedagógica, así como de espacios que
posibiliten el intercambio de experiencias entre los docentes.
- · El escaso o nulo reconocimiento
profesional de la capacitación, junto al uso de estímulos
poco eficaces y motivadores.
- 4. Cómo organizar la formación.
Qué modalidades y estrategias de formación parecen las más
adecuadas
- · La capacitación debe ser
extendida a los docentes de todos los niveles educativos.
- · La formación continua debería
ser compartida por organismos gubernamentales -tanto educativos como de
gestión- y no gubernamentales.
- · La responsabilidad compartida
entre diferentes organismos debería dar lugar a la elaboración
de un plan orgánico de capacitación en EA que articule la
gestión estatal y privada.
- · Los sistemas de formación y
capacitación continua en EA deberían potenciar la
interacción y colaboración entre las diferentes
instituciones gubernamentales y no gubernamentales implicadas.
- · Asimismo, se considera conveniente
aprovechar las reformas educativas en curso para introducir y potenciar
la dimensión ambiental en los currícula, y propiciar
paralelamente sistemas de capacitación adecuados, tales como los
sistemas de capacitación abiertos.
- · Se requiere una capacitación
que ofrezca itinerarios formativos diferentes, facilitando la opción
de los profesores según sus necesidades y requerimientos, y
desarrollando modalidades adecuadas que comprendan tanto la formación
presencial como a distancia.
- · Los programas de capacitación
en EA deberían desarrollar contenidos y actividades que promuevan
su aplicación a la práctica docente e incorporen la
evaluación continuada.
- · Promover la elaboración de
proyectos de Centro que introduzcan la dimensión ambiental y
promuevan la participación de todos los docentes.
- · Garantizar la circulación
de materiales educativos para los cursos, talleres, etc., así
como la difusión de los materiales producidos por los docentes en
las actividades de capacitación.
- 5. La evaluación de la formación
continua en Educación Ambiental
- · La evaluación es un
elemento básico en todo proyecto o actividad de formación
del profesorado. Todas estas actividades deberían ser evaluadas
considerando las ideas y conocimientos previos de los participantes,
valorando de manera continua el proceso y siguiendo sus resultados en el
establecimiento educativo y en el aula.
- · Los resultados de esta evaluación
continua deberían servir para realimentar y reorientar, si da
lugar, los procesos de formación, ajustándolos a las
necesidades del profesorado y a las características básicas
de la Educación Ambiental.
- · La evaluación de las
actividades de formación debería incluir tanto la evaluación
externa como la interna, potenciando en el profesorado la autoevaluación
y coevaluación, abriendo espacios para ello a lo largo del
proceso, y preparando el seguimiento posterior en el establecimiento
educativo y en el aula.
- · Los proyectos generados en los
cursos o procesos de formación deberían ser siempre
asistidos y acompañados en su desarrollo posterior en el
establecimiento educativo, ofreciendo al profesor apoyo y seguimiento, y
facilitándole intercambios con otros proyectos que los
enriquezcan y realimenten.
- · Los resultados de la formación
continuada del profesorado pueden ser evaluados atendiendo al efecto de
ésta en su actividad didáctica, en la vida de la escuela y
en sus instrumentos de planificación (proyecto educativo,
proyecto curricular, programaciones, etc.).
- · Para una evaluación más
eficaz de estos procesos de formación es preciso implicar en ella
a los supervisores y equipos directivos de los establecimientos
educativos, que deberían tener un importante protagonismo en el
seguimiento y apoyo de la actividad del profesorado y asumir un papel de
dinamizadores.
Notas
(1) A la reunión de Managua
asistieron representantes de Costa Rica, Cuba, Rep. Dominicana, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, México, Nicaragua y
Puerto Rico; a la de Santafé de Bogotá, de Bolivia,
Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela; a la de Buenos Aires, de
Argentina, Brasil, España, Paraguay, Portugal y Uruguay.
(2) El equipo técnico, coordinado
por Mª José García-Sípido, que tiene a su cargo
este programa de la OEI, estuvo formado por los siguientes especialistas:
Mª Carmen González Muñoz, inspectora técnica de
educación, que dirigió el proyecto; Ramón Lara Tebar,
profesor del Departamento de Didáctica de las Ciencias Sociales de
la Universidad Complutense; María Novo Villaverde, profesora de EA
de la UNED; Alberto Pardo Díaz, profesor del Máster en EA de
la UNED, y Blanca Tello Ripa, profesora del Departamento de Geografía
Física de la Universidad Autónoma de Madrid. Además
intervinieron como ponentes Ana Celia Domínguez Pantoja,
coordinadora de EA en el Proyecto Educación y Comunicación
GreenCOM/El Salvador/USAID; Lilian Palma de Arraga, directora ejecutiva de
la Fundación Educambiente, Buenos Aires (Argentina); y Maritza
Torres Carrasco, coordinadora nacional de EA del Ministerio de Educación
Nacional, Santafé de Bogotá, Colombia.
(3) Por visión ecológica
entienden los participantes de esta Subregión, exclusivamente, una
vinculación a las Ciencias Naturales.