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 ISSN: 1022-6508

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 Número 50: Enero - Abril / Janeiro - Abril 2009

Educación: futuro en construcción / Educação: futuro em construção

  Índice número 50  

Las causas del plagio académico entre el alumnado universitario según el profesorado1

Jaume Sureda*
Rubén Comas, Mercè Morey **

* Catedrático del Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación de la Universitat de les Illes Balears (uib), España.
** Profesores asociados del Departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación de la Universitat de les Illes Balears (uib), España.

Síntesis: En este artículo se describen y analizan las causas a las que el profesorado universitario atribuye una de las formas de deshonestidad académica más recurrente y extendida entre el alumnado: el plagio a la hora de realizar trabajos. Los datos que se presentan se han obtenido, por una parte, mediante la aplicación de una encuesta a dos muestras y, por otra parte, mediante la realización de cuatro grupos de discusión.
Los datos resultantes de la encuesta muestran que la comodidad, las facilidades que ofrece Internet, el sentimiento de impunidad y el no saber realizar trabajos académicos son los factores, ordenados de mayor a menor relevancia, que los profesores consideran como las causas más importantes asociadas a la comisión de plagio académico entre el alumnado. De los grupos de discusión se desprende que los profesores atribuyen una gran parte de culpa de tal práctica entre los alumnos a su propio comportamiento como docentes y a la metodología y estrategias didácticas empleadas. La información obtenida en la investigación ayuda a mejorar el conocimiento relativo al fenómeno que nos ocupa y, al mismo tiempo, puede facilitar la puesta en marcha de estrategias de intervención encaminadas a luchar contra este tipo de deshonestidad académica y, consecuentemente, mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje.
Palabras clave: plagio académico; enseñanza superior; profesorado universitario; honestidad académica.
SÍNTESE: Neste artigo, descrevem-se e analisam-se as causas às quais o professorado universitário atribui uma das formas de desonestidade acadêmica mais recorrente e estendida entre o alunado: o plágio na horade realizar trabalhos. Os dados que se apresentam foram obtidos, por uma parte, mediante a aplicação de uma pesquisa de duas mostras, e, por outra, mediante a realização de quatro grupos de discussão.
Os dados resultantes da pesquisa mostram que a comodidade, as facilidades que oferece a Internet, o sentimento de impunidade e o não saber realizar trabalhos acadêmicos são os fatores, ordenados de maior a menor relevância, que os professores consideram como as causas mais importantes para a existência de trabalhos acadêmicos plagiados entre o alunado. Dos grupos de discussão se desprende que os professores atribuem uma grande parte de culpa de tal prática entre os alunos a seu próprio comportamento como docentes e à metodologia e às estratégias didáticas empregadas. A informação obtida na pesquisa ajuda a melhorar o conhecimento relativo ao fenômeno que nos ocupa e, ao mesmo tempo, pode facilitar a colocação em funcionamento de estratégias de intervenção encaminhadas a lutar contra este tipo de desonestidade acadêmica e, consequentemente, a melhorar os processos de ensino-aprendizagem.
Palavras-chave: plágio acadêmico; ensino superior; professorado universitário; honestidade acadêmica.
Abstract: In this paper, we describe and analyze the causes college faculty think are behind one of the most extended and popular forms of academic dishonesty: plagiarism while doing assignments. The data presented here has two sources. One is a two-sample survey. The other consists in four focus groups. The outcome of the survey reveals that teachers think that the most important causes behind academic plagiarism are (in this order of importance): convenience, the options internet gives, feeling of impunity and not knowing how to do an academic assignment. The outcome of the focus groups entails that teachers blame not only students, but also their own behavior, strategies and methodologies for academic plagiarism. All the information gathered during the research contributes to our knowledge of this phenomenon and, at the same time, it facilitates the enforcement of intervention strategies aimed at fighting against this kind of academic dishonesty, and therefore, at improving the teaching-learning processes.
Keywords: academic plagiarism; higher education; college faculty; academic honesty.

1. Introducción

Aun cuando la deshonestidad académica entre el alumnado está documentada desde muy antiguo, no fue sino hasta la década de los noventa del siglo pasado cuando se inició su estudio de forma sistemática, con el objetivo de combatir el fenómeno del plagio académico, que en aquellos años ya empezaba a ser alarmante. En trabajos pioneros como los de McCabe y Trevino (1993), Hexman (1999), Jordan (2001) o Lambert, Hogan y Barton (2003) se apuntaba al plagio como una de las prácticas deshonestas más extendidas en las aulas de los campus norteamericanos. Y es que en los años noventa, asociado al primer boom tecnológico y a la incipiente penetración de los ordenadores personales e Internet en los hogares y lugares de trabajo, y gracias a las características de estos nuevos medios (gran facilidad para localizar, almacenar y tratar información, especialmente a través de los procesadores de texto), se constató el florecimiento de una novedosa forma de copiar obras ajenas presentándolas como propias: el ciberplagio. Desde entonces, el acceso, uso y posibilidades de las tecnologías de la información y la comunicación (tic) no han hecho sino ampliarse, con lo que la copia de trabajos académicos se ha convertido en un problema muy relevante, tanto en la enseñanza secundaria como en la universitaria. No sorprende, pues, que los estudios sobre la deshonestidad académica, sobre todo los referidos al plagio, hayan crecido de forma considerable, especialmente en los países anglosajones2.

Los esfuerzos investigadores orientados a comprender y detener esta práctica pueden clasificarse en cuatro grandes categorías:

  • Análisis y cuantificación de la prevalencia, caracterización de los alumnos plagiadores y extensión del fenómeno.
  • Descripción de los distintos tipos de ciberplagio.
  • Análisis de las causas (atribuciones) que lo producen.
  • Soluciones y medidas: detección, regulación y prevención (Comas y Sureda, 2007).

Entre los estudios centrados en el análisis y descripción de las causas asociadas a la comisión de plagio académico –objeto del presente artículo– imperan, básicamente, dos tipos de enfoques: uno representado por aproximaciones basadas en trabajos de investigación empírica y otro fundamentado en recursos y aproximaciones surgidas, principalmente, de apreciaciones e ideas devenidas de la propia experiencia de profesores y/o organizaciones académicas. Entre los trabajos enmarcados en el primer grupo, destaca el estudio pionero de Dordoy (2002) que analizó las causas del ciberplagio desde la óptica de los estudiantes universitarios y docentes norteamericanos. Según los resultados obtenidos por Dordoy, los universitarios plagian, valiéndose, sobre todo, de Internet, por los siguientes motivos: para obtener mejores calificaciones y mejores resultados académicos; por pereza y mala gestión del tiempo dedicado al estudio y a la elaboración de trabajos; por la facilidad y comodidad de acceso a material vía Internet y, finalmente, por desconocimiento de las normas básicas a seguir para la elaboración de un trabajo académico.

A partir de un exhaustivo análisis de la literatura existente, en el que se recopilaron las principales causas descriptas, Park (2003) añadió a las ya señaladas por Dordoy cinco nuevas atribuciones, la primera de las cuales es que se copia porque algunos estudiantes perciben esos «atajos» como una demostración inteligente y aceptable; es decir: copian porque han interiorizado unos falsos valores. Una segunda causa está en entender el plagio como un desafío, una forma de enfrentarse a la autoridad. La desmotivación, el creer que la demanda del profesor es irrelevante o que no lo valora adecuadamente es la tercera causa que Park señala en su análisis. La cuarta está en el convencimiento de algunos alumnos de que lo que hacen no es malo. Finalmente, los resultados de Park apuntan a la ausencia, total o parcial, de mecanismos de disuasión: se copia porque el alumnado, al comparar los riesgos y los beneficios de plagiar, considera los segundos muy por encima de los primeros.

Varios trabajos realizados a mediados de la primera década de nuestro siglo introdujeron una nueva perspectiva a la hora de analizar y describir las causas asociadas a la comisión de plagio académico entre el alumnado universitario: los factores culturales e idiomáticos ligados a la presencia de alumnado extranjero, sobre todo en las universidades anglosajonas (Hayes e Introna, 2003; Sergiou y Bamford, 2005). Por otra parte, otras aproximaciones se han centrado en la tipología y dificultad de la tarea a realizar como causa del plagio. Así, un estudio australiano, basado en la aplicación de un cuestionario y el desarrollo de grupos de discusión entre alumnado de la facultad de ingeniería de la Universidad de Canberra, aporta datos que hacen pensar que cuanto más teórico es el trabajo a implementar más posibilidad existe de que este sea plagiado (Alam, 2004). La variable causal de la dificultad en la tarea a realizar se cita en un estudio cualitativo (basado en entrevistas en profundidad entre alumnado) desarrollado en la universidad australiana de Perth (Dawson, 2004). En un trabajo más reciente, llevado a cabo también en Australia, mediante la aplicación de investigación cualitativa, Devlin y Gray (2007) establecen cinco como las causas principales asociadas entre el alumnado universitario a la comisión de plagio académico: su errónea concepción del mismo; sus escasas «habilidades académicas» para elaborar trabajos; los factores asociados al proceso de enseñanza-aprendizaje; los factores personales y, finalmente, las presiones externas.

De los estudios realizados con metodologías no empíricas, destacamos la clasificación que sobre las causas del plagio presenta el servicio de bibliotecas de la Universidad de Alberta (University of Alberta, 2005) o el que, centrado en este caso en el alumnado de secundaria, elaboró Velthuizen (2006) desde los Países Bajos.

No se dispone todavía, dado que se trata de un campo de estudio novedoso, de datos sobre la evolución del plagio entre el alumnado español; pero estudios recientes inducen a pensar que su comportamiento es muy parecido al de otros países. Así, por ejemplo, el 61,1% de los universitarios españoles afirma que ha copiado –al menos una vez– fragmentos de textos de páginas web y, sin citarlos, los ha incorporado en trabajos entregados como si fueran propios; el 3,3% manifiesta que ha comprado trabajos y los ha entregado como si fueran de autoría propia (Sureda y Comas, 2008b). Estos datos están en consonancia con los obtenidos en trabajos de investigación llevados a cabo en otros países (Underwood y Szabo, 2003; Champan y Lupton, 2004; Bilic-Zulle y otros, 2005; Teixeira y Rocha, 2006; McCabe, Butterfield y Trevino, 2006; Rey-Abella, Blanch y Folch-Soler, 2006; Agnes, 2008).

Con este artículo se pretende mejorar el conocimiento sobre las causas asociadas al plagio académico a partir de la visión del cuerpo docente universitario, contestando para ello a la siguiente cuestión: ¿A qué causas atribuye el profesorado universitario español el fenómeno del plagio entre el alumnado?

Para responder esta pregunta hemos seguido dos vías. La primera ha consistido en aplicar a dos muestras del profesorado universitario un cuestionario en el que se pedía valorar la relevancia de aquellas causas explicativas del plagio que la literatura existente sobre el tema señala como más importantes. La segunda vía, desarrollada paralelamente a la primera mediante grupos de discusión formados por docentes de la Universidad de las Islas Baleares, sin ninguna información previa que pudiera condicionar sus opiniones, se ha orientado a desentrañar aquellas causas del plagio que el cuerpo docente universitario considera más relevantes. Cabe remarcar que no existen trabajos de investigación previos realizados en países iberoamericanos centrados en el análisis de las causas del plagio académico entre el alumnado.

2.   Metodología

Para averiguar las causas a las que el profesorado atribuye el plagio de trabajos entre el alumnado se ha combinado, como ha quedado expuesto en párrafos anteriores, una perspectiva de investigación cuantitativa con otra cualitativa. La cuantitativa se desarrolló mediante una encuesta aplicada al profesorado de la uib y al inscripto en el portal Universia3.

El cuestionario fue administrado a la muestra del profesorado de la uib para que lo complete de manera anónima. La recogida de los datos del cuerpo docente adscripto en Universia se realizó por medio del cuestionario en formato digital y se envió por correo electrónico a todos los usuarios españoles (docentes universitarios) registrados en el portal. El envío del cuestionario fue llevado a cabo por los gestores de dicho portal.

De forma paralela a la realización de las encuestas se organizaron cuatro grupos de discusión, formados según las cuatro ramas de conocimiento utilizadas para aplicar la encuesta, con profesores de la uib. Cada grupo constaba de entre siete a diez profesores que se reunieron en dos sesiones de entre dos y tres horas, celebradas en días diferentes. El protocolo para el animador de los grupos contemplaba que se tenían que plantear temas abiertos4 que permitieran a los participantes decidir la orientación y los matices de sus respuestas, con lo que se facilitaba que se pudieran introducir aspectos no previstos.

De forma paralela a la realización de las encuestas se organizaron cuatro grupos de discusión, formados según las cuatro ramas de conocimiento utilizadas para aplicar la encuesta, con profesores de la uib. Cada grupo constaba de entre siete a diez profesores que se reunieron en dos sesiones de entre dos y tres horas, celebradas en días diferentes. El protocolo para el animador de los grupos contemplaba que se tenían que plantear temas abiertos4 que permitieran a los participantes decidir la orientación y los matices de sus respuestas, con lo que se facilitaba que se pudieran introducir aspectos no previstos.

3.   Resultados

En el cuestionario se pedía a los profesores que valorasen la importancia que atribuyen a diecinueve posibles causas del plagio entre el alumnado. Las causas contempladas en el cuestionario son aquellas que han sido reiteradamente señaladas en la literatura sobre el tema (véase la tabla 2); seis de ellas hacían referencia a determinadas características o comportamientos del profesorado; nueve, a características o comportamientos del alumnado y, finalmente, una, a las facilidades proporcionadas por los desarrollos de las tic (tabla 2). Por otra parte, también se indagó la opinión del profesorado sobre las habilidades y conocimientos del alumnado para realizar trabajos académicos.

El primer resultado que cabe remarcar es que hay escasísimas diferencias entre las respuestas dadas por las dos poblaciones estudiadas (profesorado de la uib y profesorado inscripto al portal Universia). Solo en una de las causas presentadas («sensación de que el profesorado no lee los trabajos en profundidad») hay diferencias estadísticamente significativas entre las respuestas de los dos grupos (véase la tabla 3).

La facilidad que ofrece Internet para encontrar información es, con diferencia, la causa a la que un mayor porcentaje de profesores encuestados atribuye el que los alumnos copien: el 70,7% de profesores de la uib (el 65,3% en el caso del profesorado inscripto a Universia) lo considera como una causa importante o muy importante y solo el 5,5% (el 11,2% los de Universia) como poco o muy poco importante. La valoración media entre 0 y 5 atribuida a esta causa es de 4,16%.

La segunda causa de plagio con un mayor porcentaje de atribuciones hace referencia a la escasa valoración del esfuerzo: el 61,4% del profesorado encuestado afirma que se copia «porque es más fácil, sencillo y cómodo que hacer el trabajo uno mismo». La valoración media de esta atribución es de 4,11%.

En relación a las características, creencias o comportamientos del alumnado, las más valoradas han sido la mala gestión del tiempo (3,88%) y el no saber cómo realizar trabajos académicos (3,49%). La sensación de impunidad («difícilmente el profesor podrá averiguar que se ha copiado») es la tercera (3,46%) causa más valorada de este apartado.


* Estas causas son las reiteradamente señaladas en la literatura sobre el tema. Los números
hacen referencia a la media otorgada (de 0 a 5) a cada causa por parte de las poblaciones
estudiadas.

 

Por lo que respecta a características o comportamientos del profesorado, la más señalada es la que hace referencia a no leer en profundidad los trabajos (3,12%), o no hacer un adecuado seguimiento de los mismos (2,94%). El exceso de trabajos solicitados a los alumnos es la tercera causa más valorada. La cuarta posición la ocupa el «ser poco hábil en el manejo de las tecnologías de la información» (2,62%), seguida a escasa distancia (2,61%) por el hecho de conceder poco peso al trabajo en la nota final. El tipo de trabajo solicitado tiene, según el profesorado, una menor incidencia como causa de plagio entre el alumnado.

3.1 causas del plagio entre el alumnado a partir de los datos obtenidos de los grupos de discusión

Del análisis de contenido de las aportaciones de los veintiocho profesores participantes en los cuatro grupos de discusión se infiere que, según su opinión, el plagio académico entre el alumnado universitario es atribuible a cinco grandes grupos de causas:

  • A determinadas características y comportamientos del profesorado.
  • A determinadas características y comportamientos del alumnado.
  • A determinadas características de la universidad, básicamente la masificación.
  • A los desarrollos de las tic.
  • A determinados valores sociales predominantes.

Los mayores números de atribuciones (en la siguiente tabla nos referiremos a las mismas mediante los números utilizados en la enumeración precedente) se concentran en las características y comportamientos del profesorado (36) y en determinadas características del alumnado (18). A la masificación de la universidad se le dieron 5 atribuciones; 6 a los desarrollos propios de las tic y también 6 a determinados valores sociales.

3.1.1    Características y comportamientos del profesorado como causa del plagio

Según los participantes en los grupos de discusión, el plagio entre el alumnado es atribuible a las siguientes cinco características o comportamientos del profesorado:

  • La liviana o escasa supervisión de los trabajos demandados al alumnado (señalado en 10 ocasiones y en todos los grupos).
  • La poca claridad de las instrucciones dadas a la hora de solicitar trabajos (señalado en 9 ocasiones y en dos grupos).
  • La descoordinación con los otros profesores del curso (señalada en 5 ocasiones en dos grupos).
  • El tipo y número de trabajos que se demanda al alumnado (con un total de 9 atribuciones realizadas por todos los grupos de discusión salvo en el de humanidades).
  • A su ingenuidad (señalada en 3 ocasiones y en dos grupos).

3.1.2    El plagio tiene su origen en determinadas características del alumnado

Ha habido un total de 18 atribuciones del plagio a determinadas características del alumnado, básicamente a estas cuatro:

  • La ignorancia o inconsciencia del alumnado (referenciada un total de 9 veces por los cuatro grupos de discusión).
  • La creencia de que el alumnado se rige por la ley del mínimo esfuerzo (señalada en 4 ocasiones por tres de los grupos de discusión).
  • La desmotivación y desvinculación emocional del alumnado (apuntada en 3 ocasiones por un grupo de discusión).
  • El plagio como forma de enfrentamiento al sistema o causa directa de este (señalada en 2 ocasiones por un grupo de discusión).

3.1.3    El plagio tiene su origen en la masificación de la Universidad

La masificación de las aulas, que provoca que el profesorado no pueda hacer el necesario seguimiento de los alumnos, ha sido señalada como causa del plagio en 5 ocasiones y en tres de los cuatro grupos.

3.1.4    Los desarrollos de las tic como causa del plagio académico

El desarrollo de las tic ha sido referenciado en 6 ocasiones como causa del plagio: 4 en el grupo de profesores de ciencias experimentales y 2 en el de humanidades.

3.1.5    Los valores sociales predominantes como causa del plagio

La ausencia de normas, el menosprecio por el esfuerzo, la «modernidad líquida», tal como la caracterizó el pensador polaco Zygmunt Bauman (1999); un entorno en el cual las estructuras sociales ya no perduran el tiempo necesario para solidificarse; un medio en el cual el olvido y la renuncia a toda planificación a largo plazo es condición imprescindible para el éxito, que constituye un biotopo idóneo para el desarrollo del plagio académico entre el alumnado. Atribuciones para esta característica fueron hechas en 6 ocasiones: 3 en el grupo de profesores de humanidades y 3 en el de ciencias experimentales.

4.   Conclusiones y discusión

Las explicaciones de causalidad acerca del fenómeno del plagio académico entre el alumnado universitario obtenidas mediante las encuestas aplicadas al profesorado de educación superior se concentran, básicamente, en los desarrollos de las tic y en determinadas características o comportamientos del alumnado. Por el contrario, los grupos dediscusión han enfatizado las características y comportamientos del profesorado así como también determinados valores sociales como causa del plagio; 36 de las 71 atribuciones realizadas por los participantes en los distintos grupos de discusión se orientan en esta dirección.

Los resultados obtenidos muestran la conveniencia de poner más atención en la tipología de trabajos académicos que el profesorado demanda, puesto que esta ha sido una de las causas que ha recogido mayor número de atribuciones (un total de 9, referenciadas en tres de los cuatro grupos de discusión). También conviene prestar especial atención a aquellas causas que, pese a no haber sido referenciadas en un gran número de ocasiones, sí han surgido en la mayoría de los grupos de discusión. Dos de ellas están referidas a determinadas características del profesorado: es el caso de la escasa supervisión de los trabajos demandados y el tipo y número de trabajos; dos están referidas a comportamientos del alumnado: la ignorancia o inconsciencia de los estudiantes, la comodidad de estos, y la tercera al ámbito institucional: la masificación de la universidad.

De hecho, pese a que estas últimas atribuciones no están ligadas de forma directa a las características del profesorado, sí pueden vincularse con acciones centradas en modificar los comportamientos del mismo: el desconocimiento y las carencias que padece el alumnado a la hora de elaborar un texto propio, la falta de esfuerzo, recompensada en múltiples ocasiones y que tiene como consecuencia el «refuerzo» de comportamientos negativos, y la gran cantidad de alumnos en el aula, que requiere de una reformulación en los métodos de enseñanza y en un cambio de la relación que establece el profesorado con el alumnado.

La imagen de Internet como «fuente de fuentes» o «biblioteca de bibliotecas» ha devenido mucho más que una simple forma retórica de definir su potencial. La idea se ha convertido en una realidad que afecta a todos los campos en que están presentes procesos basados en el intercambio de información, en la localización de contenidos y en el acceso al conocimiento. Y, como no podía ser de otra manera, esta realidad está bien asentada en las aulas de los distintos niveles del sistema educativo. Internet se ha convertido en la principal fuente de documentación académica entre el alumnado universitario (Sureda y Comas, 2006) y, como lógica consecuencia, también se ha convertido en la principal fuente de plagio. Las características positivas que se advierten en el uso de las tic para localizar información, y para toda práctica enmarcada en cualquier proceso formativo, también parecen servir para «explicar» perversiones como el aumento de los casos de plagio académico. La facilidad y comodidad de acceso y tratamiento de la información y el anonimato que confieren las tic son elementos clave que pueden explicar, en cierta medida, la situación descrita. Ahora bien, no se trata, llegados a este punto, de demonizar unos recursos de por sí inocuos. Internet no ha inventado el plagio en los entornos académicos; seguramente, eso sí, ha facilitado tanto su comisión como su detección. La inculpación de las tic como fuente principal de los males no sirve para entender, ni atender, de forma adecuada el fenómeno del plagio entre los estudiantes.

El plagio académico es un fenómeno poliédrico para cuya explicación se precisa de aproximaciones desde diversas perspectivas. Desde la nuestra, fundamentalmente educativa-formativa, adivinamos que existe un buen número de factores que debe ser tenido en cuenta a la hora de planificar intervenciones orientadas a solucionar el problema. Agrupamos estos factores en dos grandes ámbitos: los que se encuentran en el propio sistema educativo y aquellos otros que le son externos.

4.1 factores intrasistema

  • El empobrecimiento de la relación profesorado-alumnado a causa, principalmente, de la masificación de las aulas. Una mayor y mejor relación interpersonal entre el docente y el alumnado reduce la incidencia del plagio académico (Underwood y Szabo, 2003; McCabe, Butterfield y Trevino, 2006).
  • Las escasas habilidades documentales por parte del alumnado universitario, tanto de localización como de gestión y citación de recursos. En la mayoría de los campus la alfabetización informacional es todavía una especie de quimera (Jansen y Spink, 2005; Sureda y Comas, 2006).
  • Las demandas de trabajos que «incitan» a la comisión de plagio. Por ejemplo: trabajos que el profesorado prescribe de la misma manera durante muchos cursos; no hacer un seguimiento de las tareas que se van desarrollando y solo tener un punto de contacto en el momento en que el alumno entrega el trabajo; pedir trabajos sin explicar el sentido de la tarea; no acotar el tema o temas sobre los que se trabaja; no dar indicaciones claras de las partes que han de componer la tarea a entregar, etcétera.
  • La excesiva demanda de trabajos. Los cambios en los procesos de evaluación en las universidades, producidos en los últimos veinte años, han supuesto una acentuada disminución de los exámenes de libro cerrado y un incremento de la evaluación basada en el trabajo de curso. Este aumento en la demanda de trabajos también ha incrementado las «tentaciones» de recurrir al atajo del plagio.
  • La mala gestión del tiempo y de los recursos disponibles por parte del alumnado.
  • La evaluación de los trabajos del alumnado de forma superficial y poco razonada.
  • La inexistencia de una normativa clara que dificulta que el profesorado pueda tomar decisiones ante casos probados de plagio. El hecho de que los reglamentos académicos no contemplen de forma explícita este tema puede contribuir a su proliferación.
  • Un sistema universitario que premia el resultado por encima del proceso; un modelo que convierte la capacitación para un trabajo en el objetivo prioritario de la educación, dejando poco espacio y reconocimiento para metaaprender, crear y pensar. Resulta cuanto menos chocante que en la era de la economía del conocimiento, en la sociedad de la información y la comunicación, el alumnado se desenvuelva en la esfera del sistema educativo de manera menos creativa, innovadora y dinámica que cuando actúa en otros entornos –incluso empleando las mismas herramientas o recursos– (Conley, 2003; Rollnick y otros, 2008; Kempkes y Pohl, 2008).
  • El cambio de mentalidad en la universidad5 en torno al papel del alumnado como cliente-consumidor y el aprendizaje fast food (Marcus, 1999; Harburg, 2006).
  • Un exceso de competitividad entre el alumnado que lo lleva a buscar la «mejor» manera para obtener los «mejores» resultados y poder optar a mejores ayudas, becas, posicionamiento en el mercado laboral, etcétera.
  • El predominio del principio de economía de esfuerzos por parte del alumnado.
  • La comodidad, facilidad y anonimato que confieren las tic a la hora de plagiar.
  • La falta de colaboración y coordinación entre los equipos docentes.
  • La falta de comprensión por parte del alumnado, y en ciertos casos también del profesorado, de qué es el plagio académico. Se da un gran porcentaje de plagio no intencional, provocado por el desconocimiento de las normas y pautas académicas de elaboración de trabajos.

4.2 factores externos al sistema educativo

  • La idea, muy enraizada entre los más jóvenes, de que todo cuanto hay en la Red es de todo el mundo y se puede utilizar, compartir, apropiar y difundir de la manera que se desee.
  • Los modelos y esquemas sociales basados en la cultura de la reproducción más que en la reproducción y producción de la cultura.
  • Aspectos relativos a la «generación videoclip» (Funes, 2005; Garcés, 2006): ver y hacer diversas cosas en muy poco tiempo, con lo que se amplían los límites de la acción pero se reduce su profundidad.
  • Ejemplos casi diarios de fraude y falta de ética en numerosos ámbitos: corrupción política, movimientos especuladores en las finanzas, falsificación de balances en grandes compañías, producción masiva de productos imitando marcas conocidas, etcétera.
  • Los resultados del presente trabajo sugieren que las acciones orientadas a luchar contra el plagio académico deben prestar mayor atención sobre el quehacer de los profesores. Conviene señalar que las principales estrategias implementadas para hacer frente a este fenómeno, sobre todo en contextos con amplia tradición en este campo como los ee.uu., Canadá, el Reino Unido y Australia, se han fundamentado, de forma preeminente, en acciones de detección mediante el uso de programas informáticos, en el establecimiento e implementación de normativas y códigos de conducta académicos y, finalmente, en intervenciones formativas dirigidas, casi de forma exclusiva, al alumnado. A pesar de que en los países señalados este tipo de medidas se están implementando desde hace ya más de una década, los resultados no parecen del todo satisfactorios. Así, los índices de prevalencia de la práctica de «copiar y pegar» en entornos universitarios no se han reducido notablemente pese a los esfuerzos dedicados y no solo eso: parece que han provocado el surgimiento de nuevas prácticas fraudulentas en las aulas, tales como la compraventa de trabajos y las fábricas de trabajos académicos (Sureda, Comas y Mut, 2007; Comas y Sureda, 2008a; Comas y Sureda, 2008b). Aun más, si los datos de que disponemos referidos a entornos «avanzados» en el tratamiento del plagio académico se comparan con los obtenidos en entornos en los que no se ha desarrollado ninguna estrategia expresa para reducir el fenómeno –como es el caso de España– podemos apreciar que las diferencias son escasas. ¿Cómo se explica, pues, que los índices de prevalencia del plagio entre el alumnado en países en los que desde hace años se han implementado procesos para combatir este mal sean similares a los de otros entornos en los que el tema no ha sido objeto de atención? Dejamos la pregunta sin respuesta pero si –como se concluye de nuestro trabajo– la falta de supervisión de los trabajos demandados, así como la descoordinación entre los profesores y la falta de indicaciones claras, son causas importantes para que los alumnos plagien, parece conveniente centrar las acciones de lucha contra este fenómeno más en el profesorado que en el alumnado.

Apuntar, por último, que no podemos intentar describir la situación relativa al plagio en nuestras aulas, ni tampoco intentar descifrar sus causas sin relacionarlas con aspectos y condicionantes sociales. Ni tampoco podremos ponerle remedio sin atender a los efectos del entorno. No cabe duda que debemos recobrar ciertos principios de ética, compromiso y esfuerzo que parecen haber quedado desterrados del mundo académico. Pero de poco o nada servirá nuestra labor si no va acompañada de cambios a nivel general. Tal y como ya aventuró el sociólogo francés Lipovetsky (1994): «El siglo xxi será ético o no será».

Bibliografía

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1 El presente trabajo se ha realizado en el marco del proyecto i+d financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (mci), «El ciberplagio entre los estudiantes universitarios», con la referencia sej2006-10413. Los autores agradecen al mci el apoyo recibido.

2 El fenómeno del plagio académico ha sido escasamente estudiado en los países iberoamericanos aunque, en los últimos años, se han desarrollado algunas interesantes investigaciones y también publicado trabajos relevantes, entre los que, en el caso de México, destacan el de Cerezo (2006) y los que integran el número especial sobre el tema de la revista Cultura Científica y Tecnología (2008) de la Universidad de Ciudad Juárez. En Chile se publicó un breve artículo (Campos, 2006), mientras que en Brasil, además de un documento de Ferraz Silva (2008), se desarrolló un trabajo de investigación acerca de la percepción del plagio académico por parte de estudiantes de primer y quinto curso de Ingeniería de la Universidad de Río de Janeiro (Garcia Barbastefano y Gomes de Souza, 2007). En Argentina se publicó el trabajo sobre sistemas de detección de plagio académico de Bordignon y otros (2005). En el caso de España se cuenta con algunos artículos sin base empírica como los de De Miguel (2002) o Urbina (2004) y también con algunos pocos trabajos descriptivos, entre los que podemos mencionar el de Rey-Abella, Blanch y Folch-Soler (2006) centrado, en este caso, en el análisis de la prevalencia de prácticas académicamente deshonestas entre universitarios de Ciencias de la Salud de la Universidad Ramón Llull de Barcelona. Trabajos más recientes son los elaborados por una empresa de software anti-plagio basados en el análisis del plagio académico entre el alumnado de las universidades de Barcelona y Zaragoza (Agnes, 2008) o el que los autores de este artículo hemos realizado con una muestra representativa del alumnado de la uib y otra, más limitada, del conjunto del alumnado español (Comas, Sureda y Urbina, 2005; Sureda y Comas, 2008a; Sureda y Comas, 2008b; Sureda, Comas y Morey, 2008).

3 Universia cuenta con portales en diversos países de Iberoamérica; el cuestionario solo fue cumplimentado por los docentes registrados en el portal de España.

4 Los ámbitos de análisis expuestos fueron: conceptualización, prevalencia, causas, consecuencias, medidas y escenarios de futuro del plagio académico.

* Estas causas son las reiteradamente señaladas en la literatura sobre el tema. Los números hacen referencia a la media otorgada (de 0 a 5) a cada causa por parte de las poblaciones estudiadas.

5 Este factor es mucho más relevante en países anglosajones que en contextos como el español.


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