Conflictividad escolar y fomento de la convivencia

Autores

  • Valentín Martínez-Otero Pérez Universidad Complutense de Madrid, España.

DOI:

https://doi.org/10.35362/rie380829

Palavras-chave:

conflictividad, violencia escolar

Resumo

En este artículo su autor reflexiona sobre la conflictividad escolar, y, en particular, sobre los problemas que con más frecuencia surgen entre los alumnos o entre estos y los profesores. En numerosos centros escolares se quiebra la convivencia, hasta el punto de hacer imposible la formación. La dificultad de analizar en toda su extensión el fenómeno de la violencia en las aulas lleva al autor a realizar una revisión de los principales problemas existentes, con el propósito de conocer mejor esta realidad, y, a la vez, con el de estudiar qué posibles vías conducen a su solución. Se describen, por lo mismo, algunos de los comportamientos antisociales escolares más frecuentes, y se señalan algunos cauces de intervención: la disciplina, la mediación, la competencia social, etc. Para organizar la actuación educativa en la compleja constelación estructural de los comportamientos antisociales, se propone una distribución cuatripartita que permite avanzar hacia la convivencia en los centros educativos.

Downloads

Não há dados estatísticos.

Biografia Autor

Valentín Martínez-Otero Pérez, Universidad Complutense de Madrid, España.

Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, España.

Referências

BIBLIOGRAFÍA

Alzate, R. (1998): Análisis y resolución de conflictos. Una perspectiva psicológica, Bilbao, Universidad del País Vasco.

Avilés Martínez, J. M. (2003): Bullying. Intimidación y maltrato entre el alumnado, Bilbao, stee-eilas.

Cerezo, F. (2001): La violencia en las aulas, Madrid, Pirámide.

Martínez-Otero, V. (2001): «Convivencia escolar: problemas y soluciones», en Revista Complutense de Educación, vol. 12, n.º 1, pp. 295-318.

— (2000): Formación integral de adolescentes. Educación personalizada y Programa de Desarrollo Personal (pdp), Madrid, Fundamentos.

— (1999): Temas de nuestro tiempo: psicología, educación, sociedad y calidad de vida, Madrid, Fundamentos.

Melero, J. (1993): Conflictividad y violencia en los centros escolares, Madrid, Siglo xxi.

Moreno, J. M., y Torrego, J. C. (1999): Resolución de conflictos de convivencia en centros escolares, Madrid, uned.

Olweus, D. (1998): Conductas de acoso y amenaza entre escolares, Madrid, Morata.

Ortega, R. (1996): «Las relaciones entre compañeros/as escolares», en A. Goñi (ed.): Psicología de la educación sociopersonal, Madrid, Fundamentos.

Ortega, R., y Rey, R. del (2003): «El proyecto anti-violencia escolar: andave», en Boletín del Colegio de Doctores y Licenciados de Madrid, pp. 17-23.

Torrego, J. C. (coord.) (2000): Mediación de conflictos en instituciones educativas, Madrid, Narcea.

Notas:

1) Alzate (1998, p. 28-33) dice que los conflictos sociales implican una percepción divergente de intereses. Con independencia de si se trata de un conflicto intrapersonal (dentro del individuo), interpersonal (entre individuos), intragrupal (dentro de un pequeño grupo) o intergrupal (entre grupos), todo conflicto comporta cierto grado de incompatibilidad percibida entre las partes con respecto a los objetivos o con relación a los medios utilizados para alcanzarlos. Este autor indica que hay varias formas de responder al conflicto, a saber: dominación, capitulación, retirada, inactividad, negociación, e intervención de terceras personas. Por último, conviene tener en cuenta que existen conflictos destructivos (hay un debilitamiento de las partes), y conflictos constructivos (las relaciones mejoran tras confrontar las diferencias que haya habido)

2) Olweus (1998, pp. 24-26) habla de mobbing para referirse a las amenazas y al acoso entre escolares. Este concepto incluye tanto la situación en la que un individuo particular hostiga a otro, como aquella en la que el responsable de la agresión es todo un grupo. Para este autor, no se debe hablar de «acoso» o de «agresión intimidatoria» (bullying) cuando dos alumnos de edad y de fuerza similares riñen o se pelean. El bullying conlleva un desequilibrio de poder: el escolar expuesto a las acciones negativas tiene dificultad para defenderse.

3) En relación con esta cuestión, es interesante señalar que están surgiendo algunos instrumentos para detectar la agresividad entre escolares; por ejemplo, el test Bull-S (dirigido tanto a los profesores como a los alumnos), elaborado hace años por Cerezo, y, que, según nos dice la propia autora (2001, p. 79), es una herramienta válida para la detección, la medición y la valoración de las situaciones de violencia entre escolares, a partir del análisis de las características socioafectivas del grupo, de la percepción que tienen sus miembros de las relaciones interpersonales, y, sobre todo, de la agresión y la victimización entre iguales.

4) En la actualidad se infrautilizan las posibilidades de los centros educativos. No sería descabellado plantearse una apertura real de las instituciones escolares a la comunidad social, en cuanto centros de cultura. Aprovechando las instalaciones y los recursos existentes, y con una inversión adicional, los vecinos podrían desarrollar múltiples actividades deportivas, sociales, culturales y recreativas, que serían muy beneficiosas para toda la sociedad, incluso en lo referente a la prevención de conductas antisociales y delictivas.

Como Citar

Martínez-Otero Pérez, V. (2005). Conflictividad escolar y fomento de la convivencia. Revista Ibero-Americana De Educação, 38, 33–52. https://doi.org/10.35362/rie380829

Publicado

2005-05-01

Edição

Secção

Artículos del monográfico

Artigos mais lidos do(s) mesmo(s) autor(es)

1 2 3 > >>